Suiza: Región del Jungfrau en el Oberland Bernes ✏️ Blogs de Suiza

Datos Previos

Precios: Desgraciadamente para la mayoría de los españoles desorbitados, nosotros además tuvimos la mala suerte de sufrir un cambio muy desfavorable de casi la paridad. El precio de la comida en los supermercados muy, muy caro así que tened en cuenta esto.

Combustible: Muy caro, intentad llenar depósito antes de llegar a Suiza.

Jungfrau Pass: Es un bono para 6 días que permite utilizar tantas veces como se desee la mayoría de los trenes, telecabinas, teleféricos y funiculares de la región y un descuento del 50% en el último tramo de subida al Jungfrau. En 2011 cuesta 210 CHF. Los niños deben sacarse la Junior Card que tiene validez por 1 año, cuesta 30 CHF y les permite viajar gratuitamente en cualquier transporte con la única condición de que vayan acompañados de alguno de sus padres que haya sacado el bono.
Lo recomiendo si queréis ahorrar un buen dinero en tus desplazamientos por la zona del Jungfrau.

Os adjunto enlace donde podréis ver precios y área cubierta por el pase.

www.jungfrau.ch/ ...s-pass_137

Curiosidad: Si vais en Verano os encontraréis absolutamente todo atestado de Chinos e Indios. Nosotros no conocemos aún un desembarco como el que ya han realizado en Suiza, os hablo de trenes completos de línea regular reservados para excursiones de ellos.


Día 1

Nuestro viaje comienza un 5 de Agosto de 2011 con destino al valle de Grindelwald en plena región del Jungfrau y salida desde el sur de España con 2 días de conducción por delante y 2000 km. en la distancia. Hicimos escala en Nimes para dormir y seguir camino hacia Suiza.

El día 6 llegamos a Suiza con cielo plomizo, y aunque aun continuábamos de camino a nuestro destino final, como era relativamente temprano, decidimos hacer nuestra primera parada y visitar Ginebra (oficialmente en francés Genève).


Desde mi punto de vista es una ciudad con pocos atractivos, quizás el más destacable sea que se encuentra a orillas del inmenso lago Leman y con una fuente o chorro de agua en este que alcanza gran altura, no nos dejó ninguna huella.


En esta ciudad fue nuestro primer contacto con los precios suizos, realmente desalentador, con un cambio de divisa casi en la paridad (1€ = 1,09CHF) comprobamos que iba a ser un elemento continuo de retraimiento en el gasto. Para que os hagáis una idea el McDonalds de Ginebra donde comimos 4 menús nos costó 55€ al cambio.
En fin intentamos sobreponernos al susto y como comenzó a llover cogimos nuevamente el coche y continuamos nuestro camino hacia el idílico valle donde nos alojaríamos en el apartamento que habíamos alquilado.

Día 2

Amanece nuevamente lloviznando y con niebla así que decidimos cambiar los planes iniciales que teníamos de hacer algún sendero por una visita cultural a la ciudad de Berna, capital de Suiza. En esta ocasión sí os puedo garantizar que es una ciudad que merece la pena, con un casco antiguo muy bonito de carácter medieval, multitud de fuentes y figuras policromadas que adornan su limpias calles.



Destacar también la torre del reloj (Zytglogge), un espectáculo de la precisión Suiza que nosotros no pudimos comprobar porque, aunque estuvimos allí parados 4 minutos antes de la hora en punto como manda la tradición, a esa hora el movimiento de las figuras fue casi imperceptible.



Muy bonitas también las vistas panorámicas de la ciudad desde los puentes que cruzan a gran altura el río Aare con un color verde-turquesa, según incida la luz en sus aguas, espectacular y desde donde vimos algunos lugareños tirarse al río para dejarse llevar por la fuerte corriente.


Después de comer cogimos nuevamente el coche para seguir la ruta prevista hasta Friburgo, también una bonita ciudad medieval en la que destacan algunos de sus edificios y el puente de madera que une dos puntos de la ciudad.

Y para finalizar el día decidimos ir a Gruyere (origen del renombrado queso) un bonito y pintoresco pueblo situado en la cima de un monte al que hay que subir a pie, con castillo y torreones incluidos desde donde hay una estupenda vista. Es rápido de visitar porque sólo dispone de una calle en la que se encuentran todos los comercios.


Día 3

El día amanece nuevamente nublado y con pinta de llover en cualquier momento, aún así decidimos ir ya a la montaña y poner en práctica las rutas que habíamos seleccionado.

Ruta desde First al Lago Bachalpsee:

Inicio: First (2168 m)
Final:Lago Bachalpsee (2265 m)

Duración: 1 hora hasta el lago
Piso: Pista hasta el lago Bachalpsee

Dificultad: No hay ninguna dificultad técnica en todo el recorrido aunque si algunas pendientes.
Hasta el lago es apta para todo el mundo.

Es una excursión típica de la zona que parte en telecabina desde Grindelwald y después de pasar varias estaciones donde puedes bajarte llega a la última estación situada en el First, una impresionante montaña de 2 mil y pico de metros.


Desde la cima de este monte parten numerosos senderos, nosotros nos decantamos por hacer el que llega hasta los lagos de origen glaciar denominados Bachalpsee.


Es un sendero de cierta dureza debido a la pendiente que hay sobre todo en la parte inicial del mismo, aunque nada que no se pueda superar con un poco de esfuerzo, se tarda aproximadamente 1 hora en realizarlo.
En el trayecto comienza a llover en algunos tramos y además con algunas rachas de viento fuerte que hacen que nos abriguemos con toda la ropa que llevamos (forros polares incluidos), una vez llegamos a los lagos nos sentamos a descansar en los bancos que están dispuestos como miradores y admiramos la maravillosa vista que desde allí se podía apreciar contrastando el verde de las laderas de las montañas con el blanco de los picos nevados y los dos pequeños lagos a los pies de estos, con esta vista enfrente decidimos que era un buen momento para comerse los bocatas que llevábamos, así que dicho y hecho.





La vuelta se puede hacer por una ruta alternativa (recomendable pero más larga aunque más bonita) pero nosotros decidimos hacerla por el mismo sitio que vinimos. Ésto nos permitió tener el privilegio de ver 2 marmotas que pululaban tranquilamente por la montaña y que se pararon a mirarnos con descaro.


Por la tarde decidimos ir a conocer Interlaken. Es una ciudad muy turística con una calle principal donde se encuentran la mayoría de los comercios y tiendas de la ciudad. La recorremos hasta el final donde se encuentra un paseo fluvial desde donde se puede contemplar el canal que une los dos lagos entre los que se encuentra la ciudad, el Thun y el Brienz.
Es el centro neurálgico de las comunicaciones de la región, cuenta con dos estaciones de tren desde donde parten todos los trenes que enlazan con los principales destinos alpinos.



Día 4

Para variar amanece el día nublado y lloviznando así que nos ponemos los chubasqueros y nos dirigimos a la estación de Grindelwald para coger el tren que nos transporte hasta el valle de Lauterbrunen desde donde comenzaremos nuestra aventura del día.


Quiero hacer mención especial a una anécdota que nos sucedió para que otros viajeros no la sufran. Resulta que teníamos que hacer transbordo del tren que sale de Grindelwald con destino a Interlaken en la estación de Zwueistuschinen para desviarnos hasta Lauterbrunen y efectivamente así lo hicimos, nos bajamos en Zwueistuschinen y una vez en el andén esperamos al tren que iba destino a Lauterbrunen. Lo vimos llegar y confirmamos que en el lateral del primer vagón ponía claramente nuestro destino final por tanto cuando se detuvo nos montamos en el vagón que quedo delante de nuestra posición sin más comprobaciones. Pasados unos diez minutos nos dimos cuenta que estábamos volviendo a Grindelwald sin entender qué estaba ocurriendo, así que tuvimos que bajarnos y volver a coger un tren a Zwueistuschinen para hacer el transbordo a Lauterbrunen.
Una vez en la estación de Zwueistuschinen preguntamos a un empleado y nos dijo que el tren que viene de Grindelwald, cuando llega a esta estación, desenganchan varios vagones que vuelve a hacer la ruta a Grindelwald y el resto sigue para Lauterbrunen. Así que ojo si tenéis que hacer este transbordo.
Una vez llegamos a Lauterbrunen cogimos un tren cremallera que nos llevó hasta Wengen. Allí cogimos un teleférico que nos subió hasta Mannlichen donde comenzaríamos el sendero que habíamos planeado para ese día. Durante el trayecto del teleférico que no paraba de subir y subir pudimos admirar como quedaba a nuestros pies el impresionante valle de Lauterbrunen y como iban a apareciendo los tres majestuosos picos del Eiger, el Monch y el Jungfrau.




Ruta desde Mannlichen a Kleine Scheidegg

Tipo de recorrido: Solo ida, en sentido descendente

Inicio: Manlichen (2227 m)
Final: Kleine Scheidegg (2061 m)

Puntos destacados del recorrido: Mirador Manlichen Gipfel (2345 m)
Duración: 1 hora al mirador y 1 hora y 20 minutos a Kleine Scheidegg
Piso: Todo pista, salvo la última parte de la subida al mirador.
Dificultad: Ninguna dificultad. Se trata de un paseo familiar apto para
todo el mundo.

Otro de las típicos senderos, con una dificultad baja que se realiza por un buen piso con un descenso poco pronunciado, muchas vacas y con unas vistas alucinantes, siempre de frente el Eiger, Monch y Jungfrau.


Como dije antes, el día estaba nublado y con bastante niebla así que hicimos la primera mitad del recorrido sin poder apreciar en su totalidad la belleza del paisaje hasta que llegamos a una especie de mirador con bancos. En ese momento el día clareó y se plantaron ante nuestras narices los tres picos más emblemáticos de la región Eiger, Monch y Jungfrau. Decidimos comernos los bocatas admirando aquel paisaje de cuento de Heidi con las impresionantes vistas que nos proporcionaba el momento y os puedo asegurar que ha sido una de las experiencias más satisfactorias de este viaje.
El final del recorrido lo hicimos lloviendo hasta llegar a la estación de Kleine Scheidegg donde cogimos un tren cremallera que nos condujo directamente a Grindelwald.



Por la tarde decidimos coger el tren hasta Interlaken y una vez allí montarnos en el funicular que sube por una pendiente muy elevada al Harden Kulm, una montaña desde donde se pueden divisar los dos lagos que están a sus pies, Thun y Brienz. La vista es auténticamente privilegiada divisando las turquesas aguas de los lagos y el intenso verde de la pradera donde se asienta Interlaken. No hicimos ninguna ruta adicional porque ya era bastante tarde y el último funicular partía a las 18h. así que decidimos volver al apartamento a descansar después de un día muy bien aprovechado.



Día 5

Por fin amanece el día despejado y con el sol brillando. Al igual que el día anterior debemos desplazarnos hasta Lauterbrunen para hacer el recorrido que hemos planificado, una vez allí cogemos el teleférico hasta Grutschalp donde comienza la caminata.

Ruta Grutschalp a Murren

Tipo de recorrido: Solo ida

Inicio: Grutschalp (1489 m)
Final: Murren (1645 m)

Duración Aprox.: 1 hora y 30 minutos
Piso: Pista de firme uniforme
Dificultad: Ninguna, es prácticamente llano.

Sendero de dificultad nula, pista en buenas condiciones, se realiza en una hora y treinta minutos. Discurre durante gran parte del recorrido paralelo a la vía del tren, con el valle de Lauterbrunen abajo y en frente casi todo el recorrido el Eiger, Monch y Jungfrau.



En el camino nos encontramos con una quesería alpina a la altura de Winteregg y con maquinas talando, pelando y cortando troncos para llevar a la serrería.



Como siempre las vistas del recorrido de cuento, las montañas nevadas, los prados verdes, las vacas pastando plácidamente y en ese momento pasa un tren del siglo XIX, espectacular para la foto.


Cuando finalizamos el bonito sendero cogemos tren y teleférico de vuelta a Lauterbrunen donde cogeremos un autobús que nos lleve hacia las cascadas de Trumelbach cruzando casi al completo el valle de Lauterbrunen.


La visita no es gratuita pero vale la pena pagar por verlas, cuesta 11CHF por adulto y 4CHF por niño. Estas cascadas se forman por el deshielo de los tres picos que recorren la falla. Van por el interior de una cueva, la altura no es excesiva pero lo que impresiona realmente es la violencia con la que baja el agua por la montaña y con la que impacta contra los diferentes obstáculos que se encuentra en su camino. La visita comienza con una subida de 100m. en un ascensor interior que te eleva al nivel 10 de los distintos miradores que existen. A partir de ahí se va descendiendo al compás de la cascada visitando el resto de miradores, en algunos te pones chorreando de agua solo de las salpicaduras que se producen al paso del torrente.


Una vez finalizamos la visita, estuvimos esperando el autobús que nos llevara de vuelta a Lauterbrunen y de ahí a coger el tren de regreso a Grindelwald donde nos espera un merecido descanso después de un agotador día.

Día 6

Nuevamente amanece un día despejado y con un sol radiante así que nuestro destino está claro ¡¡¡ Vamos al Jungfrau!!!. Cogemos el tren desde Grindelwald con destino a Kleine Scheidegg para allí enlazar con el que sube desde esta estación al Jungfrau (Cuidado este último tramo no está incluido en el JungfrauPass y son unos 60 CHF extras). Hasta aquí era lo planificado y todo ok pero cuál es nuestra sorpresa que al intentar sacar los billetes de este último tramo en la estación de Kleine Scheidegg nos dicen que el cupo del día está cerrado y que no pueden subir más personas así que no nos venden los billetes. Imaginaros la situación, cara de tontos, desconcierto, ¿qué hacemos para no perder el día?, etc, etc, así que, tras unos momentos de desconcierto, acordamos hacer una ruta que podía ser interesante.

Ruta de Kleine Scheidegg a Alpiglen

Tipo de recorrido: Solo ida, en sentido descendente

Inicio: Kleine Scheidegg (2061 m)
Final: Alpiglen (1615 m)
Duración Aprox.: 1 horas y 30 minutos
Piso: Sendero por pista.
Dificultad: Tramo final con pendiente pronunciada.

Es un sendero que parte desde la estación de Kleine Scheidegg siempre en descenso con poca dificultad y buen piso aunque bien es cierto que algunas veces la inclinación de la bajada es pronunciada pero vamos nada que no pueda ser superado fácilmente.
La ruta es la típica de los alpes suizos, praderas totalmente verdes con vacas pastando por doquier y viendo continuamente el macizo del Eiger con sus 3970m. la cima totalmente nevada, la sensación de poder tocarlo y un valle bajo nuestros pies, en fin una postal.



Fue una estupenda opción para un día que se había torcido nada más comenzar y que por suerte pudimos enderezarlo. En la pequeña estación de Alpiglen se me ocurrió preguntar al jefe de estación si podía venderme billetes para el Jungfrau (por si caía la breva) así que consulto en el ordenador y como me temía me dijo que para ese día estaba cerrada la venta pero para el día siguiente sí podía hacerlo. En la estación de Kleine Scheidegg nos dijeron que sólo se permitía vender billetes para el día en curso y no nos vendieron para el día siguiente así que, al presentarse esta posibilidad y sabiendo que la previsión del tiempo era igual de buena, nos decidimos a comprarlos y de esta manera nos ahorrábamos el madrugón y la cola del siguiente día.
Cuando llegamos a Grindelwald era mediodía pero aún no había ganas de comer así que en un pispas planteamos la siguiente excursión que partía desde allí mismo, solo teníamos que coger el bus (num.22) hasta Pfinstegg que se encuentra a pocos kilómetros y nos montamos en un telesferico que nos llevó a la cima de la montaña. Buscamos un sitio para comer y después empezamos la caminata hacia el glaciar Unterer Gletscher.

Ruta Pfinstegg a Unterer Gletscher

Inicio: Pfingstegg (1391 m)
Final: Unterer Gletscher

Duración Aprox.:v1 hora y 30 minutos
Piso: Pista y sendero
Dificultad: Ninguna técnicamente aunque existen pendientes importantes.

Es un sendero que, aunque en algún sitio he leído que la dificultad es baja, mi experiencia fue otra, de hecho, sólo yo fui capaz de llegar al objetivo, el resto de la familia se fue quedando por el camino debido a las fuertes rampas que una tras otra se iban sucediendo. En cuando al piso, en ocasiones es de tierra y en otras escalones.
Las vistas que se ven del valle de Grindelwald desde esta ruta son espectaculares, se divisa al completo.


En el camino de ida se ve constantemente el glaciar cada vez más nítido a medida que nos acercamos, vemos también algunas grandes cascadas producidas por el deshielo e incluso si tienes paciencia te paras y esperas en silencio puedes llegar a escuchar la rotura de los trozos de hielo cayendo a la falda de la montaña. En definitiva una ruta exigente pero muy gratificante por las vistas que te ofrece.



Para terminar el día hicimos el trayecto de vuelta hacia Grindelwald y pasamos lo que quedaba de tarde sentados en un parque reponiendo fuerzas y disfrutando de las vistas.

Día 7

Las previsiones aciertan y amanece despejado con un sol radiante así que emprendemos nuevamente el trayecto hacia la ansiada subida al Jungfrau, partimos en tren desde Grindelwald hasta la estación de Kleine Scheidegg donde hacemos transbordo ya con los billetes comprados el día anterior con destino a JungfraJoch la estación de tren más alta de Europa (top of Europe). El recorrido se hace todo el tiempo por las entrañas del Eiger y del Monch casi 10 kilómetros de túnel con 2 paradas en otras tantas estaciones subterráneas en las que se permite bajar a hacer fotografías en unos miradores habilitados para ello. El tren iba hasta la bola de gente, así que me tocó ir de pie todo el trayecto hasta el final del mismo, la estación del Junfrau una auténtica maravilla de la ingeniera suiza también bajo tierra pero mucho mayor que sus hermanas. Una vez allí empezamos a recorrer los largos túneles hasta llegar a nuestro objetivo que no era otro que el sendero que nos guiaría hasta el refugio del Monch.

Ruta JungfrauJoch al refugio del Monch y vuelta

Tipo de recorrido: De ida y vuelta

Inicio y final: Jungfraujoch (3454 m)
Puntos destacados del recorrido: Refugio del Monchsjoch (3650 m)
Duración Aprox.: 1 hora solo subida
Piso: Nieve pisada.
Dificultad: Para cualquiera que esté mínimamente en forma, la única dificultad estriba en la altura.

Es una ruta por la nieve por tanto la ropa tiene que ser de abrigo (temperaturas bajo cero) y el calzado el adecuado (mínimo unos trekking), está todo señalizado y el piso es nieve pisada. La dificultad es baja pero sí es cierto que tiene una exigencia física considerable debido a que a casi 3500 m. cualquier esfuerzo físico se nota mucho más por la carencia de oxígeno en el aire, nosotros conseguimos llegar al final todos y hacernos la foto con la bandera Suiza que hay junto al refugio. En el regreso hay que tener cuidado con los resbalones por la nieve.



En cuanto al paisaje que decir, el glaciar Aletsch a tus pies por la derecha y la subida al Monch a la izquierda además del cumulo de los picos de todas las grandes montañas de los Alpes, un privilegio que intentamos exprimir al máximo.


Después de la paliza del sendero estuvimos un rato descansando viendo como la gente se tiraba desde la tirolina, en los trineos o en los enormes flotadores que se podían alquilar.


Subimos al mirador y nos tomamos nuestros enésimo bocata, una vez repuestos del esfuerzo cogimos el tren de vuelta que nos dejó en Grindelwald.


Como todavía nos quedaban ganas de hacer algo y había por delante 2 ó 3 horas de luz, cogimos el coche y bordeando el lago Thunnersee llegamos a Oberhoffen un pequeño pueblo a la orilla de éste con un bonito castillo que se encuentra enclavado parcialmente en el lago, con estas vistas y la tranquilidad que allí se respiraba no nos quedó otra opción que tomarnos una enorme cerveza Suiza contemplando el atardecer sobre el lago hasta que casi anocheció y emprendimos la vuelta hacia el apartamento.

Dia 8

Tocó diana temprano y desgraciadamente tuvimos que emprender el viaje de vuelta, 1000 Km. por delante hasta Barcelona donde haremos noche. El viaje pesadísimo, parece que no aprendemos de otros años y nos vuelven a coger las autopistas francesas colapsadas alargando el viaje más de 3 horas extras.

Dia 9

Segundo tramo de 1000 Km. ya por autovías españolas y fin de trayecto.

Un viaje maravilloso donde hemos disfrutado de unos paisajes de cuento, hemos conocido otra cultura y otra forma de entender la vida primando la conservación del medio ambiente sobre otros valores.
El mejor sitio para disfrutar de la montaña, del senderismo y de la naturaleza toda una experiencia que volvería a repetir con los ojos cerrados.

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