Un breve viaje a la antigua Yugoslavia ✏️ Blogs de Europa OrientalUna breve escapada de dos días a Zagreb y al Este de Eslovenia (Maribor y Ptuj) para empezar a explorar la antigua YugoslaviaAutor: Vinadas1 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (11 Votos) Índice del Diario: Un breve viaje a la antigua Yugoslavia
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Etapas 1 a 3, total 4
Al igual que con el viaje de Bratislava, y aunque sea parte de mi gran aventura del Erasmus, al ser un viaje al extranjero lo pongo aparte, creo que se merece un diario propio. Y como siempre tendrá su introducción, una etapa por día y unas conclusiones finales. ¿Por qué Yugoslavia? Ya sé que cuando uno piensa en lo que tiene cerca Budapest seguramente le vengan a la mente Praga, Viena, Cracovia o incluso Bratislava, la mayoría de mis compañeros de Erasmus es adonde están viajando. Pero a mí desde pequeño me atrae muchísimo la antigua Yugoslavia, desde que con 13-14 años vi un documental de la historia de los Balcanes he ido leyendo y leyendo y documentándome acerca de esta región y me parece superinteresante por toda la mezcla de culturas, imperios y religiones que han pasado por aquí a lo largo de los siglos, siendo en el XX un polvorín en el que pasaron miles de acontecimientos, un siglo que se cerró con una terrible guerra de la que aún quedan demasiados vestigios. Siempre soñé con visitar esta zona, hace unos años pude disfrutar de unas horas en Dubrovnik como escala en un crucero, es una ciudad preciosa, pero me supo a poco y siempre quise más, así que en cuanto me dieron el Erasmus a Budapest marqué en rojo en el mapa tanto Zagreb como Belgrado, y también subrayé Ljubljana y Eslavonia como viajes a realizar. ¿Por qué Zagreb? Un amigo venía a visitarme unos días y quería hacer algo, es algo mayor así que prefería hacerlo en coche de alquiler, y lo contratamos con tiempo y demás (más abajo pongo más detalles), nuestra intención era bajar a Belgrado y ver de paso Novi Sad y Subotica, en el norte de Serbia; pero con todo el tema de los refugiados y con cómo está la frontera entre Serbia y Hungría por lo visto la casa de alquiler añadió Serbia a la lista de países en los que no se puede conducir. Cambiamos de destino, Serbia por Croacia, y en principio íbamos a tener 3 días, así que la opción de combinar Zagreb con Maribor, Croacia con Eslovenia, sonaba muy tentadora. Un apunte, ontaba con ir de sábado a lunes (mi amigo aterrizaba el viernes a las 12 de la noche), pero el jueves anterior un profesor muy gracioso él me puso un día entero de clase el lunes así por el morro, sin venir a cuento (por desgracia es como funcionan las cosas en Hungría) así que tuvimos que recortar un día, haciéndonos perder la noche en Maribor, que cabrón... Os cuento un poco como lo teníamos preparado todo. Buscamos el tema coche de alquiler por google, a través de un intermediario llamado Economy Bookings, la casa de alquiler más barata para este caso (alquiler de sábado a lunes) era Buchbinder, saliendo por 59€ el Opel Astra (al final con todo riesgo sin franquicia y tasas de fronteras se quedo en 110€ de sábado a domingo, menos mal que mi amigo dijo que esperáramos a reservarlo); la chica que atendía era un poco borde pero el coche estaba nuevito (18.000 kms) y andaba bien, lo devolvimos el domingo por la noche (no te dicen como, tuvimos que preguntar en una gasolinera) y de momento no ha habido problemas (espero que siga así este aspecto...) En cuanto a los hoteles los dejé en las manos de mi amigo, que decía que quería uno bueno que no le importaba pagar un poco más aunque se me fuera a mí de presupuesto. En Zagreb cogió el Avis Apartment, un apartamento de dos habitaciones, cocina y dos baños cerca de la estación de tren, aunque a menos de 10 minutos caminando de la Plaza Principal de Zagreb; el edificio por fuera era deprimente pero el interior era una auténtica pasada, uno de los sitios más cómodos y que más me hicieron sentir estar como en casa en mucho tiempo, lo mejor el precio, 60€ incluyendo plaza de garaje para el coche, fue totalmente increible. Para Maribor teníamos el Anna House, pero tuvimos que cancelar así que no puedo decir nada al respecto. *** Imagen borrada de Tinypic *** Estando aquí tengo poco tiempo de preparar cosas, así que no preparé demasiado el viaje, llevaba mirado las horas de free tour para Zagreb e impresas las páginas de la Lonely de Croacia de Zagreb y los destinos de la zona norte que más nos interesaban, y además también un par de páginas de la Lonely de Europa Oriental del Este de Eslovenia (no encontré por ningún lado la guía completa del país) Zagreb tiene una empresa de Free Tours (Free Spirit Walking Tours) que ofrece tours en inglés a las 11, 14 y 17; y optamos por hacerlo que es una muy buena manera de conocer la ciudad y su historia. Y poco más miré, no os voy a engañar. El planning final, quitando el lunes, quedó de la siguiente manera: Sábado: Budapest-Zagreb (14hrs Free Tour y patear luego la ciudad) Domingo: Zagreb-Traknoscan-Varazdin-Budapest (al final este día lo hicimos totalmente diferente) Y así nos fuimos a dar un pequeño mordisco a la antigua Yugoslavia. Etapas 1 a 3, total 4
Sábado 3 de octubre, suena el despertador a las 8 menos cuarto de la mañana y empieza nuestra aventura yugoslava. Vamos a por el coche de alquiler y estamos puntuales a las 9 en la casa, pero debemos esperar que atiende a un grupo que llega justo antes y entre pitos y flautas arrancamos a las 9 y media rumbo a Zagreb. Hay ilusión, y mucha. Debemos estar en la capital croata antes de las 2 y parece que dará tiempo a comer antes, pero unas obras a la altura de Varazdin hacen que lleguemos justitos (y eso que solo paramos a estirar las piernas) TOTAL: 343 kms. Y así llegamos a Zagreb, la capital y principal ciudad de Croacia con casi 1 millón de habitantes. Esta zona siempre estuvo habitada, y es que tiene una posición privilegiada con una colina sobre un río, teneiendo de todo. Su nacimiento como ciudad se produjo durante la Panonia romana bajo el nombre de Andautonia, luego desapareció con la llegada de los bárbaros del norte hasta el siglo XI, cuando el rey Ladislao I de Hungría funda una diocésis en el monte Kaptol, desarrollándose justo enfrente, en la colina de Gradec una comunidad independiente de la diócesis. En el siglo XIII llegan los temidos mongoles, aunque una vez pasado el peligro el rey Bela IV hace de Gradec una ciudad del reino (no sometida a una señoría feudal) para atraer artesanos. Los siguientes siglos ambas ciudades competirían entre ellas a nivel económico y político. La Iglesia podía incomunicar Gradec, pero los nobles de la ciudad incendiaban como venganza Kaptol. Ambas ciudades solo colaboraban durante 3 semanas al año por temas comerciales, para organizar una feria. Pero el resto del año había problemas continuamente, los habitantes de Kaptol debían pagar el diezmo (un 10% de toda su producción) a la Iglesia de Gradec, por lo que se rebelaban continuamente durante varios siglos. En el siglo XIX representantes de ambas ciudades se sentaron a hablar y sacaron el sentido común para determinar que debían remar en la misma dirección, uniéndose en 1851 y naciendo asi la ciudad de Zagreb (en ese momento se llamaba Agram al ser parte del Imperio Austriaco, su nombre aún hoy en alemán), siendo hoy en día la ciudad antigua de la capital croata; dando origen la diócesis de Kaptol a la de Zagreb; en 1860 llegó el ferrocarril y cambió enormemente la ciudad, construyéndose barrios obreros entre las vías y el río Sava y llegando miles de personas desde el campo para buscar trabajo en la creciente industria de Zagreb. En el siglo XX se siguió construyendo al sur de las vías, en la llamada Novi Zagrab (Nueva Zagreb), donde viven hoy la mayoría de habitantes de la ciudad, pero sin mayor interés turístico. Nuestro Free Tour (me estoy aficionando mucho a esto) fue con la empresa Wayoudo (Free Spirit Walking Tour) y nos tocó como guía un chico jovencísimo (22 años, solo uno más que yo) llamado Ivan y que nació en plena Guerra de Yugoslavia. Supuestamente el tour duraba 1 hora y media, pero se alargó hasta casi las 4 y media de la tarde y fue entretenido y didáctico en todo momento. Sin duda un acierto y muy recomendable. Es en inglés y tiene tres salidas diarias (11, 14 y 17) desde la esquina de Tkalčićeva (la calle de los bares, la principal que divide las dos partes de Zagreb) y Kravi Most (enfrente de la que baja del mercado central). Comentar que por temas de legislación tiene un precio oficial de 1 kuna (0.13€) pero que no debemos pagarlo para empezar la visita, es un free tour a todas luces. En esa misma esquina nos cuenta algo de la historia de Zagreb y también que la actual Tkalčićeva era el arroyo que separaba a Gradec y Kaptol, pero que fue soterrado en el siglo XIX y se construyó por encima esta animadísima calle, que tiene mucho ambiente tanto de día como de noche. Durante la visita nos llueve algo a ratos, pero tampoco impidió hacer nada ni nos hizo dejar de disfrutarla la verdad. Tras meternos en situación empezamos a subir hacia la parte alta de la ciudad (Gradec), la ciudad medieval de los nobles. Debemos subir y nuestro guía sabiamente nos va haciendo paradas cada poco para dejarnos descansar y tomarlo con calma y para contarnos curiosas anécdotas. Como por ejemplo que las corbatas se inventaron en Croacia; durante el siglo XVII los mercenarios croatas fueron llamados a filas por Francia, y sus mujeres les ataban una especie de corbata al cuello como amuleto de buena suerte, aunque las malas lenguas dicen que se la anudaban de forma especial para ver a la vuelta de los maridos si se la había quitado alguna francesa :mgreen: Se llamaba hrvatska (actual nombre del país), croatta en francés, y gustó tanto en el país vecino que su uso se empezó a extender hasta llegar a ser lo que son hoy las corbatas. En la ciudad hay multitud de estatuas, como en todas las del Este, y son bastante bonitas todas ellas. Seguimos subiendo hacia el centro de Gradec y llegamos a la antigua muralla que rodeaba la ciudad. Solo queda una de las antiguas 5 puertas en pie, la Kamenita vrata (Puerta de Piedra) que acoge un santuario, y es que en el siglo XIV cuando todo era de madera hubo un gran incendio del que solo se salvó milagrosamente un lienzo de la Virgen María, y desde entonces los agramitas (habitantes de Zagreb) vienen a rezarle. Todo el paso por debajo de la puerta está cubierto con placas dando las gracias a la Virgen por haber ayudado a los fieles (Hvala ti M.P. significa "gracias madre" en croata) Encima de esta puerta hay una maza medieval, los croatas tienen ciertas supersticiones, y esta era para evitar la llegada de las brujas. En la Croacia medieval había muchas, y es que muchos maridos que querían divorciarse, como no podían hacerlo al estar en un país católico, denunciaban a sus mujeres por brujas y así se libraban de ellas, imaginad las crueldades que les hacía la inquisición a las pobres mujeres... Esto se acabó durante el dominio austriaco allá por el siglo XVIII, y es que las autoridades austriacas seguían permitiendo juzgar a mujeres por brujas, pero debían ser investigaciones e interrogatorios realizados en la Corte de Viena, y al requerir mucho tiempo y dinero los hombres ya no acusaban a sus mujeres de brujería. Seguimos subiendo hasta la parte más alta de la ciudad, y las calles son preciosas. Me sorprendió mucho este centro de Zagreb (solo conocía la famosa estatua de Jelačić y la iglesia con los escudos en el techo; Bajamonti no me mates ) Ya casi arriba el guía nos para delante de una cadena que protege una esquina en la que no hay absolutamente nada, pero Ivan nos cuenta que es un recuerdo de un capitán austriaco que tomó parte en la batalla de Trafalgar y que fue luego destinado a Zagreb, hizo su vida en la capital croata y su hijo puso tras su muerte las cadenas en la calle a modo de homenaje. Y llegamos a la postal más conocida de Zagreb, Crkva Sv. Marka (Iglesia de San Marcos), con los celebérrimos escudos en el tejado. El de la izquierda representa las 3 regiones históricas de Croacia (arriba a la izquierda el tablero de ajedrez rojo y blanco -actual escudo de Croacia, según la leyenda un rey croata preso en Venecia debía ganar 3 partidas de ajedrez para volver a su tierra, lo hizo y además robó el tablero- representa la región norte, la zona de Zagreb; a su derecha tres leones representan al Este -Eslavonia-; y abajo está el escudo de Dalmacia -la costa- con kunas, unos animales de los que recibe hoy en día el nombre la divisa croata); a su derecha el escudo de armas de la ciudad de Zagreb A nivel arquitectónico es un templo gótico, con una portada con una docena de estatuas bíblicas (lo único original que queda en todo el templo) La torre es un añadido posterior, del siglo XIX como reza la inscripción. Está en la plaza con mayor peso de la ciudad hoy en día, y es que la Trg Svertok Marga acoge los edificios más importantes de la ciudad. En un lateral está el Parlamento, tremendamente humilde, y más comparado con el de Budapest que estaba visitando una semana antes. Justo enfrente tiene el Ayuntamiento de Zagreb. Y enfrente de la iglesia nace una preciosa calle que acoge varios museos, como el de las Relaciones Rotas (iríamos después) o el de Arte Nativo y que acaba en la Kula (Torre) Lotrščak Enfilamos esta calle cargada de edificios señoriales, como se nota que es la parte de la ciudad de la nobleza... Y al acabar de bajarla tenemos un estupendo premio, las vistas de toda la ciudad baja, la expansión de las dos villas medievales. A nuestras espaldas tenemos la Kula Lotrščak, con un cañón asomando por la ventana que nunca fue disparado, pero que hace boom a las 12 del mediodía para marcar la hora exacta en la ciudad. A los pies de la torre sale Strossmayerovo šetalište que corre por las antiguas murallas de Gradec, según Ivan el paseo más romántico de Zagreb. Es muy tranquilo y a la tarde pasamos por él y había novios haciéndose sus fotos de boda, la verdad es que el sitio acompaña. Aquí está la estatua de un conocido ligón del siglo XIX de Zagreb, quien se ponía aquí a intentar flirtear con todas las chicas que pasaban por delante de él. Dicen que a las mujeres les da suerte sentarse en su regazo, mientras que a los hombres se lo dará tocarle la nariz. Desde aquí tenemos buenas vistas de la Catedral, en la antigua Kaptol, la ciudad eclesiástica Bajamos por unas escaleras de la antigua muralla para llegar a la nueva ciudad baja, y aparecemos en la Josip Jelačić Spomenik (la plaza central), que lleva el nombre de un general croata que fue nombrado gobernador de Croacia (Ban) por los austriacos en 1848 para contentar al pueblo y evitar que se alzaran en armas. En un ambiente de nacionalismo intentó unificar Krajina, Dalmacia y Eslavonia (la actual Croacia) y para ganarse el favor austriaco declaró la guerra a los rebeldes húngaros (aquí teneis la vertiente húngara de la historia: www.losviajeros.com/ ...hp?e=49049) pero fue derrotado al final y nunca pudo abolir la servidumbre a la que estaba sometido su pueblo; siendo terriblemente odiado por la clase dominante y amado por el pueblo, por ello fue considerado todo un héroe nacional y preside la principal plaza de la capital. Me quedé haciendo un par de fotos y no oí lo que nos dijo el guía acerca de la concentración que se estaba llevando a cabo, solo algo de que las cicatrices siguen abiertas, imagino que tendría que ver con la cruenta Guerra de Yugoslavia que aconteció hace menos de un cuarto de siglo. En medio de la plaza tenemos la estatua de este general, que fue retirada en 1947 por órdenes de Tito (al ser un héroe nacional croata mandó retirarlo para tratar de forjar una identidad nacional yugoslava, al igual que hizo en el resto de países que la conformaban) y que se volvió a colocar en 1990 como desafío a las autoridades de Belgrado. Es la otra postal más típica de Zagreb. La plaza es amplia y tiene una fuentecilla, aunque no es la típica plaza principal de una ciudad del Este rodeada de edificios medievales y preciosos. En una esquina tiene una maqueta de la ciudad. Una ciudad que si se mira en un mapa es bien extraña, no pudiendo localizar el centro de un golpe de vista debido a su complicada orografía. Subimos ya hacia Kaptol, la segunda de las ciudades que se unieron para dar lugar a Zagreb, era la de la Iglesia, y en ella está la imponente Catedral, de estilo neogótico, y es que fue restaurada en practicamente su totalidad en el siglo XIX. Por desgracia no llegamos a tiempo para entrar (cierra a las 5) y nos tuvimos que contentar con verla por fuera. Su pórtico de entrada es precioso. Tiene adosada la antigua muralla de la ciudad, y es que fue usada como fuerte defensivo frente al avance otomano (no llegó a caer en manos de los turcos) Y justo delante tiene una bonita columna rematada con una escultura bañada en oro de la Virgen María. El tour va llegando a su fin, y nos dirigimos al Tržnica Dolac (Mercado Central) una plaza ya sin puestos y sin la espectacularidad de otras plazas de mercado de la Europa del Este, pero con un encanto especial. Bajamos por una calle llena de restaurantes (cenaríamos aquí, en el Leonardo a recomendación de guia) hacia la calle principal del centro y el free tour se acababa, Ivan se lo había currado mucho y le dejamos una buena propina (90HRK) Fuimos a comer a un bar de comida rápida que nos recomendó, Fini Zalogaj, sirven bocadillos bastante ricos al estilo Subway pero mucho mejores, la verdad. Es algo caro el menú (40HRK/5.25€) pero eran las 4 y media de la tarde y lo pagamos encantados. Ya no nos daba tiempo a entrar a la catedral, así que subimos directamente al Museo de las Relaciones Rotas, es un museo totalmente rompedor, gente de todo el mundo envía objetos muy personales de gente que ha pasado por su vida (generalmente ex parejas) y cuenta en una carta su significado. Hay cuadernillos con la traducción al español y hay historias para echarse a llorar, muy interesante y original la visita. Información práctica Acceso: Junto a la Iglesia de San Marcos Horario: 9-21, hasta las 22:30 entre junio y septiembre Precio: 25HRK (3.3€), 20 HRK reducida (2.6€) Web: brokenships.com/ Salimos y son más de las 6, estamos reventados, el día pesa y mucho. Delante de la Iglesia de San Marcos hay una recreación de la vida cotidiana en el siglo XIX, hay actores que representan diversos oficios y puedes hablar con ellos, te cuentan qué hacen y te puedes echar fotos con ellos. Está muy interesante. También hay una boda, es un poco salvaje, subían todos los coches y había dos chicos con dos megabanderas croatas al inicio y al final; muchos invitados iban con el cuerpo fuera de los coches saliendo por las ventanillas y bebiendo Jack Daniels (al llegar a la plaza empezaron a dar chupitos a la gente que pasaba por allí, fue un momento muy curioso y divertido) Fuimos tranquilamente a por el coche tras pasar por un par de tiendas de souvenirs para comprar unos detalles para parejas y familia y alucinamos con el precio, menos de 1 euro la hora! Increíble para ser el centro de una capital. Descansamos en el apartamento y salimos a cenar, fuimos al Leonardo donde nos sirvieron dos pizzas gigantes y un par de cervezas por algo menos de 5 euros. Muy recomendable la verdad. Y de ahí a dar una vuelta y tomar unas cervezas por la famosa Radiceva, tiene fama por ser la calle de los bares y no decepcionó, si bien el cansancio era brutal y no tardamos en enfilar al hotel a esto de las 12. Zagreb es encantadora hasta de noche. CONCLUSIONES DE ZAGREB: Nos sorprendió muy gratamente la verdad, no esperábamos un centro tan cuidado ni con tantos rincones preciosos. Es mucho más que San Marcos y la plaza central. Una ciudad muy animada y con mucho que ver y descubrir, por suerte aún no está tomada por el turismo de masas. Para ver la ciudad basta con una tarde para el viajero medio si este no quiere entrar en muchos museos. Su centro es pequeño y se ve en un paseo de unas 2 horas (recomiendo encarecidamente el Free Tour), a nivel museístico veo imprescindible el de las Relaciones Rotas y con cierto interés el de la ciudad, el de Arte Nativo y el de la Tortura. Si quereis entrar a verlos necesitaréis un día completo para la ciudad. Etapas 1 a 3, total 4
Domingo 4 de octubre, no suena el despertador y acabamos despertando a las 10, descansamos como bebés, pero perdimos casi la mañana. Bueno, no pasa nada, desayuno rápido y al coche. Para hoy teníamos pensado ir a Traskocan y a Varazdin, pero a mi compañero le da el ramalazo: ¿Por qué no cruzamos a Eslovenia? No está lejos y tienes el papel de la Lonely Planet impreso. Y para allí que nos vamos, sacrificamos el norte de Croacia (costó) y pusimos rumbo a Eslovenia. Decidimos visitar lo que llevábamos en mente por si el finde era entero, es decir Ptuj y Maribor para irnos a Budapest hacia las 6 y llegar antes de las 10, y vaya si cumplimos. TOTAL: 463kms. Llegamos en menos de una hora a la frontera, ¡otro país para tachar en el mapa! En Croacia aún hay aduanas, así que el policía croata comprueba nuestras caras en nuestros pasaportes, el esloveno al ver que eran de España ni los coge y nos deja pasar. Ya estamos en Eslovenia, mi cuarto país del Erasmus. La moneda es el euro, con esto no hay problema, y por lo visto hay que comprar viñeta (lo vimos al entrar ya a la autopista, hicimos pocos kilómetros pero aún así no me quedo tranquilo por haber hecho algo ilegal. La autopista muere al salir de Croacia y pasa a ser una nacional eslovena hasta Ptuj, nuestra primera parada en el país. Esta pequeña villa de poco más de 15.000 habitantes es la ciudad más antigua de todo el país. Ya estaba habitada en la Edad de Piedra, y en la de Hierro se asentaron aquí los celtas, hasta que en el siglo I AC llegaron los romanos y establecieron un campamento para las legiones del Danubio, la llamada Poetovio. Tras llegar los soldados empezó a crecer una comunidad alrededor de ellos y llegó a contar con 40.000 ciudadanos, pero poco a poco se fue despoblando y en 450 fue completamente saqueada por los hunos. Después cambio de manos casi continuamente: eslavos, avaros, francos y de nuevo eslavos; hasta que a finales del siglo IX empezó a caer bajo la influencia del Arzobispo de Salzburgo, lo que le hizo crecer mucho economicamente a lo largo de la Baja y la Alta Edad Media; convirtiéndose en el siglo XVI bajo el nombre de Pettau en una de las ciudades más importantes del Ducado de Estiria, que comprendía parte de la actual Austria y de la actual Eslovenia. Su crecimiento económico se vio muy mermado en la Edad Moderna al ser una posición estratégica para las campañas otomanas sobre Europa Central, sufrió cuatro saqueos e incendios generales en apenas 60 años (entre 1684 y 1744) y mucha gente huyó de la ciudad por razones de seguridad, la existencia de un castillo no era garantía suficiente ante los turcos. En el siglo XIX acabó de perder su antiguo esplendor al quedar marginada de todas las rutas terrestres de Austria al mar (aquí se vio muy beneficiada Maribor). Además era un enclave donde a principios del siglo XX la práctica totalidad de su población era de origen germano, a diferencia de todas las de los alrededores, lo que hizo que fuera invadida por las tropas yugoslavas después de la Primera Guerra Mendial para incorporarla a Yugoslavia, ya que pertenecía a Austria pese a estar aislada en medio de Eslovenia. Muchos austriacos y alemanes volvieron a Austria y Alemania (pese a llevar siglos en Ptuj) y no volvieron hasta 1941, cuando Hitler invadió Eslovenia y les invitó a volver a sus hogares, hasta que en 1945 los partisanos de Tito y el Ejército Rojo liberaron la región eslovena y se vieron forzados a emigrar, la mayoría a Austria, quedando desde entonces una población compuesta principalmente por eslovenos. Subimos directos al Ptuj Grad (Castillo), teníamos que hacer la visita rápido (al final vimos que es más pequeño de lo que pensábamos) Hay un aparcamiento gratuito y grande justo debajo (también se puede subir caminando desde el pueblo) Este castillo fue construido en el siglo XII sobre el convulso Río Drava (lleva casi un milenio viendo correr sangre cada demasiados pocos años por sus aguas) por el arzobispo de Salzburgo para defender la ciudad de los húngaros. Hoy en día acoge el Museo Regional (decidimos no entrar al no verlo muy interesante) y lo mejor son las vistas sobre el centro de Ptuj y sobre el Drava. Tiene una especie de plaza dentro muy bonita con un pozo, este pozo comunica con agua subterránea que daba de beber a todo el castillo. No tiene mucho más que ver, luego se usó como palacio y no es un castillo de los que podemos encontrar en España. Un edificio bonito son las caballerías, que es donde hoy está la tienda y la billetería. Y de ahí bajamos al centro, aparcamos en el centro (los domingos es gratis) Estábamos al lado de la oficina de turismo, así que pasamos a por un plano y empezamos a patear el centro. Lo primero con lo que nos encontramos fue con Župnijska cerkev sv. Jurija (Iglesia de San Jorge), que se empezó a construir en el siglo XII y con el gótico como estilo predominante (fue rediseñada en el siglo XV) Está en la Slovensky Trg (Plaza de Eslovenia), la central del pueblo (realmente aquí está turismo). La iglesia es más bonita de lado que de frente, la verdad. La plaza también acoge la Torre de Ptuj, el emblema de la ciudad, construido en el siglo XIV y reconstruida en el siglo XVI en estilo renacentista. A su lado está otro de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Teatro. De esta calle sale la preciosa Prešernova Ulica, una calle empedrada muy tranquila Y llegamos al Drava, uno de los ríos con más historia en sus orillas. Ha vivido muchas, muchísimas guerras a lo largo de los siglos, desde las invasiones hunas y otomanas hasta las barbaridades cometidas en la Guerra de Yugoslavia. Sin embargo ahora baja tranquilo dejando bonitas estampas. 3 Y desde un puente que cruza el río tenemos la postal más conocida de Ptuj, con el castillo en lo alto y la ciudad a sus pies. Volvemos al centro, y la torre aparece en lo alto, normal que sea el emblema de la ciudad. Llegamos a la Minoritski Trg, otra plaza importante de Ptuj. Allí está la Samostan sv. Petra in Pavla, que data del siglo XIII pero muy remodelada en el XX También nos encontramos un bonito edificio gubernamental. Y un precioso edificio rosa. Un poco más adelante llegamos al Ayuntamiento, un bonito edificio, otro más en esta sorprendente pequeña ciudad de la Eslovenia oriental. Ya entra el hambre, y vamos a dejar la mochila y demás al coche para ir a comer, pero nos sorprende ver las 3 naves del primer viaje de Cristobal Colón en el escaparate de una tienda. El sitio se llama Sloncek, está en la Prešernova Ulica y me pido el plato de la casa, Pleskavica Sloncek (carne a la parrilla con un pan riquísimo), pagamos unos 8 euros cada uno y la comida estuvo increíble, os lo recomiendo si os da la hora de comer en Ptuj. CONCLUSIONES DE PTUJ: Nos sorprendió mucho esta ciudad, tampoco había preparado demasiado del viaje y la hicimos como parada entre Zagreb y Maribor con la intención de ver el castillo, pero tiene mucho más que eso. Las calles del centro son preciosas y el Drava le da un aire encantador a esta pequeña ciudad. Para ver la ciudad basta con un par de horas para el viajero medio (salvo que quiera entrar a todos los museos), pues el casco histórico se pasea en menos de media hora con calma (son 3 calles) y el Castillo tiene buenas vistas y poco más. Sin embargo diría que es casi imprescindible hacer una parada aquí para los viajeros que pasen por la parte este de Eslovenia. Y al acabar de comer nos fuimos a Maribor, la segunda mayor ciudad de Eslovenia con 125.000 habitantes, solo por detrás de Ljubljana. Fue creada en 1164 alrededor del Castrum Marchburch (Castillo de Marzo) a orillas del Río Drava. Empezó a crecer esta pequeña comunidad y en menos de un siglo se empezaron a hacer mercados y recibió los privilegios de ciudad. Cuando los Habsburgo vencieron a Otakar III de Bohemia se adueñaron de la ciudad, que creció mucho más, aguantando varios sitios durante los siglos XV y XVI tanto de húngaros como de otomanos. Durante toda la Edad Media se estableció una importante comunidad judía en la ciudad, como casi todas a lo largo y ancho de Europa muy próspera y con muchos negocios, pero por eso mismo debieron abandonar la ciudad en 1496 por un decreto del Emperador Maximiliano I (este decreto siguió en pie hasta 1861) La ciudad se quedó estancada y un poco por detrás de Ptuj, pero en el siglo XIX con el paso del ferrocarril austriaco por ella creció enormemente apoyada en la creación de muchas industrias alrededor del paso del tren, convirtiéndose en la segunda ciudad en imprtancia de Eslovenia. Al igual que en el caso de Ptuj a principios del siglo XX había una mayoría aplastante de austriacos en la ciudad (82% de austriacos y 17% de eslovenos), estando toda la vida pública en mano de los austriacos (todo el resto de la zona, excepto Ptuj, era de mayoría eslovena) Al caer el Imperio Austro-Húngaro en la Primera Guerra Mundial tanto la nueva Yugoslavia como Austria exigían contar con Maribor en su territorio, pero las tropas eslovenas la tomaron ante la desesperación de los austriacos que veían como sus soldados estaban desarmados por el armisticio, por lo que pasó a formar parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Yugoslavia); debiendo huir los austriacos después de que las tropas eslovenas fusilaran a 9 ausrtiacos e hirieron a 80 totalmente desarmados en la plaza central (la prensa germanoparlante lo llamó el Domingo Sangriento de Marburg) para asustar a la población de origen germano. Pese a toda la política discriminatoria en la década de 1930 el 25% de la población era de origen austriaco y había un gran descontento entre ellos, creando una situación totalmente inestable En 1941 las tropas nazis entraron en la región, y también en Maribor; casi toda la población germanoparlante fue a recibir a Hitler como el salvador de su tierra al prometer este que devolvería esta tierra a los alemanes, y justo después de la ocupación las tropas nazis empezó a deportar a los eslovenos a Croacia y Serbia y posteriormente a los nacionalistas exaltados a los campos de concentración croatas de la Ustacha. Las luchas con los partisanos eran continuas y Maribor fue la ciudad más dañada de toda Yugoslavia durante la guerra, debiendo huir luego todos los austriacos que allí vivían por la sed de venganza del pueblo esloveno. Con la subida de Tito al poder y su negativa a someterse a la órbita soviética, permitiendo a los yugoslavos a cruzar la frontera con Austria e Italia Maribor creció como punto comercial de entrada a Yugoslavia, y al independizarse Eslovenia de Yugoslavia entró en una profunda crisis al perder su principal sustento, la industria pesada. Ahora es una ciudad con cierta decadencia económica y que no levanta cabeza pese a haber sido nombrada capital europea de la cultura en 2012. Aparcamos en la calle de la catedral, gratuita los domingos por la tarde, y desde el principio nos impresionó y sorprendió esta bonita ciudad. Lo primero con lo que nos encontramos fue con la Slomškov trg, que acoge dos de los edificios más bonitos de la ciudad, uno frente al otro. De un lado acoge el Rektorat (Universidad), ubicada en un bello edificio neoclásico con los jardines de la plaza justo delante. En el centro nos encontramos una estatua de Anton Martin Slomšek, quien movió la diócesis lavantina a Maribor en el siglo XIX Y frente a la universidad tenemos la Stolna cerkev (Catedral), un edificio tremendamente sencillo para ser una catedral y que data de un templo románico del siglo XII, que fue sometido a numerosas reformas góticas y barrocas. La entrada es gratuita, y el interior nos gusta mucho más que el exterior, tiene muchos pequeños altares en las capillas laterales y muchas vidrieras muy trabajadas. Sin embargo no llega a ser una catedral esplendorosa, pero tiene cierto encanto. La sillería del altar principal está tallada y decorada con motivos vegetales. Y lo mejor está en la cabecera y en los pies. En la cabecera nos encontramos todo un ventanal de vidrieras coloridas que dan un toque y una luz especial al templo (no hay retablo hasta arriba, en esta Catedral es superpequeño y barroco, lo cual me extrañó mucho). Y a los pies un bonito órgano. Lo más trabajado en cuanto a decoración barroca es una capilla lateral. Sin duda aquí podemos apreciar que pese a ser Maribor la segunda ciudad de Eslovenia tiene un tamaño de ciudad pequeña y que historicamente hasta finales del siglo XIX no tuvo demasiado peso en la historia de la región, viéndose esto reflejada en la asombrosa sencillez de la catedral, pero me gustó, un templo diferente y sin estar tan recargado como otros muchos a lo largo y ancho de Europa. Salimos de la catedral y nos encaminamos al centro. Tomamos la bonita Lekarinska Ulica que nos sorprende, la verdad es que vinimos a Maribor por cruzar de país, ni la Lonely la deja en muy buen lugar, sin embargo nos sorprendió muy gratamente. Y salimos a la Glavni trg, la plaza central de la ciudad. Pasa una carretera general por un lado y está algo sucia, no es la típica plaza central, pero no está mal. En el centro tiene el Kužno znamenje (Memorial de las Plagas), construido en el siglo XVII y redeiseñado en 1743 por Jožef Štraub siendo una de las mejores obras barrocas de todo el país; es un conjunto escultórico con la virgen en lo alto de una columna de mármol y 6 santos rodeándola en un nivel inferior. Se diseñó para dar las gracias a la Virgen por haber alejado de la ciudad una epidemia que en 1680 acabó con un tercio de la población Los edificios de esta plaza están algo viejos, pero tiene cierto encanto decadente. Y la preside, justo frente al Memorial de las Plagas el Rotovž (Ayuntamiento), elegante y típico de Centroeuropa al ser de origen medieval, si bien algo pequeño (recordad que Maribor no tuvo la importancia de otras ciudades a nivel histórico) Pasamos por el pórtico que tiene debajo y llegamos a la Rotovški trg (Plaza del Ayuntamiento), un espacio cuidado y cerrado que cuenta con un parque para niños y algunas muestras de arte (demasiado) moderno. Empezamos a dirigir nuestros pasos a la Iglesia Franciscana, delante de la cual hay un puesto de información turística que abre los domingos por la tarde (lo único que abre en Eslovenia los domingos, ni una mísera tienda donde comprar un imán encontramos en todo el día) por calles estrechas y con bonitos edificios. Y de repente desembocamos en la Slovenska Ulica, sin duda la calle más bonita de Maribor. La sorpresa fue instántanea, que preciosidad de sitio. En esta calle se concentran muchos atractivos de la ciudad. A un lado tenemos el Grad (Castillo) un tanto deformado, más bien parece una iglesia por todas las reformas que se hicieron, pero en origen lo era. Acoge un museo del Castillo al que no entramos. Delante tiene una preciosa plaza, la Trg Svobode, la antigua plaza del mercado que acoge una curiosa escultura que representa una bola llamada Kodžak, un memorial a la liberación nacional, refiriéndose a la expulsión de los nazis en 1945. A espaldas de esta plaza encontramos la Frančiškanskega cerkev (Iglesia Franciscana), un bonito templo de ladrillo construido ya en el siglo XX. Justo delante hay un puesto de información turística, una chica encantadora nos atiende y además de darnos un mapa nos da también folletos de la región y el país (quien pudiera explorarlo más a fondo). Os dejo el enlace, es superútil el mapa de Maribor: www.sempreviaggiando.com/ ...p_EPK2.jpg Vamos a la zona del Drava ya, y es que el centro está visto. Pasamos por un bonito edificio. Y pasamos la plaza principal de largo camino al río, viéndola así desde otra perspectiva. Empezamos a cruzar el Glavni Most (Puente de Glavni), que cruza el Drava, hemos remontado en coche unos cuantos kilómetros de este afluente del Danubio. Hay tapetes colgando a lo largo de todo el puente con notas en esloveno, no sé que significa, pero me puedo imaginar que sea un homenaje a algo o alguien relacionado con el Drava. Y desde aquí tenemos las típicas postales de Maribor (a mí me gustó mucho más sin embargo la Slovenska Ulica que esta vista) Desandamos lo andado para empezar a pasear por la vera del río, y debajo nuestro se extienden bonitos callejones. El equipo local, el NK Maribor, uno de los mejores del país está muy presente por toda la ciudad, luego iríamos a visitar su campo. En la orilla del río encontramos la Hiša Stare trte (Casa del vino viejo), donde se lleva produciendo un vino desde hace más de 400 años, el más antiguo del mundo entero. Dentro hay una exposición con paneles y objetos de la vinicultura de la zona de Maribor. Nos tomamos un refresco en una terraza fuera (somos chicos sanos, a ver que vais a pensar...) con vistas al Drava. Cada vez que pienso todo lo que se vivió aquí se me pone la piel de gallina... A orillas del río hay tranquilas plazas bastante bonitas. Y ya casi saliéndonos del centro urbano nos encontramos el Sodni stolp (Torre de la Justicia), construida a principios del siglo XIV con razones defensivas y siendo remodelada en numerosas ocasiones posteriormente, pero manteniendo casi siempre labores defensivas, pese a que su nombre sugiere otra cosa bien distinta. Tomamos la Strossmayerjeva Ulica, que nos lleva de frente al campo, pasando por una bonita estatua a mitad de camino. Y llegamos rapidamente al Stadion Ljudski Vrt, el campo del NK Maribor. Es un campo pequeño (caben 13.000 personas) y nos sorprende que sea de un equipo que suele jugar Champions y Europa League, pero hay que reconocer que es bonito. Hay pintadas fuera que dan mucho color. Y nos asomamos por un hueco en la valla para verlo por dentro. En España sería un campo de Segunda. Empieza a llover, mi amigo con ganas de ir al baño y entra al pabellón de enfrente, así que yo me tuve que tragar 10 minutos de un partido de balonmano femenino del Maribor contra un equipo de Ljubljana, la capital. De lo malo era de primera (creo) y se decidió con un gol local en el último segundo, estuvo interesante. Y ya cogimos el coche y nos fuimos a Budapest donde lo devolvimos a las 9 y media. Un buen finde descubriendo una esquinita de la antigua Yugoslavia. CONCLUSIONES DE MARIBOR: Como todo este viaje una gran sorpresa. No se le tiene muy en cuenta pero el casco histórico es precioso, tiene la Slovenska Utca que es de cuento, nos encantó a los dos y además tiene un tamaño pequeño que hace que sea muy agradable de pasear y que se vea rápido. Para ver la ciudad basta con unas 3 horas para el viajero medio, y es que el casco antiguo es precioso pero pequeño y no hay muchos sitios donde entrar. Es ideal para hacerlo como excursión de día desde algún otro sitio (Ljubljana o Zagreb) junto con Ptuj. Etapas 1 a 3, total 4
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