Después de AÑOS deseando poner los pies en Marrakech, el viaje llegó cuando menos lo esperaba. India había sido uno de los dos destinos de ese verano y tenía la idea de que ambos destinos tenían un aire muy similar. Nada más lejos de la realidad.
A mediados de Septiembre, y sin poder reprimir mucho más las ganas de viajar, buceé entre los destinos cercanos que aún tenía pendientes y ahí estaba la siempre económicamente apetecible oferta a Marrakech, y esta vez sí. Había llegado el momento.
Lo cierto es que siempre me había planteado la visita a la ciudad más turística de Marruecos con una excursión de dos días al desierto de Merzouga. En esta ocasión, sólo contábamos con 3-4 días y aunque podríamos haber intentado organizarlo, queríamos plantearnos el viaje de forma pausada. Era un viaje de disfrute después del movimiento que habíamos tenido en el de verano, así que lo dejé para otra ocasión porque LLEGARÁ. Viajaríamos del 18 al 21 de noviembre, así que disfrutemos de Marrakech pues.
VUELOS
Practicamente mismos precios para los mismos días con Norwegian y Ryanair, pero esta segunda, con un horario ligeramente menor (un par de horas de diferencia). Sin embargo, en el momento de la compra, Ryanair estaba en medio de la famosa vorágine de cancelaciones por la fuga de pilotos y por 3-5€ de diferencia no me quise arriesgar y los compré con Norwegian.
IDA (Sábado): MADRID 17:30 – 18:40 MARRAKECH
VUELTA (Martes): MARRAKECH 19:25 – 22:30 MADRID
Total: 53€/ pax
HOTEL
No podíamos estar en otro sitio que no fuera un ryad. La oferta es infinita, con precios para todos los bolsillos. Finalmente, sin ninguna razón especial, nos decantamos por el Ryad Laârouss porque nos cuadró.
3 noches en habitación doble en régimen de alojamiento y desayuno nos costaron 105,90€ (impuestos incluídos).
Reservamos a través de Booking como siempre.
El hotel limpio, tranquilo, bien situado, con solárium, piscinas (que no usamos), un desayuno sencillo pero rico y un personal muy amable.
CAMBIO DE MONEDA
En el aeropuerto cambiamos una pequeña cantidad para llegar al centro, y allí cambiamos el resto.
Salimos de Barajas con un ligero retraso que recuperamos a lo largo del vuelo. Creo que tuve algo que ver con ello, pero eso es otra historia jajaja. Como estábamos sentados en las primeras filas, pudimos salir muy pronto y ser de los primeros en ponernos en la cola de inmigración. Apenas quedaban impresos y los que tardaron más en salir, tuvieron que esperar a que repusieran. Tampoco hay bolis allí para rellenar, por lo que no está de más llevar uno encima.
Cola, 4 preguntas, sello y para fuera. Os aconsejo cambiar en el mostrador que hay justo al lado de las cintas de las maletas. Nosotros pensábamos que habría otro fuera con mejor cambio y no era así. Nos tuvimos que ir a la terminal de Salidas para cambiar. El cambio €URO – DIRHAM estaba a 1-10 aproximadamente.
El autobús al centro vale 30D y compensa si vuestro hotel está cerca. El taxi se puede regatear hasta los 100D, así que como eramos dos y no nos queríamos ver callejeando como pollos sin cabeza en el laberinto de callejuelas el primer día o tener que pagar más por coger otro taxi más hasta la puerta, desechamos la idea del autobús.
Nos dejaron en la calle del hotel, dejamos las cosas en la habitación y nos fuimos a dar la correspondiente vuelta de reconocimiento. Las primeras impresiones fueron muy positivas: Buena temperatura, más orden y limpieza de la esperada y una atmósfera muy auténtica. Turistas por todas partes también.
Llegamos a la Plaza de Jmaa el El Fna y disfrutamos del bullicio andando de aquí para allá. Aprovechamos para cambiar más dinero en un establecimiento justo enfrente de los puestos de comida, que es donde encontramos la mejor tasa y tuvimos nuestro primer desencuentro.
Entiendo que a la mayoría de la gente le puedan agobiar los comerciantes, pero después de ir a la India, esto me parecía un paraíso, pero al final, por no ponerme agresiva, caí.. Una chica joven me ofreció un dibujo de henna en la mano y me intenté zafar de ella de todas las formas posibles: que si no me gustaba, que si no tenía tiempo, que si era alérgica, que si no podía llevarlo en el trabajo y luego ya directamente en el NO, NO, NO y NO pero… La chica no es que no se diera por vencida si no que no había forma de que soltara mi mano sin arrearle un guantazo prácticamente. Total… que en el forcejeo me hizo un dibujo y me pidió 50€ al cambio. Me reí en su cara… le dije a mi novio que me diera unas monedas y la chica empezó a decirme agresiva (sujetando la jeringuilla de la henna como un puñal que me fuera a clavar) que nada de monedas y que si quería problemas.
Empezamos un rifirrafe verbal y la chica continuaba intentando intimidarme con lo de que si quería problemas enseñándome las numeras cicatrices de cortes que llevaba en el antebrazo (no sé sí a modo vudú o algo así o que se lo hacía ella misma porque estaba como una cabra). A mí ya a estas alturas como que no me van a venir con esas y nada más pronunciar la palabra “policía” (casualmente había un puesto al lado), se fue haciendo fu como el gato y nosotros seguimos disfrutando, que para eso estábamos.
Cenamos la terraza del recomendado Chez Chegrouni con unas vistas magníficas de la plaza, no sin antes pasar por el baño a deshacerme del dichoso “dibujito”.
A pesar de la temperatura agradable de la tarde, por la noche hace bastante fresco para estar en las alturas. Con sudadera eché de menos una chaqueta, pero las ganas de disfrutar de la noche, de las vistas y de la gastronomía marroquí lo dejaron en segundo plano.
Pedimos una sopa harira y unas brochetas de pollo y carne que estaban de muerte acompañadas de patatas. Con una botella grande agua, todo nos costó 137D.
De postre, compramos una cajita de dulces árabes variados que nos costó 50D y nos los comimos mientras regresábamos al hotel por las oscuras y ya tranquilas callejuelas. Parece imposible orientarse pero lo haces de forma natural.
Ansiosos por ver lo que nos deparaba el día siguiente, nos retiramos a descansar.
GASTOS DEL DÍA PARA 2 PERSONAS
Taxi al centro: 100D
Cena: 137D
Dulces árabes: 50D
Comenzamos muy pronto, hacia las 5:30 de la mañana con la llamada a la oración ¡Nunca la habíamos oído y os promento que es de lo más curioso! Salí incluso a la azotea a escucharla mejor aunque desde la propia habitación se oía de sobra. Como nosotros no teníamos que rezar, continuamos durmiendo unas horas más.
Bajamos a desayunar al patio central del ryad, un ambiente muy auténtico y relajante. No había mucha variedad pero quedamos satisfechos: unos bollitos muy ricos, tostadas y zumo.
Como habíamos ido a callejear, fuimos atravesando los zocos de norte a sur hasta llegar al cementerio judío. Sí, hay un cementerio judío en Marrakech. Nos cobraron 10D/ persona por entrar, destinados a la rehabilitación y conservación del espacio y nos lanzamos a pasear entre las relucientes tumbas blancas.
Un lugar curioso y solitario, sin más.
Muy cerca del cementerio está el Palacio de la Bahía. La entrada fueron 10D y eso si que era una buena muestra de la arquitectura árabe: patios repletos de plantas, coloridos azulejos, formas geométricas y gente, mucha gente.
Disfrutamos de todas y cada una de las estancias e hicimos fotos como pudimos.
También muy cerca, fuimos al palacio El Badi. La entrada fueron también 10D y pudimos disfrutar de la magnitud de las ruinas del castillo y de una exposición fotográfica. Lo que más nos gustó fue las vistas de la ciudad desde su torre.
Deberíamos haber seguido hacia las tumbas saadíes, que están al lado, pero preferimos dejarlas para el último día, ir a comer y visitar otros puntos que no podíamos visitar otro día por la tarde.
El sitio elegido para la comida fue el famoso “La Famille”. No es un local tradicional ni mucho menos, pero es genial. Lo llevaba apuntado porque a pesar de no ser tan “local”, todo el mundo hablaba maravillas y no puedo estar satisfecha de haberlo elegido porque nos ofreció unos platos para el recuerdo.
El local está algo escondido y no tiene cartel en la puerta, pero finalmente lo encontramos. La dirección es 34 Derb Jdid. La carta es muy reducida y sólo incluye productos vegetarianos y naturales que están buenísimos. Pedimos dos aguas “détox” con pepino y menta, una ensalada del día (cuscús, menta, granada, pepino a la plancha, cacahuete, pasas, guacamole, queso crema y salsa de mermelada de limón) y otro menú que incluida una ensalada con cherrys, cacahuete, aguacate, pasas y rúcula y una pizzeta de tomate y pesto. DE-LI-CIO-SO. De postre pedimos una porción d tarta de plátano. El total fue de 237D.
Os lo digo, es un lugar “chic” y de postureo, pero merece la pena. Es un patio interior muy agradable entre naranjos, limpísimo y con un servicio y cocina de calidad. Ojo porque puede ser necesario reservar mesa (nosotros no lo hicimos)… y éstas se comparten.
Pasamos por la plaza Jmaa El Fna, viendo por primera vez a los encantadores de serpientes, y cruzamos a la mezquita Kutubía. No se puede entrar pero disfrutamos por sus alrededores sentándonos un rato en los jardines.
Continuamos la marcha andado hasta los Jardines de Menara y fue un poco locura. Pensábamos que quedaban más cerca, pero después de todos los kilómetros que llevábamos en los pies aquel día, fue un exceso. A cambio, disfrutamos de las vistas de la zona más moderna de la ciudad.
Finalmente llegamos y reconozco que la visita fue algo decepcionante. Esperábamos unos jardines mejor cuidados, más señoriales y lo que nos encontramos fue animado merendero lleno de olivos y familias que pasaban en domingo y un estanque y palacio que engañan en foto. Pero ya estábamos allí y descansamos junto al agua viendo como el sol empezaba a caer y la línea de las montañas del Atlas.
Ya que teníamos los pies rotos y tampoco coincidimos con ningún taxi, volvimos al centro también andando. Nos merecíamos un premio y fuimos a pasar los últimos coletazos de la tarde a la azotea del conocido Atay Café , que nos costó encontrar. Un sitio comodísimo y con unas vistas inmejorables donde pagamos 137D.
Pedimos un delicioso té de menta, un té Marrakech y compartimos un crepe de nutella mientras el sol terminaba de caer. Regresamos al hotel a descansar los pies y se nos fue un poco de las manos la hora, así que terminamos cenando en el restaurante de los propietarios del nuestro hotel, muy cerca del mismo: Ryad Laârouss Restaurant. No salimos muy satisfechos: Las cantidades serán muy escasas, tardaron muchísimo en servirnos a pesar de que casi ya no quedaba nadie y se equivocaron en los platos. Nos trajeron brochetas de pollo, chuletas de ternera con ensalada y de postre, el famoso cuerno de gacela, un dulce de almendra que teníamos ganas de probar y que fue lo único que acertaron. La cuenta fue de 145D.
Al llegar al hotel, reservamos con ellos directamente la excursión que queríamos hacer al día siguiente al pueblo costero de Essaouira. Nuestra idea era negociar con las agencias del zoco hasta dejarla en 150D/ persona, pero entre que habíamos estado liados con las visitas todo el día para ir parando y por la tarde estábamos KO, en contra de lo que solemos hacer reservamos con el hotel por 200d/ persona, que era el precio estándar y tampoco suponía gran diferencia
Quedamos en que nos recogerían sobre las 8:00 de la mañana y nos fuimos a dormir muy contentos con todo lo que la ciudad nos estaba deparando. Nos sentíamos a gustísimo.
GASTOS DEL DÍA PARA 2 PERSONAS
Cementerio Judío: 20D
Palacio de la Bahia: 20D
Palacio El Badi: 20D
Comida en La Famille: 237D
Merienda en Atay Café: 137D
Cena: 145D
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Mientras no les digan nada, continuaran circulando por los callejones como si fuese por carretera....ES molesto y peligroso, pero los turistas no podemos hacer nada ya que seria la propia policia la que deberia impedirselo...
Hola! Yo he volado recientemente con Iberia y no es obligatorio imprimir la tarjeta de embarque, vas al mostrador del check-in y ellos mismos te la imprimen y gratis. Supongo que con Ryanair, Easyjet... Sí que tendrás que imprimir la tarjeta para que no te cobren.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. ¡Es un horror! Y lo digo tirándome piedras contra mi propio tejado porque tengo una Vespa en Marrakech y me sería muy cómodo poder entrar con ella en los zocos. Hace unos años, no muchos, la policía se lo tomó en serio y apenas se veían motos circulando por los zocos, pero ya está el tema como antes. La última vez que he estado, una moto me dio un buen golpe al pasar a mi lado
Hola! Vale la pena cenar en la plaza jemaa? Llegamos a Marrakech a las 21:30 y después tenia pensado ir a la plaza a dar una vuelta para ver el ambiente y cenar algo por allí. He leído opiniones de todo tipo sobre cenar en los puestecitos de la plaza…
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