29 días en China, solo y por libre ✏️ Blogs de China

Me llamo Guille, tengo 26 años, soy de Bilbao pero vivo en Barcelona, y hoy día 13 de agosto me voy a pasar 29 días de ruta por China.

Tengo el visado desde hace 3 semanas, conseguido tras dos mañanas en el consulado chino de Barcelona. Llegando a las 8 de la mañana, 5 minutos después de la apertura ya estaba atendido ambas veces. Y sí, ya puedo comprobar que los chinos no son muy de colas, y practicar un poco el mandarín. No es que lo domine, pero he estudiado un intensivo de un mes, y estoy seguro de que le voy a sacar partido, y de que continuaré estudiando chino a mi vuelta. El inglés lo llevo estupendamente, y el lenguaje de gestos también.

No me he vacunado. No son vacunas obligatorias, así que he decidido no hacerlo. No llevo pastillas para la malaria tampoco, he estado buscando algún caso y no he encontrado a nadie que haya contraído malaria en China. En mi botiquín llevo Primperan, Fortasec (para mi estómago, que sé que las posibilidades de pasarme un día lastrado en cama son altas), ibuprofeno y paracetamol. También unos sobre de vitamina C.

Mi mochila está encima del sofá, terminada. Es la típìca mochila de mochilero. De ropa llevo dos mudas, dos pantalones cortos, unas zapatillas de combate, y lo puesto. La idea es ir al mercado de la seda en Beijing y dejarme 1000 yuanes en ropa, parte de ella para el viaje y otra que me enviaré por correo a mí mismo junto a regalos y demás, y así no cargar con exceso de equipaje.

De juguetes llevo mi movil HTC libre con wifi, en el que puede que meta una SIM china, dependiendo de cómo lo vea; y mi nueva cámara Panasonic ZX1, una compacta que hace unas fotos de lo más elegante, y que ni pesa ni ocupa nada. Llevo un adaptador de enchufe, de esos planos, por si llegara a necesitarlo, aunque creo que en la mayor parte de sitios las clavijas admiten redondos. También me acompaña la Lonely Planet, edición en inglés de 2009, lo más actualizado posible; la guía en español anda bastante anticuada.

Y estoy muy muy nervioso, excitado ante la gran aventura que me espera, no soy tan soso normalmente. Mi avión, de la compañía Aeroflot, sale a las 23:55 de la terminal 1 del aeropuerto de Barcelona, y tras una laaaaarga escala en Moscú de casi 7 horas, cogeré un 767 también de Aeroflot que me dejará en Beijing a la 1 de la mañana del domingo, si no hay retrasos. Durante el viaje procuraré dormir al máximo para ir anulando el jetlag.

Tengo albergue para las cuatro primeras noches, contando la misma noche que llego, el Happy Dragon. Tiene muy buenas valoraciones, y el personal parece enrollado. El resto de alojamientos no los he reservado teniendo en cuenta que no tengo segura ni la ruta... La idea aproximada es:

Beijing -> Chengdu -> Shangri-La -> Lijang -> Kunming -> Guilin -> Yangshuo -> Guangzhou -> Hong Kong -> Macau -> Shanghai

Pero entre que las inundaciones han afectado a la zona de Chengdu, y que me encanta pedir consejo a la gente que me voy encontrando por el camino, la ruta puede ser totalmente diferente. terminar terminará en Shanghai, donde quiero ir a la Expo y desde donde sale mi avión de vuelta, pero para eso quedan aún 29 días.

No sé si escribiré con frecuencia o si no sabreis nada de mí hasta que vuelta, eso es algo que aún está por ver, pero os contaré mis aventuras, no os preocupeis.

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Aqui estoy, sentado en la terraza del Skyline bar de Sanlitun, tomando una copa de Red Label con cola que me ha costado 40yuan y poco a poco superando el chinesse sock. Asi lo ha llamado Levy, uno de mis companieros de habitacion, y que razon tiene... Pero empecemos por el principio.

Hace 48 horas estaba en el aeropuerto de Barcelona, muerto del asco tras mas de una hora en la cola de facturacion, sin haber cenado y con el tiempo justo para embarcar. Asi lo hice, aunque pude tragar un bocadillo de ibericos (creo que salchichon) con una cerveza antes de subir el ultimo al avion. Tuve la suerte de que al poco de haber despegado sirvieron una cena, o cena desayuno, porque tras 4 horas de vuelo llegamos al aeropuerto de Moscu, donde eran las 6 de la maniana.

Terrible, casi 3 horas pasando controles, y solo para hacer una transferencia!! No me imagino lo que debe ser entrar al pais. Lo que se apreciaba bien era que el numero de chinos se habia disparado, ya que Moscu es uno de los principales nodos de conexion entre China y Europa. Los precios tambien se habian disparado: 16 euros un sandwich y una cerveza, para morirse. Charle un rato con un grupo de matrimonios qaue iban a Hong Kong y conoci a un argentino que hablaba en catalan y una pareja de vascos, ella de Santurce. Estamos en todos lados!!

A las 13 el embarque, y 7 horas de vuelo por delante esta vez, que pasaron rapido ya que 6 las pase dormido y la restante comiendo. Si algo puedo destacar de Aeroflot es su comida, triunfa! Y a la 1 de la maniana hora local estaba en Beijing. Nos juntamos unos cuantos espanioles y empezaron a negociar con un hombre con una furgoneta, pedia 40 yuan por barba, pero no lo veia nada claro, asi que junto al argentino y la pareja cogimos un taxi. Primero fuimos hasta Tiananmen, zona central de la ciudad por excelencia, despues en el Prime Hotel en Wangfujing, y el ultimo en bajarse fui yo, en medio de un oscurisimo hutong. El taxi en total fueron 130 yuan. Avanzando en medio de la oscuridad pude ver un cine, y recorde que indicaban que el albergue estaba cerca. Saque los papeles, segui las indicaciones con la luz de mi movil cono linterna, y lo encontre. Happy Dragon, alli estaba.

La chica de recepcion supo enseguida quien era, el loco que llegaba a las 3 de la maniana, como les avise. Me dio la llave y me dijo que pagara al dia siguiente. En la habitacion, a oscuras, me llevo un rato encontrar mi taquilla, refrescarme un poco para al menos disimular mi olor a tigre y meterme en la litera. A pesar de que le puse todo el cuidado del mundo, una inglesa estupida me solto un "Hey, tomorrow we have to wake up early!". "OK, I'm sorry, and don't worry 'cause tomorrow you'll bother to me". Y me dormi casi al instante.

Como les dije, a las 7 de la maniana ya estaba despierto a cuenta de las inglesas, que por suerte se iban. Espere a que se largaran, tardaron, despues una ducha y en marcha! Tocaba ver la ciudad. Sali y me propuse recorrer la zona. Las calles oscuras se habian vuelto un mercado a rebosar, donde vendian desde bragas a fruta que no conocia, pasando por moviles y pescado vivo. Tremendo.

Andando, andando, llegue a un enorme cruce. Mire en la Lonely para saber donde estaba y vi que el parquew Beihai estaba relativamente cerca, asi que fui hacia alli. Mientras planeaba el viaje una de las cosas que mas miedo me daban era el calor, y con razon. A las 9 de la maniana ya era sofocante. Pero es mucho peor la contaminacion, te corta la respiracion, te quema en la piel, te hace sentir permanentemente sucio. Llevaba una hora y pico levantado y no habia desayunado, pero tampoco habia visto donde hacerlo. Entre en una diminuta tienda y pedi una botella de agua "Yi ping suei", y me pide la dependienta 3 yuan. Otro cliente se parte de risa, no se si por mi acento, por lo que pide o por ambas cosas. Le digo que es muy caro "Tai guo le!", y le ofrezco 1 yuan. Al final la saco por 2 yuan, que luego comprobe que era el precio estandar, 3 yuan en sitios turisticos.

Tras haber andado algo mas de 1 hora, llego a un lugar donde tengo los lagos imperiales a mi derecha y el parque Beihai a la izquierda. Un mapa proponia un recorrido por los lagos y los hutongs de alrededor, y me gusto la idea. Al principio del recorrido todos los establecimientos a la orilla de los placidos lagos estaban cerrados, y todo estaba para mi. Poco despues habia turistas chinos hasta debajo de las piedras. Recomiendo que si estas pensando en venir a China, por diox, no vengas en agosto. La masificacion en Beijing en estas fechas sobrepasa la locura.

Los lagos preciosos, enormes, al principio tan serenos y despues repletos de barquitas de pedales. Los hutongs reveladores. Es una verguenza que tengamos que ver la miseria para darnos cuenta de la suerte que tenemos frente a la desgracia de tantos que por no tener no tienen futuro. Olvidaos de los tours en ricksaw y meteros andando vosotros mismos a verlo, callejeando. Es algo impresionante.

Tras dos horas pase al parque Beihai. Por la entrada norte se accede a una serie de jardines, con sus correspondientes estanques, tenemos tambien el mural de los 9 dragones, y lo mas impresionante, el templo budista. Note mucha mucha energia en el, palabra de ateo.

La isla de Jade, un paseo por el embarcadero, y agotado, ha llegado la hora de comer. En el mismo Beihai vendian salchichas en un palo, a la parrilla, a 2 yuan, y rodajas de melon, tambien en un palo, por 1 yuan. Todo funciona con palos aqui.

Camino hacia el albergue, andando, paro en un restaurante que parece de una cadena local, noodles con cosas. Elijo el mio con cerdo, y algo al azar para beber que resulta ser un granizado de judias verdes y rojas. Las camareras no paran de reirse, y yo de tanto reirme apenas puedo comer. Pero el hambre aprieta, y rebaniando el plato sigo hasta el albergue.

En la habitacion conozco a Levy, un chico de israel que acaba de terminar su servicio militar y se dedica a gastarse la paga en un viaje. Acaba de venir de Mongolia, y esta aburrido en Beijing, esperando que le llame su agente de viaje para volver a casa. Tela. Despues llega un chico canadiense que trabaja en Korea del Sur de profesor de ingles. Esta encantado y dice que quiere quedarse alli todo el tiempo posible. Me doy una ducha, me tumbo en la cama un rato a descansar mientras repaso la guia y el vocabulario de chino, y me duermo.

A la tarde prefiero coger el metro, que resulta moderno, y a tope, pero nada que no haya visto en Barcelona. Por 2 yuan puedes recorrer la ciudad de lado a lado. Si llevas mochila, bolso, o similar, debes pasarlo por el escaner de la entrada, curioso. A ti ni te miran. Me voy al sur de Wangfujing y me recorro la calle. Zara, Gucci, Boss y Mango, las mejores marcas tienen sus locales aqui. Mucho cartel luminoso y mucha mucha gente. Encuentro el mercado nocturno de los pinchos, y como escorpion, que no sabe a gran cosa, muy crujiente, el pollo, muy especiado, y la serpiente, mi favorita. La sirven cortada por la mitad y enrollada en un palo. Probadla! De alli al albergue andando de nuevo.

En el bar del Happy Dragon me tomo una Tsing Tao por 10 yuanes y salgo a descubrir la noche de Beijing! Taxi y al Banana Club, donde me dicen que han cerrado, aunque sean aun las 12. Otro taxi al Estadio de los trabajadores, donde esta el Mix Club, y cerrado de nuevo. En los alrededores varios coches tuneados con hiphop a todo volumen y chinos con gorras, paniuelos y camisetas anchas haciendo el brikindans. Pregunto a uno de ellos donde ir y siguiendo sus indicaciones acabo en un centro de masajes, de los felices. Al ir he pasado por la calle Sanlitun, con bares vacios, vuelvo alli, me pido una copa y me pongo a escribir.

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Se suponia que hoy madrugaba. Iba a ir a ver la Ciudad Prohibida, visita obligada para todo el que pise la ciudad. Pero no ha habido manera, demasiado agotado. A las 10 he reunido fuerzas y me he levantado, duchado y vestido. He comprobado mis opciones y he decidido ir a ver el Heaven's Park.

Y como no me apetecia esforzarme demasiado, he cogido un taxi desde la puerta del albergue. 23 yuanes y un atascazo me separaban del lugar. Una vez alli he comprobado que para variar estaba lleno de turistas chinos, aunque he podido charlar con unas asturianas a la entrada. 30 yuanes de entrada, con acceso a todos los templos. He recorrido los jardines bajo un sol abrasador, refugiandome en cada sombra que veia accesible, y maravillado por la arquitectura de cientos de anios atras.

El momento absurdo ha sido esperar una cola de 45 minutos para ver durante unos segundos el interior de una pagoda, exactamente igual al interior de todas las demas! No espereis colas, no merece la pena! He terminado el recorrido completo a las 2 de la tarde y como con un par de pinchos me he quedado a gusto he decidido probar suerte visitando el Lama's Temple. Digo probar suerte porque esta al otro lado de la ciudad y queria ir en metro. Exito total!

Sin los problemas del dia anterior he llegado a la parada correspondiente, y bajando 150 metros he localizado la entrada. 20 yuanes de rigor y visita al canto. Merece la pena. Yo, el menos creyente de los no-creyentes, me he sentido sobrecogido ante los templos, la devocion de la gente quemando incienso, de 3 en 3, siempre, y pidiendo por los suyos, y los canticos de los monjes. A destacar el gigantesco buda de la estancia final, y el momento en que unas senioras muy mayores han pedido disculpas a uno de los monjes por no tener nada como ofrenda, y el hombre les ha entregado todo lo que habian dejado en el altar, desde dinero hasta albaricoques, pasando por bombones.

Tras la visita eran ya las 3 y algo, y decidi probar suerte de nuevo e intentar visitar las torres de la campana y el tambor. De nuevo perfecto, la torre de la campana esculpida en piedra, la del tambor en madera, ambas ofrecen una espectacular panoramica de los hutongs colindantes y de la ciudad en general. En la torre del tambor coincidi con el espectaculo que se lleva a cabo cada hora en el que unos jovenes vestidos como correspondia marcaban la hora ha base de ritmos de percusion.

Me dirijo entonces de vuelta al albergue, a descansar un segundo y hacer la visita al mercado de la seda. Levy estaba en la habitacion y se ofrecio a acompaniarme para comprar algun regalo para su madre y su hermana. Pero se acabo la suerte, ningun taxi nos queria llevar, no teniamos muy claro si por ser extranjeros, o por no considerar suficiente la carrera. Media hora intentando era suficiente, asi que nos volvemos al Happy Dragon donde ofrecian pato a la pekinesa a partir de las 8 y media, y gratis! Antes, y anticipando que se trataria de una degustacion, escasa para el estomago, nos sentamos en la terraza de al lado, donde 5 pinchos a un yuan, combinados con un pica-pica de cacahuetes crudos y vainas no nos terminan de llenar, algo que arreglamos con un par arabe/israeli en un puesto cercano que el conocia.

Y llego el pato, bastante flojo, los he comido mejores en Portugalete, pero las cervezas tremendas y la conversacion interesantisima. Tras contarnos mutuas penurias charlamos con unas britanicas que viven en Hong Kong, y con una pareja que lleva 3 meses viajando por Asia. Finalmente llega la hora de dormir, y antes de ello escribir un rato. Maniana madrugo, de verdad que si. Hoy comparto habitacion con unas chicas rusas. Buenas noches! Dobry vecher!

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