Monasterio de San Juan de Duero. Un enigma ✏️ Blogs de España

Situación e historia

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Las ruinas del Monasterio de San Juan de Duero se encuentran a las afueras de la ciudad de Soria.

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Accesos al monasterio desde la ciudad de Soria.

El monasterio fue fundado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén o San Juan de Acre. Esta orden de caballería se creó durante las cruzadas con el fin de asegurar la atención a los peregrinos enfermos y se asentó en España alrededor del Camino de Santiago. El monasterio se edificó en el primer tercio del siglo XII y en estilo románico, el propio de la época.

El monasterio contaba con una iglesia, las dependencias hospitalarias y monacales y el claustro, imprescindible en cualquier monasterio. Estuvo habitado por los monjes hasta el siglo XVII en que fue abandonado por estos y el conjunto cayó poco a poco en la ruina, llegando incluso a ser utilizado para guardar el ganado. A mediados del siglo XIX fue declarado Monumento Nacional y se procedió a salvar lo que se podía.


Monasterio de San Juan de Duero. Interior de la iglesia

En la actualidad se conservan la iglesia y la arquería del claustro. La iglesia es pequeña y sencilla, de una sola nave, con presbiterio con bóveda de medio cañón apuntada y ábside semicircular y terminado con una bóveda de horno. Pero su interior nos ofrece una sorpresa: la existencia de dos baldaquines adosados a las paredes laterales y que dan acceso al presbiterio.


Monasterio de San Juan de Suero, templete o baldaquino.

Ambos templetes están terminados en sendas cúpulas, pero una de ellas es circular y la otra cónica. Es posible que fuesen utilizadas para realizar ritos de origen griego pues este rito requiere que se oculte al sacerdote en el momento de la consagración. Estos baldaquines están sujetos por columnas rematadas con capiteles de gran belleza, muy bien labrados y que nos muestran escenas del evangelio pero, también, alegóricos.


Monasterio de San Juan de Duero. Capiteles del baldaquino.

Una interpretación esotérica

La arquería exterior del Monasterio de San Juan de Duero en Soria es uno de los monumentos más conocidos y, a la vez, mas desconocidos de nuestra tierra.

Es conocido en el sentido de que son muchas las guías que lo muestran y nos dicen donde encontrarlo, son muchos los escritos que podemos encontrar que hablan sobre él, también son muchas las personas que lo han visto y lo conocen.

Es desconocido porque nadie puede dar una explicación consistente sobre el porqué de esta arcada. ¿Por qué se edificó? ¿Para qué? ¿Por qué los arcos son diferentes? ¿Tienen algún significado especial?

Sin querer sentar cátedra voy a indicar aquí una interpretación que daría un significado específico a esta arquería y su especial construcción. Bien entendido que esto es solo una opción de las muchas que existen y que yo me limito a exponer.

Según algunas corrientes filosóficas, el desarrollo espiritual del hombre se desarrolla en etapas y el hombre tendría que pasar por todas y cada una de ellas para llegar a la realización. Estas etapas serían equiparables a una escala musical: el hombre común se encontraría en el primer “do” y el hombre realizado estaría en el “do” superior, una octava más arriba, una vez recorrida toda la escala.

En una escala musical tenemos 7 notas y una octava, otro do que da comienzo a una nueva escala, pero en una octava más alta. De forma similar el camino de la realización parte de un hombre (un do) y se desarrolla en 7 etapas y termina en un hombre nuevo (un nuevo do), que se encontraría en una escala superior, que podríamos llamar hombre realizado o hablar de una resurrección del hombre inicial.

Una de las características más importante de una escala musical es que la distancia entre las notas no es constante, no hay la misma distancia entre todas ellas. Así la distancia entre --do y re, re y mi, fa y sol, sol y la, la y si -- es la misma pero entre --mi y fa, si y do--, es una distancia diferente. Cuando hablo de distancias me refiero a que cada nota se emite a una frecuencia concreta, así entre --do y re-- hay una distancia de un tono, mientras que entre --mi y fa--hay una distancia de un semitono. Esto se aprecia muy bien en un piano pues entre do y re hay una tecla negra pero no la hay entre mi y fa.

Para poder completar una escala es imprescindible la voluntad de iniciar dicha escala y pasar por todas y cada una de sus notas. Así el hombre solamente inicia su desarrollo espiritual cuando voluntariamente decide iniciarlo, normalmente porque una experiencia o una llamada de algún tipo le inclinan a ello.

Cuando se inicia el estudio musical se necesita la ayuda de algún entendido que te ayude a dar los primeros pasos y te vaya enseñando y te ayude en las dificultades y te anime cuando uno decide abandonar por cansancio, pereza o porque algo nos atrae más. De igual modo en el camino espiritual el hombre necesita guía pues el camino es árido, hay otras muchas cosas muy atractivas a nuestro alrededor y hay que renunciar a todos nuestros hábitos y es fácil claudicar y abandonar.


Primera arcada de S. Juan de Duero. Nota do

Las tres primeras arcadas de San Juan de Duero tienen arcos sólidos, sobrios, sin florituras y la primera de todas ella cuenta con una buena base que la sustenta. Representan a la primera etapa del camino espiritual que también es árida, sobria, con pocos resultados y requiere de mucha voluntad, esfuerzo y apoyo exterior para no abandonar el camino, en especial al principio es imprescindible al guía y el sustento de otro para poder proseguir el camino.


Segunda arcada de S. Juan de Duero. Nota re

Cuando hablo de una primera etapa y, además, en ella contemplo las notas “do, re, mi” lo hago porque entre cada una de ellas hay una distancia de un tono, pero entre mi y fa nos encontramos con un salto de un semitono, al igual que entre si y do. Este salto es el que nos origina las tres etapas perfectamente diferenciadas en el camino espiritual.


Tercera arcada de S. Juan de Duero. Nota mi.

Este salto entre “mi y fa” es un salto real y en el camino espiritual es un salto que se hace con ayuda. Esto se indica claramente en esta arcada pues nos encontramos con una puerta que da acceso a la nueva serie de arcadas. Solo los iniciados pueden atravesar esta puerta y acceder a esta etapa.


San Juan de Duero. Puerta mi-fa

Sin embargo esta primera nota fa es todavía una etapa insegura y poco estable, todavía el camino no ha llegado al esplendor de la nota sol y por eso esta cuarta arquería sigue siendo sencilla y sin adornos.


Cuarta arcada de S. Juan de Duero. Nota fa

A partir de la nota “fa” la escala gana en contundencia, las notas tienen un carácter más definido y la escala se desarrolla con más facilidad. Así ocurre con el camino espiritual, una vez que se alcanza la nota sol el camino se vuelve alegre y el propio camino tira del hombre pues está mucho más cerca de alcanzar lo que ansía.

Por eso en San Juan de Duero las arcadas de estas dos etapas son mucho más elaboradas que las anteriores y existe un arco diferente entre ellos para indicar ese cambio de nota. Esta arquería correspondería a las notas sol y la.


Quinta y sexta arcadas de S. Juan de Duero. Notas sol y la

La última etapa del camino se correspondería con la nota si. En música es muy característica la cualidad de la nota “si”, es una nota inestable, pide a gritos algo que la complete. Haced la prueba, tocad en un piano las notas hasta el “si” y veréis como todo en vosotros quiere tocar el do. No es normal en música terminar una obra con esta nota, excepto si lo que se pretende es dejar un sentimiento de insatisfacción, de enervamiento, de frustración.


Séptima arcada de S. Juan de Duero. Nota si

De igual forma el hombre en la séptima etapa del camino se encuentra lleno de ansias de terminarlo, pero no puede traspasar esta puerta por si mismo si no recibe ayuda de alguien que ya esté en la siguiente octava. Esto se ve en esta arquería con la especial puerta que separa la séptima y la última columnata.


Monasterio de S. Juan de Duero. Puerta si-do

Y por último el Hombre ya plenamente realizado se encontraría en el do de la siguiente octava. En San Juan de Duero ambas arcadas se encuentran en la misma línea, el do inicial y el do de la siguiente octava, pero entre ambos hay un muro sólido que los separa, ambos hombres se encuentran juntos, uno al lado del otro, pero no se tocan, no pueden traspasar el espacio que los separa si no es siguiendo el largo camino de la escala.


Monasterio de S. Juan de Duero. Arcadas 1 y 8. Notas do.

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