Para curarse en salud, los arquitectos de la llamada Pirámide Roja optaron por construirla sobre un suelo más firme y en un ángulo de 43º 22', el mismo de la parte superior de la Acodada, haciendo que la base fuese muy ancha y distribuyera el peso y las tensiones en un área más grande. Seneferu ya era un hombre mayor, llevaba por lo menos 20 años reinando, puede que más, y su tumba tenía que estar terminada antes de su muerte. El edificio tuvo que acabarse en un tiempo récord, que ha sido estimado en 10 años y medio. El resultado es una estructura elegante y bien ejecutada de unos 105 metros de altura y con una base de unos 220 de lado. Es la tercera pirámide más grande de Egipto, detrás de las de Keops y Kefrén, y mucho más grande que la de Micerinos, la tercera que completa la inconfundible vista de Giza.
El resultado debió de satisfacer al rey, porque el nombre de 'Aparición' fue traspasado a la Pirámide Roja, mientras que la Acodada acabó rebautizada como 'Aparición del Sur'.