Pasando a la orilla este de la isla, nos encontramos con un pequeño templo consagrado a Hathor, diosa del amor, la música y la belleza, que los antiguos griegos identificaron con Afrodita y los romanos con Venus. Este templete está formado por un pequeño atrio con columnas adosadas a sus muros y una capilla abierta, orientada hacia las aguas del Nilo. Hathor asume aquí el papel de la diosa de la música y de la armonía, por eso casi todos los relieves de sus muros y columnas nos presentan una gran variedad de escenas musicales, en las que aparecen diferentes divinidades que portan diversos instrumentos, como flautas, arpas, panderos o laúdes.
Justo al lado del templo de Hathor encontramos a el pabellón de Trajano. Construido en época de este emperador romano, su obra quedó inacabada como se puede apreciar perfectamente en la parte derecha de su fachada, así como en la ausencia de relieves y grabados jeroglíficos de sus muros. Esta elegante construcción de planta cuadrada consta de un muro perimetral sobre el que se elevan catorce columnas cuyos capiteles están ornamentados con motivos vegetales.