Las Minas de Sal de la ciudad polaca de Wieleczka, han sido explotadas desde el siglo XIII y se las conoce con el nombre de "la catedral subterránea de la sal de Polonia", continuando al día de hoy con la producción de sal de mesa. Su profundidad llega a los 327 metros y su longitud a los trescientos kilómetros, de los cuales 3,5 kilómetros son un recorrido turístico con estatuas de diversos personajes esculpidos en sal. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978
Las Minas de Sal de Wieliczka, monumento Patrimonio de la Humanidad, se encuentran a sólo 10 km del centro de Cracovia con fácil acceso desde la estación central de trenes y autobuses Kraków Główny o en minibuses privados que salen de su alrededor, o en autobús urbano nº 304 con parada enfrente de la misma estación y la galería comercial Galeria Krakowska. Las Minas ofrecen en temporada alta, de junio a septiembre, visitas regulares en español dos veces al día: a las 11.20 y a las 16.20 horas. En este caso conviene llegar con 30 minutos de antelación para comprar los billetes. El resto del año la visita en español se realiza diariamente a las 11.20. en cualquier caso, sea temporada alta o baja, las entradas para estas visitas regulares en español se pueden adquirir en la Oficina de Promoción que la Mina tiene en Cracovia en la calle Wislna 12A.

El recorrido por el laberinto subterráneo dura entre una hora y media y dos horas visitando los pasillos y cuevas que se formaron a lo largo de los 700 años de la historia del lugar a través de la extracción de la sal de gran valor económico en la Edad Media. Durante la visita se conocen las tecnologías de la obtención y transporte de la sal, parte de la historia de Polonia, leyendas y, como no, las esculturas en roca salina hechas por los mismos mineros, sin dejar de sentir la grandeza del punto clave de Las Minas, La capilla de Santa Kinga.
La bajada a las Minas se suele hacer por la escalera varios pisos abajo y la subida en un auténtico ascensor de varios pisos utilizado antaño por los mineros, no recomendable para personas con claustrofobia. Pago aparte, se puede solicitar la bajada en ascensor.
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