[size=18]Para acceder Saint Denis lo mejor es el metro, línea 13, estación Saint Denis Basílica.

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Ya desde el siglo V existe constancia de la existencia de una iglesia en el lugar donde se asienta la actual catedral de Saint Denis. Esta primitiva iglesia se levantó por orden de Santa Genoveva y en ella se enterraron los restos de Saint Denis, famoso mártir y primer obispo de la ciudad. Cuenta la tradición que San Dionisio fue decapitado y anduvo varios kilómetros con su cabeza bajo el brazo hasta que encontró a una dama noble a la que entregó su cabeza y allí mismo se desplomo. Justo en ese lugar se levanta la actual catedral de Saint Denis.


Más tarde se levantó una iglesia carolingia de la que se conserva la cripta


y ya en el siglo XII, el abad Suger, levantó sobre ella la que se considera fue la primera catedral gótica del mundo.

Esta catedral alcanzó un gran prestigio por contener los restos mortales de Saint Denis, convirtiéndose en lugar de peregrinación y Panteón Real. En este mismo lugar el rey Enrique IV abjuró del protestantismo y pronunció su famosa frase “París bien vale una misa” .

Durante la Revolución las tumbas fueron profanadas y los restos arrojados a una fosa común. En época de Napoleón se inició la restauración del Panteón y la devolución de los restos reconocibles a sus panteones.

Actualmente la catedral compagina una doble función de templo y museo, estando reservada la nave principal y los laterales para la función religiosa


y el deambulatorio y el transepto a su función de museo donde pueden admirarse las tumbas de los reyes y reinas franceses y de muchos nobles y abades. Los mausoleos más importantes son los de Luis XII, Ana de Bretaña, Enrique II y Francisco I. Esta zona es la zona más antigua de la catedral gótica y puede apreciarse por la solidez de sus columnas y su menor altura.


En este enlace podéis ver el folleto que te entregan a la entrada del monumento, con breves explicaciones de la historia del mismo y un plano.

www.monuments-nationaux.fr/ ...nis.ES.pdf

En Saint Denis podemos admirar hermosas vidrieras pero hay que tener en cuenta que muy pocas son originales pues fueron destruidas durante la Revolución .


Justo enfrente de la portada principal, cruzando la plaza, se encuentra una calle llena de tiendas de ropa a bajo precio , que, a lo mejor, merece una visita .

La visita puede hacerse en medio día sin problemas, con una hora para ver el templo es suficiente y otra para el transporte en metro.