Monumento
El Palacio Nacional de Queluz, también llamado el Versalles portugués, fue la residencia oficial de la familia real portuguesa hasta el exilio de la misma a Brasil en 1807. Máximo exponente del barroco portugués, fue el último gran palacio barroco que se construyó en Europa. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1995 dentro del Paisaje Cultural de Sintra.
Fue el infante y posteriormente rey D. Pedro III quien encargó las obras de este palacio en 1747, en el emplazamiento que ocupaba el palacio rústico de los marqueses de Castelo Rodrigo. El palacio no empezó a adquirir importancia hasta que el terremoto de 1755 devastó Lisboa. De hecho, las obras se reiniciaron en 1758, pero el miedo a un nuevo terremoto modificó los planes iniciales y se redujo la altura de todos los edificios del complejo. El principal instigador de las obras fue el Marqués de Pombal, el hombre encargado de la reconstrucción de Lisboa, quien tenía la idea de mantener a la corte encerrada en la urna de cristal que era el palacio, alejada de la capital, mientras él reunía todo el poder y gobernaba el país. Así, el palacio es un fiel reflejo del estilo de vida de excesos, derroches y frivolidades de la monarquía portuguesa. La subida al trono en 1777 de la reina Maria I, acabaría con los planes del marqués que fue enviado al exilio, y la familia real, comenzaría a utilizar el palacio junto con el Palacio de Ajuda en Belem. No obstante, el Palacio de Ajuda ardió en 1794, por lo que el Palacio de Queluz se convirtió en la residencia oficial de la casa de Bragança hasta la invasión francesa y el exilio de la familia real a Brasil en 1807. El palacio ya no se utilizaría frecuentemente al regreso de la familia real en 1826, pues el rey Joao VI sintió preferencia por el Palacio de Mafra, dejando Queluz a su esposa, y los reyes posteriores volvieron al Palacio de Ajuda y después al Palacio da Pena. Con el asesinato del último rey de Portugal y la instauración de la República, el palacio pasó a propiedad del Estado, y hoy se utiliza para alojar a los jefes de gobierno extranjeros de visita en Lisboa. En 1934 un incendio destruyó parte del palacio.
Las obras del palacio corrieron a cargo del arquitecto portugués Mateus Vicente de Oliveira, a quien seguiría Manuel Cayetano de Sousa, y tuvo intervenciones del francés Jean Baptiste Robillon, quien también decoró el Salón del Trono. Si bien la fachada de acceso al palacio es sobria, sin apenas decoración, las fachadas interiores, sobretodo las del ala Robillon son todo un alarde de imagenería rococó, de gran influencia francesa, pero sin olvidar el estilo portugués.
Del ala Robillon destaca sobretodo las escaleras de acceso, situadas en ángulo, en un efecto óptico que lo elimina. La fachada de ceremonias (primera imagen que acompaña este texto) y la fachada del Salón del Trono dan al Jardín Colgante, llamado así por estar en una terraza por encima del resto de jardines.
En él encontramos las fuentes de Nereida y Neptuno, además de otros conjuntos escultóricos, todos ellos obra del escultor británico John Cheere.
Separados del Jardín Colgante por la Porta da Fama, el resto de jardines presentan huertos, parterres florales, diversas especies de árboles y sobretodo un canal decorado con azulejos que se utilizaba para paseos en barca.
En el interior del palacio es donde más se nota la influencia francesa e italiana con una decoración donde prima el dorado en todas las salas. Entre las más interesantes figuran el impresionante Salón del Trono, con cariátides doradas y gigantescas lámparas de araña, el Salón de Embajadores, también llamado galería de los espejos, el Pasillo de los Azulejos, decorado con azulejería azul, amarilla y roja que representan alegorías de las estaciones del año y los continentes, y la Capilla.
Salón del trono
Pasillo de los Azulejos (arriba) y Salón de Embajadores (abajo)
Capilla
Dentro de las salas privadas, destacan la Sala das Merendas (el comedor), la habitación de la reina María y la habitación del rey, decorada con escenas de El Quijote.
Para llegar al palacio se puede ir en coche o coger la CP en Rossio en dirección a Sintra y bajarse en Queluz. El palacio está a unos 15 minutos andando de la estación de trenes. La entrada al Palacio y los Jardines son 9€.
Podéis ubicar este palacio en el siguiente diario: www.losviajeros.com/ ...php?b=9035
Las obras del palacio corrieron a cargo del arquitecto portugués Mateus Vicente de Oliveira, a quien seguiría Manuel Cayetano de Sousa, y tuvo intervenciones del francés Jean Baptiste Robillon, quien también decoró el Salón del Trono. Si bien la fachada de acceso al palacio es sobria, sin apenas decoración, las fachadas interiores, sobretodo las del ala Robillon son todo un alarde de imagenería rococó, de gran influencia francesa, pero sin olvidar el estilo portugués.
Del ala Robillon destaca sobretodo las escaleras de acceso, situadas en ángulo, en un efecto óptico que lo elimina. La fachada de ceremonias (primera imagen que acompaña este texto) y la fachada del Salón del Trono dan al Jardín Colgante, llamado así por estar en una terraza por encima del resto de jardines.
En él encontramos las fuentes de Nereida y Neptuno, además de otros conjuntos escultóricos, todos ellos obra del escultor británico John Cheere.
Separados del Jardín Colgante por la Porta da Fama, el resto de jardines presentan huertos, parterres florales, diversas especies de árboles y sobretodo un canal decorado con azulejos que se utilizaba para paseos en barca.
En el interior del palacio es donde más se nota la influencia francesa e italiana con una decoración donde prima el dorado en todas las salas. Entre las más interesantes figuran el impresionante Salón del Trono, con cariátides doradas y gigantescas lámparas de araña, el Salón de Embajadores, también llamado galería de los espejos, el Pasillo de los Azulejos, decorado con azulejería azul, amarilla y roja que representan alegorías de las estaciones del año y los continentes, y la Capilla.
Dentro de las salas privadas, destacan la Sala das Merendas (el comedor), la habitación de la reina María y la habitación del rey, decorada con escenas de El Quijote.
Para llegar al palacio se puede ir en coche o coger la CP en Rossio en dirección a Sintra y bajarse en Queluz. El palacio está a unos 15 minutos andando de la estación de trenes. La entrada al Palacio y los Jardines son 9€.
Podéis ubicar este palacio en el siguiente diario: www.losviajeros.com/ ...php?b=9035