MONASTERIOS DEL SIGLO XVI EN LAS FALDAS DEL VOLCÁN POPOCATÉPETL

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Fecha publicación: 12/12/2013 03:41 - Escrito por Oficinas-Turismo
Los monasterios de Morelos y Puebla que se localizan en las laderas del Popocatépetl, se incluyeron en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO, el 17 de diciembre de 1994. Estos 14 monasterios se encuentran en los estados de Morelos y Puebla, (hacia el sureste de la Ciudad de México) y recibieron la distinción de la UNESCO debido a su excelente estado de conservación además de ser hermosos ejemplos de la arquitectura adoptada por los primeros misioneros que pisaron el suelo mexicano (franciscanos, dominicos y agustinos) durante el siglo XVI. Además de su impresionante arquitectura, los hermosos detalles en cantera labrada y los frescos que aún se conservan, otra de las principales características de estos imponentes templos es la importancia que se le dan a los espacios abiertos, ya que los misioneros consideraron básico para el proceso de evangelización el que los indígenas se sintieran también en comunión con la naturaleza y el entorno como en sus anteriores ritos para poder adaptarse a los nuevos. Es por esto que se crearon hermosos patios, jardines y enormes atrios para poder estar lo más posible al aire libre.
Las primeras órdenes en llegar a México fueron los franciscanos en 1524, los dominicos en 1526, y finalmente los agustinos en 1533. Cada una de estas órdenes habría de construir los monasterios que conforman este tesoro cultural en el centro de México.
La orden franciscana fundó los conventos de Huejotzingo, Cuernavaca, Calpan y Tochimilico, los dominicos Oaxtepec, Tepoztlán, Tetela del Volcán y Hueyapan, mientras que los agustinos Ocuituco, Totolapan, Yecapixtla, Tlayacapan, Atlatlauhcan y Zacualpan de Amilpas. A continuación se comentan brevemente sus características principales:

Huejotzingo fue el primer monasterio que se construyó, en 1524. Su atrio conserva cuatro capillas posas con impresionantes relieves en cantera; un monumental retablo del siglo XVI y una cruz atrial digna de verse, ya que está colocada sobre una corona de espinas finamente labrada. También se pueden apreciar restos de un acueducto sobre uno de sus muros.

La Catedral de Cuernavaca conserva muchos rasgos de su estructura arquitectónica original, como es su majestuosa capilla abierta y el claustro con impresionantes murales al fresco.

El convento de Oaxtepec (conocido también como templo de Santo Domingo de Guzmán) fue construido sobre el basamento de lo que alguna vez fue la pirámide mayor del Señorío de Oaxtepec. Su atrio, a diferencia de los conventos de su tiempo no se encuentra al frente. Cuenta además con aproximadamente 2 600m2 de pinturas murales conservadas.

En Ocuituco, destaca sobre todo la fuente de su claustro decorada con leones de piedra y que es considerada la más antigua fuente de entre todos estos conventos.

Además de la impresionante vista de los volcanes que se aprecia desde su atrio, el convento de Calpan conserva también cuatro capillas posas ricamente decoradas con hermosas pinturas murales.

En Tochimilco podemos observar como un antiguo y largo acueducto conduce el agua proveniente del volcán, la lleva al antiguo convento y la deposita finalmente en la hermosa fuente del siglo XVI que se encuentra en la plaza central del pueblo. En el interior de los muros del atrio se observan nichos para las estaciones del vía crucis.

El monasterio de Tepoztlán conserva una capilla abierta y algunas posas que, aunque en ruinas, dan al visitante una idea de la gran necesidad de espacios grandes y abiertos en aquella época. Destacan también su pila bautismal hecha de una sola pieza y las pinturas murales de su claustro.

Hueyapan cuenta con un hermoso nicho barroco de gran valor artístico, mientras que el monasterio de Tetela del Volcán presenta como detalle singular la viguería de su sacristía en estilo mudéjar.


Yecapixtla es un singular convento que cuenta con un solo piso, aunque su frente es de dos. Su portada principal se considera con el estilo del más puro renacimiento español creado en la Nueva España.

Tlayacapan conserva todavía detrás de la crujía del monasterio el espacio de lo que alguna vez fue una capilla abierta, en el que se pueden apreciar muestras de pintura mural del siglo XVI.

En Totolapan destaca un friso de dos colores localizado en la habitación del primer piso, próxima a la fachada principal del templo.

Por su parte, Atlatlauhcan muestra una excepcional riqueza en sus frescos. Destacan también aquí sus capillas exteriores.

Por último, Zacualpan de Amilpas conserva su baptisterio, que presenta un arco trilobulado, además en su capilla del Rosario podemos observar unos hermosos retablos barrocos.

Información facilitada por la Oficina de Turismo de México: www.visitmexico.com/