Monumento
Después de la derrota castellana en la batalla de Aljubarrota en 1385, el Rey D. João I de Portugal ordenó la construcción de este monasterio como agradecimiento por la intervención divina en su victoria.
La victoria en Aljubarrota (pequeña localidad a escasos kilómetros de Batalha) supuso para Portugal un paso decisivo para mantener su independencia frente a Castilla y para afianzar en el trono a João I, primer rey de la dinastía de Avis.
En el mismo año de 1385 comenzaron las obras del Monasterio de Santa María de la Victoria, que se convertiría en una autentica joya arquitectónica del estilo gótico tardío. Las obras se extendieron durante casi dos siglos, pues no terminarían hasta 1517 pasando por ellas 15 arquitectos, aunque solo 7 tendrían el título de Maestro de Obras, entre ellos el famoso Juan de Castillo. En realidad el monasterio no fue terminado en 1517, y de hecho no fue terminado nunca, como demuestran las Capelas Imperfeitas de la cabecera. El terremoto de 1755 provocó algunos daños en el edificio, a los que habría que sumar los gravísimos daños que provocaron los franceses de Napoleón, quienes quemaron el monasterio. No obstante, el edificio fue restaurado, hasta que en 1834 fue abandonado tras la disolución de las órdenes eclesiásticas por la reina D. Maria II, hasta quedar en estado ruinoso. Fernando II iniciaría un ambicioso proyecto de restauración con el objetivo de convertir el monasterio en un símbolo de la independencia portuguesa y de las glorias de la dinastía de Avis, para lo que eliminó todos los símbolos religiosos y comenzó a llamarlo Monasterio de Batalha, cayendo su advocación casi en el olvido. En 1983 fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El Monasterio de Batalha es hoy una joya de la arquitectura gótica que mezcla elementos del gótico radiante, el gótico perpendicular inglés y el genuino estilo manuelino, visible sobretodo en el claustro mayor. La visita incluye la iglesia, la Capilla del Fundador, los claustros, la Sala Capitular y las famosas Capelas Imperfeitas o Capillas Inacabadas. De la fachada destaca sobretodo el pórtico con más de 90 esculturas, y las delicadas tracerías de las ventanas ojivales. La iglesia presenta una gran pureza de sus líneas góticas y una gran altura de la bóveda, acentuada por la estrechez de la nave. Resulta particularmente bonita a medio día, cuando el sol incide en las vidrieras llenando de colores el interior…
A la derecha de las naves se encuentra la Sala del Fundador, hoy panteón real. Se trata de la parte del monasterio más modificada a lo largo del tiempo, y contiene las tumbas de parte de la dinastía de Avis, incluyendo la de D. João I y su esposa, que descansan aquí desde 1434.
Cerca de la cabecera de la iglesia se encuentra el acceso a los claustros. El más bello el Claustro Real, con grandes ventanales ojivales con decoración en red típicamente manuelina. La fuente se encuentra en una de las esquinas en lugar de en el centro, para encontrarse más cerca del refectorio y así los monjes pudieran lavarse las manos antes de comer.
Desde el claustro se puede acceder a la impresionante Sala Capitular, una importante obra de ingeniería que supuso la construcción de una bóveda de estrella de 20 metros de diámetro sin apoyo intermedio. En ella se conserva una vidriera del siglo XVI y acoge la Tumba del Soldado Desconocido, protegida siempre por varios militares.
Saliendo de la iglesia podemos acceder a las Capelas Imperfeitas, un conjunto de capillas absidiales que se arraciman entorno a la cabeza sin aparente orden. Se trata del monumento funerario del rey Duarte, que quedó inacabado por la muerte de este cuatro años después de empezar las obras.
Así, se trata de una serie de capillas unidas entre sí pero que carecen de bóveda. Especialmente interesante es la impresionante puerta manuelina…
El Monasterio de Batalha se encuentra a unos 20 km de Alcobaça, 40 de Tomar, y unos 120 km de Lisboa, estando conectado con la capital por autobús y tren. La entrada a la iglesia es gratuita y a las demás dependencias 6 euros (5 euros con el ticket conjunto de la Ruta del Patrimonio). Los domingos hasta las 14:00 es gratuito.
Podéis ubicar este monasterio en el siguiente diario: www.losviajeros.com/ ...php?b=9035
En el mismo año de 1385 comenzaron las obras del Monasterio de Santa María de la Victoria, que se convertiría en una autentica joya arquitectónica del estilo gótico tardío. Las obras se extendieron durante casi dos siglos, pues no terminarían hasta 1517 pasando por ellas 15 arquitectos, aunque solo 7 tendrían el título de Maestro de Obras, entre ellos el famoso Juan de Castillo. En realidad el monasterio no fue terminado en 1517, y de hecho no fue terminado nunca, como demuestran las Capelas Imperfeitas de la cabecera. El terremoto de 1755 provocó algunos daños en el edificio, a los que habría que sumar los gravísimos daños que provocaron los franceses de Napoleón, quienes quemaron el monasterio. No obstante, el edificio fue restaurado, hasta que en 1834 fue abandonado tras la disolución de las órdenes eclesiásticas por la reina D. Maria II, hasta quedar en estado ruinoso. Fernando II iniciaría un ambicioso proyecto de restauración con el objetivo de convertir el monasterio en un símbolo de la independencia portuguesa y de las glorias de la dinastía de Avis, para lo que eliminó todos los símbolos religiosos y comenzó a llamarlo Monasterio de Batalha, cayendo su advocación casi en el olvido. En 1983 fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El Monasterio de Batalha es hoy una joya de la arquitectura gótica que mezcla elementos del gótico radiante, el gótico perpendicular inglés y el genuino estilo manuelino, visible sobretodo en el claustro mayor. La visita incluye la iglesia, la Capilla del Fundador, los claustros, la Sala Capitular y las famosas Capelas Imperfeitas o Capillas Inacabadas. De la fachada destaca sobretodo el pórtico con más de 90 esculturas, y las delicadas tracerías de las ventanas ojivales. La iglesia presenta una gran pureza de sus líneas góticas y una gran altura de la bóveda, acentuada por la estrechez de la nave. Resulta particularmente bonita a medio día, cuando el sol incide en las vidrieras llenando de colores el interior…
A la derecha de las naves se encuentra la Sala del Fundador, hoy panteón real. Se trata de la parte del monasterio más modificada a lo largo del tiempo, y contiene las tumbas de parte de la dinastía de Avis, incluyendo la de D. João I y su esposa, que descansan aquí desde 1434.
Cerca de la cabecera de la iglesia se encuentra el acceso a los claustros. El más bello el Claustro Real, con grandes ventanales ojivales con decoración en red típicamente manuelina. La fuente se encuentra en una de las esquinas en lugar de en el centro, para encontrarse más cerca del refectorio y así los monjes pudieran lavarse las manos antes de comer.
Desde el claustro se puede acceder a la impresionante Sala Capitular, una importante obra de ingeniería que supuso la construcción de una bóveda de estrella de 20 metros de diámetro sin apoyo intermedio. En ella se conserva una vidriera del siglo XVI y acoge la Tumba del Soldado Desconocido, protegida siempre por varios militares.
Saliendo de la iglesia podemos acceder a las Capelas Imperfeitas, un conjunto de capillas absidiales que se arraciman entorno a la cabeza sin aparente orden. Se trata del monumento funerario del rey Duarte, que quedó inacabado por la muerte de este cuatro años después de empezar las obras.
Así, se trata de una serie de capillas unidas entre sí pero que carecen de bóveda. Especialmente interesante es la impresionante puerta manuelina…
El Monasterio de Batalha se encuentra a unos 20 km de Alcobaça, 40 de Tomar, y unos 120 km de Lisboa, estando conectado con la capital por autobús y tren. La entrada a la iglesia es gratuita y a las demás dependencias 6 euros (5 euros con el ticket conjunto de la Ruta del Patrimonio). Los domingos hasta las 14:00 es gratuito.
Podéis ubicar este monasterio en el siguiente diario: www.losviajeros.com/ ...php?b=9035