El archipiélago de Bocas del Toro está situado al noreste de Panamá, junto a la frontera de Cosa Rica. Fue explorado por primera vez por un europeo por el Almirante Cristobal Colon, durante su cuarto y ultimo viaje a América, mientras intentaba encontrar un paso que le permitiese continuar su viaje hacia el Oeste, a las costas de la India.

Esta es la excursión en la que se combinan más actividades (avistamientos de cetáceos, playa, gastonomía, snorkle en arrecife) y se visitan más sitios de interés de todas las que se hacen en Bocas. El recorrido se hace casi todo por aguas protegidas por la barrera de coral, con lo que la embarcación está menos expuesta al oleaje y nos permite hacerla en días de viento medio.

Todas las agencias de Bocas del Toro ofrecen esta excursión. Se puede contratar en las que abren en la calle principal de la ciudad de Bocas o en la recepción de los hoteles. El precio suele estar sobre los 35$ por persona, incluido la entrada al Parque Nacional, pero no la comida.

La excursión suele salir del muelle de Isla Colón por la mañana, sobre las 9 o las 10, pasa junto a la isla de Solarte, para dirigirse a la Bahia de los Delfines a ver estos simpáticos cetáceos. Está casi garantizado el avistamiento. Nosotros vimos una familia de delfines, algún delfín solitario e incluso una madre y su bebe.


La siguiente parada es en Cayo Coral, en un extremo de la Isla de Bastimentos, donde hay varios restaurantes flotantes. Reservamos la comida (es opcional, hay personas que llevan su propia comida).


De Cayo Coral a Isla Zapatilla se atraviesa una zona de aguas azul turquesa, casi siempre protegidos por la izquierda por la isla de Bastimentos, que nos separa del Caribe.
Cayo Zapatilla, es un vergel de vegetación y un paraíso de diversidad animal. Son dos pequeñas islas con forma de zapatilla de arena fina y blanca, con palmeras cocoteras y están declaradas Parque Nacional. Este delicado ecosistema es de gran importancia para el desove de las tortugas marinas.


La isla se encuentra al sur de Bocas del Toro, los barcos se acercan a la playa en su extremo norte y dejan a los turistas a pocos metros de la orilla. No hay embarcadero, así que nos mojamos, pero el agua cálida del Caribe (unos 26ºC todo el año) invitan a remojar los pies. De las dos islas se visita solo la grande, la pequeña está protegida para su mejor conservación.
Esta isla es que es la que vemos en casi todo los poster de Bocas del Toro, con unas playas de arena fina que invitan a tumbarse y unas aguas turquesa que lo hacen al chapuzón… los indecisos se pondrán muy nerviosos.


En la isla no hay servicios turísticos, los únicos habitantes son los guardabosques y los residentes en una estación científica y además debemos llevarnos nuestra basura cuando nos vayamos.
Tras unas horas retozando en la playa, disfrutando de las aguas o explorando el espeso bosque, ha llegado la hora de volver a Cayo Coral a comer.

Cayo Coral tiene un par de restaurantes sobre pilotes que ofrecen deliciosos pescados y mariscos cocinados al estilo caribeño. Además Cayo Coral es una estupenda zona de snorkle, con un cercano arrecife de coral vivo que da nombre al lugar y nos deslumbrará con su sinfonía de colores y animada vida marina.


Tras la comida y el chapuzón llega la hora de dirigirnos a los manglares de isla de Bastimentos, guardería de las bandadas de peces y cangrejos. Una zona donde con suerte podremos divisar en las copas de los árboles osos perezosos y numerosas aves.

Algunas variantes de esta excursión, hacen la famosa playa de Red Frog, que recibe el nombre de las coloridas y venenosas ranitas de la zona. Cuidado porque es una playa con corrientes abierta al Caribe.


Cruzaremos de vuelta la bahía en dirección a Isla Colon, llegando al atardecer a la ciudad de Bocas. Hemos echado un día en uno de los lugares mas paradisíacos del Caribe.