La Fortaleza de Santa Lucía o de Atis Tirma y la Sorrueda-Gran Canaria ✏️ Excursiones-España

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El yacimiento arqueológico de La Fortaleza se sitúa en el municipio de Santa Lucía de Tirajana. Declarado Bien de interés cultural, está compuesto por tres roques, en plena Caldera de Tirajana. "Caldera" es el término que designa en la toponimia canaria el cráter de un volcán.

El acceso puede hacerse desde el sureste, por la GC-1; desde allí, la GC-500 nos sube hasta La Era del Verdugo y por la sinuosa GC-65, la conocida como Carretera de Los Cuchillos, llegamos al desvío GC-651 que indica La Sorrueda y La Fortaleza.

En la misma 65 el Mirador de El Guriete nos permite acercarnos a la profundidad del barranco, respaldado por el Macizo de Amurga, con los Roques de Titana y de La Fortaleza al frente, con sus característicos cavidades que son en realidad cuevas. Esta parte de la carretera, a la vez que serpentea, nos regala unas vistas de impresión, sin apenas posibilidad de parar para disfrutar de ellas.




El Centro de interpretación La Fortaleza abre de 10 a 17 horas, tiene aparcamiento gratuito para los visitantes (se puede dejar el coche mientras subimos al yacimiento de La Fortaleza o bajamos al Mirador de La Sorrueda y a la Presa, puntos a los que también puede llegarse en coche) y entradas con precios asequibles; la visita guiada al yacimiento ronda los 10 euros. Cierra los martes. Esta es su web: La Fortaleza Centro de Interpretación




Gestionado por la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio desde 2015, ofrece una exposición permanente, con buenos carteles explicativos sobre el yacimiento, sus habitantes y sus costumbres, además de un vídeo sobre la vida cotidiana de los aborígenes de esta zona (nacimientos, muertes, enterramientos, recolección y almacenamiento de cereales, cuidado y sacrificio de animales, elaboración de herramientas…), que ya la poblaban en el S VI d.C. Dos cráneos humanos encontrados en el S. XIX se muestran en la sala central.




La exposición temporal se renueva cada año; en esta ocasión, trata sobre La Fortaleza como lugar sagrado, probablemente la Montaña de Humiaga, y tiene algunos préstamos de El Museo Canario, situado en Las Palmas de G.C, otra visita interesante, y no solo por las momias que conserva. En la sala del fondo se recrea una cueva habitacional y otra funeraria. En la parte alta, a la que se accede por las escaleras que quedan a la izquierda de la tienda-entrada, podemos ver cómo sería una “vivienda” y ver una copia de los grabados rupestres antropomórficos encontrados en la parte alta de la Fortaleza Grande.

Saliendo del centro a la izquierda y sin seguir las indicaciones hacia el Mirador de la Sorrueda, nuestra siguiente parada es el propio yacimiento arqueológico. Está formado por tres roques, la Fortaleza Grande, que nos da la bienvenida y es por el que podemos recorrer una parte; Titana y la Fortaleza Chica. "Roque" hace referencia a la formación rocosa, con motivo de una explosión volcánica, que debido a la erosión quedó aislada, una vez que otros materiales más débiles de su alrededor desaparecieron.




La Fortaleza Grande no solo fue el espacio que habitaron los pobladores prehispánicos, sino también un lugar de enterramiento y defensivo en su parte más alta, donde también se situarían las cuevas para enterrar a personajes destacados de la comunidad. Se trabaja con la hipótesis de que fuera una montaña mágica, el santuario de Humiaga, lugar de ritos y ceremonias. En su cima, hay un conjunto de grabados rupestres, un gran número de muros, aparentemente defensivos, así como estructuras de piedra que se vinculan a los cultos y al seguimiento de las estaciones. Se trabaja constantemente con hipótesis.




Una que ya parece haberse desechado es que el lugar sería el nombrado en las crónicas de la conquista como Ansite, importante porque sería desde donde se lanzaron, un finales de abril del S. XV, claudicando ante los castellanos, Bentejuí y Tazarte, al grito de “Atis Tirma”. De hecho, la zona se conoce como La Fortaleza de Ansite y a pesar de haberse descartado la teoría, se le sigue llamando así. La idea que extendió a principios del S. XX Sánchez Araña sobre que este era el lugar en que situaba Ansite llevó aparejada la celebración de misas cada finales de abril, tradición que se suspende en el S. XXI.




Siguiendo los escalones, a mano derecha, nos encontramos con el túnel cavado en la roca que comunica las dos caras del roque, relacionado con los equinoccios, pues la luz del sol lo atraviesa en determinada fecha. Si caminamos a través de él, tenemos otra visión diferente del Barranco de Tirajana y del Roque de Titana, muy distinta a la que se ve desde El Guriete.




Paseando por el margen izquierdo podemos ver varias cuevas; algunas fueron usadas por pastores posteriormente. Volvemos al inicio por este mismo camino.




Nuestra penúltima parada es el Mirador de La Sorrueda hacia la Presa de Tirajana. Podemos bajar hasta ella a pie o en coche. El barrio de La Sorrueda queda enfrente, con su palmeral y sus varias viviendas vacacionales. Si queremos comer por la zona, pasando el Centro de Visitantes, en la misma carretera tenemos el restaurante El Alpendre.