Hola a todos!!
Soy asiduo a este foro cada vez que tengo un viaje, así que ya era hora de aportar mi granito de arena. Aunque ya se han escrito muchas cosas de los fiordos, no está de más otra experiencia personal.
Ahí va!
CONSEJOS PARA VIAJAR A LOS FIORDOS NORUEGOS
1) Fechas: Según personas que han visitado el país y sobre todo según la opinión de los oriundos, los mejores meses para visitar Noruega son Junio y Julio. Nosotros estuvimos en Agosto y al parecer es una lotería, te arriesgas a lo que nos pasó a nosotros, muchos días de lluvia que no te dejan disfrutar el viaje como tienes esperado.
Es muy diferente disfrutar un fiordo con sol que verlo con la tristeza y los tonos grisáceos de un día nublado, por eso, intentad si podéis no viajar en Agosto. Nuestros últimos 4 días fueron muy, pero que muy lluviosos y la verdad es que corta muchísimo el rollo ya que a veces no se podía ver más allá de 20 metros por delante del morro del coche. Estuvimos en temperaturas desde los 7º de mínima en Trollstigen hasta los 17º de máxima en Stavanger, así que no dudéis en llevaros un forro polar o una chupa de invierno.
2) Precios: Noruega es carísimo, hagas lo que hagas. Hay que estar preparado psicológicamente para ello :). Es muy complicado comer medio decente por menos de 20 euros por persona si quieres evitar el fast-food. Una CocaCola cuesta 4 euros o más… una botella de agua de las pequeñas 5 euros como nos querían cobrar en Alesund, un café 5 euros… etc. Los autobuses interurbanos normales cuestan alrededor de 3 ó 4 euros (por viaje). Lo bueno es que prácticamente todo se puede pagar con tarjeta por lo que no es necesario llevar mucho en metálico.
3) Coche: Según experiencias de mucha gente e incluso opiniones de agentes de viaje, la mejor manera de visitar Noruega es en coche. No hay mejor opción para vivir los paisajes que nos brinda este país. Además la conducción es muy segura y placentera. En los 12 días que hemos estado allí en ningún momento hemos tenido ningún percance con otro conductor como solemos sufrir a diario en Madrid, por ejemplo. Todas las carreteras están preparadas para el turismo, y aunque algunas de ellas son bastante estrechas dispones siempre de apartaderos, zonas de descanso y miradores para disfrutar del paisaje. No es necesario GPS, con un mapa de carreteras normalito y las señales es más que suficiente. Sólo puede ser útil para encontrar tu alojamiento dentro de la ciudad.
Por cierto, aconsejamos que os llevéis 3 ó 4 CD’s MP3 con música porque al menos nosotros tuvimos muchísimos problemas en sintonizar emisoras en la radio. Prácticamente todas eran rollo tertulia bastante cansina, así que lleváos algo de music por si acaso
4) Ferrys: Al principio nos generaba un poco de nerviosismo el tema de meter el coche en los ferrys, pero luego te das cuenta que es de lo más normal. Llegas a un embarcadero, esperas tu cola y metes el coche como si de un parking se tratase. Normalmente, y dependiendo de la zona, hay salidas cada 15, 20, 30, 60 minutos, etc. No hace falta reservar en la mayoría de ellos, pero es aconsejable pedir los horarios en las oficinas de turismo. Sólo los ferrys de conexión que hacen algún tramo dentro de un fiordo digamos, más turístico, sí es altamente recomendable hacer reserva previa.
Hay principalmente dos empresas que ofrecen estos servicios FJORD1 y TIDE (que también tienen autobuses). Los precios varían mucho en función del trayecto, si es corto ronda los 20 euros (coche pequeño + 2 personas) e influye si el coche es pequeño, mediano o grande, así que si no necesitáis mucho espacio, escoged un coche pequeño, más manejable por muchas de las carreteras y más barato en todos los aspectos.
5) Comidas: Siempre que los españoles salimos fuera de nuestro país, es una de los mayores pegas que ponemos, y es que la dieta mediterránea es difícilmente comparable. Lo que está claro es que si quieres comer bien en Noruega te cuesta muuucha pasta. Nosotros nos llevamos varias bandejitas de embutido y frutos secos, que nos vinieron muy bien en muchas ocasiones, sobre todo si te apetece parar en algún mirador a contemplar el paisaje. Todos los miradores están preparados con mesitas y bancos. Los horarios son muy europeos, desayunan, comen y cenan prontísimo. Como era de esperar, la cultura de la “tapa” no está muy arraigada en este país así que resulta muy complicado a veces encontrar algún sitio para comer y los bares como los conocemos en España allí no existen. Si lleváis el embutido, intentad pillar algo de pan tostado también porque esta gente no sabe lo que es una barra de pan de toda la vida, ¡¡o una rebanada de pan de molde!! (lo de Molde encima, tiene guasa). Casi todos son integrales, con semillas, etc. Que no combinan muy bien con las lonchas de jamón serrano que nos llevamos J
Los desayunos son tipo buffet, escasísimos y muy caros (en Kaupanger costaba 15 euros por ejemplo). Tienen huevos cocidos, revueltos, salchichas, bacon, beans y demás guarrerías de esas que comen. Es curioso porque es muy habitual que en los buffets de desayuno te encuentres caviar y arenques con diferentes tipos de salsas.
6) Internet: En todos los hoteles en los que estuvimos teníamos WiFi absolutamente gratis (a ver si aprenden aquí en España). Incluso en las cabañas de pescadores se dispone de WiFi, aunque generalmente sólo desde la recepción y en algunos casos con coste. A nosotros nos prestaron un portátil de esos pequeñitos que es una gozada para estas ocasiones.
7) Fotografías: Las fotos de este reportajes están realizadas por mí, tienen copyright. Por favor, no las uséis sin permiso de las agencias de stock correspondientes.
DIA 1: MADRID-COPENHAGUE-STAVANGER
Volamos el día 2 de agosto desde Barajas después de haber estudiado la posibilidad de ir primero a Alicante, ya que allí operaba la compañía www.Norwegian.no que ofrecía los vuelos mucho más baratos y sin escala. Pero al final nos decantamos por salir desde “casa”, sobre todo porque la escala en Copenhague era de 6 horas y nos permitía visitar la ciudad.
Y así hicimos, el vuelo de Spanair llegó en el horario previsto a Copenhague y con cámara en mano cogimos el metro hasta la estación de que te deja junto al puerto donde salen los barcos que hacen la visita a los canales, el puerto antiguo, la ópera, la sirenita.., Nos comentaron que es la mejor manera para tener una panorámica de la ciudad en poco tiempo.
Después de disfrutar el paseíto volvimos al aeropuerto con tiempo y cogimos el avión de SAS dirección Stavanger. Llegamos ya tarde por la noche por lo que cogimos un taxi dirección al hotel. Nos alojamos en el Hotel St. Svithun, que es un poco friky ya que forma parte del hospital de la ciudad. No es muy glamouroso compartir el desayuno con gente del hospital, parejas que acaban de ser papás, etc. Pero el precio era considerablemente inferior a los demás. Otro problema es que estaba alejado del centro, a unos 25 minutos caminando, pero lo bueno es que el paseo por la zona residencial repleto de casitas blancas es alucinante.
El día se levanta más o menos aceptable, algo nublado pero con esbozos de sol, así que no podíamos arriesgar… ¡el Preikestolen nos esperaba!
Con el nerviosismo típico de cuando sabes que vas a hacer algo importante nos informamos de lo que hay que hacer para ir allí. Visitamos la oficina de Turismo después de casi media hora de caminata desde el hotel y nos comentan que hay que coger un ferry desde Stavanger a Tau y una vez allí un autobús de TIDE que te lleva en 20 minutos a Preikestholita donde se encuentra el inicio del ascenso.
Antes de nada, no os olvidéis de llevar desde Stavanger 2 ó 3 botellas pequeñas de agua por persona sobre todo si tenéis pensado quedamos a comer en el Preikestolen (Púlpito en español, Pulpit Rock en inglés). Por el camino es muy complicado comprar avituallamiento, por eso es mejor llevarlo desde Stavanger. Nosotros llevamos embutidos y frutos secos. Tened en cuenta que una vez comienzas el ascenso ya no hay ningún establecimiento para comprar absolutamente nada. Llevad también botas de montaña, muy recomendables para ir más cómodo y seguro. Vimos a muchos guiris ¡¡en chanclas!! Os lo juro, no me lo explico, cuando encima además el día estaba nublado y fresco.
Habíamos leído mucho acerca de esta excursión, de su dificultad, y estábamos un poco expectantes de cómo sería. Nosotros no somos demasiado montañeros y disponemos de una forma física bastante regular, así os sirve un poco de baremo al leer los comentarios.
A nosotros nos costó 2 horas y 20 minutos subir, haciendo bastantes paradas y la verdad es que el trayecto no es muy cómodo. La mayor parte del camino se hace entre rocas, las cuales tienes casi “escalar” para seguir adelante, pero poco a poco lo fuimos llevando sobre todo conocedores del premio que nos esperaba arriba. Creo que el concepto de esta excursión no es ver quien tarda menos en subir, si no disfrutar tranquilamente mientras subes de unos paisajes impresionantes y tomártelo con calma.
Pero no os asustéis que es completamente accesible para todo el mundo. Suben infinidad de familias con niños, personas mayores, embarazadas, parejas con bebés “enmochilados” a su espalada (lo cual nos pareció un poco insensato, ya que un resbalón en día húmedo como el que tuvimos nosotros podría ocasionar una caída fácilmente encima del bebé… pero bueno, estos noruegos son así...
Encontramos a muchísimos españoles por el camino que hacen más divertido el ascenso por el intercambio de comentarios jocosos :).
A mitad de camino llegamos a un valle espectacular con un par de lagos preciosos. O aconsejo llevar un bañador por si os apetece daros un baño si el día acompaña. Nosotros vimos a varios valientes dándose un chapuzón. El último tramo ya no es tan rocoso, pero como llevas el cansancio acumulado se hace durillo.
Pero ahí estaba…
El impresionante corte vertical de la roca quitaba el hipo. Su explanada de 25 metros cuadrados estaba bastante poblada de gente, todos con la visible emoción en sus rostros al encontrarse en uno de los sitios más alucinantes y espectaculares del mundo. Después de una sesión de fotos nos sentamos a comer el embutido y a disfrutar de un merecido descanso. Las vistas os podéis imaginar como son, incluso en un día gris como en el que estuvimos, era increíble así que me puedo imaginar como será en un día soleado. Si os quedan fuerzas, se puede subir un poco más para ver el Púlpito desde arriba. Nosotros no lo hicimos al estar algo cansados y la verdad es que ahora me arrepiento muchísimo de no haberlo hecho, así que no dudéis en hacerlo.
Después de un ratillo disfrutando del ambiente que se respira allí, emprendemos la bajada pensando que sería algo menos cansada, pero nada más lejos de la realidad. J Para colmo íbamos pillados de tiempo para coger el autobús que nos dejaría de vuelta en Tau, tan pillados que justo al final de la bajada tuve que darme un carretón para parar al autobusero y conseguir que esperase 3 minutos a mi mujer. De no haber cogido ese tampoco pasaba nada, creo que teníamos que esperar 45 minutos al siguiente, pero allí sólo hay un camping y un hotel y al estar tan cansados no había otra cosa que apetecieses más en el mundo que sentarse en el bus.
Cogimos el ferry de vuelta a Stavanger y como habíamos andado “poco” decidimos ir de vuelta al hotel caminando… así que otros 25 minutos más de marcha. Llegamos al hotel exhausto pero con la satisfacción de haber estado en un sitio tan especial como el Preikestolen, una de esas maravillas de la naturaleza que has visto desde pequeño en las fotos de los catálogos y que a partir de ahora cuando las veamos podremos decir “Yo estuve allí”
DIA 3: STAVANGER
Las previsiones del tiempo daban lluvias para este día, por eso en parte decidimos hacer la excursión al Púlpito el día anterior, pero curiosamente Stavanger amaneció con un espléndido sol.
Por la mañana visitamos parte de la ciudad y el casco antiguo con sus preciosas y cuidadísimas casitas blancas que merece muchísimo la pena. Parece un escenario de película de lo bonito y bien puesto que está todo. En 20 minutos de agradable paseo ya has visto las 4 calles que conforman este casco. Fuimos a comer al mercado de pescado junto al puerto, que por un precio razonable puedes degustar muchas de las cosas ricas que allí venden mientras te sientas en su terraza y gozas del ambiente tan especial del puerto.
A eso de las 14:00 horas, tomamos un crucero por el Lysefjord, muy aconsejable. Dura aproximadamente 3 horas (ida y vuelta) y fue nuestro primer contacto directo con un fiordo, con cascadas… y como guinda, ver el Preikestolen desde abajo. Parece mentira pensar que horas antes habíamos estando tan arriba (casi 700 metros sobre el nivel del mar). Como anécdota, el barco para justo al lado de una cascada, donde la tripulación coge agua directamente de la misma con un cubo luego la ofrece para poder beberla. A parte de esto algunas sorpresillas más.
Después de este bonito viaje aprovechamos el resto de la tarde para visitar lo que nos quedaba de la ciudad. Nos volvimos pronto al hotel porque al día siguiente había que madrugar, nos esperaba a las 7 de la mañana el barco rápido que nos llevaría a Bergen.
Creemos que con dos días es suficiente para visitar esta zona, aunque dependiendo del tiempo que dispongáis podéis dedicarle algún día más para hacer alguna de estas cosas:
1) Excursión al “Kjerag”: Seguro que habéis visto la tipica foto de la roca redonda que parece suspendida entre dos grandes paredes de rocas. Desde allí se pueden observar impresionantes panorámicas del Lysefjord. Para esta excursión necesitas un día, ya que tienes que desplazarte a Forsand y luego hacer la ruta que dura unas 6 horas (subida y bajada). Es un destino muy visitado hoy día debido a que el Preikestolen está muy masificado. Desde el Kjerag se realizan muchos saltos en paracaídas.
2) Crucero a la isla Flor & Fjaere, única isla con palmeras de Noruega donde hay unos espectaculares jardines con flores, plantas, etc. Si os gusta la botánica no dejéis de ir. Al parecer un restaurante bastante chulo.
3) Playa de Sola, muy valorada en la zona. A 12 kilómetros de Stavanger.
4) También podeis ir a Karmøy a ver la famosa Iglesia de Olav o a visitar la ciudad de Haugesund donde ver la cascada Langfoss o el fiordo Åkrafjorden.
Partimos en el barco rápido hacia Bergen en un trayecto de 4 horas que no se hace nada pesado. Hace algunas paradas y la verdad es que tienes tiempo para echarte una cabezadita, disfrutar de los paisajes desde la cubierta, o incluso usar el WiFi gratuito del barco. A nosotros nos vino genial para mirar cosas en Internet acerca del resto de destinos que nos esperaban en el viaje.
Llegamos a Bergen a eso de las 11 de la mañana, pillamos un taxi y fuimos camino al Hotel Grand Terminus. El hotel es el más antiguo de la ciudad por lo que está bastante valorado. Era evidente que nos íbamos a encontrar una decoración “abuelesca” pero en términos generales el hotel no estaba mal, aunque la habitación era bastante pequeña. No estaba en pleno puerto como otros, pero la relación calidad-precio era muy interesante.
Después de descansar un rato nos disponemos a visitar la ciudad. En un principio, pensábamos que Bergen tendría mucha más chica que Stavanger pero luego nos dimos cuenta que dedicarle 3 días a esta ciudad es demasiado. Es una ciudad más grande, pero para mí tiene mucho más encanto Stavanger.
El primer paseo nos dirigió al famoso puerto “Bryggen” donde está el tan nombrado mercado de pescado (Fisketorget). Es más pequeño de lo que yo esperaba pero cunde mucho J No es tipo lonja como conocemos en España, son puestos donde los dependientes te dan a probar todo tipo de pescado. Puedes comprar para llevar o directamente pedir que te preparen un plato combinado con lo que más te guste. Por supuesto, el salmón (en todas sus clases), el bacalao y la ballena son los manjares más solicitados. También hay arenque, anguila, gambas, cangrejo real y muchas cosas más. Os aconsejamos comer ahí porque es algo bastante especial y no es demasiado caro. Lo que nos pareció más curioso a simple vista es que el 90% de los dependientes del mercado de pescado eran españoles, catalanes casi todos. Gente joven que trabaja allí una temporada gozando de unos sueldos “noruegos” para luego volver a casa. Esto lógicamente facilitó un poco hacer nuestro pedido para comer J, pero ojo, que los precios varían bastante de unos puestos a otros. Anexo al mercado de pescado tienes algunos puestos más con fruta, aunque bastante carilla.
Después de comer ahí como unos señores, nos disponemos, hacia las 3 de la tarde, a coger el “Floibanen”, un tren-funicular único en Noruega que conecta en 7 minutos el Bryggen con el mirador de la ciudad en la montaña Floyen a 320 metros. Cuesta 70 coronas ida y vuelta y arriba hay un restaurante bastante valorado pero claro, de barato no tiene nada. No es sólo un tren turístico, los “bergenser” lo usan a diario para moverse, ya que tiene algunas paradas intermedias. Una vez arriba puedes disfrutar de una vista impresionante de la ciudad y de sus alrededores y si lo queréis, hay muchas rutas de senderismo para hacer por allí.
Una vez de vuelta en el Bryggen, aprovechamos a darnos un paseo por las míticas casitas de madera. Habíamos madrugado mucho así que tocaba descansar para seguir al día siguiente.
DIA 5: BERGEN
Después del “suculento” desayuno del hotel, decidimos hacer otra excursión de altura: Ulriken643. Tomamos un autobús de dos plantas cerca del Bryggen que nos acerca a la base donde sale el teleférico al monte Ulriken. Es una excursión similar a la del Floibanen, lo único que con otra vista diferente. También pueden hacerse rutas de senderismo desde 45 minutos a varias horas. Si no queréis alejaros mucho, podéis daros un paseo hasta el primer lago, seguramente compartiendo el camino con numerosas ovejas
Esta excursión nos llevó buena parte de la mañana, lo justo para volver al mercado de pescado a comer. Por la tarde aprovechamos para pasear por las calles de Bergen, no sin antes tomar un buen café en una cafetería de las casitas de madera. Es una ciudad en la que os encontraréis muchos músicos callejeros. Hay una pareja, padre e hija, que llevan toda la vida tocando en Bergen. Se llaman GeeGee & Soluna y si os encontráis con ellos paraos por que merecen la pena. De hecho nosotros les compramos un CD, el cual nos salvó de las tertulias radiofónicas noruegas en el coche.
Por la tarde noche, era obligado volver a subir al Floibanen para ver Bergen de noche. Subid mejor a la hora del crepúsculo, cuando aún es de día pero la noche está al caer. Las vistas de la ciudad, su puerto, los fiordos… son preciosas.
DIA 6: BERGEN
Este día nos arrepentimos de haberlo pasado en Bergen porque ya teníamos todo bastante visto. Sólo nos quedó visitar el Gamle Bergen, un museo al aire libre con más de 40 casas de madera típicas de la arquitectura de Bergen en los siglos 18 y 19. Nos dijeron que era una reconstrucción del casco antiguo, con sus tiendas, panadero, peluquero, dentista, fotógrafo.. Se llevaron una a una las casas antiguas hasta este emplazamiento fuera de la ciudad (hay que coger un autobús). Merece la pena darse un paseo por allí. Tienen visitas guiadas por dentro de las casas.
DIA 7: BERGEN-VOSS
Después de empaparnos de la vida urbana de esta parte de Noruega estábamos deseosos de experimentar la riqueza natural del país, así que nos levantamos con la ilusión de 2 críos para recoger el coche de alquiler y emprender nuestra ruta. Fue un poco coñazo porque la oficina de HERTZ estaba fuera de la ciudad y tuvimos que coger un taxi para evitar perdernos… curiosamente hasta el taxista ser perdió pero al final pudimos llegar a por el coche.
Salimos de Bergen con nuestro Yaris por la carretera C7 admirando un paisaje espectacular. La primera parte era por mayormente por el interior. El día estaba nublado pero la luz era espectacular, mágica… perfecta para hacer fotos. Parecía que estábamos en un escenario de El Señor de los Anillos.
Durante el trayecto se pueden ver numerosas cascadas hasta que llegas a una de las más importantes e Noruega, la Steinsdalfossen. Lo curioso de esta cascada es que está habilitada para que pases por detrás de la cortina de agua de 50 metros de alto.
Proseguimos nuestro camino hasta llegar a una pequeña ciudad con mucho encanto: Nordheimsund[/url], del municipio de Kvam y ya dentro del Hardangerfjord. Merece la pena dar una paseo por los muelles de madera de su puerto.
Seguimos por la C7 camino de unos de los paisajes más salvajes de Noruega, la cascada Voringfossen. Por el camino hay muchos embarcaderos con merenderos y demás que son una delicia. Nosotros nos paramos en uno que había una cafetería y una especie de museo del salmón. Estabamos completamente solos con una sensación de paz absoluta. Y como colofón nos comimos una crepe típica de allí que nos hizo en el momento una señora encargada del local.
Para llegar a Voringfossen hay que ir dirección Eidfjord, y por primera vez, desde Brimmes a Bruravik, metimos el coche en un ferry con la incertidumbre típica de un novato. Luego te das cuenta que es una chorrada, es como meter el coche en un parking en movimiento. Desde Nordheimsund a Voringfossen hay 2 horas de trayecto aprox. Una vez en los impresionantes parajes de la cascada, dimos un paseo por sus camino, pero ¡ojo! Son muy peligrosos. Hay acantilados donde es muy fácil dar un traspié y caer al vacío, pero no os preocupéis que está todo perfectamente señalizado. Lo mejor es ir por un camino hasta una cafetería donde hay miradores para contemplar la brutal caída de la cascada de casi 200 metros.
Después de disfrutar de este regalo de la Naturaleza, ponemos rumbo a Voss. 1 hora y media tardamos en llegar. Es una ciudad algo más grande que no nos llamó excesivamente la atención. Tiene una pradera inmensa donde dar un paseo a orillas del lago Vangsvatnet que realmente merece la pena. Voss es una localidad famosa allí por la cantidad de oferta que hay para deporte de aventura y naturaleza. Aquí podéis descargar un folleto con muchas opciones. Teníamos mucha ilusión en ver como sería la cabaña donde dormiríamos. Nunca habíamos estado en una y nos parecía algo muy auténtico y romántico. Nos costó mucho encontrarlo porque estaba a las afueras de Voss, por la montaña, pero mereció la pena. El complejo se llamaba Bavallsia y la verdad es que era muy chulo. La cabaña tenía 2 habitaciones, una abajo y otra en el piso de arriba, así que contando con los dos sofás del salón podrían dormir 6 personas. El tema de las cabañas es curioso porque están pensadas para gente que viaja en caravana o a pie, porque no te suelen incluir ni las sábanas ni la limpieza. A nosotros nos costó la noche 119 euros incluyendo las sábanas y la limpieza.
Nos acostamos después de un día muy completo. Por la noche había una niebla y unas nubes cerradísimas que hacían más “especial” la estancia en la cabaña. Nos levantamos deseando que el tiempo cambiase y así fue.
En la zona de las cabañas estaba muy nublado pero era porque estábamos bastante arriba en la montaña. Cuando bajamos, un reluciente día nos estaba esperando así que nos quitamos con mucho gusto las chupas. Condujimos por la E16 disfrutando de los bellos paisajes de la zona interior de esta comarca, rodeados de lagos y cascadas.
A unos 12 Km. Nos topamos con una que no teníamos “controlada” de antemano así que fue una sorpresa muy grata. Era la cascada Tvindefossen, en el pueblo de Tvinde. Tiene un camping magnífico justo al pie de la cascada al cual recomendamos, si os cuadra, que os alojéis, porque tiene que ser impresionante dormir allí. La cascada en sí es una pasada, no es la típica caída de agua en vertical, está compuesta por “escalones” que la hacen muy especial. Se puede andar por ellos sin problemas y subir hasta casi la parte de arriba. No os la perdáis que merece la pena.
Seguimos adelante camino a Flam. Poco más de una hora nos llevó llegar allí. Flam es uno de los destinos turísticos más típicos de Noruega, gracias a su Flamsbana (Tren de Flam), una de las obras de ingeniería noruega más laureada. Su trayecto ferroviario desde Flam a Myrdal es un regalo para la vista. Valles, cascadas, lagos, montañas… 20 Km. De paisajes increíbles. A mitad del trayecto el tren se para para admirar desde cerca la cascada Kjosfossen, que guarda una sorpresa que no queremos revelar, experimentarla vosotros mismos A parte, la central eléctrica de esta cascada, suministra la energía necesaria para el funcionamiento del Flamsbana. Ojo con los horarios que no son muy cómodos. Cuando llegamos a Myrdal, si no tienes pensado hacer ninguna ruta andando por allí o quedarte a comer o lo que sea, tiene que coger el tren de vuelta a Flam casi seguido, que es precisamente lo que nosotros hicimos.
Nos despedimos de la bella Flam dirección Gudvangen. Llegamos enseguida ya que está a poco más de 20 Km. Gudvangen realmente es una villa de paso, no hay casas, sólo unos apartamentos y un curioso poblado vikingo que no se sabe muy bien si es real o es una atracción. Llegamos allí con un espléndido sol que nos dejó apreciar la belleza del Naeroyfjord, un paisaje mágico, sacado de un cuento de hadas, un lugar que jamás olvidaré. Llegamos con bastante tiempo antes de que nuestro ferry apareciese, así que nos permitió descansar tirados en la pradera del fiordo y disfrutar de unos momentos de paz absoluta mientras veíamos como llegaban y marchaban pequeñas embarcaciones. Incluso vimos una canoa vikinga navegada por gente disfrazada de vikingos de la época. Visitamos también ese pequeño poblado vikingo. Muy curioso.
Nos embarcamos en el ferry que nos llevará a lo largo del tramo del Naeroyfjord hasta uno de los fiordos más famosos del mundo: Sognefjord (Fiordo de los Sueños). Este crucero que tomamos no era un simple ferry de conexión, era también turístico, por lo que por megafonía te iban contando historias de la zona.
1 hora y media de placentero viaje hasta llegar a Kaupanger. Llegamos con la tarde muy avanzada y como íbamos a estar 2 días por allí, nos dirigimos directamente a nuestro alojamiento, una vez más, en una cabaña. Se llamaba Vesterland y esta vez era un complejo de cabañas más grande y con más servicios. 120 euros por noche… sin desayuno. El desayuno costaba 15 euros por persona… alucinante, y solo tenían 4 cosas de buffet. Nosotros fuimos malos y nos hicimos los “suecos” a la hora de pagar. 60 euros que nos ahorramos… Sí, ya sé que está mal pero es que de verdad que era un atraco para lo que ofrecían. Por el contrario, cenamos 2 veces allí dejándonos una pasta, así que una cosa por la otra :). Tuve ocasión de probar una exquisita receta de carne de reno… ¡¡IMPRESIONANTE!!
Visitamos Kaupanger, su preciosa iglesia de madera (la más grande de la comarca), su bucólico embarcadero a orillas del Fiordo de los Sueños… inolvidable. Y por la tarde recorrimos las laderas de la montaña con el coche conduciendo por caminos espectaculares. Nos sobraba tiempo, pero cuando te alojas en una cabaña de montaña tan alucinante, el estar varias horas dentro… como que no importa, ya me entendéis
Amaneció un bonito día en Kaupanger y sobre la marcha, decidimos ir a visitar la famosa iglesia de madera de Urnes. Para ello, teníamos una hora de camino hasta Solvorn, donde allí cogimos un ferry hasta Urnes. De camino a Solvorn se puede visitar Songdal, aunque nosotros no nos detuvimos mucho. La iglesia estaba en obras por lo que no pudimos disfrutar demasiado de ella, pero aún así fue interesante ver como una construcción de madera con árboles talados en el año 1129 todavía siga en pie.
En vez de coger el ferry de vuelta a Solvorn, aprovechamos para disfrutar del Lustrafjord desde el coche, rodeando todo el pequeño pero precioso fiordo. Por el camino os encontraréis con la cascada Feigefossen.
DIA 10: KAUPANGER-LOEN
Salimos de Kaupanger con un día bastante gris y amenazando lluvia. Después de 1 hora, nos topamos con nuestro primer glaciar, el Boyabreen, un brazo del glaciar Jostedalsbreen. Es una pasada ver ese bloque de hielo inmóvil en la ladera de la montaña. Realmente merece la pena.
Seguimos nuestro camino y paramos a comer algo en un merendero de carretera cerca de Utvik, desde donde hay una panorámica impresionante del fiordo Nordfjord y la villa de Stryn. Una hora más tarde llegamos a Loen bajo una intensa lluvia que nos obliga prácticamente a encerrarnos en el precioso Hotel LoenFjord. La lluvia se calmó un poco y nos dejó un respiro para dar un paseo por los caminos rurales de Loen. En la cena, otro plato de reno, esta vez guisado, acabó en mi estómago…
DIA 11: LOEN-ALESUND
Nos levantamos descansados para afrontar un duro día. Antes de tomar el camino a Alesund, era obligada la visita al glaciar Briksdal. Llegamos allí muy prontito, no eran ni las 9 de la mañana. Allí nos informamos y nos comentaron que había un trayecto a pie de unos 20 o 30 minutos, así que decidimos, ya que nos esperaban muchos kilómetros de coche, comprar 2 billetes para unos carricoches que te suben hasta casi el glaciar. Esta es una zona muy visitada donde se pueden hacer muchas rutas de senderismo en el glaciar. Tiene que ser algo impresionante pero te lleva un día entero, además es obligatorio ir con un guía experto en glaciares.
Dejamos Briksdal para dirigirnos a Hellesylt, donde tomaremos un ferry turístico por el Geirangerfjord hasta Geiranger. Durante este espectacular trayecto se puede ver la famosa cascada de Las Siete Hermanas. La sensación cuando llegas a Geiranger es inexplicable. La belleza de ese lugar no se puede describir y eso que llegamos con un día horriblemente nublado. Los gigantescos cruceros que hay allí hacen que el paisaje sea de cuento. La mejor manera de ver este fiordo es desde el mirador Flydalsjuvet. Nosotros no pudimos ir, aunque de poco nos habría servido con la niebla que había porque seguramente no habríamos visto nada desde tan arriba.
En este punto del viaje tuvimos dudas, tal y como estaba el tiempo no sabíamos si arriesgarnos a pasar por la famosa “Escalera de los Troll” Trollstigen, una de las carreteras más peligrosas del mundo o acortar el camino por la 650 hacia Alesund. Pensamos que quizá jamás en nuestra vida volveríamos a este lugar así que no había más remedio que arriesgarse, ¡así que tomamos la C63 hacia la Trollstigen!. La verdad es que no sabíamos si la cogeríamos en subida o en bajada, pero esas incertidumbres hacen más interesante el largo camino. Cuando llegamos al inicio, se supone que era el mirador donde poder admirar las impresionantes vistas de la carretera, las montañas que la rodean y la cascada Stigfossen. Pues bien, nosotros no pudimos ver nada de eso… la niebla que había no nos dejaba ver 4 metros más allá del morro del coche J por no decir los 8ºC que hacía… en pleno Agosto.
Por suerte, a medida que fuimos bajando, la niebla se esfumó y apareció ante nosotros la majestuosa Trollstigen. La verdad es que ponía los pelos de punta, saber que es una de las carreteras más peligrosas del mundo, con el asfalto empapado, el cielo tormentoso, pequeñas cascadas que pasan pegadas a la carretera… fue alucinante. Y realmente no es para tanto. En 2005 se gastaron 16 millones de coronas y la han dejado muy accesible. De hecho nosotros nos paramos en algunos puntos “críticos” del camino para hacer fotos.
Una vez pasada la curiosa experiencia de la Trollstigen, finalmente nos dirigimos a Alesund. Todo el camino nos acompañó una incesante lluvia que hacía más fuertes nuestras ganas de llegar al hotel…
Y así llegamos a eso de las 19:00 a Alesund, la ciudad del Art Noveau, una de las más pintorescas de Noruega. Fuimos al Hotel Radisson SAS a dejar los trastos y sinceramente, tal y como estaba el día, invitaba a quedarse en el hotel. Pero de repente las nubes se fueron y dejaron un escenario precioso en Alesund. El paseo por sus calles y muelles mientras poco a poco se ponía el sol fue inolvidable. A las 21:00 nos fuimos a cenar agotados de un día potente.
DIA 12: ALESUND-KRISTIANSUND
Al día siguiente, subimos al Mirador de Fjellstua del Monte Aksla (imprescindible) desde donde se puede ver una panorámica impresionante de Alesund y los bellos fiordos e islas que la rodean. 418 escalones fueron los culpables que llegásemos hechos polvos arriba… y luego nos dimos cuenta que se podía acceder en coche. Pero bueno, ya se sabe, “a pata” las cosas se ven de otra manera No dejéis de visitar el mirador, merece muchísimo la pena.
De Fjellstua, nos dirigimos a uno de los lugares más bonitos de Sunnmore, el pequeño pueblo de pescadores de Alnes de la isla de Godøy, con su mítico faro rojiblanco. Es una trayecto muy cortito, de unos 25 min. Por la 658. Es uno de los sitios más románticos en los que hemos estado. Se supone que es muy turístico pero no había ni un alma por allí. Si tenéis tiempo, podéis tomar un café en el propio faro.
Nos despedimos de Alesund dirección a Vestnes, donde tomaríamos el ferry a Molde y de ahí a Kristiansund. Lamentablemente, cuando llegamos a Vestnes y después de casi 1 hora de espera por una avería en la rampa de acceso al ferry que no se solucionó, tuvimos que deshacer parte del camino y dirigirnos a Tresfjord, donde habilitaron un nuevo ferry hacia Molde. Una vez en esta ciudad, nos dimos una vuelta rápida con el coche con más ganas de llegar a Kristiansund que otra cosa. No podría hablar ni bien ni mal de Molde porque sinceramente, poco vimos.
Pero antes teníamos el último aliciente de lujo de este viaje, la Carretera del Atlántico, que en 2005 fue catalogada como la construcción noruega del siglo. Son 12 puentes que serpentean entre pequeñas islas con las magníficas vistas del océano como protagonistas. Incluso dicen que es posible ver ballenas y focas si el tiempo es bueno.
Para llegar allí cogimos la 64 hacia Eide, que es donde oficialmente empieza la Atlanterhavsveien (Carretera del Atlántico). Hay algunas zonas habilitadas para parar el coche y hacer alguna foto así que ya sabéis, tener la cámara preparada Desde Eide a Kristiansund hay algo menos de 1 hora de camino, pero realmente el tramo chulo de la Carretera del Atlántico son 10 minutos. Nosotros la pasamos con tiempo tormentoso, pero ese aire tenebroso la hizo más especial. Podéis entrar en www.theatlanticroad.comincluso en Youtube poner “Atlantic Road” y hay videos muy chulos como el de este anuncio: www.youtube.com/ ...re=related
Así las cosas, llegamos a Kristiansund con lluvia… ooootra vez, nos fuimos a dejar los bártulos al Atlanten Motell Og Camping, que está un poco apartado del centro pero bien de precio. Volvimos a la ciudad a cenar y poco más, el tiempo no acompañaba y sinceramente, tampoco tenía una pinta muy sugerente Kristiansund.
DIA 13: KRISTIANSUND-TRONDHEIM
Como era de esperar, la lluvia se empeñó en acompañarnos el resto del viaje. Desde Kristiansund llovió como para rellenar el Atlántico enterito… y una vez llegamos a Trondheim, la cosa no mejoró, llovía tanto que se nos hizo imposible visitar casi nada (la catedral, el Gamle Bybro con las casita de colores del canal…) Una pena porque la ciudad tenía una pinta muy chula para haberla disfrutado más. Pero la odiosa lluvia y el cansancio acumulado pudieron con nosotros…
DIA 14: TRONDHEIM-MADRID
Para despedir a este bello país, nos tocó un madrugón de los buenos… y para que veáis como son las cosas, sin nubes en el cielo y con un amanecer precioso en lo que tenía pinta de convertirse un día perfecto para visitar Trondheim. El aeropuerto está lejos del centro y si pretendes coger un taxi vete preparando 50 eurazos… Por eso optamos por pillar un autobús que costaba creo 20 euros que te dejaba directamente en el aeropuerto.
Allí tomamos el avión de vuelta a Madrid, haciendo escala en Amsterdam. Barajas nos esperaba con los brazos abiertos para volver a nuestra “querida” rutina, conservando aún en nuestra retina los impresionantes sitios que habíamos visto días atrás, y es que no creo que este viaje se nos olvide jamás.
Bueno, eso es todo amigos.
Sólo espero que con estas líneas podamos ayudar a alguien que quiera planificar su viaje a los fiordos. ¡¡que lo disfrutéis!!
La verdad es que me ha gustado mucho tu diario. Tengo alguna pregunta.
Yo me voy en Julio y la escala es de 4 horas y media. El billete yo lo compre para ir de Madrid a Stavanger, tendré que facturar de nuevo o yo facturo en Madrid y ya me olvido y con que vaya media hora antes a embarcar es sufuciente. Lo digo porque según he leido se tarda 12 minutos desde el aeropuerto al centro de Copenague y en 4 horas me daria tiempo a ver algo.
Indiana Jones Registrado: 19-06-2007 Mensajes: 2850
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doriforo Escribió:
La verdad es que me ha gustado mucho tu diario. Tengo alguna pregunta.
Yo me voy en Julio y la escala es de 4 horas y media. El billete yo lo compre para ir de Madrid a Stavanger, tendré que facturar de nuevo o yo facturo en Madrid y ya me olvido y con que vaya media hora antes a embarcar es sufuciente. Lo digo porque según he leido se tarda 12 minutos desde el aeropuerto al centro de Copenague y en 4 horas me daria tiempo a ver algo.
Gracias.
Hola doriforo.
Yo lo compré así (con la misma compañia) con escala en Coopenhague y no tuve que ocuparte de nada. Y creo que para todos los destinos funciona de la misma manera. _________________ Saludos
La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad de la persona que lo mira
Diario de Noruega: www.losviajeros.com/Blogs.php?e=1107
Diario de Roma: www.losviajeros.com/Blogs.php?b=547
La verdad es que me ha gustado mucho tu diario. Tengo alguna pregunta.
Yo me voy en Julio y la escala es de 4 horas y media. El billete yo lo compre para ir de Madrid a Stavanger, tendré que facturar de nuevo o yo facturo en Madrid y ya me olvido y con que vaya media hora antes a embarcar es sufuciente. Lo digo porque según he leido se tarda 12 minutos desde el aeropuerto al centro de Copenague y en 4 horas me daria tiempo a ver algo.
Gracias.
No hace falta "refacturar" al ser una escala directa no tienes que preocuparte del equipaje. Nosotros también tuvimos 4 horitas para vistar Copenhague, te da tiempo de ver bastantes cosas. Yo te aconsejo que pilles un crucerito fluvial que te recorre en 1 horita la ciudad, y el resto a pasear por las zonas típicas, el Nyhavn, etc.
Hola SOMATUSCANI:
Buena crónica y muy buenas fotos , ¿qué equipo fotográfico llevabas?
Un saludo
Hola Chirru, no llevo un equipo muy especial, una Olympus E520 con 3 objetivos Zuiko (12-60, 50 y 40-150) A parte un trípode de viaje para las nocturnas.
Una marvilla de relato, creo que lo tomare como referencia de mi proximo viaje, que por cierto esta sin confeccionar aun, de momento estoy cogiendo ideas, una pregunta una viaje de este tipo de una duración aproximada de 12 días por cuanto puede salir mas o menos, para hacerme una día, porque desde luego este es un dato importante je je _________________ COSTA RICA, PRAGA Y PARIS, LANZAROTE Y CROACIA, SELVA NEGRA, Istria y Eslovenia. Amsterdam, BARCELONA, CORFU, CERDEÑA, BERLÍN, SUIZA
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