Shari
Travel Addict
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Hola queridos amigos!!
Como en la preparación de nuestro viaje a Roma habéis sido parte importante, ahora quisiera yo aportar mi granito de arena (porque tengo frescos los lugares y nombres) como forma de agradeceros lo que me ayudásteis. Ahí va nuestra aventura en Roma.
Día 1: Sevilla-Madrid-Roma
Entre cambiar de avión, buscar el hotel y tal, llegamos sobre las 6 y media de la tarde, así que tras darnos una ducha, nos fuimos a pasear andandito desde nuestro hotel que estaba en Términi pasando por los baños de Diocleciano y la zona del Quirinale hasta la Fontana di Trevi y plaza España. Como estábamos muy cansados de tanto viaje, esperamos a que anocheciera para ver iluminada la zona y nos fuimos a dormir.
Día 2:San Calixto-Veneto-Pópolo-Villa Borguese
Tras desayunar tempranito, cogimos el metro hasta Piramide, y de ahí el autobús 118 hasta las catacumbas de San Calixto, cuya entrada nos costó 5 euros con guía en castellano, que era un cura muy amable que aunque hablaba poquito, llevaba un reproductor de CD portátil con el que se apañaba para las explicaciones. El entorno muy bonito, el paisaje parecía más de la toscana que de Roma. Hicimos el camino a la inversa, y en la parada de metro nos fuimos hacia el centro, hacia via Venetto, para ver la cripta capuchina, que aunque algo macabra, merece la pena por original (todo lo que lo adorna son huesos de los monjes) y la entrada es un donativo voluntario.
Paseamos por Via Venetto viendo los cafés de lo que fue la zona de la Dolcce Vitta y nos paramos a tomar algo para coger fuerzas. Luego, nos trasladamos a la iglesia de Sta María della Victoria para ver la escultura de Santa Teresa en éxtasis y de ahí paseando por San Carlo in quatre fontani hasta llegar de nuevo a la zona de plaza españa y de ahí hasta la plaza del Pópolo, donde vimos la iglesia, descansamos e iniciamos la subida hacia Villa Borguese, que nos vino muy bien para relajarnos y pararnos de vez en cuando entre lo verdecito a descansar. Cuando terminamos el paseo estábamos tan cansados que nos volvimos al hotel. Compramos pizza al peso en una trattoria cercana y nos la cenamos en la terraza del hotel.
Día 3: Día de las iglesias
Yo creo que en la vida he visto tantas iglesias juntas. Comenzamos por la mañana en San Pietro in Vincoli, para ver el Moisés, después fuimos hasta San Clemente donde bajamos por 6 euros por cabeza a ver la cripta, aunque sinceramente, esperábamos algo más. Después nos marchamos hasta Sta María Maggiore, donde coincidimos que estaban dando misa, y merecía la pena seas creyente o no por el coro y el órgano que estaban cantando en ese momento.
Después nos fuimos hasta San Giovanni Laterano y luego a comer. Continuamos la tarde con el Panteón, sobervio, imponente, nos encantó. Justo al lado, la plaza con el obelisco del elefante y Santa María sopra Minerva, con sus techos azul cobalto de estrellas, y de ahí, hasta la iglesia del Gesú, San Ignacio de Loyola y la columna de Marco Aurelio. Y andandito de vuelta al hotel reventaítos.
Día 4: Vaticano y Trastévere
Guiada por vosotros, no madrugamos mucho. Nos fuimos a la basílica a las 9 de la mañana, y para entrar ningún problema, cola fluida, de 10 minutos. Muy estrictos los "man in black" de la entrada con el vestuario que llevaba la gente. Nosotros pasamos sin problema. Visitamos tranquilamente la basílica, las tumbas papales y escuchábamos hablar que había gente haciendo cola desde las 5:30 de la mañana, y que ahora iban más o menos por las 3 horas de espera. Terminamos de verlo todo, nos fuimos de comprar recuerdos, nos tomamos algo y a eso de las 12:30 nos pusimos en la cola de los museos y estuvimos unos 50 minutos, con lo cual ya habíamos adelantado bastante, además era relativamente rápido porque no dejábamos de andar. Cuando salimos que eran más o menos las 2:30 de la tarde, NO HABÍA COLA. O sea, que si se come pronto, y después te vas a ver los museos, quizás te ahorres la cola.
Comimos por allí y nos fuimos a la zona del Trastévere, tras ver el castello Sto. Angelo. Creo que la iglesia con diferencia que más nos ha gustado ha sido esta, la de Sta María in Trastévere. Tras varios días de iglesias tan espectaculares e imponentes, esta más pequeñita y casi bizantina, recogida, con sus pinturas y su plaza, nos maravilló. Cenamos por allí, nos dejamos llevar por las callejuelas y volvimos a descansar al hotel.
Día 5: Napoles-Pompeya
Como no terminábamos de encontrar conexión buena de trenes, decidimos hacer la excursión contratada. Fallo. Cosas buenas y malas. Bueno, que todo estaba incluido (comida, traslado, entradas...) y no debes preocuparte por nada. Malo, que te meten 3 horas y pico de autocar, parada en una fábrica de camafeos y corales que cuestan un huevo para que compres, que te enseñan Nápoles desde el autobús y que nos llevaron a Pompeya a las 3 de la tarde, porque somos de Córdoba los 6 que fuimos y resistimos el calor que si no...) y el precio, 110 euros por cabeza con la empresa Green Line Tours. Además el guía era bilingüe inglés-castellano, y daba muchísimas más explicaciones en inglés que en nuestro idioma, que reducía al máximo la explicación. En fin, Pompeya mereció la pena. Pero a la vuelta éramos 6 trompos "mareaos"
Día 6: Coliseo - Piazza Navona
Nos fuimos derechitos al Palatino tal y como nos dijísteis y sacamos la entrada sin cola alguna. Después, pasamos de la "cola" del coliseo, que ya era larga, entramos y contratamos el guía en castellano, 3.5 euros por cabeza, y un chaval español, Jorge, nos guió la visita. Muy bien.
Mucho romano en la puerta pa sacarse las fotos y muchísima gente. De ahí nos fuimos andando hacia Santa María in Cosmedín, donde está la boca de la veritá, había una pequeña cola porque hay que "donar" 50 céntimos para hacerse la foto y ayudar a la iglesia, que está bastante deteriorada, no se si es que no sacan suficiente con las fotos...
Luego pasamos por el foro boario, el teatro marcelo, la colina del capitolio, largo di torre argentina que es donde se dice que asesinaron a Julio César y de ahí a Piazza Navona, donde concluimos ese día.
Día 7: Compras
Nos dejamos un día libre para comprar recuerdos y pasear tranquilamente. Por la mañana fuimos de un lado para otro y por la tarde, volvimos al trastévere que nos gustó tanto a cenar y despedirnos de roma, y al día siguiente, otra paliza de viaje, pero muy contentos porque hemos disfrutado muchísimo y nos hemos reido una "jartá" como decimos por aquí. Merece la pena.
CONSEJOS
Restaurantes
Hemos comido bastante bien, si te gusta la pasta, no hay problemas. Restaurantes a recomendar: "Il Brillo parlante", en vía de la Fontanella 12, muy cerca de la plaza del Pópolo y desembocando en via del Corso. Fenomenal, de trato, de ambiente, de aire acondicionado, de decoración y de comida, sobre todo. Pizzas en torno a 8 ó 9 euros pero enormes, degustación de quesos... En fín, que allí hemos comido 2 veces porque nos encantó.
Otro restaurante que nos gustó mucho es "Ivo a Trastévere", en vía San Francisco a Ripa 158. Genial. Las pizzas buenísimas y los platos de pasta superabundantes. Las bombas de queso mozzarella y de patata estupendas. Y las pizzas blancas, sin tomate en la base, también. Igual, en torno a los 8 ó 9 euros las pizzas grandes y a 6.5 las pequeñas, que te quedas de maravilla con ellas. También repetimos dos veces.
Uno original: Sora Margueritta. Está en la Plaza Cinque Scuole, en el barrio judío. No lo encuentras fácil, porque no tiene cartel ni nada, solo una puerta con unas cortinas de serpentinas rojas. Entras y en principio no sabes si estás en un restaurante o en la casa de un vecino, porque nosotros comimos con un frigorífico detrás. La comida muy buena, casera, y muy buen cocinada. Si buscas diseño, nada de nada. Platos y vasos del año la polka, pero ya os digo que la comida muy bien, quizás un pelín cara porque el entorno y el lugar es estrechillo, cada silla de su padre y de su madre, pero como original y diferente, no cabe duda. Especialidad en alcachofas, aunque yo me pedí una especie de lasaña sólo de verduras que estaba genial, y mi marido unas albóndigas que eran pelotas de tenis. En serio, la comida muy buena.
Luego en varias ocasiones hemos recurrido a trattorias para compra la comida y llevar. Ninguna mala.
Como lugar para olivadar "DAGNINO, en Via Torino 95, en un pasaje. No tiene nombre lo que nos dieron para comer. Precocinado, recalentado, tieso, mal servido, poca comida ( y aún así, grasienta, mi marido desde ese día no dejó de tomar almax), la ensalda di fruti di mare eran 4 trozos de pulpo con vinagre y dos mejillones descoloríos, y la pizza de mi amiga María José, estaba aún congelada en el centro cuando se la sirvieron diciendo "pizza exquisita per la señora". Y un jamón. Vamos que ni de lejos se puede recomendar. Además por 6 platos sin postre ni café y la cosa esa llamada ensalada nos soplaron casi 100 euros. El nombre no puede venirle más al pelo. Dañino y ¡tanto!
Hotel
Nos alojamos en el hotel Des Artistes, en vía villafranca 20. Genial. Es un 3 estrellas superior a su categoría. Limpio, bien decorado, con aire acondicionado individual y muy bien situado, cerca de Termini, junto a la boca de metro de Castro Pretorio. Como es sólo de alojamiento y desayuno, en la azotea del hotel, han puesto una terraza estupenda llena de naranjos, plantas y celosías de madera, con sillas y mesas, donde te puedes subir el desayuno o comprar por las noches la comida (como hacíamos nosotros) y subírtela y cenar tranquilamente. Está abierta hasta las 12:30 de la noche, con lo que cuando vuelves cansado, te das una ducha y te subes a cenar allí, con el fresquito, lo verde y las estrellas y estás de lujo. Vamos que si volvemos, el hotel lo repetimos. El desayuno era bastante bueno para ser un mini buffet: café, leche, tés, infusiones, yogur líquido, zumos. Mantequilla, mermeladas, cereales, croasanes, panecillos, choped, queso, y tostadas de biscotte. Pero muy bien. Nosotros nos subíamos a la terraza un croasan de más, lo rellenábamos de choped y queso, lo envolvíamos en una servilleta y nos servía de "tapeo" a media mañana con una coca cola en cualquier sitio tranquilo.
Compras
Recuerdos baratos en Soprani, en vía Masquerino 29, saliendo de san Pedro a mano izquierda. Gorras de Roma a 1.80 euros, camisetas de muchos modelos a 3 euros, virgencitas de mesilla de tamaño medio a 8 euros (en cualquier otro sitio estaban sobre los 19 euros), rosarios y recuerdos religiosos muy baratos, pañuelos de seda a 3 euros, corbatas...
Luego, en Vía de San Andrea delle Fratte 23, muy cerca de plaza españa estaba "Muran" que dentro de las cosas de cristal de Murano, la más barata y con unos diseños muy bonitos. Te entregan tu tarjetita de certificado de que es cristal de murano (en otros sitios parecía plástico) y hay anillos por 8 euros, pulseras entre 10 y 12, collares desde 15, y ya os digo, de diseños modernos y muy bonitos.
En Piazza Navona compramos también acuarelas de Roma, 3 por 20 euros.
Heladerías
En la esquina del Panteón, los helados riquísimos, el de Nutella y el de yogur, auténticos, y en la piazza navona en 3 scalini, el de tartufo, muy bueno también.
Trasnporte
Desde el hotel teníamos la parada de Castro Pretorio que es la línea B del metro de Roma, pero como en una parada estábamos en Términi, allí se cruza con la línea A, por lo que de metro muy bien.
En cuanto a autobuses, descubrimos que el 492 nos dejaba al ladito del hotel, y es la mejor combinación si vienes de la zona del trastévere que es la más alejada desde donde estábamos. Para el autobús comprábamos el billete pero no lo picábamos y nunca nos lo pidió nadie. En el metro sí, pero claro, para entrar tienes que picar por las taquillas, y después tienes 75 minutos para transbordar, pero si sales del metro, ya no puedes volver a entrar con ese mismo billete, ya toca autobús.
Seguridad
Yo no he visto en mi vida tanta policia junta. Supongo que habrá mucha picaresca y carteristas, pero vigilando los bolsos en el metro y en los lugares de bulla, no hemos tenido ningún problema. Cuando volvíamos a términi andando, decían que la zona era mala, más que mala, es que es la zna donde se reunen los vagabungos y la gente de la calle, pero nosotros 6 pasábamos por allí y si tu nos les dices nada, ellos a tí tampoco.
Comprar pasta
Si pensáis traer de recuerdo pasta, comprádla en un super. Encontramos uno justo al lado del hotel,y los paquetes de pasta de medio kilo no llegaban al euro, de muchos tamaños formas y colores que no se ven aquí y que luego en las zonas turísticas de roma te los venden a 5 y a 6 euros. Quesos también estupendos, lo que pasa es que nuestro vuelo no era directo a Sevilla y se nos pondrían malos.
Suciedad
Eso sí, a pesar del turismo y del dinero que recibe Roma, deja un poquito que desear en sus calles y su limpieza. Siempre estaba el suelo lleno de papeles, las fachadas de muchos edificios parece que se caen a cachos o que hace años que nadie los pinta, carteles pegados unos sobre otros en cualquier lugar, y pintadas grafiteras que se cargan calles con encanto. El río Tiber está sucio y huele mal, y entrar en baños públicos ni hablamos, no creo que haya retenido tantos líquidos como esta semana. Tiene un aire decadente que aunque forma parte de su encanto, no estaría de más un buen "fregao" de la ciudad.
Espero que os sirva de algo este best seller. Un besazo
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Viajar es descubrir, que todos están equivocados acerca de otros paises.
Aldous Huxley
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Ah! se me olvidaba, con respecto al vestuario, salvo para el Vaticano y San Pietro in Vincoli que lo controlaban, con el calor, siempre hemos ido de verano (bueno, pantalón corto no), y en el bolso llevaba una rebeca de manga corta que me ponía para entrar donde lo exigiesen.
Calor calor, no he sentido mucho. En la sombra a las 4 de la tarde se estaba bien, porque suele correr aire y es fresco. Al sol no nos libra nadie, pero es soportable, y las noches refrescan.
Y para comprar más cositas, en la zona del Trastévere por la noche se ponen multitud de puestecillos callejeros con relojes, bolsos (casi todos falsificaciones de grandes marcas), gafas y bisutería... Y dispuestos al regateo.
El agua es verdad que hay bastantes fuentes públicas, así que llevábamos cada uno una botellita pequeña y la rellenábamos.
Y el día de vuelta, el aeropuerto de Roma un caos. Llegamos 3 horas antes para facturar y facturamos 45 minutos antes de que saliese el avión. Mucho control y poca agilidad. Armáos de paciencia.
Un beso, si me acuerdo de más, sigo
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