Ayer di una vuelta por Almería en Navidad. El día salió gris, sin planes fijos y con pocas expectativas y se fue llenando de ellas.
Belén "de la Diputación" (+ Familia Miras y Hermandad de las Angustias)
Comenzó en el
Patio de Luces de la Diputación (Navarro Rodrigo, 17. Aledaño al Paseo) para ver el célebre
Belén antes de que se llenara de gente. Este Belén destaca por su micro-ingeniería con detalles de agua en movimiento y una buena cantidad de figuras animadas.
Una virtud de esta tradición es dar testimonio de antiguos oficios, las labores del esparto en particular, en este rincón del mundo.
Antonio Miras Belmonte, ya casi centenario, inició este belén y lo hizo crecer, al igual que la pasión belenista en sus hijos y nietos. Me dicen que aún acude al montaje y frecuenta el patio en una de cuyas esquinas hay una silla reservada para él.
Armar y dar vida a esta obra de arte corre a cargo de la
Hermandad de las Angustias.
El Patio de Luces es un espacio diáfano y luminoso, ideal para que se luzca el mayor belén de Almería.
A las diez de la mañana puedo circular a mis anchas y un hermano de la cofradía responde a mis preguntas y me regala espontáneamente un montón de indicaciones y anécdotas. Levanta para mí el faldón y puedo ver el entramado de cables, motorcillos y minúsculos ingenios hidráulicos que dan vida al belén ¡Una asombrosa visión "entre bambalinas"!
Imagino a la familia Miras y a los cofrades discurriendo cada año qué novedad prepararnos lLas termas humeantes y con burbujeo me dejaron
!
Iglesia de San Juan - antigua Mezquita Mayor
A continuación puse rumbo a algo realmente poco conocido hasta para los propios almerienses: La
Iglesia de San Juan Evangelista - antigua Mezquita Mayor de Almería. Yo debo mis conocimientos y mi interés por el lugar a Don Julián, mi profesor de historia, allá por los primeros años ochenta, cuando aún el muro de la Quibla permanecía oculto tras el enlucido.
Veamos, esta visita requiere imaginación y atinar con la hora de la misa (la oficina de turismo facilita horarios). La calle general Luque separa el antiguo patio de las abluciones -que aún puede verse integrado en un edificio militar- del templo. Nos situamos de cara a la fachada y comprobamos las dimensiones que tuvo con arreglo al patio (Un horrendo edificio setentero le cercena un tercio
)
Sirvan esta clase de visiones para alertar frente a especuladores y consentidores que nos quieran cambiar oro por baratijas, aniquilando un patrimonio y una memoria que pertenece a los que somos y a los que vendrán.
Pasamos al interior y tendremos de frente el
muro de la quibla con el Mihrab. Los escasos restos de yeserías ayudan a reconstruir en la mente el antiguo templo musulmán y componen una curiosa, integradora estampa con la figura de Fray Leopoldeo de Alpandeire. Esta mezquita, al igual que la de Córdoba, no se orienta hacia la Meca. De este modo, los emiratos reafirmaban su independencia. Cosas de los juegos político-religiosos de la época.
Hay una curiosa iconografía de la Virgen como pastora, de influencias sevillanas.
El edificio perdió su techo y quedó gravemente dañado durante un tremendo terremoto acaecido en 1522 y considerado el más destructivo en la historia de España. No estaba de Dios ni de Alá que esta obra llegara hasta nosotros.
También aquí cuento con un guía espontáneo -Alá y Dios lo bendigan- que me cuenta mil detalles del lugar y sus sucesivas historias. Lo agradezco pues es de esos espacios en los que hay que disponer de un cierto marco histórico para entender.
Entre lo mucho aprendido, entresaco la licencia que tiene esta parroquia para celebrar
misa según el rito hispano-mozárabe. Comparte este privilegio con un pequeño número de iglesias en españa y, señaladamente, con la Catedral de Toledo. Y aquí viene la conexión con el asunto navideño, ya que el 27 de diciembre a las 19 h se celebrará la eucaristía según esta liturgia ancestral.
Los mozárabes fueron los cristianos que permanecieron fieles a su credo en territorio hispano-musulmán. Aislados en pequeñas comunidades, conservaron un ritual característico, ajenos a la evolución del resto de la cristiandad.
Tuve la precaución de llegar media hora antes de la misa de doce. El templo se va llenando ya de fieles y les dejo en su espacio de oración.
Un curioso lugar. Muy castigado por la dejadez y la ignorancia, pero que aún tiene historias que contar. Quizá futuras intervenciones nos revelen algo más.
Almería conserva la ilusión por tener visitantes y esto es algo muy agradable.