Estuvimos 5 noches en el Hotel Paganelli, en el anexo que tienen a 20 m del hotel principal, que da frente a la parada de vaporeto de San Marco-Zaccaria. Pagué 648 € en habitación doble con desayuno buffet y tasas turísticas, al ser temporada baja tenía buen precio
El anexo tiene 2 alturas con 3 habitaciones en cada una y en el bajo el restaurante del hotel, Sestante, donde servían el desayuno. Está casi enfrente de la Iglesia de San Zaccaria. Lo vimos cerrado esos días como restaurante, no sé si estaban de descanso en temporada baja
Tiene ascensor muuuy lento
La habitación pequeña, reformada no hace muchos años, pero con acabados mejorables, sobre todo en el baño, pero estaba bien, simplemente eran cosas estéticas y baratas
Eché en falta algún cajón en la mesa o en las mesitas, sólo había uno en el armario. Tenía hervidor de agua, con sobres de infusiones, café instantáneo y azúcar
También minibar vacío para poner lo que quieras
Como era temporada baja, la calle no tenía ruido nocturno, pero sí se oía bastante cuando pasaba gente hablando alto, así que no sé si en verano pueda ser molesto
Las ventanas eran de doble cristal y doble batiente, como digo, de noche no oímos jaleo ninguno porque no era una zona transitada
justo enfrente está un local de la policía
Las toallas muy buenas, el colchón mejorable
El bufet de desayuno pasable, mucho de dulce y poco de salado, caliente sólo huevos revueltos superpasados, parecía una francesa troceada
y también huevos cocidos. Tenían café normal en una jarra, pero te hacían lo que quisieras en el bar
de todas formas no era un mal desayuno
La tarjeta de la habitación, también abría la puerta del portal, ambas puertas electrónicas.
Nos prestaron un paraguas el primer día, llovía mucho y lo tuvimos en la habitación sin problema, lo devolvimos el último día, también te guardan las maletas sin coste
En general, le doy un aprobado alto
Venecia estaba preciosa y con menos gente de lo habitual, bastantes restaurantes cerrados e incluso tiendas
Lo peor es que a las 16:30 ya anochecía
Saludos
Ángeles