Queríamos agradecer mi novia y yo el enorme aporte que realiza este foro, y especialmente toda la gente que participa en él, de cara a la, muchas veces, complicada tarea de preparar un viaje. Es por ello que queremos contribuir con nuestro pequeño granito de arena dejando un diario de nuestro viaje por Asturias y Galicia en torno a la zona de Ribadeo, vértice de las distintas etapas de nuestro viaje. En él podréis encontrar información de las distintas cosas que hay que ver, donde comer, etc, etc. Esperamos os sirva de ayuda
Día 1 – Ribadeo
Llegamos por la tarde al Hotel Mi Norte. Se trata de un hotelito rural al lado de Rinlo al que los dueños han querido dar su toque personal haciendo habitaciones de temática cinematográfica. Luego de acomodar las cosas en el hotel, fuimos a visitar Ribadeo (villa), paseando por el centro del pueblo y sobre todo por el paseo marítimo, desde donde disfrutamos de unas espectaculares vistas de la Ría del Eo. Para cenar, en el centro de Ribadeo hay mucha oferta de tapeo. Cerca de Ribadeo se puede acceder también a la Isla Pancha, con su faro de mediados del siglo XIX. Tras esto, vuelta al hotel a dormir y descansar del viaje.
Día 2. Recorrido por la costa gallega hacia el oeste, hasta Viveiro
Antes de comenzar la ruta hacia el oeste aprovechamos para cruzar el Ponte dos Santos, que une Galicia con Asturias. Nada más pasar el puente nos desviamos a Figueras, parroquia del concejo de Castropol que tiene también desde su puerto buenas vistas de la Ría, con Ribadeo y Castropol al fondo.
Abandonamos Figueras y nos dirigimos a Castropol (villa), donde paseamos por el pueblo y disfrutamos nuevamente de las vistas de la Ría desde su puerto.
Volvimos a cruzar el Ponte dos Santos, esta vez en dirección contraria, hacia el oeste, y fuimos a Rinlo. Rinlo es un antiguo pueblo pesquero del municipio de Ribadeo en el que se construyó en 1904 una de las primeras cetáreas naturales para almacenar el marisco. La ruta de las playas que sale del pueblo te lleva a lo largo de la rocosa costa hasta esta cetárea, donde, gracias a la propia orografía del emplazamiento, se forma una piscina natural donde se recogía el marisco. En Rinlo disfrutamos de un exquisito y copioso arroz con bogavante en el restaurante La Cofradía. Decir que, dada la demanda que tiene este lugar, había una lista de espera de más de 10 días para conseguir mesa, por lo que hay que hacer reserva con mucha antelación.
Dejamos Rinlo atrás y continuamos por la N-634 hasta la Playa de las Catedrales. La bajada de la marea se produce dos veces cada 24 horas, coincidiendo una de ellas con la noche, teniendo, por lo tanto, sólo una oportunidad durante el día para poder verla con marea baja. Las horas de bajada de marea van cambiando, avanzando 45 minutos cada día. Nosotros preguntamos en el hotel y nos dijeron que ese día se produciría a las 16:15. La recomendación es ir hasta el aparcamiento del final y, desde ahí, bajar a la orilla y pasear a lo largo de toda la playa. El lugar es precioso y no pararéis de echar fotos, además de poder daros un baño en las zonas permitidas para ello. La única pega que le pondría es la masificación de gente que hay, aunque supongo que esto se debía, en gran medida, a las fechas que eran (agosto y puente).
Dejamos atrás la Playa de las Catedrales y, avanzando siempre por la carretera de la costa... Leer más ...
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