Konichiwa! 20 días en Japón 2015. ✏️ Blogs of Japan

Todo comenzó una tarde cualquiera de diciembre. Un rato libre, ordenador en mano y como es bastante frecuente, “por echar un vistacillo”, acabamos visitando las páginas de kayak.com y skyscanner.com. No teníamos claro cuál era el destino seleccionado para el próximo verano: Perú, EEUU, China, Japón, Argentina… ¡cuántos sitios y qué ganas!

Después de multitud de visitas por Europa, organizando nuestros viajes nosotros mismos, el año pasado nos lanzamos a por todas en nuestro primer gran viaje: Tailandia. El resultado no pudo ser mejor. Experiencias increíbles, lugares de ensueño y la satisfacción tremenda de haber disfrutado del viaje organizado por uno mismo. Todo esto, como siempre, gracias al 99% a la ayuda de nuestro foro de viajes favorito: losviajeros.com. A la vista de los resultados del año pasado, no dudamos ni un segundo sobre la manera de proceder en nuestra primera experiencia nipona.


Volviendo al grano, casi sin quererlo, encontramos unos billetes que se adecuaban a lo que nosotros buscábamos: viajar íntegramente en Agosto por temas profesionales, conocer algún destino nuevo y atractivo para nosotros, duración de aproximadamente 3 semanas, precio razonable y a poder ser, haciendo una escala de unas cuantas horas en algún destino intermedio desconocido para nosotros que nos permita descubrirlo (teniendo en cuenta que sólo estaremos unas horas, claro está). El año pasado tuvimos la suerte de conocer Doha durante un día entero, al volar con Qatar Airways hacia nuestro periplo tailandés, y nos gustó mucho la experiencia.

Encontramos unos billetes por 550€ por persona para volar desde Madrid hasta Tokio con la compañía rusa Aeroflot. A la ida tuvimos una escala de unas 10 horas para visitar Moscú, y a la vuelta la escala fue de un par de horas. Como ya hemos dicho, justo lo que buscábamos. Sobre el precio, a la vista de lo que investigamos, está muy bien. Siempre existe la posibilidad de encontrar algo más barato, pero nuestra experiencia nos dice que en todo este tema de vuelos, reservas, etcétera, se aplique un refrán bastante usado en nuestra querida Mancha: “ave que vuela, a la cazuela”. Los ofertones de escándalo existir, existen, pero duran un suspiro.


Hemos de reconocer que Japón era (repito, “era”) un país que pese a que sí que nos atraía, tampoco estábamos como locos por visitarlo. Menos mal que le dimos ese voto de confianza. Anticipándonos a futuras etapas del diario, hemos vuelto simplemente encantados. La simpatía de la gente, su educación, su meticulosidad… Daremos unos años de margen, pero tenemos claro que queremos volver en otra época del año y ver sitios diferentes. Estamos escribiendo y se nos cae la baba!

Con nuestros vuelos reservados, y nuestro nivel de euforia al 110% comenzamos a avasallar a todos los foreros que visitan más frecuentemente los hilos de Japón. Desde aquí, antes de entrar en harina, nos gustaría agradecer enormemente sus aportaciones, porque sin ellos esto no hubiera sido posible. No nos atrevemos a dar nombres porque seguro que a alguno nos dejamos por el camino.


Planning

Al ser la primera vez que visitamos el país, optamos por un recorrido “clásico”. Toda la información la hemos encontrado o bien en este foro, o en la web www.japan-guide.com/ Como ya hemos dicho, dejamos otras zonas para futuras visitas. Este es nuestro planning resumido día por día:

V 07/08: Llegada a Tokio (Narita) a las 10.35. Tokio: Ueno
S 08/08: Tokio: Asakusa, Odaiba
D 09/08: Tokio: Kamakura+Yokohama >Tokio JRP14 ON
L 10/08: Tokio: DisneySea
M 11/08: Tokio > Nikko > Tokio > Kioto
X 12/08: Kioto: Kinkakuji, Ryoanji, Castillo Nijo
J 13/08: Kioto > Himeji > Miyayima
V 14/08: Miyayima > Hiroshima > Kioto
S 15/08: Kioto: Sanjusangendo, Kiyozumidera, fotos Maiko, distrito Gion
D 16/08: Kioto en bici: Ginakuji, Camino filosofía, Nishiki Market, Pontocho
L 17/08: Kioto > Nara > Fushimi Inari > Osaka > Kioto
M 18/08: Kioto > Kanazawa
X 19/08: Kanazawa > Takayama
J 20/08: Takayama > Hida no Sato > Tokio
V 21/08: Tokio: Tsukiji, Hama Rykiu, Shibuya
S 22/08: Tokio > excursión Mt. Fuji en coche alquiler
D 23/08: Tokio: Shinjuku, Jimbocho, Estación central, JRP14 OFF
L 24/08: Tokio: Akihabara, puntos pendientes...
M 25/08: Vuelta a Madrid desde Tokio (Narita) a las 12.00


Transporte

Para movernos compramos el Japan Rail Pass de 14 días (315€/persona), que es que más nos convenía por nuestro itinerario. También alquilamos un coche para el día de la excursión al monte Fuji y alrededores (45€). Podéis encontrar información al respecto en hilos del foro o en:

JRP:

Japan Rail Pass

Los Viajeros: Japan Rail Pass

Coche:

ToCoo

Los Viajeros: Coche de alquiler


Internet

Otra cosa que hicimos, y que nos ayudó muchísimo, es comprar una tarjeta de datos para el móvil. Para nosotros dos fue más que suficiente y nos permitió tener todo el viaje internet las 24 horas del día para consultar todos los puntos que habíamos cargado en nuestra cuenta de MyMaps de Google. Nos costó 30€, 100Mb/día y la recogimos en el aeropuerto de Narita nada más llegar. Si llegáis muy pronto o muy tarde tened en cuenta que se recoge en la oficina de correos del aeropuerto, así que aseguraos de que cuando lleguéis está abierto para no tener que volver solo a por esto. Aseguraos también de que esta tarjeta es compatible con vuestro móvil! Más información en:

eConnect

Mapas online

Al hilo del punto anterior, creamos un mapa de MyMaps de Google en el que añadimos todos los puntos que consideramos interesantes. Apuntamos más de los que teníamos pensado visitar para tener siempre alternativas. Os adjuntamos el link al mapa que creamos para que le echéis un ojo y utilizarlo si os gusta:

MyMaps_MapaJapon


Seguro médico

Como parte de los preparativos, también contratamos una póliza de seguros para tener cobertura sanitaria y cancelación en Japón. Nos costó 132€ con IATI. Sabemos que hay gente que prefiere no contratar nada, pero siempre tened claro que la sanidad fuera de la Unión Europea es literalmente un lujo que no todo el mundo se puede permitir. Cualquier imprevisto que os pase fuera (apendicitis, rotura de algún miembro…) y requiera hospitalización os saldrá por un ojo de la cara. Nosotros pensamos que ya que te vas a gastar un pastizal en todo el viaje, no vamos a escatimar en esto y así viajamos mucho más tranquilos. Además que en nuestro caso, al hacer escala en Moscú sólo podíamos conseguir el visado ruso si teníamos seguro de viaje, con lo que era requisito imprescindible. Dicho esto, cada cual es libre de viajar como quiera. Si accedéis a través de las webs de algunos blogs de viajes bastante conocidos podéis conseguir un 5% de descuento con esta compañía. Por suerte, no podemos decir si es buena o es una patata. Nosotros lo hicimos a través de alguna de estas, pero no recordamos con cual. Por ejemplo:

Molaviajar

ConMochila


Dinero

Por último, poderoso caballero es Don Dinero. Estábamos advertidos del sorprendente y maravilloso civismo de los japoneses, y podemos dar fe de ello. Podéis ir tranquilamente con todo el dinero que consideréis conveniente encima, que allí es muy complicado que os roben. Nosotros optamos por no seguir esta estrategia, para evitar que seamos nosotros mismos los que por algún despiste o lo que sea perdamos nuestras pertenencias. Usamos la tarjeta de débito de EVO banco, que os permite sacar sin comisiones. Eso sí, e independientemente de la tarjeta que queráis usar, sólo la podréis usar en unos determinados cajeros. Lo más sencillo es ir a los cajeros que están en los Seven Elevens. Apuesta segura. Probamos varias veces en otros supermercados o bancos y no hubo manera.

---

Después de tener los vuelos comprados desde diciembre llegaba el día tan ansiado. Empezaba nuestro viaje a Japón, con nuestra escala en Moscú.

Para poder entrar en Rusia necesitas un visado. Si hacéis una escala y no tenéis pensado salir a visitar la ciudad no os hace falta nada, el visado solo es necesario si quieres “salir” del aeropuerto. Como sólo íbamos a estar unas horas en el país, el nuestro era de tránsito. Para conseguirlo además de pagar tus 58 euretes por persona, tienes que demostrar que estás cubierto por un seguro de viaje que cubra posibles incidentes. Nosotros nos lo hacemos siempre que salimos de la Unión Europea, pero si sois más “osados” y prescindís de seguro médico, aquí toca pasar por el aro. Además, aseguraos de que vuestra empresa aseguradora ofrece cobertura en Rusia. Para sacarlo hay dos formas:

- Directamente en el consulado ruso en Madrid www.rusmad.mid.ru/para.htm. Sale algo más barato pero tienes que ir a pedirlo y a recogerlo, y además te ponen muchas más trabas, nosotros lo intentamos pero por cuestión de fechas preferimos no arriesgarnos y hacerlo en centraldevisadosrusos.

-En centraldevisadosrusos.com/ que la verdad es lo más cómodo, te lo pueden mandar por correo (previo pago adicional de más euretes), pero nosotros fuimos directamente a las oficinas que tienen en Madrid y después de más de 3 horas esperando conseguimos tramitarlos. A los pocos días los teníamos en nuestro poder.


Volamos con Aeroflot en un Boeing 737 nuevecito y llegamos a Moscú sobre las 5/6am. Llegamos puntuales y genial porque ya era de día y habíamos planeado una ruta para ver lo principal y volver pronto al aeropuerto al siguiente vuelo que salía a las 19.00. Decidimos que como muy tarde a las 15.00 estuviésemos donde estuviésemos dejaríamos lo que estuviéramos visitando y saldríamos hacia el aeropuerto.

Ya habíamos comprado online antes de ir el billete del tren Aeroexpress aeroexpress.ru/en/ que va desde Sheremétievo al centro, en concreto a la parada de metro Belorusskaya, y tarda 35 minutos. Si lo compras online te ahorras algunos rublos y además tienes la comodidad de llevarlo hecho y pagado. Es un billete tipo puente aéreo, es decir, tienes los billetes y puedes coger el tren que quieras tanto a la ida como a la vuelta.

Salimos a la calle en la estación Belorusskaya, tan chula como rusa, y cogemos el metro. Con un solo billete sencillo puedes ver todas las estaciones siempre que no salgas a la calle, claro.


La verdad es que el metro es impresionante desde el punto de vista arquitectónico y además los trenes tienen una frecuencia altísima, como mucho de 2 minutos en todas las ocasiones en las que montamos. Recomendamos llevar impreso un plano de metro escrito en nuestro alfabeto y en cirílico porque si no puede ser bastante difícil saber donde estas, pero en general es bastante fácil utilizarlo. Las paradas que visitamos fueron: Belorrusskaya, Novoslobodskaya, Mayakovskaya, Park Kultury, Kievskaya y salimos a la calle en Smolenskaya.



Como curiosidad en la línea circular la voz masculina anunciando la próxima parada significa que el tren va en el sentido de las agujas del reloj, y si es femenina, al contrario. En las líneas radiales la voz masculina se acerca a la ciudad, la femenina se aleja. Parece una tontería pero es bastante útil.



Ya por fin en la calle, había solecito y buena temperatura así que cogemos la calle Arbat y desayunamos unos dulces raros en una terraza. La paisana que nos atendió tenía el mismo nivel de inglés que nosotros de ruso (nulo), seca y cara de pocos amigos. Ya veríamos que este fue el estándar de amabilidad que encontramos allí.



Al ser jueves el Kremlin estaba cerrado así que nos íbamos a centrar en la Plaza Roja. No nos importó porque como sabíamos que no íbamos muy holgados de tiempo, concentramos nuestros esfuerzos en otras atracciones. Antes de llegar y subir la calle donde está el Museo Estatal de Historia, ya nos encontramos una cola bastante grande para entrar al Mausoleo de Lenin, así que allí que nos quedamos. Dato importante: es gratis (free!) y abren de 10.00 a 13.00, así que si no queréis comeros una hora de espera como nos pasó a nosotros estad allí antes de las 10. No recuerdo cuanto tiempo estuvimos esperando, pero lo suficiente como para hartarte un poquito.


Al entrar te encuentras muchos guardias, te hacen que enseñes tus pertenencias y a la mínima que te paras un segundo en el recorrido te dicen que continúes y no te pares.

Dentro nos llamó la atención lo oscuro que estaba y los guardias fantasmales que hay según vas entrando. Todo muy muy oscuro, con luces rojas intensas enchufadas a los guardias. Y allí estaba Lenin, como si estuviera durmiendo, muy muy bien conservado. Nos quedamos flipando aunque poco queda en el recuerdo de ese minuto que lo ves, porque no te dejan pararte ni un segundo, y ya ni hablar de hacer fotos o videos.


Al salir fuimos a la Catedral de San Basilio, preciosa y más pequeña de lo que creíamos. A nosotros fue lo que más nos llamó la atención, su tamaño. Nos esperábamos algo mucho más grande. De cualquier manera, es una preciosidad y merece la fama que tiene. Por dentro no tiene espacios grandes y abiertos sino que son pasillos y salas. Todo muy laberíntico.


A esas alturas ya nos estaba abultando un poco el día (casi no habíamos dormido nada en el vuelo), así que fuimos a buscar algún sitio que no fuera guirilandia para comer. Entramos en el centro comercial GUM o como lo escriben ellos RYM pero al final comimos en un Kpowka Kaptowka por las calles de atrás del centro comercial que sirven patatas asadas con salsa.

Siempre intentamos integrarnos en los países a los que vamos, comiendo en sitios en los que vemos a gente local. Haciendo gala de la alegría y amabilidad de los rusos (nótese la ironía) la dependienta ni nos entendía ni quería hacerse entender. Menos mal que una chica que estaba detrás de nosotros para pedir nos echó una mano. Si no es por ello hubiésemos acabado comiendo cantos rodados. Comimos y fuimos hacia el puente situado detrás de la catedral San Basilio para ver el Kremlin desde allí. ¡¡Qué pasada!!


Desde el puente a lo lejos se veía la Catedral de Cristo El Salvador así que fuimos andando por la ribera del rio hasta allí, total, no parecía que estuviera muy lejos… Este fue uno de los momentos en los que descubrimos la “grandiosidad” de Moscú. Hay unos espacios libres tremendos entre atracciones. El calor apretaba bien, y al final se nos hizo algo pesado el paseo. Al llegar nos enteramos de que no dejaban entrar con pantalones cortos así que solo entramos uno de los dos y esta catedral sí que es más parecida a lo que estamos acostumbrados. Espacios grandes, muy chula la verdad.


Por matar un poco el tiempo visitamos alguna estación más de metro y para el aeropuerto. Al final acabamos la visita programada antes de la hora límite (15.00) que decidimos. La vuelta al aeropuerto transcurrió sin incidentes, y en el aeropuerto también fue todo sobre ruedas. Eso sí, ojo al control de pasaportes! No hemos visto algo más lento en nuestra vida.

Como conclusión de nuestra vueltecilla por Moscú (no se puede llamar de otra manera), sacamos un resultado muy positivo. Nos gustó mucho lo que vimos, bastante limpio y muy bien cuidado todo. Cambiamos unos 60€ en el aeropuerto y nos sobró algo de dinero, que gastamos en el aeropuerto a la vuelta en unos refrescos y algún souvenir. A destacar la amabilidad rusa… Disculpad, la ausencia de amabilidad rusa. No decimos ni discutimos que exista, pero nosotros no nos topamos con ella. También es cierto que después de nuestra súper experiencia nipona, las comparaciones son odiosas en este sentido!

Ahora en el avión a dormir todo lo que podamos, que nos espera un vuelo de unas 10 horas con llegada a las 10.30 aproximadamente de la mañana en Tokio. Nuestra aventura nipona está a punto de comenzar!

---

Después de la escala en Moscú, el viajecito hasta Tokio se hizo mucho más llevadero y dormimos prácticamente del tirón en el avión. Para no hacerlo después del tute que nos dimos! Por fin llegada a Tokio Narita Airport sobre las 10.30 AM hora nipona.

Antes de salir del aeropuerto teníamos bastantes cosas que hacer:

- Recoger los Japan Rail Passes, en una oficina exclusivamente dedicada a ello y donde vimos a las primeras japonesas vestidas con Yukata y chanclas de madera.

- Sacarnos la tarjeta Suica, que es una tarjeta recargable (hay otras por el estilo) con la que puedes pagar metro, cercanías, en algunos SevenEleven u otros Convenience Stores (supermercados tipo SevenEleven que abre todos los días 24 horas) e incluso en muchas de las miles de maquinitas de bebidas que había por la calle y que tanto usamos a lo largo de todo el viaje.

- Reservar asiento en los trenes que ya sabíamos que íbamos a coger con seguridad para los próximos días. Esto lo hicimos en el mismo sitio en el que compramos la Suica, la oficina del JR situada en el aeropuerto. Aquí pudimos empezar a disfrutar de la amabilidad japonesa con el chico que nos atendió, un encanto y súper eficaz.

- Recoger la tarjeta SIM (solo datos) para tener internet durante el viaje. ¡muy útil! Además se puede compartir la red y teníamos datos en los dos móviles. La compramos en la web de eConnect, con 100Mb al día durante un mes por unos 30€ aproximadamente (para más información ver la introducción).

- Cambiar dinero en las casas de cambio del aeropuerto. Una vez más el hombrecillo que nos atendió fue súper majo. Ya habíamos leído que el cambio que aplican en el aeropuerto es muy bueno, y a lo largo del viaje nos dimos cuenta de que efectivamente así era.


Con los deberes hechos cogimos el tren Skyliner en la Keisei Line hasta Ueno, donde nos íbamos a alojar las dos primeras noches. Teníamos que hacer trasbordo para coger metro hacia nuestra parada Ueno-Inaricho. Era solo una parada, pero íbamos con las mochilacas y preferimos sabiamente invertir un par de eurillos para no hacer sobreesfuerzos innecesarios a estas alturas en las que llegas con las fuerzas al límite.
Ahí fue donde empezamos a flipar con los carteles informativos tipo manga muy graciosos,


las maquinas de bebidas de todos los sabores, los sitios específicos para hacer cola para entrar al metro (en este momento no nos dimos cuenta y nos pusimos en todo el medio del andén, jaja).


Nada más salir a la calle, zas!! Bofetada de calorcito húmedo del bueno y solazo. No tardamos en dar con nuestro hotel estilo occidental pero con el wc tipo capitulo de los Simpson en su viaje a Japón. Uno de nosotros (no vamos a decir quién para mantener su dignidad intacta) tocando los botoncitos del mando del wc (por supuesto en japonés) recibió un chorro de agua de esos que usan ellos para lavarse sus cositas en toda la cara porque se puso a trastear todos los botones…jajajaja! Queremos un wc de esos para casa XD.

El hotel pertenece a la cadena MyStays, y cumple los estándares de alojamiento estilo occidental en Japón. Habitación muy pequeña con baño dentro, pero muy limpio y bien situado.

www.mystays.com/ ...-inaricho/

Después de una ducha más que merecida tras muchas horas de aquí para allá decidimos ir a buscar un sitio para comer y ahí fue cuando por primera vez empezamos a disfrutar de la cocina japonesa y su sabor.

Entramos en un local chiquitito con fotos de platos en la puerta justo al lado del hotel y el dueño, muy majo, nos explicó cómo pudo con gestos que teníamos que comprar un ticket con el plato que queríamos en una máquina situada en la entrada. Menos mal que íbamos advertidos, que si no aún seguimos allí intercambiando gestos con el señor. Vimos que esto es algo muy común en muchos restaurantes. Así es muy sencillo, porque pagas en la máquina y solo tienes que darle el ticket al cocinero, y decimos cocinero y no camarero porque en la gran mayoría de los restaurantes las cocinas están mirando hacia al cliente que se sienta en la barra y ve cómo se cocina. Nos pedimos una sopa divina parecida al Ramen que estaba muy rica y una pasta fría con un poquito de wasabi.


Ya felices y con el estómago lleno fuimos andando dirección el parque Ueno. www.japan-guide.com/e/e3019.html

Por la calle íbamos haciendo fotos a todo lo que nos llamaba la atención, es decir, hacíamos fotos hasta a las señales, a los abuelos, a las alcantarillas, a las bicicletas… jaja.


Encontramos un templo muy chulo de barrio con un gran Torii rojo, paseando llegamos a la estación de Ueno por fuera y entramos en la tienda de juguetes Yamashiroya www.e-yamashiroya.com/ con un montón de plantas y todos los juguetitos y chorradas que te puedas imaginar. Merece mucho la pena pasearse por la tienda y ver a los niños queriéndose comprar hasta a los dependientes.

Seguimos andando y pasamos por delante de la calle comercial Ameyoko a la que volveremos después.
Nos encanta todo, los edificios altísimos, los carteles, la gente… y llegamos al parque Ueno. Muy chulo, en el centro hay un lago con nenúfares talla Pau Gasol que da un aspecto de campo raro y chulo sembrado, aunque debajo hay agua…


Seguimos paseando y llegamos a la zona de los templos dentro del parque , y posteriormente a otro lago con barquitas de pedales…Nos sentamos para ver a unos chavales que estaban jugando al beisbol y de paso descansar un poco del calor y la caminata. Hemos de decir, que recomendamos encarecidamente a esos chavales que se dediquen a otra cosa. Nos quedamos hipnotizados viendo como lanzamiento tras lanzamiento ninguno era capaz de dar a la bola, mientras el resto de compañeros perfectamente situados en el campo esperaban en tensión que alguien de una vez fuese capaz de batear!

Cuando volvemos hacia la calle Ameyoko www.japan-guide.com/e/e3012.html fuimos en uno de los muchos sitios donde se puede jugar al Pachinko. No habíamos leído nada sobre esto, y es digno de ver. Entramos y la sensación fue flipante .. un ruido ensordecedor, cientos de maquinitas repletas de gente jugando y los trabajadores venga recoger cubos con bolitas… nos quedamos locos con estos sitios jaja. Vimos muchos a lo largo de todo el país, aunque únicamente en este vimos un trasiego de cestas y cestas de bolas metálicas parecidas a rodamientos por los pasillos. Preguntamos a los dependientes cómo se jugaba, intentaron explicárnoslo, nos trajeron hasta un folleto explicativo en inglés, nos sentamos para ver en qué consistía… y no lo conseguimos. Nos dio la impresión de ser unas tragaperras al estilo del siglo XXI, y no gastamos ni un Yen en probarlo.


Ya se estaba haciendo de noche a eso de las 18.30 y nos adentramos en el mercado Ameyoko, lleno de tiendas y más tiendas de todo tipo, luces, carteles y mucha animación.


Para cenar vimos un puestecito con 4 mesas llenas de japoneses (o al menos eran orientales) y nos quedamos allí para comer algo que aún no sabíamos ni como se llamaba, Takoyaki (nos enteramos después) … una especie de bolitas de pulpo que servían en una hoja con forma de barquito muy mono. Compartimos mesa con los paisanos de allí, muy agradables diciéndonos adiós y sonriéndonos mientras se iban (desde luego que irse se iban antes que nosotros porque esta gente come rapidísimo y ademas nosotros con los palillos llevamos desventaja jaja).


Ya de noche dimos la ultima vueltecita por las calles del mercado llenas de gente y entramos en unos recreativos con todas las maquinas que quieras imaginar. En esta ocasión no jugamos a nada…ya lo haríamos después
Seguía anocheciendo a la vez que el tío del mazo en versión japonesa nos empezaba a acechar y el sueño y el cansancio cayeron sobre nosotros de golpe. A lo tonto a lo tonto llevábamos un montón de horas sin dormir en posición horizontal, y eso se nota.


Nos fuimos andando a nuestro alojamiento encantados con nuestra primera toma de contacto japonesa. Lo mejor de todo fue que esta impresión perduraría a lo largo de todo el viaje.

---