Terceira en una semana: guía completa ✏️ Blogs of Portugal

Mi nombre es David, tengo 27 años y soy de Huelva. Durante febrero de 2017 estuve con mi colega Gabri en la isla de Terceira. Nuestra idea de viaje era gastar lo menos posible y conocer la isla a fondo por nuestra cuenta; en este diario os cuento las experiencias que vivimos durante esta mágica semana en esta isla de las Azores. Veréis que mi forma de escribir es bastante particular y que me gusta darle bastante detalle a la redacción y puede llegar a cansar; por eso, en la descripción de cada etapa, hago un resumen de lo que hablaré en ella y que recomiendo que veáis si buscáis información sobre algún tema en concreto. No hablaré mucho de restaurantes porque apenas hicimos comidas fuera (íbamos en plan bocatas para ganar tiempo y ahorrar); pero sí lo haré de senderos (hicimos los siete que hay en la isla) y de aquello a lo que más atención le prestamos. También os dejaré las coordenadas de algunos puntos de interés (por ejemplo, el principio de algunos senderos a los que cuesta un poco más llegar o están peor señalizados) y algunos enlaces a webs; las rutas de los senderos las puedes descargar en la web de Turismo de las Azores; pero también tengo los archivos del gps; si necesitas alguno puedes pedírmelo por mensaje privado

No me enrollaré mucho porque hay sitios mejores y más indicados para buscar información general de Terceira. De hecho… No os contaré nada, solo haré una especie de FAQ:

¿Pero dónde está Terceira?; ¿Por qué se llama así?
Terceira está, literalmente, en medio del Atlántico (más de 2.000 km. la separan de Madrid y otros 2.500 de la península de Avalon (Terranova, Canadá). En las Azores hay 9 islas divididas en tres grupos: occidental, central y oriental. Terceira está en el grupo central, junto a Graciosa, Pico, Faial y São Jorge. Aunque hay algo de literatura sobre la posibilidad de presencia humana anterior y cartas marítimas y atlas donde aparecen las Azores ya en el siglo XIV, la isla de Terceira es descubierta oficialmente en algún momento entre 1432 (fecha del descubrimiento de Santa Maria y São Miguel, las islas más orientales) y 1439 (cuando hay documentos que hablan de 7 islas de las Azores); es decir, apenas unas décadas antes del descubrimiento de América. Es una isla volcánica que empezó a ser poblada en 1450. Para más info, consulta los artículos en portugués de Wikipedia de la historia de Terceira y de las Azores. Su nombre viene al ser la tercera isla descubierta de las Azores (tras Santa Maria y São Miguel).

No, es bastante pequeña. Con poco más de 400 km² es parecida en su forma y tamaño a la isla canaria de la Gomera (un pelín más grande). Tiene apenas 90 km de perímetro; es decir, que le daríamos la vuelta el coche en una hora y media (pero no os asustéis, que no os vais a aburrir). Cuenta con unos 56.000 habitantes.

¿Qué clima tiene?; ¿Llueve mucho?
En Terceira, al igual que en resto de las Azores, el clima es oceánico subtropical. A los terceirenses les encanta decir que en su isla es normal ver las 4 estaciones del año en un solo día. Aunque es una afirmación algo exagerada, es cierto que el clima sorprende. Por un lado, resulta llamativo la escasísima oscilación térmica en Terceira (esto es, apenas hay 3 ó 4 grados de diferencia a lo sumo entre la temperatura máxima y mínima en el mismo día). Esto en invierno es una maravilla, porque puedes despertarte bien temprano en pleno febrero y encontrarte con que estás a 20 grados. Nosotros no usamos el chaquetón en ningún momento y los ratos de manga corta fueron prácticamente tan comunes como los de sudadera.

Llover por lo visto llueve bastante, aunque nosotros tuvimos bastante suerte según nos dijeron y llovió algo un par de días. También es normal que haga bastante viento. Es común que veas que amanece y está despejado, día precioso y no ves una nube. Esperas una jornada maravillosa de sol pero, de repente, empieza a llover. Al rato se vuelve a abrir y después empiezan las rachas de viento. Una locura.

¿Qué tal las playas?
Terceira, al ser una isla volcánica, no destaca por sus playas, puesto que la costa es muy accidentada y hay muchos más acantilados que zonas de playa. Nosotros fuimos a principios de febrero y, aunque el clima se comportó bastante bien con nosotros, no hacía tiempo de playa. La de Angra es muy pequeñita (de hecho, la llaman Prainha) y en Praia da Vitória sí que es mucho más grande. Si vas en verano y hace un buen día, si me plantearía echar un día en la playa de Praia (valga la redundancia). Nosotros nos limitamos a pasear, pero en uno de los días despejados a mí no me hubiese importado meterme. El agua debía estar bastante fresquita, eso sí...

Lo que sí deberíais probar en Terceira son las piscinas naturales; hay varias por toda la isla y nosotros estuvimos en las de Porto Martins y Boiscoitos (muy recomendable sobre todo estas últimas). Yo me bañé en pleno febrero, así que sí vas en verano es casi una obligación…

¿Hay excursiones?
¡Claro! Si vas con el paquete vacacional este de una semana, durante el trayecto del aeropuerto a Angra, te darán un folleto con las distintas excursiones que se pueden hacer en la isla. Hay de todo: observación de cetáceos en barco, paseo en 4x4, visitas a las Grutas, tour guiado por la ciudad, excursión a los miradores… Sino, por la zona de la Marina, hay bastantes compañías donde puedes informarte de lo que puedes hacer durante tu estancia en la isla. No os puedo contar mucho más porque no hicimos ninguna; nos lo montamos todo por nuestra cuenta alquilando coche, que sale mucho más barato.

¿Hay oficina de turismo?
Sí, en la Rúa Direita de Angra do Heroísmo tienes una oficina de turismo donde te pueden proporcionar información y mapas de la ciudad y la isla. Aunque en temporada baja estaba abierta solamente hasta las 17:00 creo recordar.

¿Se puede alquilar coche?; ¿Qué tal las carreteras?; ¿Está todo bien señalizado?
Este es un tema que me preocupó bastante antes de ir, puesto que nunca había alquilado coche. Hay varias compañías para alquilar (que yo conozca: Aguiatur e Ilha3 pero seguro que hay alguna más) y mi experiencia con la primera de ellas fue bastante buena (más información en la etapa 3).

Las carreteras en Terceira están muy bien, el tráfico es muy escaso y están bien asfaltadas, aunque solo hay una “autopista” (que conecta Angra do Heroísmo al aeropuerto y Praia da Vitória) y todos los sitios de interés (miradores -miradouros, con la imagen de unos prismáticos-, monumentos naturales…) están debidamente señalizados.

¿Hay transporte público?
Sí, EVT (Empresa de Viação Terceirense) gestiona los autobuses en la isla. Es posible ir de Angra do Heroísmo o Praia da Vitória a cualquier población, pero no a los monumentos naturales (al menos que sepamos) de Gruta do Natal, Algar do Carvão, Furnas... En Praça Velha (el centro de Angra) hay unas pantallas táctiles con información de todas las líneas y los horarios, que también podéis ver en su página web. Los precios de los buses son normales tirando a baratos (1,52 de Angra a São Sebastião y 2,45 a Praia da Vitória el trayecto, por ejemplo). En este lugar también hay paradas de taxis. No os puedo decir mucho más porque no usamos bus ni taxi durante nuestra estancia en Terceira. Si sois varios, no queréis alquilar coche y os parece muy cara la excursión, es posible negociar un taxi para ir, por ejemplo, a las dos grutas y volver por un precio razonable (15-20 euros según he leído).

¿Qué es lo más importante en Terceira?
Depende de tus gustos pero es una isla con bastantes posibilidades. Algar do Carvão y Gruta do Natal son imprescindibles (ver más en la etapa 3). En temporada baja (al menos a febrero de 2017) abrían lunes, miércoles y viernes de 15:00 a 17:00 y su precio era de 9 euros la entrada combinada a las dos grutas (8 con carnet joven). El mirador de Serra do Cume es desde donde se obtienen las mejores vistas de la isla.

Aparte, nosotros nos dedicamos a hacer los senderos oficiales de la isla; pero sí lo que quieres es avistar cetáceos o hacer submarinismo seguro que encuentras la forma de hacerlo en Terceira.

¿Qué es lo típico para comer?; ¿Cómo son los precios?
No dejes de probar la carne de ternera de la isla; hay muchísimo ganado vacuno y la carne es de muy buena calidad. El plato típico es la alcatra y los precios para comer son bastante decentes, diría que incluso algo más bajos que en cualquier ciudad española.

Me interesa el tema de los senderos... ¿Necesitaré gps?
En las etapas 3, 4 y 7 de este diario hablo de los 6 senderos que hicimos alrededor de la isla (más el séptimo de Monte Brasil que está en la misma ciudad de Angra -etapa 6-). Son todos espectaculares y algo complejos sobre todo si, como me pasó a mí, no estás habituado a hacer este tipo de rutas. Muy recomendable el uso de calzado adecuado. Si tengo que escoger uno, elegiría sin duda el de Mistérios Negros, pero Serreta y Rocha do Chambre también son espectaculares. Si lo que quieres es caminar bordeando acantilados, podrás hacerlo en Baías de Agualva y Fortes de São Sebastião (el problema de estos dos es que no son circulares); y si simplemente te apetece pasear por el bosque en una ruta sencilla, Relheiras de São Brás es la tuya. Cada una tiene su encanto.

Todas las rutas oficiales están señalizadas con multitud de indicaciones a lo largo del sendero para seguir el camino correcto. No obstante, nosotros que no nos orientamos demasiado bien, agradecimos el hecho llevar el gps (sobre todo, en Mistérios Negros, en el que en algún momento tienes la sensación de que "no hay camino"). Si te orientas bien y estás acostumbrado a hacer este tipo de rutas, no tendrás problemas y no necesitarás gps. De todas formas, hoy en día casi todo el mundo tiene un móvil con gps (que funcionen bien es otra cosa...). Con aplicaciones como maps.me puedes predescargarte el mapa y consultarlo posteriormente offline. Pero ya os digo, siguiendo las señales oficiales y la intuición, no nos perderemos.

Cuando íbamos a coger el vuelo de vuelta, en el aeropuerto había españoles que opinaban eso aunque yo no lo comparto. 7 días en Angra son muchísimos porque, si bien es una ciudad curiosa y bonita, es muy pequeña; hay que salir y conocer la isla en profundidad. Nosotros le sacamos bastante partido al viaje y no nos aburrimos para nada.

¿Es posible ir a otras islas?
Con el paquete este vacacional estarás limitado en el sentido que tendrás las 7 noches de hotel en Angra do Heroísmo incluidas; o sea que si vas a otra isla tendrás que volver en el mismo día o bien pagar alojamiento allá donde vayas. Volar entre las islas es caro (no lo he mirado, pero los comentarios dicen que unos 80 euros) y la oferta de ferrys nosotros ni lo miramos (creo que en temporada baja es muy escasa o nula). Mi consejo es que, si coges el paquete vacacional este, conozcas a fondo Terceira, es lo más operativo.

Desde hace algún tiempo, sigo en Facebook a una página que me recomendó un amigo: “Viajeros piratas” se llama. Siempre veía que andaban promocionando buenas ofertas, pero no solía tener demasiado tiempo para ojearlas.

Un buen día, en uno de esos posts de Facebook, encontré el anuncio que me sedujo para hacer click: “Viaje de 7 noches a las islas Azores por sólo 99€ incluyendo vuelos, hotel y traslados”. Busque y requetebusqué la letra pequeña y me acordé del programa “Pawn Stars” (“El precio de la historia” o “La casa de empeños” en España) y de la frase reconvertida en meme: “I don’t know Rick, it looks fake” (No lo sé Rick, parece falso). Lo cierto es que me sigue pareciendo que hay algo extraño en todo esto… Imagino que habrá alguna clase de subvención para fomentar el turismo en la isla o algo así, sino no me explico estos precios…

Hablé con mi colega Gabri, ojeamos la oferta y nos echamos pa’lante. Había varias fechas disponibles pero la más barata era la primera en la que podíamos reservar: del 2 al 9 de febrero (es decir, en solo 10 días desde el momento en el que lo estaba mirando). Hasta en 4 hoteles podíamos reservar, la opción de 99 euros era tan solo en el Angra Garden de 3 estrellas; había otros 3 hoteles disponibles (Caracol, Angra Marina y Terceira Mar) pagando suplemento. La opción de 99 euros era en el régimen de Solo Alojamiento; con desayuno incluido subía hasta los 129 euros (en el Garden; en los otros era más caro).

Reservamos durante la noche de un lunes a través del enlace que encontramos en la web de Viajeros Piratas (nos redirigía a Rumbo). Nos pedían el nombre completo, el DNI y la fecha de nacimiento de cada uno. Después tuve que introducir los datos de la tarjeta, aunque me aseguraron que no me cobrarían nada hasta que no se confirmara la misma (cosa que cumplieron). De seguida nos llegó un correo, donde nos facilitaban un número de localizador y nos decían que hemos realizado correctamente la “solicitud de reserva” y que “en menos de 48 horas le informaremos del estado de la misma”. Nuestro gozo en un pozo, ahí estaba el truco. Estábamos convencidos de que nos contestarían que faltaba una cifra en el presupuesto que nos habían dado y que nos quedábamos sin ir a las Azores.

Al despertarme el martes, lo primero que hago es ver el correo. Hay dos mails de Rumbo: En el primero me dicen los datos que necesitaré aportar de los pasajeros una vez me confirmen la reserva, tales como nombre y apellidos; nacionalidad; fecha de nacimiento; número del documento; lugar de expedición del documento; fecha de expedición del documento; fecha de caducidad del documento. En el segundo correo, de asunto “Alternativa de viaje por imposibilidad de confirmación en servicios solicitados”, me dicen que no tienen disponibilidad en el alojamiento seleccionado del régimen SOLO ALOJAMIENTO (el que optamos en un principio) y que nos salía por 99 euros por persona; nos dicen que nos pueden ofrecer el régimen de ALOJAMIENTO Y DESAYUNO por 129 por persona. Hablo con Gabri y les contestamos que aceptamos el cambio.

En menos de una hora, recibo un correo de confirmación de reserva con nuestros nombres y los datos de los vuelos y del hotel. Tal y como me pidieron, les contesto con los datos que nos solicitaron. Pasadas un par de horas, me mandan un correo con asunto: “Notificación de cambio en reserva”. Y con el siguiente contenido: “Estimado cliente, Le informamos que por motivos ajenos a nuestra voluntad, nos informa nuestro tour operador, que por problemas de ocupación en el hotel, se ven obligados a desviar su reserva al hotel Angra Marina 5*, con las mismas condiciones y el mismo precio contratado. Quedamos a la espera de que nos indique si acepta la modificación”. Les respondo que sí aceptamos la modificación (mejor para nosotros).

Al poco, me mandan otro correo diciendo que han informado al tour operador de la aceptación de mi cambio en el desvío; y que tan pronto reciban la documentación me la remitirán. Pasadas unas 5 ó 6 horas, recibo el cupón de Portugal Tours con nuestros datos; los de los vuelos y los del hotel que es lo que nos dicen que tenemos que presentar en el aeropuerto y en el hotel. Es el último correo que recibo de ellos.

Durante la reserva, les pregunto varias cosas como el equipaje permitido por la aerolínea y el procedimiento para hacer el check-in. Me responden que podemos facturar una maleta de 20 kg y llevar un bulto de mano de 6 kg (en realidad son 8 kg, pero en la siguiente etapa hablaré de esto). En cuanto a la facturación, me dicen que al ser un vuelo chárter no se puede hacer check-in online y que debo estar en los mostradores de facturación de SATA en la Terminal 2 de Barajas 2 horas antes del vuelo con el cupón impreso (en la siguiente etapa también hablo más de esto).

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Nuestro viaje empieza bien temprano, puesto que debemos ir a Madrid desde Huelva y a las 15:00 hay que estar en Barajas.

Llegamos con puntualidad a los mostradores de facturación de la aerolínea SATA International (Serviço Açoriano de Transporte Aéreo), la rama de SATA Air Açores (aerolínea por excelencia de las Islas Azores) que conecta el archipiélago con Europa continental y América. Estos mostradores se encuentran en la segunda planta de la Terminal 2 del aeropuerto de Madrid-Barajas; concretamente son el 555, 556 y 557 y el código de la aerolínea es RZO ó S4, tal como podemos ver aquí, en la web del aeropuerto. Nuestro vuelo de ida tenía el número S4 6509 y es muy probable que el vuestro sea el mismo si vais con esta misma oferta.

Con algo de impuntualidad y con ya una cola moderada tanto delante como detrás de nosotros, abre el mostrador de facturación. Una mujer amable y atenta, pero que no se presenta (imagino que sería de Portugal Tours o algo), nos dice a unos cuantos: “¿Para Terceira? Bien, no necesitáis el bono. Solo el DNI, ¿vale?”

Cuando por fin llegamos, nos atiende una mujer de Iberia. Nos pide el DNI, nos pesa las maletas que íbamos a facturar, nos da las tarjetas de embarque y nos desea buen vuelo. Al ser vuelo chárter, como ya me respondió Rumbo cuando hice la reserva, no se puede hacer check-in online. Me incomodaba un poco el hecho de no tener el billete de avión (sabiendo de prácticas como las de Ryanair del cobro de elevadas tasas por imprimirte la tarjeta de embarque en el aeropuerto), pero sabiendo que llevaba el bono de reserva y de la respuesta dada por Rumbo, estaba tranquilo y todo fue bien. Como os dije, podéis facturar una maleta de hasta 20 kg. Mi maleta no dejaba de ser de mano pero, como también llevaba una mochila, facturé la maleta y metí en ella todos los líquidos y demás.


¿Qué tenéis un miedo inmenso a que os pierdan las maletas? Pues no facturéis, aunque tendréis que hacer la cola en el mostrador igualmente para que os den las tarjetas de embarque y esperar a que todo el mundo recoja su maleta en el aeropuerto de destino para que salga el bus de traslado al hotel.

El equipaje de mano permitido ha de tener unas medidas máximas de 55x40x20 y un peso no superior a 8 kg (aunque Rumbo decía que eran 6) según anuncia SATA en su web (podéis verlo aquí). A nivel práctico, no controlaron ni pesaron nada del equipaje de mano; por lo que si queréis evitar facturar, no tengáis miedo a que os comprueben la maleta de mano como a veces pasa en Ryanair u otras low cost.

Pasamos el control de seguridad, nos tomamos algo en el 100 montaditos cercano a la puerta de embarque y accedemos al avión. Enseguida noto el espacio entre los asientos para estirar las piernas (hacía años que no volaba con una aerolínea que no fuese Ryanair y la diferencia es visible). Despegamos con puntualidad, desconecto los datos de móvil y a volar.

El vuelo transcurre sin incidencias. Nos dan a cada pasajero un pequeño bocadillo de filetes de ternera de las Azores (Sande de Vaca) y un vaso de bebida a elegir entre refrescos, agua o zumos además de café o té. En unas 3 horas y media (llegamos con casi media hora de retraso) aterrizamos en el Aeropuerto de Lajes, al noreste de la isla. Sentimos como el viento golpea el avión (había leído que la isla había estado en alerta durante la semana anterior por rachas de viento que superaban los 100 km/h.), pero aterrizamos nin ningún problema.

Las maletas no tardan en aparecer y, una vez que salimos a la terminal, hay unas cuantas personas esperándonos con carteles de Portugal Tours (no era difícil adivinar que éramos nosotros a quienes esperaban; el aeropuerto es pequeñísimo y no había nadie más por allí). Nos dividen por hotel de destino (Angra Garden, Caracol, Angra Marina y Terceira Mar) y nos montamos en el bus de nuestro correspondiente hotel (en nuestro caso, el Angra Marina).

Durante el traslado en bus, un guía local en buen castellano, nos explicó durante nuestro corto trayecto (no llega a media hora desde el aeropuerto a Angra do Heroísmo) una introducción a la isla y algunas excursiones o alternativas que podíamos hacer durante nuestra estancia. También nos informó que el trayecto de vuelta sería a las 9:00 am (el vuelo era a las 11:00) desde el hotel, nos facilitó su número de teléfono, nos dio un mapa de la ciudad y de la isla y nos dijo que se quedaría un rato en el hotel para solucionar dudas, así como el horario en el que estaría durante los próximos días por la recepción para ayudarnos en lo que necesitásemos.

Una vez que llegamos, nos apresuramos a bajarnos del bus y coger las maletas de los primeros para no comernos una cola importante en el check-in del hotel (como sí sufrieron aquellos más rezagados). Nos dan una copa de champán de bienvenida y, tras hacer el check-in, nos entregan la tarjeta-llave de la habitación y el mando a distancia de las luces (sí, sí, lo que oís).

Dejamos las maletas en la habitación y nos vamos a explorar de seguida Angra do Heroísmo. Tras salir del hotel, nos vamos hacía la derecha y bajamos por unas escaleras pintorescas solitarias (da una cierta sensación de inseguridad pero enseguida veréis que podéis estar tranquilos) que da al centro de Angra do Heroísmo; el ambiente es muy muy tranquilo, no hay mucha gente por la calle ni en los bares. La ciudad es colorida y enseguida vemos la bonita Igreja da Misericordia que está pegada a la Marina (aunque es de noche y seguro que gana de día). Nos comemos un bocata en el bar People de la Rua Direita y nos vamos a algo parecido a un pub prácticamente vacío. Pronto decidimos volver al hotel para descansar; mañana será un día intenso.

Aprovecho aquí para hablaros de toda la experiencia global en nuestro hotel: el Angra Marina de 5 estrellas; lo dejo todo aquí y así no hablo más de él en el resto de etapas. Aquí os dejo información y comentarios del hotel en la web de booking, aquí de TripAdvisor y aquí su web oficial.

Era la primera vez que iba a un hotel de 5 estrellas sin mis padres, aunque había leído comentarios mixtos acerca del hotel e intuía lo que me iba a encontrar. En realidad, como os comenté, escogimos el Angra Garden (el de tres estrellas, el más barato; para reservar en el resto había que pagar suplemento), aunque alegando sobreocupación, nos lo modificaron al Marina por el mismo precio. El Marina tiene cosas de hotel de lujo y otras que hacen que te preguntes quién da las estrellas; vamos a enumerarlas empezando por lo positivo:

Las habitaciones son inmensas: muy muy grandes; la decoración es sencilla pero acertada. El mobiliario es amplio y de calidad: mesa interior, mesa exterior, tres sillas (dos exteriores y una interior muy cómoda) y un pequeño sofá. El minibar tiene pocas cosas y es caro, pero enfría y es útil si quieres dejar dentro tus botellas de agua o lo que quieras; no es que sea enorme pero te da para meter sobres de fiambre y un par de botellas de agua grandes. También hay caja fuerte y un armario con muchas perchas y bastantes cajones. No faltan tampoco dos mesitas de noche. La televisión, grandecita y de pantalla plana, tiene un montón de canales, incluidos varios internacionales, deportes, de series y películas en VO subtitulados en portugués. Los canales en español son: TVE Internacional; TVE 24 Horas; TV Galicia; Real Madrid TV; y Barça TV además de algunos otros de Latinoamérica.

Las camas son grandes y muy cómodas.

En el baño, también amplio, tienes tanto ducha (muy agradable el modo lluvia) como bañera. Hay dos lavabos en la habitación (cada uno con su toalla de mano) y también secador de pelo y calientatoallas (muy útil para dejar el bañador cuando vuelves del spa).

El balcón es grandecito y tiene unas muy buenas vistas al Monte Brasil.

El desayuno buffet es amplio y tiene mucha variedad. Suspenden los zumos y la pastelería, pero a mí me encanta hartarme de huevos con bacon en los desayunos buffet y en este estaban riquísimos. El queso fresco también estaba muy bueno. Varios platos de desayuno inglés; variedad de panes, cereales, frutas y embutido suficiente.

Aparcamiento gratuito en el hotel: Si alquilas coche, lo dejas en el hotel y ya te despreocupas.

El spa no es maravilloso ni enorme… Pero existe y su acceso no es de pago. Por lo visto, hay que avisar en recepción para que activen la sauna y las duchas estas raras. Sin embargo, nosotros cuando fuimos nos ceñimos al jacuzzi que estaba abierto de 10:00 a 19:00 y solíamos estar solos o con alguna pareja.


Y ahora lo malo…

Yo suelo desconectar bastante del móvil y del mundo durante los viajes pero lo de que no haya wifi en las habitaciones es imperdonable para un hotel de esta categoría. Tienen cable Ethernet por si te llevas el portátil pero cuesta entender que no llegue el wifi… Dicen que lo van a solucionar a medio plazo. Por tanto, solo hay wifi en la recepción. Normalmente funcionaba correctamente, pero en un par de ocasiones no terminaba de conectar de primeras.

Cuando te duchas, se moja bastante el suelo del baño. Con lo fácil que sería un pequeño escaloncito para evitarlo… Y en la bañera no hay soporte para la alcachofa ni cortina, por lo que ducharse sería incómodo. Lo que sí hay en la bañera es una jabonera para dejar el gel y el champú, cosa que no hay en la ducha, por lo que te tocará dejar los botecitos en el suelo.

Las luces funcionan con una especie de mando a distancia. El primer día te hace gracia, pero acaba por no ser muy práctico…

La recepción (y toda la entrada al hotel) se encuentra en la planta 8 y, para acceder, hay que subir una cuesta o unos escalones. No es ninguna locura, pero si vas con alguien con problemas de movilidad igual os limita un poco…

En resumen: en general, estuvimos muy contentos con la estancia (tened en cuenta también lo que pagamos...) Tampoco podemos comparar con el resto de alojamientos porque no los conocemos, por lo que no podría decir si realmente merecería la pena pagar un suplemento por este hotel en relación a los más económicos.

👉 Show Entry: 2/2/17: Vuelo con SATA, llegada a Terceira y Hotel Angra Marina ⏫ Back to Top Share:

Entre el madrugón, el largo viaje de ayer y el mini jet lag (en las Azores son dos horas menos que en la España peninsular) nos quedamos anoche fritos antes de las 12:00. La hora de aquí es un lío, porque en el móvil se te pone automáticamente en la hora de Portugal continental (es decir, una hora menos que en España); en el reloj seguí teniendo la hora española (me daba pereza cambiarla para una semana) y en ningún lado teníamos la hora real de las Azores.


Alquiler de coche
Las previsiones han dado lluvia para todo el día, pero amanece algo nublado aunque podemos ver el sol. La temperatura es agradable, unos 17 grados. Tras un buen y amplio desayuno en el hotel, vimos que Diogo (nuestro guía durante el trayecto ayer desde el aeropuerto) estaba en recepción y lo abordamos para preguntarle por el alquiler de coche (ya anoche le dije algo); me dijo que lo más barato que podía ofrecernos era uno con seguro a terceros por 22,50 al día. Aceptamos sin dudar y, tras pagarle a él mismo, hizo una llamada y nos dijo que nos recogerían en el hotel en 5 minutos. Subimos rápidamente a la habitación por las mochilas, nos preparamos los bocatas (llevábamos fiambre y pan de molde) y, cuando bajamos, ya una chica nos esperaba para llevarnos a la oficina. La empresa se llama Aguiatur y, según su web, tiene dos oficinas: una en el centro de Angra (por la zona de la Marina) y otra la que conocemos y adonde nos llevaron: en la Avenida Tenente Coronel José Agostinho. Os dejo las coordenadas: 38.656375, -27.230286. No aparece el lugar en Street View, pero existe; es una especie de caseta de estas prefabricadas.

El amable y eficiente chico que nos atendió en buen español (Ricardo), nos dijo si nos parecía bien un Smart automático de dos plazas. Le dijimos que sí y firmamos el contrato en el que señaló los daños previos que tenía el coche (era bastante nuevo, un par de pequeños arañazos y poco más). En principio, solo iba a ser por un día y quedamos en devolverlo mañana antes de las 10:30. Nos planteamos devolverlo a la tarde-noche, pero la oficina cierra a las 17:00 y no era la mejor opción. Gabri fue el encargado de conducir, necesitó presentar el DNI y el carnet, pero pagamos en efectivo (de hecho, le pagamos a Diogo en el hotel) y no nos pidieron una fianza ni nada por el estilo; y tampoco nos cobraron más por el hecho de que él tuviese 25 años (en algunas compañías tengo entendido que has de pagar un suplemento si eres menor de 26 ó 30).

El Smart iba bien de motor según Gabri; era un coche automático y dijo que era un poco raro porque nunca había conducido uno pero, una vez que te haces, es bastante cómodo (aunque le rallaba un poco eso de que se parase el motor cada vez que frenaba por completo el coche).


Serra do Cume
¡Ya vamos de camino! Entre una cosa y otra, son casi las 11 de la mañana. Nuestro primer destino es el mirador de la Serra do Cume, que dicen que es de donde se obtienen las mejores vistas de la isla. Para llegar a él, cogemos por la Vía Rápida y, en pocos minutos, encontraremos la salida dirección: S. Sebastião, Porto Judeu y Serra do Cume (este último, con fondo marrón y unos prismáticos). En seguida llegamos a una rotonda en la que tendremos que girar a la izquierda dirección Serra do Cume y seguir durante 3 km por esa carretera hasta que encontraremos el desvío para subir durante 2 km. hacía al mirador: Las coordenadas son: 38.709714, -27.1123263.

Las vistas son espectaculares. Desde un lado puedes ver la inmensa manta de retalhos y desde el otro una vista similar (algo más pequeña y menos espectacular) con la ciudad de Praia da Vitória al fondo. Hay habilitados unos miradores a los que puedes acceder pero probablemente tengas que agarrarte porque el viento, literalmente, te empuja. No es extraño que en Terceira haya rachas de viento exageradas; en esta zona es una locura y no recomendaría ir un día en el que desde Angra notemos que hace mucho viento. También hemos de ser cautos con el tema de la niebla para no llevarnos un chasco. Si desde Angra, mirando hacia el este, la niebla nos impide ver con nitidez los montes y los molinos eólicos, es una mala señal.

Tras dar una vuelta por la zona y grabarnos en la retina las increíbles vistas, volvemos al coche y nos disponemos a hacer el camino a la inversa para volver a la Vía Rápida y dirigirnos a hacer el sendero que más fama tiene en la isla: el de Mistérios Negros. Las coordenadas del inicio son: 38.737316, -27.269375; pero probablemente te sea mucho más útil que te diga que está al lado de la Gruta do Natal. Un cartel de sendero oficial informa del perfil, de las señales a lo largo del recorrido y de la dificultad (calificada en este caso como “difícil”). De todas formas, había leído en Internet varios comentarios de que no era tan difícil, así que iba medio tranquilo pese a llevar unas zapatillas deportivas…

Hasta ese momento, para mí un sendero era hacer un paseo marítimo largo o caminar por el típico carril bici entre dos pueblecitos. En Terceira no es así. El sendero es una pasada, está chulísimo y se disfruta mucho durante el recorrido pero hay tramos en los que yo, que soy un cagueta, pensaba que me iba a partir la crisma. Seguro que soy un exagerado, que no es ninguna salvajada y que, a poco que hayas practicado algo de senderismo en tu vida, te parece una chorrada esto que te digo; pero a mí sí que me pareció justificada la consideración de “difícil” del recorrido y que, aunque nos sorprendió al principio cuando lo vimos, sí que tardamos las dos horas y media anunciadas en recorrer los apenas 6 km (no llega) de este sendero, en el que ladeas una laguna, te metes en prados muy verdes y vas ascendiendo por rocas volcánicas. Una auténtica pasada. Si tienes un día reservado para ir a la Gruta do Natal y Algar do Carvão y quieres algún plan para complementar el día, recomendaría sin duda realizar este sendero que, como digo, comienza junto al acceso a la Gruta do Natal. Cerca del final del camino, cuando ya volvemos por carretera y hemos pasado la parte más complicada y bonita de la ruta, hay un desvío opcional hacía el Pico Gaspar. Ya que estamos, lo subimos. Gabri parecía que iba y volvía del supermercado mientras subía y bajaba; a mí me costó más trabajo. Me parece prescindible la subida (tampoco es que tengas arriba unas vistas mejores de las que has tenido durante el recorrido), pero si vas bien equipado y no te ha costado demasiado trabajo llegar hasta aquí, en 5 minutos estás en la cumbre.

No os lo había dicho, pero a Gabri le gusta el tema del geocaching (si no sabéis lo que es, googleadlo); había bastantes cachés durante el recorrido pero no pudo encontrar ninguno. Por lo visto, Terceira es un sitio bastante interesante para la práctica de esta actividad puesto que hay bastantes pequeños tesoros repartidos por toda la isla (de hecho, las Azores son un GeoTour y, de los GeoTours del mundo, es el que más cachés tiene).

Una vez acabada la ruta, nos acercamos a la Lagoa do Negro y allí, con vistas al lago, nos comimos algunos de los bocatas que llevábamos. Eran las 14:40 y aún faltaban 20 minutos para que abriese la Gruta do Natal. Como empezó a chispear, nos resguardamos en el coche y allí terminamos de comer.

¡Y vaya si iba a llover! Habíamos tenido muchísima suerte de que no nos cayese durante el sendero lo que cayó mientras esperábamos en el coche. Tanto llovía que movimos el coche para recorrer los apenas 20 metros que había del principio de la ruta hasta la entrada de la gruta (sin haberlo planeado, me ha salido un pareado). Abrió 5 minutos antes de la hora y entramos rápidamente al local de acceso.

Allí había una exposición fotográfica sobre la gruta; nos entregaron un folleto en español y el hombre que nos atendió, muy amable, nos explicó la historia de la misma y nos dijo el itinerario recomendado. Pagamos allí la entrada combinada con Algar do Carvão (8 euros con carnet joven las dos; 9 si no lo tienes, puesto que es el único descuento que aplican) y nos entregaron un casco; pensamos que era por simple precaución pero cuando entramos en la cueva nos dimos cuenta de lo imprescindible que resulta.

La Gruta do Natal es el recorrido, de unos 700 metros, de la lava solidificada tras una erupción (precisamente del Pisco Gaspar que coronamos un rato antes). Es un lugar curioso y llamativo. Si en la primera de las galerías el recorrido tiene algo de complejidad por lo irregular del suelo; en la segunda (aunque puedes evitarla y recorrer solo la primera) deberás andar agachado literalmente. Una experiencia curiosa en un lugar muy llamativo.

Tras unas breves preguntas (uno que es muy curioso) al hombre de la recepción que nos atendió a nuestra llegada y un repaso a la galería fotográfica, nos pusimos rumbo a Algar do Carvão (38.728172, -27.216015), está muy cerquita y bien señalizado. En apenas 10 minutos en coche, aparcamos en Algar do Carvão.

Algar do Carvão fue, a nuestro juicio, el sitio más espectacular de Terceira. Las fotos que podáis ver no hacen honor a la sensación de encontrarse dentro de un volcán y de mirar hacia arriba y ver el cráter. Primeramente hay un paseo por una especie de pasadizo que parece que nos dirigimos a la última fase de un videojuego; después la vista se nos irá hacia arriba para ver el cráter e iniciaremos un descenso por escalones de unos 80 metros, en la que abajo del todo encontraremos un lago de agua cristalina; durante el camino veremos peculiares estalactitas y un paisaje único. Para volver, toca subir los muchos escalones que, después de la intensidad del día, se hacen pesados.

Quiero hacer hincapié en que Terceira es una isla bastante poco apta para personas con problemas de movilidad. Yo, que tengo un padre con una discapacidad física (no es que vaya en silla de ruedas pero le cuesta mucho al hombre subir escalones) suelo fijarme en estas cosas y él no aguantaría ir a Algar do Carvão y tampoco podría meterse en la segunda galería de la Gruta do Natal (si ya me costaba trabajo a mi…) y estaría agobiado por lo irregular del piso en la primera de ellas. Además, Angra es una ciudad con bastantes cuestas. Si estás limitado en ese aspecto, puedes recorrerte los pueblos de la isla; llegar a los miradores a los que se pueda acceder en coche y ver los diferentes museos pero, a mi juicio, es necesario tener un mínimo de condición física para sacarle todo el provecho a Terceira (la visita a los monumentos naturales y los senderos la requieren).

Los días de apertura y el horario de Algar do Carvão y la Gruta do Natal en temporada baja es bastante limitado. Cuando nosotros fuimos, los días de apertura eran lunes, miércoles y viernes de 15:00 a 17:00 (da tiempo de sobra a visitar bien las dos en el mismo día), con última entrada a las 16:45 según anuncian. De todas formas, informaos bien en la web de los montanheiros de esta información.

Una vez que terminamos de ver Algar do Carvão, nos dirigimos a las Furnas de Enxofre (38.729040, -27.230867). Es un paseo peculiar en el que puedes observar (y oler) los gases que brotan del suelo por la actividad volcánica bajo tierra. Está situado en un desvío bien señalizado entre la Gruta do Natal y Algar do Carvão. El instinto invita a pensar en visitarlo entre que haces una y otra. Mi consejo es que no lo hagas si, como nos pasó a nosotros, los horarios de apertura de las grutas son tan limitados (las Furnas están en campo abierto, son gratis y puedes ir cuando quieras). No es que sea un paseo larguísimo pero vale la pena hacerlo con tranquilidad y no con las prisas de irse corriendo a ver la gruta que falta por ver. Como somos unos suertudos, dejó de llover (lo llevaba haciendo prácticamente desde que acabamos el sendero) antes de que hiciésemos el paseo de las Furnas de Enxofre.

Como estábamos cerquita (a menos de 10 minutos de las Furnas) y queríamos merendar, nos acercamos a la Lagoa das Patas (38.718001, -27.287422). En este caso, la señalización no es del todo buena, ya que hay un descampado para dejar el coche a mano izquierda (si venimos desde el este –Furnas, Grutas, Angra…-) y la indicación que pone “Lagoa da Falca” (el otro nombre de esta laguna) está justo después de la salida a este descampado y ya lo habremos pasado, por lo que no nos quedará otra que dejar el coche en el arcén (que tampoco pasa nada). Nosotros lo dejamos en este descampado y cruzamos la carretera, hay un pequeño merendero junto a la laguna pero nosotros nos quedamos en la orilla y vimos como todos los patos y los pajaritos se acercaban a nosotros por el pan que les tirábamos. En pocos segundos, teníamos a la mitad de la fauna de la isla a nuestro alrededor.


Vuelta al hotel, spa y salida nocturna
Tras el ratito de tranquilidad, decidimos que era hora de volver al hotel. Eran las 17:30 y había sido un día verdaderamente intenso. En 20 minutos ya estábamos en el hotel y aún quedaba más de una hora para que cerrara el spa: ¿Qué mejor manera que relajarnos un ratillo allí? Nuestro gozo en un pozo. Había tres parejas en el jacuzzi; no es que no hubiese hueco para nosotros, pero estaríamos algo apretadillos, así que nos decidimos por estar un ratillo en la sauna y en las duchas estas raras.

Tras el ratito de spa, toca conectarse con el mundo (esto es: ir a la recepción a pillar el wifi), cenar unos bocatas de nuevo (somos unos tiesos…) y ducharse y cambiarse para ver si hay algo de marcha en Angra do Heroísmo.

Sobre las 23:00, salimos en dirección a los bares del Porto das Pipas (lo teníamos frente al hotel, a 5 minutos). Por allí dejamos también el coche cuando volvimos porque no es zona azul y no sabíamos si podíamos dejarlo en el parking del hotel (cuando salimos para dar la vueltecilla, preguntamos y nos dijeron que sin problema). Entramos en el primer bar que vimos (creo que era el Havanna Club) y resultó que había montado un karaoke. Por supuesto, a mí me parecía una genial idea que Gabri y yo cantásemos algo, a lo que él se negó en rotundo. Tras mucho insistir, conseguí que viese el listado de canciones internacionales: había unas cuantas españolas y le dejé elegir con tal de que hiciésemos el ridículo un rato. El animal escogió “Aserejé” porque “ya que vamos a hacer el ridículo, lo vamos a hacer bien”. Y sí, "cantamos" (por decir algo) Aserejé en un bar en nuestra primera noche en Terceira. Después del momento surrealista, de ser los protagonistas de la noche durante un buen rato y de incluso hacer algún amigo, decidimos irnos a dormir porque mañana sería un día intenso. Además ya había acabado el karaoke y el pub se reconvirtió en un intento de discoteca y tampoco nos iba el rollo demasiado.

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