Experiencias en Berlin ✏️ Blogs of Germany

Nuestro viaje, es de un largo fin de semana en la ciudad de Berlin, desde el dia 18 hasta el 21 de abril del 2019, hemos estado cuatro personas, con muchas ganas de conocer todos los rincones de la ciudad.
Pero antes de empezar con el diario, unos puntos resumiendo lo mas destacable del viaje.

- El vuelo son dos horas y media desde Mallorca, la ida la hicimos con Easyjet y la vuelta con Eurowings, hicimos el check-in on line con maleta de mano y no hubo ningún problema, ni se retrasó el vuelo.

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- Cuatro días son suficientes para ver lo mas importante de Berlín, si hubiésemos estado mas tiempo hubiéramos ido a Postdam y al campo de concentración de Sachsenhausen, pero nuestro tiempo era limitado y no pudimos

- Nuestro hotel estaba situado en Alexanderplatz, a mi juicio la mejor zona, muy bien situado al lado de la isla de los museos, del barrio judio (el barrio que mas me gustó), con restaurantes, locales pintorescos y comercio de calidad.

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- Berlin es una ciudad de contrastes, la arquitectura, los graffitis, los barrios residenciales, donde no se oye un alma, plazas muy bien cuidadas y limpias, llenas de flores y de repente una calle muy sucia y un edificio lleno de ocupas, avenidas muy anchas, con edificios enormes al lado de una iglesia, o una calle larguísima con tiendas de todas las marcas.

-Los domingos todo está cerrado, menos los museos y alguna tienda de souvenirs al lado de las zonas mas turísticas, nosotros aprovechamos para ir a los mercadillos callejeros parecidos a cualquier rastro de cualquier ciudad grande.

- Los alemanes adoran el sol, prefieren comer a pleno sol pasando calor que estar dentro de los locales a salvo.

- Una cosa curiosa es que en muchos establecimientos no tienen para pagar con tarjeta, solo en efectivo, incluido los restaurantes y alguna tienda que no pertenezca a grandes cadenas.

- Recomiendo muchisimo hacer una excursión con guía por el Centro de Berlin, muy interesante y hace que te fijes en detalles que yendo solo no lo harías. Nosotros al final cogimos la de Cultour Berlin, nuestro guía Jordi, fue muy amable y entretenido, se nos pasaron las cuatro horas en seguida.

- El aeropuerto donde nosotros fuimos, fue al de Tegel, a 20 minutos de la ciudad, es pequeño, para la ida a Berlin cogimos un autobús que nos dejó en Alexanderplatz justo al lado de nuestro hotel y para la vuelta cogimos un taxi, así aprovechamos hasta el último momento y salió por unos 26 euros aproximadamente que entre los cuatro no era tanto.

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- Cuando compréis los tickets del metro, del bus o del tranvía, hay que validarlos en las máquinas que hay para ello, no hay tornos para entrar ni nadie que aparentemente vigile pero os recomiendo que seáis honrados en cualquier momento puede venir un revisor y no es raro que eso ocurra.

- No dejéis de comer las currywurts, ni los pretzels, ni comprar un recuerdo con el Ampelman de los semáforos, ni mucho menos de probar las cervezas artesanales, son excelentes. Aunque los camareros y los que atienden las cervecerías podrían ser un poco mas simpáticos. Lo bueno es que la mayoría de los que atienden negocios hablan inglés.

- La comida en comparación con la ropa no es tan cara, se come y se bebe muy bien a buen precio y hay todo tipo de restaurantes para elegir.

- Los transportes son rápidos y cómodos aunque nosotros preferimos casi todo el rato andando, hay mucha variedad y con el Google Maps llegas a todos los sitios.
Hay variedad de tickets y bonos para los viajes, las máquinas expendedoras tambien están en Español y no hay problema para comprarlos, hay que tener en cuenta que la mayoría de cosas que ver están en la zona A y B, y que se pueden comprar tickets individuales, también por días, nosotros como eramos cuatro personas compramos 4 tickets juntos que salían mas económicos que por separado, hay que tener en cuenta las opciones.

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Salimos de Palma con Easyjet a las 07.20 de la mañana, con destino al aeropuerto de Tegel, después de dos horas y media sin ninguna incidencia y dormitando por el madrugon, llegamos a Berlín, era muy pronto pero al salir de la terminal donde nos dejó el avión, eso si tuvimos que andar desde el mismo hasta la salida de equipajes, salimos a la calle y giramos hacia la derecha siguiendo los carteles hasta que encontramos las máquinas expendedoras de los tickets y el autobus hacia Alexanderplatz, tuvimos que hacer cola para subir y allí dentro del bus, nos empezamos a dar cuenta que estaba haciendo mucho calor y que la ropa que habíamos traído se iba a quedar en la maleta la mayoría.

Después de cuarenta minutos llegamos a Alexanderplatz y después de andar unos pocos metros dimos con nuestro hotel el "Motel One Alexanderplatz", un hotel correcto que cogimos a través de www.booking.com, aunque las habitaciones eran un poco pequeñas y las camas no tan cómodas como yo hubiera querido pero suficiente para los días que íbamos a estar y además la ubicación era excelente, al lado de un centro comercial, tiendas de todo tipo y lugares para desayunar.
Aunque era Jueves Santo en Berlin estaba todo abierto y no era festivo, por lo que nos lanzamos a la calle directos al barrio Judio, aunque antes nos paramos a comer en un sitio de pescado de Alexanderplatz, ya que uno de los componentes de nuestro grupo es vegetariano y teníamos miedo de que no hubiera platos para él en los restaurantes, pero estábamos muy equivocados, si eres vegano o vegetariano
no hay ningún problema en todas las cartas que vimos había opciones para él, incluso en los desayunos.

Por supuesto nos paramos a mirar la inmensa plaza y lo que se encontraba en ella, el reloj mundial, la torre de la televisión, las estatuas de Marx y Engels, como todo en Berlin, una mezcla de estilos y de culturas.

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Acabamos de comer, eso si, los horarios son muy pronto, a las 12 ya están comiendo y a partir de las 18 podéis empezar a cenar, por lo que si te descuidas a las 15 estas merendando!!, pero como siempre que vamos de viaje, nos adaptamos rápidamente a los horarios de la ciudad, por lo que no nos importó nada comer pronto y lanzarnos a la calle hacia el barrio Judio, el barrio tiene de todo un poco viviendas, restaurantes, tiendas y las zonas donde se conserva lo poco que queda del holocausto nazi, lo primero que vimos fue la Sinagoga aunque no la visitamos por dentro, primero porque estaba cerrada y segundo porque según los diarios que estuve repasando en esta web, no valía mucho la pena, también pasamos por el antiguo cementerio judío, totalmente arrasado por los Nazis del que solo quedan algunas lapidas en mal estado, el lugar sobrecoge un poco al entrar, desde el monumento de la entrada y el jardín que lo envuelve y te hace pensar en lo que es capaz el hombre y lo que sucedió allí mismo, empezamos a tomar contacto con la historia mas terrible de Berlín.

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Dimos un par de vueltas por las calle adyacentes y nos tomamos un café y un pastel en una panadería muy cerca del cementerio, cuidado! que algunos locales con mesas no tienen WC, por lo que si tenéis alguna urgencia ya sabéis primero buscar el baño, lo último que buscamos son unos patios interiores que están entre edificios, con tiendas de diseño y pequeños jardincillos, tiendas caras y restaurantes muy tranquilos, pero después de dar vueltas y comprar algún recuerdo, salimos de nuevo hacia Alexanderplatz.

Allí decidimos que íbamos a ir hacia el sur, hacia el barrio de Kreuzberg, el barrio Turco, pasamos de nuevo por la plaza y descubrimos en un lado las estatuas de Marx y Engels y pasamos fugazmente por las escasas calles que quedan del centro antiguo de Berlin, dirigiéndonos hacia el barrio Turco, donde nos habían dicho que estaba el local con las mejores hamburguesas de todo Berlin el Burgermaister debajo de las vías del metro y emplazado en un antiguo urinario público, dirección; Oberbaumstrasse 8.

Andamos hacía el sur, pasamos por edificios con la estética soviética, parques y jardines muy cuidados y con mucha gente ya que el tiempo acompañaba a tomar el sol de la tarde, hasta que llegamos a Kreuzberg.

Es un barrio compuesto por edificios mas destartalados y coloridos, con tiendas con marcas mas alternativas igual que los locales, vimos tiendas de ropa, de comics, cervecerías, gente mas pintoresca y nos fuimos adentrando en el barrio hasta llegar a la hamburguesería. La verdad es que el local es muy pequeño, y había muchísima cola y sinceramente en los alrededores había gente poco recomendable, vimos un chico de color con un chandal apoyado en una pared, manejando cuatro móviles a la vez y no nos apeteció quedarnos. Volvimos a preguntarle a Google y nos quedaban 40 minutos para la vuelta al hotel y no queríamos que se oscureciera demasiado antes de llegar de nuevo a Alexanderplatz.

Fuimos por Köpenicker Strasse, una larguísima avenida en la que a ambos lados había fabricas, sitios abandonados llenos de grafitis y un gran edificio con ocupas, hasta que al final llegamos aliviados al hotel, eso es Berlin, avenidas donde no pasarías de noche, al final de la calle, sitios para comer, un museo o un poco mas allá un parque donde harías un picnic sin problemas.

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Llegamos al hotel y nos fuimos al centro comercial de delante del hotel llamado Alexa a buscar algo para comer, según los carteles del centro, había una zona de restaurantes, con mucha variedad, lo malo es que se cerraba a las nueve y nosotros entramos rápidamente a comer allí, la verdad es que fue muy rápido y bastante bueno, cada uno de nosotros se pidió una cosa diferente, podías elegir entre comida vietnamita, india, mexicana o las típicas salchichas de currywurst, todo recién hecho.

Luego volvimos al hotel. Estábamos bastante cansados y al final habíamos madrugado muchísimo, a dormir, según nuestro contador de pasos habíamos hecho un poco mas de 20 kilómetros y mañana nos esperaba un día muy intenso, ya que teníamos la excursión guiada por todo Berlin.

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El Viernes Santo, es día festivo en Berlín y como nosotros lo habíamos consultado en internet, decidimos que ese día al ser festivo y estar las tiendas cerradas lo íbamos a dedicar al recorrido con la excursión guiada y los museos que si estaban abiertos.
La excursión la hicimos con "Cultour Berlin", la salida de la misma estaba en Alexanderplatz delante de la torre de la televisión, la verdad es que había mucha gente pero se organizó todo muy rápidamente, el precio de la excursión es de 13 euros, bien pagados por que fue muy entretenido y se nos pasaron las horas muy rápido.

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El guía que nos tocó fue Jordi, muy agradable y empezó el recorrido por Alexanderplatz, Jordi nos fue contando todas las anécdotas, historias y explicaciones al pasar por los diferentes sitios a los que fuimos. Nuestra excursión era "Todo Berlin", nos dirigimos primero al barrio antiguo (lo poco que queda) y allí empezó a desgranar toda la historia de Berlin desde sus inicios con la dinastía de los Hohenzollern, hasta la época moderna con la destrucción del muro y la política actual. Entramos en "Unter den Linden" y fuimos recorriendo la isla de los museos, la catedral, giramos por la Universidad Humbolt en la plaza Bebelplatz, donde los Nazis quemaron los libros, continuamos por la plaza de las dos catedrales, llegamos al Check Point Charlie (donde por fin hicimos un cafe para descansar del sol Berlines) y seguimos mas al norte hacia la "Topografía del Terror", pasamos por el memorial a los Judios pasando por Postdamer Platz y terminamos en la famosa "Puerta de Brandemburgo". Cuatro horas llenas de historia, imágenes que retener y pensamientos que ordenar.

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Acabamos a las 14 horas y como nosotros habíamos aprovechado la pausa para el café para tomarnos un bocadillo y un refresco, el hambre lo dejamos para mas tarde nos fuimos directamente a la Isla de los Museos, para aprovechar el tiempo, ya que los museos se cierran a las 18 horas y teníamos aún un montón de cosas que ver.
No llevábamos las entradas compradas pero al ser mediodía, las colas eran bastante pequeñas y en 10 minutos lo tuvimos todo comprado, las entradas que compramos para adultos eran para los 5 museos, salen mucho mas baratas que comprar las entradas por separado, el guía nos lo confirmó antes de ir, el precio sin descuento era de 18 euros, pero hay descuentos por ser estudiante y alguno mas.
El primer museo que visitamos es el "Neue" donde su principal atracción es el maravilloso e único busto de Nefertiti, lo pudimos ver muy bien, ya que había poca gente, pero por supuesto no se podían hacer fotos, totalmente prohibido, en el resto del museo si se podía. En el museo había piezas muy importantes pero estaban totalmente eclipsadas por el busto, la verdad es que no hubiéramos entrado si no hubiese sido por él.
A continuación el plato fuerte de la tarde, "el Museo de Pergamo", impresionante, la "Puerta de Ishtar" y la entrada al "Mercado de Mileto" nos dejaron boquiabiertos, la gran pena es que el "Altar de Pergamo" estaba cerrado por obras.

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Luego subimos al primer piso, donde el arte oriental estaba representado por las diversas culturas de Irak, Siria y Turquia, impresionante, salimos muy contentos y casi rozando la hora de salida.

Al salir decidimos volver a Check Point Charlie, lo hicimos mas que nada porque con la excursión casi no pudimos verlo de cerca y también queríamos comprar alguna cosa curiosa del sitio, pero antes de eso y de camino hacia el Check, hicimos una parada técnica en una chocolatería de lujo llamada "Rausch" en Charlottenstrasse, 60, tres plantas entre tienda y cafetería donde nos tomamos una copa de chocolate con helado de vainilla con nata, enorme, completado con un bombón y un pequeño vasito de agua. Un sitio muy agradable para descansar después de ver tantas cosas.

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Seguimos para el Check Point en Friedrichtrasse 43-45, es un lugar tremendamente turístico y ha perdido un poco la esencia de la historia, incluso hay dos personas vestidas con uniforme militar haciéndose fotografías con gorras militares diferentes para que te pongas las que tu quieras y te hagas una foto con ellos, previo pago claro está. Al lado hay un museo del muro, la tienda de souvenirs, donde vimos que vendían un trozo grande del muro por 200 euros!!! es la parte de Berlin que menos me gustó la verdad.

Continuamos calle arriba hasta la Topografía del Terror, donde por la mañana no nos pudimos detener y visitar el memorial y el museo gratuito que está frente al edificio mas sombrío de la ciudad, donde se ubicaba el Ministerio del Aire, enfrente del edificio de la Gestapo, donde miles de ciudadanos perdieron la vida, enfrentándose a las torturas y a la sinrazón del 3er Reich. Ver las fotografias de Hitler, dando la mano a niños o desfilando por Unter Den Linden, al lado de Gebels y sus ministros es sobrecogedor.

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Después de pasar un buen rato, recordando a la historia, decidimos ir a cenar a una cervecería tradicional, nuestro guía nos recomendó irnos al barrio medieval de San Nicolas, al lado de Alexanderplatz, por lo que deshicimos el camino y nos dirigimos a la plaza de San Jorge donde estaba la cervecería llamada Georbrauer al lado de la estatua. Insisto que teniamos un vegetariano en nuestro grupo y pudo comer perfectamente en ese sitio, unos calabacines rellenos buenísimos, pero los demás quisimos probar las salchichas y nos zampamos una Bratwurst con una salsa de cerveza con patatas y ese día si que bebimos medio litro de cerveza cada uno para acompañar y para empezar pedimos también unos "pretzel" y todo nos salió mas o menos por 20 euros cada uno. Nada mal para lo bien que comimos y lo rico que estaba todo. Solamente una anécdota; cuando llegamos no había mesa y tuvimos que esperar un poco, delante de nosotros había una pareja que no lograba que le dieran mesa, esperando, al final el camarero, nos dijo que se quedaba libre una mesa pero como era demasiado grande nos ponía pegas para darnos el sitio, al final les dijimos a la pareja que estaba delante de nosotros, que los conocíamos del itinerario de la mañana, que si querían sentarse con nosotros y así no hubo ningún problema para que nos dieran el sitio.

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Cuando acabamos de comer, ya estábamos muy cansados y al día siguiente nos esperaba un día intenso, y como nuestro hotel estaba muy cerca nos fuimos tranquilamente dando un paseo que nos lo habíamos ganado.

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