Esporadas 2020: Skopelos, Alonissos y Skiathos, 15 días de slow travel ✏️ Blogs of Greece

En enero de 2020, como cada año pude por fin hacer click a esos vuelos mirados y remirados desde hacía dos meses, el noveno viaje a nuestra querida Grecia, el regreso tras el verano asiático de 2019, al paraíso del corazón, luego están los otros paraísos, los de todos, los unánimes, pero este es un poquito nuestro, propio, volver a Grecia es como regresar a casa una vez más.


Esta vez elegimos las islas Esporadas, situadas en el Mar Egeo, muy cerca de las costas de la península del Pelión. Llevaba años leyendo sobre estas islas, caracterizadas por sus playas rodeadas de maravillosa vegetación.

Esporadas significa dispersas, situadas al norte del de la isla de Eubea, en el mar Egeo, Skiathos, Skopelos, Alonisos y Skyros son islas de contrastes, verdes y fértiles y con un clima suave y templado. Sus playas de aguas cálidas están bordeadas de pinares y bosques de eucaliptos. Pueblos con encanto y una Reserva marina en Alonissos son otros de sus atractivos.

Pero un mes después de comprar vuelos, lo que nos hizo click a todos fue un virus, click a nuestras vidas de viajeros, de eternos planeadores, de buscadores incansables de vuelos y destinos, había que parar, un virus hacía click en nuestras vidas, condicionaba nuestras rutinas, nos metía en casa, barría el mundo y se llevaba tanto y a tantos, se llevaba hasta sueños.

Durante tres meses vimos pasar la vida ente datos, cifras, cancelaciones y esperanza en un verano que llegaría pero no sabíamos cómo. Nunca perdí la ilusión porque pudiera ser, en junio Aegean Airlines canceló mis vuelos a Atenas y el regreso desde la isla de Skiathos, nos ofrecieron bonos o cambio de fechas y decidí dejar pasar unos días para decidir con calma y ver la evolución de la pandemia, tanto en Grecia como en España.

Preparativos y datos prácticos

El viaje planeado en enero incluía Atenas, mi hija tenía ganas de conocer por fin la Acrópolis, de sus varios viajes a Grecia solo en dos ocasiones hemos hecho parada breve en Atenas, la primera vez fue un breve paseo y comida en Plaka pero era muy pequeña y la segunda vez tenía 6 años, pero tuvimos un problema de huelga de ferrys y al final la estancia en Atenas se redujo a una noche, cena y breve paseo, así que seguía y sigue pendiente que visite la Acrópolis y otros yacimientos de Atenas como merecen. Todo llegará.

Precio de los vuelos comprados en enero Madrid-Atenas Skiathos-Madrid para julio, 750 euros dos adultos y la niña de 8 años con una maleta, Aegean Airlines.

En julio, e imaginando un otoño no fácil, como así ha sido, decidimos solicitar los bonos y utilizarlos, dados los buenos precios y condiciones que ofrecía Aegean. Movimos las fechas de vacaciones a la segunda quincena de agosto y volvimos a dar forma al viaje cambiando las reservas de hoteles, con el cambio perdimos 2 noches de viaje, así debido a eso y al tema de la pandemia y por evitar ciudades, decidimos con pena dejar Atenas para el siguiente viaje.

El viaje quedó del siguiente modo:

Skiathos 1 noche
Skopelos 6 noches
Alonissos 4 noches
Skiathos 4 noches

Vuelos

Vuelos: Madrid-Atenas-Skiathos y Skiathosa-Atenas-Madrid, escalas cortas con Aegean Airlines en tarifa flex 480 euros, los niños sólo pagaban tasas debido a los cambios, cancelaciones etc hacían esta promoción. El dinero restante lo tenemos en vouchers para gastar en 18 meses o pedir reembolsos en 12 meses.
De las tres islas que visitamos en el archipiélago de las Sporadas, sólo Skiathos tiene aeropuerto.

Hoteles

Tenía todos los hoteles reservados desde febrero, en sus respectivas webs, tratando directamente con los propietarios, no tuve ningún problema para cambiar fechas cuando me cancelaron los vuelos y además por motivos familiares no podíamos viajar en julio. El hotel de Atenas lo cancelé también sin problemas.

Hotel Filoxenia (Skiathos)

75 euros, habitación triple sin desayuno.
Un hotel sencillo, en el centro de Skiathos, a unos pasos de la calle comercial Aléxandros Papadiamantis. Como era para una noche, y al día siguiente cogeríamos el ferry por la mañana, me interesaba un hotel cerca del puerto, además el primer día llegábamos a las 7 de la tarde, justo para dejar maletas y cenar.

www.filoxeniahotelskiathos.com/

Rigas Hotel (Skopelos)


Situado en el Puerto de Skopelos, en la carretera que va a las playas y a 5 minutos a pie del puerto.
Studio B alojamiento y desayuno para 3 personas 120 euros/noche

rigashotelskopelos.reserve-online.net/ ....net/about

Paradise Hotel (Alonissos)


En el puerto de Patitiri, habitación doble con cama extra y desayuno, 105 euros/noche. Literalmente sobre el mar.

paradise-hotel.gr/

Hotel Villa Orsa (Skiathos)


A la izquierda del Puerto de Skiathos, con el mar a la espalda, en la zona de Plakes, también al borde del mar.
Reservé una habitación triple sencilla en el piso bajo, con desayuno, pero Dimitris, el dueño, nos dio una con dos camas dobles y vistas al mar, 100 euros/noche.

www.skiathoshotelvillaorsa.gr/

Ferrys

A diferencia de otros viajes a las islas griegas, este año los trayectos en ferry han sido muy baratos. Había varias frecuencias diarias entre las tres islas que visitamos, Skyros, que también forma parte del archipiélago, tiene aeropuerto, pero menos frecuencias en ferry.
Utilizo el buscador www.ferries.gr pero compro directamente en la web de cada naviera, algunas recoges el ticket en las agencias del puerto con el localizador, y otras ya funcionan con el check in online 48 horas antes, se puede llevar el billete en el móvil y se enseña al entrar, muy cómodo.
Antes de viajar rellenamos una declaración de estado de salud, debido al covid-19 (también entregan el papel en las agencias). La recogen al entrar en el ferry.

Skiathos-Skopelos: Anes ferries, barco; Proteis, salida 11:30, duración del trayecto hora y cuarto. Adulto 8,60 €, niños hasta 10 años 50%. Recogida de tickets en una agencia del puerto.

Skopelos-Alonissos: Blue Star ferries, barco Exp Skiathos, salida 12:10, trayecto 35 minutos. Check in online. Adulto 6 euros, niños hasta 10 años 50%

Alonissos-Skiathos: Blue Star ferries, barco Exp Skiathos, salida 13:00, trayecto 2 horas y cuarto. minutos. Check in online. Adulto 11 €, niños hasta 10 años, 50%

Nosotros, finalmente llegamos a las islas en avión, pero hay otras dos maneras de llegar, ambas en ferry:
Una manera es en ferry desde el puerto de la ciudad de Volos, situada en la península del Pelión, 327 km al norte de Atenas, unas 3 horas en coche.
La segunda manera es desde el puerto de Agios Konstantinos, situado a 160 km al norte de Atenas, muy cerca de la isla de Eubea. En este caso hay dos agencias en Atenas que organizan el trayecto en bus que enlaza con el ferry de Anes Lines que va a las islas de Skiathos y Skopelos.

Jeta Tours

www.jeta-tours.gr/

Alkyon Travel

alkyontravel.gr/page_en/sporades

Normalmente el bus sale de Atenas sobre las 6 de la mañana y el ferry parte a las 9 hacia las islas, los horarios se anuncian y se ponen a la venta los billetes en abril y el precio del bus es de unos 14 €, a lo que hay que sumar el precio del barco. Los ferrys de vuelta salen de las islas a mediodía y el bus llega a Atenas a última hora de la tarde.
Transporte
En todas las islas se puede alquilar coche, pero existe buena red de autobuses que comunican los puertos con pueblos y playas son utilizados por muchos viajeros. No obstante dejo los nombres de las agencias de alquiler que utilizamos:

Excursiones en barco
Skopelos: En general las excursiones son al parque marítimo de Alonissos, quizá otros año s haya más opciones
Alonissos: Excursión al parque marítimo de Alonissos y sus islotes
Skiathos: Es donde más opciones había, playas como Lalaria, Kastro, isla de Tsourgias y algunas playas.

Viajar a Grecia en tiempos de Covid-19

Viajar bajo estas circunstancias era algo nuevo para todos, otra experiencia de vida, otra forma de viajar, pero ir a Grecia este verano resultó liberador, nos hizo desconectar de la situación de Madrid, que se complicaba por momentos y que nos hacía imaginar el otoño que estamos viviendo.
Estuvimos todo el verano haciendo seguimiento de la situación en Grecia en cuanto a la evolución de la pandemia. Grecia enfrentó muy bien la primera ola entre marzo y mayo, con pocos casos en comparación con otros países europeos, y abrió sus fronteras al turismo a mediados de junio con PCR aleatorias a los viajeros que entraban en Grecia, tanto a través de aeropuertos, como puertos y fronteras terrestres. Requisito obligatorio es rellenar un Formulario de Localización del Viajero (PLF), como mínimo 24 horas antes de la llegada. Uno por familia o grupo, donde se debe notificar el primer alojamiento y opcionalmente el segundo. Este documento tiene un titular y acompañantes, sean familia o no.

travel.gov.gr/#/user/login

Una vez relleno el formulario se recibe un correo de confirmación y la noche previa al viaje se recibe un correo con un documento adjunto que contiene un código QR, documento que debe llevarse descargado en el móvil o impreso.
A la llegada y tras el desembarque organizado y la entrada en la terminal, el personal revisa los QR y dice quien debe hacerse la prueba y quien puede continuar.
Las personas que se hacen la prueba deben guardar cuarentena y tener cuidado durante 24 horas, si no se recibe ninguna comunicación por parte de las autoridades griegas, significa que la prueba es negativa.

Aunque hagan PCR se puede continuar a destino, ya sea cogiendo otro vuelo a una isla o coche para desplazarse a otra zona del país.
Durante el mes de julio, el incremento de focos en el país, lleva a las autoridades de protección civil griegas y los expertos, a tomar la decisión de imponer restricciones por zonas, como limitación en los horarios y aforos. Desde el 17 de agosto comienza a exigirse PCR negativa a los viajeros procedentes de varios países, entre ellos España, debido al aumento de casos. No obstante se siguen haciendo PCR aleatorias en los puntos de llegada a Grecia.

En Grecia, además de las restricciones de horarios y aforos en determinadas regiones e islas, es obligatoria la mascarilla en interiores; supermercados, tiendas, museos, medios de transporte, interiores de hoteles.
Los hoteles también tenían medidas anti-covid, como no poder servirte directamente del bufet del desayuno o no haber limpieza diaria de las habitaciones, salvo previa solicitud, también check in expres y preferiblemente en exteriores.
En general hemos visto medidas correctas, camareros, conductores de taxi o bus y empleados de hotel, supers y tiendas, con mascarilla, mesas con distancia en tabernas, gel hidroalcohólico y limpieza.

Nos hemos sentido cómodos y seguros en todo momento, usando mascarilla en interiores y en las tabernas cuando venía el camarero. La organización de los embarques y desembarques de los 4 vuelos, perfecta, y la actitud de la gente muy correcta, ningún problema. Detallaré la experiencia en la etapa de cada isla.
Para regresar a España también es necesario rellenar un formulario y enseñar un código en el aeropuerto al llegar.

www.spth.gob.es/

Nota importante

Las restricciones, mientras dure el COVID-19, pueden cambiar, hay que estar atento a las noticias y actualizaciones fiables durante la preparación y antes de viajar porque puede haber cambios imprevistos según evolucione la pandemia, ojalá cuando muchos leáis este diario estas indicaciones sean historia pasada.

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Llegada a las Esporadas, vuelos y toma de contacto

Volamos hacia Atenas el 16 de agosto en el vuelo de mediodía, realmente el único que han dejado de ida este verano, salida de la Terminal 1 de Barajas, el aeropuerto bastante vacío y hay que reconocer, mitad emoción, mitad nervios, una situación atípica pese a saber que estábamos sanos y habíamos cumplido todas las medidas recomendadas a lo largo del verano. Nunca habíamos volado con esa sensación.

En el mostrador de facturación enseñamos el formulario de localización del pasajero, imprescindible para volar a Grecia, junto con las tarjetas de embarque y los documentos de identidad, todo en orden.


El embarque fue organizado, vuelo tranquilo, Aegean nos dio un pequeño snack de minibocadillo, bebida y unas galletas, lo suficiente, observé como todos comíamos rápidamente para volver a colocarnos la mascarilla.
El desembarque en Atenas de cinco en cinco filas, ordenadamente, cogemos el bus y llegamos a la terminal, hay dos colas con dos personas de seguridad revisando códigos, cuando nos toca a nosotros nos preguntan si somos familia y nos dicen que solo mi marido debe hacerse la prueba PCR, en nuestro vuelo vamos bastante gente a esta cola, trámite rápido, la prueba es bucal.

Nada más terminar nos vamos a la puerta de embarque del vuelo a Skiathos que sale puntual, también nos dan un pequeño snack y a las 19:45 aterrizábamos por fin en el paraíso, no solo por sus playas, sino por lo que nos supone desconectar y cambiar de aires, por fin. En el aeropuerto cogemos un taxi a medias con un señor mayor griego y nos lleva a nuestros hoteles, el nuestro es el Filoxenia, hotel en el centro del pueblo, muy cerca de la calle comercial, sencillo y correcto, la dueña nos da un apartamento en el último piso con terraza, 2 habitaciones, cocina y baño, no necesitamos nada más que ducharnos y dormir, así que de sobra.

Tras una rápida ducha y un cambio de ropa salimos a cenar y dar un paseo, teníamos tantas ganas de esto, de volver a Grecia, de sentir el estar de vacaciones tras los duros meses sin salir de casa…, nos sentimos felices y mi hija la que más, los niños siempre nos dan lecciones, adaptándose a todo y valorando cada momento.
Vemos menos gente de la que hubiera habido cualquier agosto, pero este es diferente, pese a ello, la calle Papadiamantis está animadilla, muchas tiendas, solo algunas personas llevan mascarilla. Bajamos hasta el puerto y nos ubicamos, buscamos uno de los restaurantes de mi guía que está frente al puerto, entre el final de Papadiamantis y la parada de bus del puerto.
Todos los precios son de comidas y cenas para tres, porque se puede decir que la niña ya come como el que más, además de llevar añorando sus platos griegos favoritos todo el invierno.

Mouragio, cenamos en la terraza; ensalada griega, saganaki, calamares y gambas saganaki, dos Mythos, refresco de naranja y agua. 38 €.

Tras la cena damos un pequeño paseo por el puerto, pero como sabemos que al regreso de las demás islas, el 27 de agosto, habrá menos gente, preferimos reservar energías para entonces, también cuando regresemos cuento más cositas de esta islita, turística sí, pero a la que creo hemos pillado en su mejor momento, pese a todo.

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Descansamos de maravilla en Skiathos, pero nos despertamos temprano, nos vestimos y en poco tiempo estamos preparados para hacer check out e irnos a desayunar, así hacemos, llegamos al puerto antes de las 10, con tiempo para recoger los tickets de Anes Lines en una agencia y desayunar tranquilamente. Nos encanta desayunar en los puertos de las islas griegas, con frappe por supuesto.


El ferry sale bastante puntual, nos organizan en fila con distancia, al entrar dejamos equipaje en la bodega y subimos, nos recogen el formulario y enseñamos los tickets, nos sentamos en cubierta tras ver la salida del puerto de Skiathos.
Enseguida empezamos a ver la isla de Skopelos, la parte norte, vamos rodeando muy cerca de la costa, en algo más de una hora llegamos al puerto de Skopelos.


El hotel nos había enviado un taxi pero se puede llegar al hotel perfectamente a pie aunque se lleven maletas. Sobre la 1 hacemos el chevk in, el hotel tiene una aplicación para ello, toman bastantes medidas higiénicas y nos dan un papel para decir los días de limpieza, también nos toman temperatura.

Nos dan un estudio frente a la piscina en segundo piso, con una terraza muy agradable, todo correcto. Cuando estábamos colocando la ropa los móviles empiezan a sonar muy fuerte, es una alarga de sms, no llamada, alertan de las precauciones ante el regreso de vacaciones de los griegos.
En Grecia el periodo tradicional de vacaciones es entre el 1 y 20 de agosto, alertan de tomar medidas para evitar contagio de COVID, no niego que me asusté hasta que vi que no era un mensaje personal, además llegó a los dos móviles.


Con todo organizado nos vamos al puerto, con ganas de disfrutar de una buena comida en el puerto. Elegimos una taberna en la parte opuesta a la zona de nuestro hotel, frente al mar

Kyratso´s Kitchen, tomamos souvlaki de pollo, sardinas a la plancha, saganaki, dos cervezas Spira (fabricada en la isla) y refresco. 42 €

En cuanto a comidas, hemos comido muy bien, quizá no tan fantásticamente como en islas como Amorgos que destacan muy especialmente, pero sí bien, en la media de lo que es Grecia, y el precio yo diría que un poco más caro que Cycladas, a cambio nos han puesto muchas veces ricos aperitivos y postres; pastelitos, yogurt, alguna fruta, por ejemplo.


Damos un paseo por el puerto, es muy bonito, con sus casas de tejados rojizos en anfiteatro y su ambiente típicamente griego, los barcos amarrados, las tabernas, las panaderías, vemos que tenemos un super muy amplio cerca del hotel, perfecto para comprar agua, alguna cena etc.


Regresamos al hotel porque tenemos ganas de un baño en la estupenda piscina, aunque hay más gente de la esperada, sobre todo niños, fundamentalmente familias griegas.
Son las 5:30, no vamos a negar que comprobar que han pasado 24 horas sin noticias de las autoridades griegas, salvo la alarma colectiva por la que casi nos da algo, es un alivio. Somos libres, tal y como imaginábamos al 99,9%, mi marido es negativo. Tenemos por delante 15 días de relax, buena comida, paseos, mucha felicidad y mucho mucho mar.
Tras un buen rato de piscina nos vamos a duchar y preparar para el paseíto de la tarde/noche por el pueblo, hay ganas de descubrir rinconcitos, y de cenar en Alexander, por recomendación de Slumpillo y Carcaro, innegable que el diario y andanzas de Slumpillo en Skopelos nos ha inspirado a varios. Y que Carcaro que nos ha precedido en las islas este verano, nos ha dado buenos datos e impresiones. No hay nada como las experiencias de foreros de confianza, ¡gracias!
Efectivamente hay gente, las calles más céntricas están bastante llenas, pero en cuanto nos alejamos un poco, podemos pasear solos, por el puerto se mantienen bien las distancias, por otro lado gusta ver a la gente haciendo vida normal y disfrutando, por fin.
Cenamos en Alexander, por recomendación de Slumpillo y Cárcaro.

Alexander, cheesepie, ensalada de la casa (enorme) y croquetas, bebidas, nos traen aperitivo y postre de regalo, 27 €. La terracita es encantadora, muy bien iluminada, está en una calle por detrás del puerto, subiendo, muy agradable.

Sobre Skopelos:
En 1997 la Organización Internacional de Biopolítica le concedió el título de isla verde y azul, y desde luego creemos que lo tiene muy merecido.
La isla está cubierta de frondosos bosques de pinos, eucaliptos y olivos que muchas veces llegan al mar, playas maravillosas, ermitas blancas y una bonita arquitectura tradicional. Cuenta la mitología que sus primeros habitantes fueron los cretenses, que llegaron aquí conducidos por Estafilo, hijo de Teseo, y Ariadna, hija del rey Minos, de hecho Stafilos fue el primer nombre con el que fue conducida esta isla, aunque desde el s II a.C ya se la nombra Skopelos, en referencia a los arrecifes que la rodean.
Su nombre de ficción es Kalokairi, así la llamaron en la película Mamma Mía.

Su superficie es de 95 km² y su población de unos 6000 habitantes.

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