10 días de verano en la Bretaña francesa ✏️ Blogs de FranciaRoad trip de 12 días en pareja, 10 de los cuales por los pueblos y paisajes de Bretaña, por la costa norte, la sur, y algo del interior, incluyendo el Mont Saint-Michel.Autor: Scofield Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: 10 días de verano en la Bretaña francesa
01: Introducción
02: Día 1: de casa a Château-Guibert
03: Día 2: Rennes
04: Día 3: Museo de Robert Tatin, Fougères y el Mont Saint-Michel
05: Día 4: Las ovejas de Saint-Michel y la joya de Dinan
06: Día 5: Saint-Malo y Saint-Suliac
07: Día 6: Dinan, Abadía de Beauport, Paimpol, Costa de Granito Rosa
08: Día 7: Amanecer en Trégastel y anochecer en Huelgoat
09: Día 8: Huelgoat, Locronan y Pont-Aven
10: Día 9: La Sorpresa de Auray y los megalitos de Carnac
11: Día 10: Vannes, Rochefort-en-Terre y Josselin
12: Días 11 y 12: La Roche-Bernard y la vuelta a casa.
13: Conclusiones, presupuesto y consejos
Total comentarios: 5 Visualizar todos los comentarios
Etapas 1 a 3, total 13
Un artista con un universo inclasificable transforma su casa y sus jardines en su obra de vida. Imposible no prestar atención a una información como esa cuando podríamos estar ante una Quinta da Regaleira a la francesa. El artista es Robert Tatin, y lo conocimos por casualidad mientras hacíamos zapping, nosotros que decíamos no “ser de tele”...
Así que, cuando acabó el documental, en pleno viaje inmersivo, pensamos: ¿por qué no idear las próximas vacaciones en torno a visitar su casa-museo? Abrimos google maps y buscamos su ubicación, cerca de Cossé-le-Vivien, que está cerca de Laval, y que a su vez queda cerca del Valle del Loira, de Bretaña y de Normandía. No se puede tener mejor suerte que esa. Lo que empezó como una broma, acabó convirténdose en una propuesta seria. Y finalmente escogimos Bretaña por las mismas razones por las que podríamos haber escogido cualquiera de las otras dos regiones. Empezamos por una de mis partes favoritas de cualquier viaje: el descubrimiento, que inicié con una búsqueda general de imágenes en internet. Rápidamente, me di cuenta de que la región que iba a visitar, paisajísticamente, se parecía mucho a la de aquellas localizaciones en las que transcurrían muchas de las películas que me gusta ver: tierras onduladas de color verde y trigo, y acantilados suaves que mueren en playas poco concurridas. A todo esto, hay que añadir los pueblos, pequeños y medianos, algunos marítimos y la mayoría medievales, que brotan entre las praderas y los bosques que la naturaleza y el clima han ido construyendo. Y de ahí, saltamos a la búsqueda concreta y específica de toda la información que necesitábamos para armar nuestra ruta, casi toda encontrada en este foro, con el que me siento en deuda y para el que escribo este diario, esperando entretener y/o ayudar a quien lo necesite. Descubrimos que había otras palabras clave que definían la región, y que mejoraban lo que habíamos encontrado hasta el momento: artesanía, megalitos, Escuela de Pont-Aven, galettes, bosque encantado, granito rosa ... Lo primero que decidimos fue que queríamos hacer la ruta en nuestro coche y no depender de ningún vuelo, por el estrés que nos supone el hecho de tener que ceñirnos a unos horarios fijos, a un volumen de equipaje muy específico, y al acto en sí mismo de viajar en avión. También, como tenemos una tienda de acampada que se monta y se desmonta muy fácilmente, pensamos que, los días que decidiéramos ir de camping, podríamos ir cambiando de base para ahorrarnos un montón de horas de más de carretera. Hablaré más adelante sobre esta decisión. Organizamos toda la información, y montamos una ruta que, finalmente y en favor de la libertad, no fuimos capaces de cumplir al 100%, y que quedó de la siguiente manera: 25/07/2022: De casa hasta Château-Guibert. 26/07/2022: Rennes. 27/07/2022: Museo de Robert Tatin - Fougères - Mont Saint-Michel. 28/07/2022: Mont Saint-Michel - Dinan. 29/07/2022: Saint-Malo - Saint-Suliac. 30/07/2022: Dinan - Abadía de Beauport - Paimpol - Trégastel - Ploumanac'h 31/07/2022: Trégastel - Huelgoat. 01/08/2022: Huelgoat - Locronan - Pont-Aven. 02/08/2022: Auray - Carnac - Vannes. 03/08/2022: Vannes - Rochefort-en-Terre - Josselin. 04/08/2022: Vannes - La Roche-Bernard - Saintes. 05/08/2022: Saintes - Agen - llegada a casa. Etapas 1 a 3, total 13
¿Cuál es el número máximo de horas que hemos conducido durante un día y que sabemos que podemos hacer sin problemas? Entre siete y media y ocho.
Con esta respuesta, cambiamos La Rochelle por las proximidades de Château-Guibert, a algo más de siete horas y media del pueblo donde vivimos, que queda a unos 50 kilómetros al nordeste de Barcelona, para pasar la primera noche de la ruta. Así, nos deshacemos en un día de más de 800 kms de los 1050 que tenemos hasta Rennes, nuestra primera parada en Bretaña. Abrimos Airbnb y buscamos lo más barato en un radio bastante amplio desde esa ubicación. Encontramos algo por un poco menos de 19€: una tienda de campaña colgada de unos árboles. Está claro que esa va a ser nuestra primera base. Cargamos el coche y salimos antes de que toquen las 7 de la mañana. Llevamos una lista de reproducción de canciones para el viaje a la que no vamos a hacer ni caso en ningún momento. La lista del equipaje sí que la hemos seguido al pie de la letra: llevamos sandalias y calzado para montaña, chubasquero y crema solar, bañador y jersey, tiritas y una navaja, entre otros objetos antitéticos y un montón de cables. Y la tienda de campaña “dos segundos”, muy práctica para poder pernoctar en diferentes campings sin perder el tiempo ni la paciencia. Llegamos a La Jonquera algo más de una hora después. Decidimos parar allí a tomar el café porque, de todas maneras, pensamos que nos van a hacer parar en la frontera, pero nos equivocamos, y no encontramos ninguna clase de control fronterizo. Seguimos hasta pasado Toulouse, donde pagamos el primer peaje (24,20€), cambiamos de conductor y continuamos hasta pagar y pasar Burdeos (20,50€), y finalmente, Chateau-Guibert (24€). Por el camino, hemos comido tortilla de patatas y hemos ido apuntando pueblos que nos han parecido bonitos para parar durante el viaje de vuelta. Ese es nuestro segundo gran error del viaje; el primero es el café de la Jonquera, que ahora mismo está en el número 1 de mi lista de “peores cafés de áreas de servicio”, hasta donde llega mi memoria. Ahora toca buscar nuestra cama colgante, que está a unos 5 minutos de Chateau-Guibert, dentro de un camping/granja llamado La Zozotte. Afortunadamente, las indicaciones son muy precisas y lo encontramos a la primera. Llegamos a un lugar bastante peculiar, rodeado de naturaleza y con diferentes modalidades de alojamiento, que van desde nuestra tienda colgante hasta un tipi o una cabaña sin puertas con una mosquitera cubriendo una cama hecha de heno. Todo está al aire libre excepto el baño, que además es de compostaje. Hay una cocina muy bien equipada, una zona común muy espaciosa (ambas bajo techo pero sin barreras ni puertas), barbacoas, mesas de ping-pong, y algún otro extra, como unas gallinas y un burro muy simpático llamado Maurice (creo). Nos gusta el buen ambiente que allí se respira. Salimos a dar un paseo por el campo y a comprar algunas provisiones para la cena. Para acabar de redondear el día, la tienda colgante resulta ser más cómoda de lo esperado y conseguimos dormir toda la noche sin interrupciones. Etapas 1 a 3, total 13
Nos despertamos poco después de la salida del sol. Nos quedan más de dos horas para llegar a Rennes y queremos aprovechar bien el día. Empezamos a recoger cuando todo el mundo aún está durmiendo, excepto un erizo, al que encontramos rebuscando entre unos hierbajos.
Después de salir, paramos en un pueblo cercano para desayunar: dos pastas de una boulangerie por 1,90€ y un café con leche por 2,60€. Pagamos un peaje más, esta vez de 6,60€, y llegamos a Rennes sobre las once de la mañana. Rennes Buscamos nuestro alojamiento y también lo encontramos sin problemas. Teníamos reservada una habitación privada por 36,50€ la noche, a dos minutos de una parada de metro y con aparcamiento (gratuito y de sobras) justo al lado. Dejamos el equipaje, descansamos un poco, y nos dejamos aconsejar por nuestra anfitriona sobre qué ver en Rennes. Tomamos el metro hasta la parada Sainte-Anne, justo como nos han recomendado. Lo primero que nos da la bienvenida cuando salimos del metro es la plaza homónima, con sus casas de entramado de madera de colores, y otros elementos que no pueden faltar en el corazón de una ciudad: terrazas, una iglesia, y, por qué no, un tiovivo. La primera toma de contacto con Rennes no podía haber ido mejor: tenemos buen ambiente y mucha fotogenia, además de buen tiempo. Damos una vuelta por la plaza y las calles colindantes antes de buscar un restaurante donde comer. Nos llama la atención que, en muchas de las casas de entramado de madera, las ventanas estan cubiertas por paneles con fotos de armiños. Días después, volveremos a encontrar la figura de este animal adornando, por ejemplo, placas en algunas aceras, y descubriremos que el armiño es el símbolo de Bretaña, y que también se usa para adornar los edificios históricos que estan siendo reformados o rehabilitados. Sin haberlo planeado, hemos atravesado la rue Saint-Michel, más conocida como la “calle de la sed”, donde se encuentran algunas de las casas de entramado más antiguas de la capital, y donde hay un montón de bares. Seguimos callejeando, ahora con la idea de encontrar un restaurante. Paramos a comer en la Colibri Crêperie, que veo que tiene buenas reseñas y un precio difícil de igualar: 10€ la galette del día con una crepe dulce. Para beber, carafe d’eau. Buenísimas las dos. Continuamos paseando por Rennes y vamos encontrando calles y tiendas en las que es casi imposible no parar a mirar, y nos sorprende no encontrar tiendas de souvenirs ni siquiera en las calles más turísticas. Nos cruzamos con la plaza de la Ópera y del Ayuntamiento, con el Parlamento, con la plaza du Champ-Jacquet y sus casas, también de entramado de madera, que hemos visto tantas veces en fotos. No podemos evitar entrar a una librería, Le Failler. Ojeando algunos libros, descubrimos a Henri Rivière, un artista que pasó muchos de sus veranos en Bretaña y basó gran parte de su creación paisajística en ella. Compramos dos postales suyas de tamaño medio. Con esto, ya tenemos el souvenir que buscábamos en Rennes. En este momento, el calor empieza a apretar, y decidimos ir a ver el parque Thabor. De camino, encontramos el edificio de la piscina Saint-Georges, de estilo Art Déco, con una puerta azul de forja y algunos mosaicos, tan característicos del movimiento. Leemos que todavía sigue en activo como piscina, y que también acoge algunos eventos y festivales. La bordeamos y encontramos la entrada al parque. El recinto es enorme y tiene espacios variados, como un jardín inglés, un jardín con rosas, unas cascadas con puentes, e incluso algunas sequoias. También vemos algunas esculturas y una cafetería en la que se exponen algunas pinturas al aire libre. Este parque, definitivamente, hace ganar puntos a Rennes. Cualquier ciudad de tamaño considerable, si el clima se lo permite, debería poder disfrutar de un espacio como este. Nos quedamos allí buena parte de la tarde. Seguimos paseando y llegamos hasta el canal de La Vilaine, a la altura del Museo de Bellas Artes. Nos hubiera gustado ir hasta Les Champs Libres, donde nos han dicho que hay exposiciones de arte gratuitas, algunas de ellas de artistas locales, pero son más de las 19:00 y ya está casi todo cerrado, así que paseamos un poco más mientras buscamos algún restaurante en el que cenar. En Rennes, con algo más de 200.000 habitantes, es fácil encontrar restaurantes de casi cualquier parte del mundo, y en especial, de Japón. Vemos casi tanto sushi como vigas de madera. Al final nos decidimos por un tailandés en la rue Rallier du Baty. Poke bowl correcto por 11 o 12€ con, por supuesto, carafe d’eau. Cogemos el metro y volvemos a nuestra habitación, habiéndonos dejado bastantes cosas en el tintero y con ganas, aunque sin tiempo, de explorar el ambiente de Rennes más a fondo. Nos ha parecido una ciudad muy interesante, com mucho ambiente y mucha vida cultural. Etapas 1 a 3, total 13
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (5 Votos)
Últimos comentarios al diario 10 días de verano en la Bretaña francesa
Total comentarios: 5 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados De viaje por Francia: diarios, viajes y excursiones en coche.
Recopilación de todas las etapas que he publicado en el foro de...
⭐ Puntos 5.00 (1 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 1162
11 DÍAS POR BRETAÑA Y NORMANDÍA CON NUESTRO COCHE.
Pueblos con magia, castillos de cuento, costas, faros y el Monte San...
⭐ Puntos 4.94 (18 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 609
FRANCIA Y SUS PUEBLOS-2016/2022
VIAJE QUE REALIZO CON MI HIJO EN NUESTRO PROPIO COCHE,CON MUCHAS GANAS,MUCHAS EXPECTATIVAS,MUCHA...
⭐ Puntos 4.80 (10 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 465
Ruta de 10 días recorriendo el sur de Francia y los Alpes franceses en coche
Guía práctica de un viaje por ciudades de cuento...
⭐ Puntos 4.57 (7 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 407
TOUR DE FRANCE.
Recorrido en coche por alguno de los sitios más importantes de las regiones de Languedoc-Rosellón, Midi-Pyrenees, Aquitania, Valle del Loira, Bretaña y Baja...
⭐ Puntos 4.96 (27 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 358
Galería de Fotos
|