Holanda tierra de canales y molinos ✏️ Blogs de Holanda

Este diario es la segunda parte del viaje que hemos realizado este verano en Agosto por París, Holanda y Bélgica, pero que al ser distintos países he decidido hacer un diario por cada país.

También deciros que lo hemos realizado con coche desde Barcelona, como ya es costumbre desde hace 3 años, por libre a nuestro gusto y todo gracias al foro, como siempre, por tener gente tan genial y grande dispuesta a echarte una mano.

Holanda proviene de Hol-land, Hol, significa bajo, hondo y land tierra, más de la mitad del pais fue sacada al mar, por eso tienen este dicho “Dios creo el mundo y a Holanda los holandeses” su punto más elevado Vaalserberg, a 322 m por encima del nivel del mar y su punto mas bajo Zuidvlaspolder, a 7 m por debajo del nivel del mar, una gran obra de ingenieria.

Dicen que Ámsterdam tiene más canales que Venecia, más cafés que Viena y más puentes que París, pues si, todo eso es cierto, en Ámsterdam hay 160 canales y sobre ellos se elevan 1281 puentes, 8 de los cuales son levadizos y sobre los cafes perdí la cuenta… son algo distintos a los vieneses..jejeje por eso se prodigan tanto….

Salimos de París bien tempranito pues tenemos 5 horas de carretera hasta llegar a Ámsterdam. Llegamos ya comidos a eso de las 15h. sin ningún problema con el gps y por primera vez sin un buen mapa del país.

Es un hotel de 3* pero creo que se merece la cuarta *, las habitaciones muy bonitas y el conjunto del hotel con una decoración muy lograda y elegante. El edificio son casas típicas holandesas por lo que de fuera si no fuera por el cartel luminoso que poner Mercure, nadie diría que es un hotel, tiene la entrada por el interior de manzana accediendo por un pasaje. Se encuentra en la zona de los canales que circunvalan el centro de Ámsterdam, andando a 1km. del centro y a 500m. de Museimplein y 300m de Rembrantplein por lo que la ubicación muy bien y con una parada de tranvía a la vuelta de la esquina. donde el 16 y el 24 te lleva al centro. Tanto la habitación, el servicio y el desayuno tipo buffet muy bien. Muy, muy recomendable. Habitación cuadruple 140€ por noche con desayuno buffet incluido.

La única pega que tiene el hotel es que tiene un parking muy chiquito, es el patio de manzana por lo que para los que venimos en coche nos encontramos que tuvimos que buscar otro parking. Después de hacer el check-in nos fuimos a dejar el coche, en un principio teníamos intención de aparcarlo en el P&R del estadio olímpico pero por comodidad al final lo dejamos en un parking al lado de la Heineken, más caro pero más cerca.

Decir que nada más llegar con el coche a Ámsterdam lo que más impresiona es la enorme cantidad de bicis que circulan, muchas bicis de todos los colores y decoraciones, con remolques para la compra o para llevar a los niños. También flipas con su manera de conducir, aunque tiene normalmente su propio carril, eso no les impide invadir las aceras o la calzada, girar por donde les apetezca sin avisar, pararse, tocar el pito si les molestas…y todo esto sin casco, ni luces, ni reflectantes para la noche. Además las motos aprovechan los carriles de bici para ir ellos también y hacen igual que las bicis.

Los tranvías no tienen carril propio como en Barcelona, son como en Milán o Viena están incorporados en la calzada por lo que los coches se cruzan por delante como si tal cosa, tal y como nos paso en Milán impresiona mucho tener un tranvía detrás. Lo que cuesta de creer que no hayan accidentes con esa manera de conducir.

Así que aquí la reina de la calle es la bici y detrás de su estela las motos. Los coches en comparación son una minoría, yo creo que todo el mundo tiene una bici. Otra curiosidad son las bicis aparcadas, están por todos lados pero no las atan a ningún lugar fijo, la cadena la ponen entre la rueda y el cuadro de la bici, impidiendo así que ande (que poco durarían en Barcelona así….) Además es curiosos verlos vestidos con traje, maletín y bici o a las chicas monísimas con taconazos de aguja y minifalda e ir con su bici, eso si haciendo un sobreesfuerzo para juntar bien las piernas para no enseñar el DNI.

Así que nos costó un poco llegar al parking con semejante circulación y dar con la calle correcta. Cuando por fin logramos aparcar el coche ya íbamos 1 hora de retraso para lo que teníamos previsto visitar esa tarde.

En principio decidimos no comprar bonos de transportes, pues vamos a ir andando a todos lados, ni la tarjeta turística Iamsterdam o la Holland pass pues tan solo vamos a estar una tarde y un día completo, es decir dos noches y no nos compensa con lo que queremos visitar pues tuvimos que descartar muchas cosas con tan poco tiempo. Así la lista de visitas se quedó en el Museo Van Gogh, el museo Heinenken y el crucero en barco de noche.

Dejamos el coche y nos dirigimos a Keytours, agencia turística que me recomendó un amigo de la familia y que esta en la misma museimplein, donde compramos un combo de las entradas del museo Van Gogh y el crucero en barco 100 highlights con lo cual nos ahorramos 3 € por adultos y para mis hijos compramos allí mismo también las entradas sueltas.

Teníamos previsto esta tarde entrar en el Van Gogh y la Heinenken pero con el retraso que llevamos solo podemos visitar el Van Gogh y dar una vuelta por la plaza Museinplein con las archiconocidas letras gigantes de IAMSTERDAM.

Bueno que puedo decir del museo, a mi que me encanta el impresionismo…. y entre mis favoritos Van Gogh, apuramos el tiempo hasta que cerraron. La galería no es muy grande y no permiten hacer fotos, así que no tengo imágenes interiores.

Aquí podéis encontrar entre sus obras famosas “Los girasoles”, “ La casa amarilla”, “El dormitorio”, “Campo de trigo con segador”, “Campo de trigo con cuervos” y “El autorretrato”. Si os gusta el arte y en concreto en impresionismo no os lo perdáis. Como anécdota como apuramos hasta el cierre visitando el museo al entrar en la tienda solo pasamos uno de mis hijos y yo que íbamos delante, mi otro hijo y mi marido les impidieron paso y eso que iban detrás nuestro, buff… yo no me enteré hasta que estaba cerca de la salida, pero mi marido se mosqueo bastante por no dejarle entrar, como pueden dejar pasar solo a dos de una familia… las chicas desde luego fueron unas bordes pues ellas fueron las que decidieron hasta quien dejaban pasar y solo le enseñaban el reloj de pulsera a mi marido… al final vino un encargado de hablaba español y les dijo que podían pasar, que había sido un error… pero mi marido ya no quiso entrar.

Al salir nos fuimos a hacernos a típicas fotos con la letras gigantes de IAMSTERDAM, de alli nos fuimos caminando a la Rembrandtplein pero al salir por el lado derecho del Rijksmuseum nos confundimos de canal pensando que era Singelgracht y nos fuimos en dirección contraria y nos topamos con las famosas chicas detrás de una cristalera que por lo visto no solo están en el barrio rojo lo cual nos hizo mirar el mapa y darnos cuenta que no íbamos muy bien por allí, así que volvimos sobre nuestros pasos hasta dar con el canal Singel y así llegar a la plza de Rembrandt para cenar. Es una plaza donde hay muchos restaurantes, cervecerías y cofeeshops y mucho ambiente.

Cenamos en una pizzería pero no recomendaré pues yo me pedí una ensalada y me pusieron por 7€ solo tomate y pepino sin lechuga ni nada en un plato chiquito….una tomadura de pelo, el resto que se pidieron pizza cenaron bien.

La plaza tiene mucho ambiente, así como este “hotel” que nos llamó la atención lo cutre que era, en la foto no impresiona tanto como verlo en directo, de veras.

Teniendo a las espaldas la estatua y la plaza de Rembrandt y sin pasar el puente del canal Herengracht esquina Reguliersgracht, en la orilla de los números impares. Aquí precisamente es donde se puede hacer la famosa foto de los 7 puentes seguidos, eso si desde la perspectiva de un barco, al día siguiente con el crucero hicimos estas fotos.

Después de cenar esperamos en este punto para ver encenderse las luces de los canales así como de las calles, no tengo buenas fotos pues mi fotógrafo lleva la “L” y todavía le falta coger soltura con la cámara sobretodo de noche. Tendré que volver…jejeje

De noche es una ciudad muy bonita sobre todo esta parte de los canales todos iluminados, con todas las casas típicas, alguna que otra tuerta pero muy elegantes y conservando esa estética tan característica, muchas no tienen cortinas y puedes ver los salones, algunos preciosos con librerías y bonitas decoraciones, también les encanta las flores y muchos balcones están adornados con ellas.

Es un día soleado y hasta podemos decir que caluroso pues la temperatura al mediodía alcanzaba casi los 30 grados.

Con mi itinerario marcado en el mapa nos disponemos a visitar el centro de Ámsterdam. Nuestro punto de partida es la Munttoren, torre de la moneda y al lado el mercado de flores, son unos 20 puestos flotantes donde puedes comprar bulbos y semillas, así como flores cuando es la época. El mercado está abierto de 9h. a las 17h. de lunes a sábado.

De allí nos dirigimos al Beginjhof, un beatario en pleno centro de la ciudad donde se respira calma y sosiego, se accede de forma gratuita por la calle Spui o o bien por el Arco de Gedempte Begijnensloot este último no lo supimos encontrar y el acceso por la calle Spui tuvimos que esperar a que alguien entrara pues nos hacia reparo, pues no indica nada y parece que te metas en casa de alguien. Una vez dentro encuentras un patio precioso, donde aún viven beatas, fueron mujeres que no se querían casar pero tampoco hacerse monjas y vivían en estas comunidades haciendo obras sociales y ayudando a los mas necesitados, también puedes entrar en su iglesia.

Proseguimos el camino hacia la plaza Dam, entramos por la parte de detrás a la plaza, desde esta podemos ver el monumento Nacional, iglesia Nueva (Nieuwe kerk), Museo de cera de Madame Tussauds y el Palacio Real, tras las fotos de rigor retomamos el camino.

Pasamos por el Magna, un centro comercial que tiene que aprender mucho de nuestro Corte Ingles, lo que mas llama la atención es el edificio en si, no imaginas que alberge una centro comercial. De aquí tomamos la calle Raadhuisstraat, pasando por el canal Singel hasta llegar a la iglesia del Oeste (Wester kerk) es la iglesia mas grande de Holanda y alberga la tumba de Rembrandt y su hijo.

Un poco mas arriba al doblar la esquina se encuentra la casa de Ana Frank, la cola se puede ver desde la iglesia, no entramos pero es muy recomendable comprar las entradas vistas la colas que habían. Sobre la historia de Ana Frank no voy a contar nada que ya no se sepa, nosotros por falta de tiempo no entramos.

Muy cerquita esta el barco museo para los que tengáis curiosidad de como es una casa flotante, aquí en Amsterdam y por el resto de país es una manera más de tener una casa aunque lo único que no me gusta de la casa-barco es que no están conectados a la red de alcantarillas por lo que os podéis imaginar donde va a parar todo....(al menos es lo que nos han contado)... no se como sobreviven los patos en estos canales, no me extraña que cada 3 días cambien toda el agua de los canales de Amsterdam.

De allí nos saltamos la visita de la Iglesia de San Nicolas, pues Rómulo tiene unas agujetas de caballo desde Paris (bajo la torre Eiffel andando y como no esta acostumbrado a tanto escalón pues pasa lo que pasa...) así que como va a medio gas nos vamos hacia la Iglesia Vieja (Oude Kerk) es una centenaria iglesia que se halla al ladito del archiconocido barrio Rojo.

Aquí nos costó un poquito dar con las vitrinas de las chicas de vida alegre, pero finalmente encontramos las callejuelas donde están, al ser por la mañana no están todas las chicas pero fue suficiente para hacernos una idea del ambiente, algo sórdido para mi gusto, pues las callejuelas (por decirles de algún modo) son muy estrechas y cutres, creo que se merecen unas calles mas amplias y reformadas, yo me esperaba la zona más presentable, la verdad. Creo que nos metimos en la peor zona, pues por los alrededores luego vimos otras vitrinas y el ambiente no era igual.

De aquí tomamos camino hacia De Waag y el Mercado Nuevo, pasando por calles mas amplias donde también podemos ver alguna que otra vitrina con señorita pero donde al menos la calle es calle.

Llegamos a De Waag, es lo que queda de la antigua muralla junto con las dos torres la Munttoren y la Schreierstoren que protegía la antigua Amsterdam y era una de las puertas de la ciudad, llamada Puerta de San Antonio. Ahora De Waag es un restaurante en su planta baja y no se puede visitar. De noche es muy bonito con la iluminación.

Aquí descansamos un poquito para que tomen un respiro nuestros pies y las agujetas de Rómulo. Damos una vuelta por el mercado, que es todo de antigüedades, discos de vinilo de Matusalén, ropa de segunda mano...

Ya se acerca la hora de comer y aún nos queda de la ruta la Montelbaanstoren, la torre de la Zuider kerk, casa museo de Rembrandt, Stopera y Magere Brug. Por lo que cambiamos los planes, pues queremos ir a la Heineken a primera hora de la tarde, asi que pasamos por la plaza Dam a ver si encontramos algún sitio de los recomendados, pero nos metemos por una calle llena de tiendas y al final se nos hace tarde por lo que decidimos bajar hasta la Rembrandtplein para comer, asi ya estamos a medio camino de la Heinenken, a esas horas hacia mucho, pero que mucho calor.

Llegamos a la Heinenken y sin apenas cola entramos, la entrada cuesta 15€ para todos, no hay descuentos. Nos dan la pulsera con las dos fichas de color verde, parecen las fichas del parchis y a dentro.

Yo no me esperaba gran cosa la verdad, ya habíamos estado en el museo de la Stgel de Salzburgo y pensaba que sería más de los mismo, pero debo reconocer que se lo tienen muy bien montado y resulta muy ameno.

Este no es el típico museo de la cerveza que tan solo explican desde que se siembra la cebada hasta que sale embotellada, aparte que de esto nadie se libra, también te ponen un video de estos de realidad virtual, de como siente un botellín, luego pasas por las campañas publicitarias que tienen hechas y sobre el patrocinio de la Champions.

Te dan a probar la cerveza con el típico vaso y te dan una explicación de porque tiene que ser el vaso así, nosotros no nos enteramos mucho, pero bueno la cerveza estaba fresquita...jejeje.

Hacia la mitad del camino por 5€ puedes hacerte un botellin de cerveza personalizado con la frase que quieras, nosotros nos llevamos uno con nuestro nombre y la fecha, es un recuerdo diferente para llevar.

Ah !! y lo mas divertido para mí, una gran sala donde puedes hacer un video cantando y lógicamente haciendo publicidad de la Heinenken y mandártelo a ti mismo o a los amigos por email, también puedes mandar fotos.... nos reímos un montón pues todo el mundo haciendo el indio, cantando en el video, en fin muy divertido.

Al final del recorrido llegas a la zona del bar, donde a cambio de las fichas te ofrecen las dos cervezas, quien no quieran cervezas tienen refrescos. Luego pasas por su tienda y listo, la verdad que se nos paso allí la tarde, fue muy entretenido, ellos dicen que son unos 90 minutos la visita, pero os aseguro que es mas, pues en la zona de bar puedes estarte el tiempo que quieras.

Cuando salimos pasamos por el hotel a dejar los botellines y nos fuimos a coger el barco, pero como había que cogerlo en la estación central y las piernas de Rómulo no daban para mucho y las mías tampoco decidimos subir en el tranvía y por tanto comprar una Strippenkaart de 15 viajes mas uno suelto para ir y volver al hotel.

Me explico, pues es una tarjeta un poco liante, Amsterdam esta divida por zonas, por lo que para saber cuantas veces picar tienes que saber por cuantas zonas pasas, en mi caso no salía de la zona centro por lo que tenia que picar 1 viaje por solo estar en una zona + otro de regalo (no sé por que) total que para ir tenia que marcar 2 viajes y para volver 2 más, eso hacen 4 viajes y como éramos 4 necesitábamos 16 viajes en total. Así que muy simpáticamente el chico del super (las tarjetas se venden en kioscos, supers y el metro) nos hizo saber, aunque yo ya lo sabia, que teníamos que comprar la tarjeta de 15 viajes (las hay de 45 viajes) y comprar un billete suelto en el mismo tranvía, el billete sencillo vale 2,60€ carísimo, es recomendable comprar la tarjeta o el bono. Además es curiosa la tarjeta pues la tienes que ir doblando para picar en el sitio correcto.

Llegamos a la estación central y nos fuimos hacia la parada de Canal Cruise, dura casi una hora, pero recorre todo Amsterdam. Vimos además desde el barco la parte que no hicimos de mi itinerario a pie de aquella mañana.

Sale por la parte del puerto y baja por el Nemo, museo de ciencias, para entrar ya por los canales propiamente dichos, nos dieron las explicaciones en castellano, pues éramos varios hispano parlantes, la verdad que muy bien, recomendable 100x100, se nos hizo casi de noche y pudimos hacer la famosa foto de los 7 puentes.

Así como fotografiar el puente de Magere brug, que tiene una curiosa historia, se construyó en el 1670 ante las innumerables protestas de hacían 2 hermanas que vivían cada una en un lado del canal Amstel.

Después del crucero bajamos por la Damrak para cenar algo y hacer las últimas fotos de la plza. Dam iluminada, pero no nos salieron bien. De allí ya cogimos el tranvía que nos llevaría al hotel, pues al día siguiente ya dejábamos Amsterdam y nos esperaba otro día intenso visitando varios pueblos de la provincia de Noord Holland.

Toca madrugón, nos levantamos para salir a eso de las 7,30 h., desayunamos y cargamos las maletas en el coche mientras hacemos el check-out. Hoy tenemos una contrarreloj, más que nada para poder llegar a Almaark a las 10h.y ver la subasta de quesos, pero antes iremos al gran dique.

A 1 hora de Ámsterdam se encuentra el gran dique de cierre Afsluitdijk, que junto a otro menor son los que protegen de las tierras de holanda de ser inundadas por el norte. Así que nos dirigimos hacia allí, sin llegar a la mitad del dique, que por encima tiene una carretera recta que no se le ve el final, creo que son 32 km. de dique, hay una zona para poder parar y tomar fotos de los dos mares con su desnivel desde una torre construida para ello. Debajo de la torre hay un bar chiquitín para tomar algo y unos espigones a los que puedes ir, me imagino que para pescar.

También hay un monumento a quienes trabajaron en dicha obra de ingeniería. Así como explicaciones de la fauna que podemos encontrar.

Tras las fotos tomamos rumbo a Almaark, que desde aquí se encuentra a 57 minutos pero no es autopista por lo que tardamos 1 hora y algo en llegar. En la provincia de Noord holland podemos encontrarnos por la carretera molinos tipicos.

Al llegar a la entrada de Almaark un almaarkés muy simpático en ingles nos indica donde aparcar gratis, pues estábamos dando vueltas para poder llegar la centro pero nos equivocábamos de salida ( es un poco lío, pues no esta bien señalizado y se confundes las salidas y eso que vamos con el GPS) al final después de dar una vuelta por donde nos indico el hombre y ver que todo estaba lleno, nos vamos al parking que esta en el mismo centro “Kouter”, donde hay cola para entrar pero no tardamos mucho.

Lógicamente llegamos con retraso, pero a punto, pues llegando a la plaza se puede oír por los altavoces como empiezan a hablar y dar las explicaciones en castellano, así que pies para que os quiero, nos acercamos a la valla que hay para ver y oír en que consistía la subasta.

Aunque todo esta montado para el turista y de lo que era la subasta en realidad ya queda bien poco, no deja de ser curioso todo el número que montan, todos ataviados con los trajes típicos y sus zuecos de madera. Verlos como cargan los quesos y los trasladan desde el almacén hasta las carretas en ese artilugio (no se como se llama) que llevan entre dos hombres.

Ahí mismo te vende porciones de diferente tipos de quesos, pero es mejor dar una vuelta por el mercadillo de quesos que hay al lado, pues además te los dan a probar y te pones morado de queso y a cual más bueno, así que casi imposible no comprar alguno que otro, aunque yo tenia la dirección del almacén de quesos de Edam que nos facilito Laurarod y que luego iríamos a comprar para toda la familia, aquí también compramos un lotecillo, aunque son mas caros que en el almacén.

Decir que no vimos mucho mas de Almaark pues estaba abarrotado de gente, tan solo nos paramos a tomar una patatas fritas (naturales) que estaban buenísimas para retomar fuerzas. El tiempo se nos echa encima. Por el camino podemos disfrutar de paisajes como estos.

Cogemos el coche y nos dirigimos a Edam que se encuentra a unos 40 minutos de Almaark, para comprar en el almacén pero he de decir que es el pueblo que más me gustó, es precioso y tranquilo, con sus casas típicas y sus canales.

El gps no deja delante mismo de la tienda-almacén y aparcamos sin problemas allí mismo, habíamos leído que se necesita un disco de horario para que no te multen, así que como nosotros disponemos de uno lo colocamos. No sé si sirve el disco español o hay que comprar el de ellos, nosotros pusimos el nuestro y no tuvimos mayor problema pero no se si lo hicimos correctamente.

Rómulo y yo nos fuimos al almacén que por suerte como era ya la hora de comer no había gente, además la sra. que nos atendió se defendía un poco en español por lo que fue fácil entendernos.

Después de catar casi todos los quesos que tenían, azul, de nueces, de tomate y olivas, picante, extra seco (muy similar al parmesano), al pesto (todito de color verde), de cabra, y el típico Edam con diferentes meses de curación. Compramos para la familia de regalo y para nosotros, creo que nos llevamos unos 20 quesos y desde luego muy bien de precio y a cual mas bueno, todos envasados al vacío. Como dato curioso, preguntamos el precio de un queso entero de los grandes, que pesan unos 18 kilos y salía por unos 100 euros.

Una vez cargada las neveras de quesos partimos hacia Voledam. Se encuentra a unos 2,5 km. pues antiguamente Edam era una barrio de Voledam. De camino a Voledam paramos para ver el mar y el dique que separa el mar de la tierra que esta por debajo del nivel del mar.

Llegamos a Voledam, aparcamos gratis en un parking que hay indicado y muy cerquita del paseo marítimo.

Subimos hacia el puerto, pues aquí hay que subir y ya se nota lo turístico que es Voledam, tiendas y tiendas, es un pueblo pesquero y con muchos turistas pero esto no le quita encanto con sus casas pintadas de colores vivos y ese buen ambiente que hay por el paseo maritimo.

Es hora ya de comer y tras mirar en varios sitios, al final nos decidimos por uno de bocatas que tenían buena pinta, eran menús de bocatas con patatas y ensalada, queríamos algo rapidito y no comer mucho pues aún nos quedaba otro tute en Zaance Schans. Eso si, no me fui sin probar el típico arenque crudo con cebolla, muy bueno de verdad, es saladito, por lo que si os gusta lo salado ya sabéis que catar.

Dimos otra vuelta ya de camino al parking por Voledam, es un pueblo bastante grande, perfectamente puedes pasarte una mañana allí paseando y viendo tiendas, pero nosotros no disponíamos de tanto tiempo.

Retomamos la ruta y nos ponemos dirección a Zaance Schans, tardamos como una media hora en llegar, cuando llegamos ya eran las 4,30h. íbamos con una hora de retraso.

Zaance Schans es un barrio de Zaandam junto al rio Zaan (como no) que concentra la mayor cantidad de molinos antiguos de Holanda. Es una famosa atracción al aire libre y que se puede recorrer por libre pero no en coche, para ello dispone de un parking en la entrada y al lado la oficina de información donde te darán un plano de la zona con las diferentes atracciones para visitar.

Aquí se pueden visitar los diferentes tipos de molinos, de mostaza, de serrar, de pintura, de aceite, de piedra y afilador así como oficios tradicionales como la granja-fabrica de quesos, la fabrica de zuecos, la fundición de estaño y los museos de artesanía de Zaans, de panadero y el museo del reloj holandés.

Además tiene un crucero en barco que recorren por el rió la zona de los molinos. En algunas de las atracciones puedes entrar gratis y otras son de pago. Y el horario varía según la atracción.

Nosotros al llegar tan tarde, tan solo pudimos entrar en la fábrica de quesos con sus vacas y cabras y la fabrica de zuecos, la mayoría de las atracciones cierran entre las 5 y las 6 de la tarde. El resto ya estaba cerrado y nos tuvimos que conformar con dar una vuelta por el pueblo y ver desde fuera los molinos, que una vez estas al lado son enormes.

Como veis nosotros hicimos una visita expres, pero es un lugar para pasar el día como mínimo una mañana o todo el dia si vais con niños, disponen de restaurantes, además de que se puede coger el ferry e ir a la otra orilla y visitar el centro de Zaamdam.

Aún con todo esto sin poder hacer el crucero, que era lo que nos apetecía, y solo visitando lo que quedaba abierto y dando una vuelta nos dieron casi las 19h. hora en la que deberíamos estar ya en Gante (Bélgica).

Así que cogimos el coche y dimos por terminada nuestra estancia en Holanda, aunque para terminar el día aún nos quedaban 2 horas para llegar al hotel de Gante.

Creo que para 2 días y medio en tierras holandesas no podemos pedir más, aunque ahora sabiéndolo 1 día más nos hubiera ido de perlas pues es un pais precioso y solo hemos visto una muestra.

Me quedo de Ámsterdam con los canales iluminados, preciosa, con Edam que fue una grata sorpresa tan chiquita y cuidada, el arenque, los quesos y la cerveza. Y que si vuelvo otra vez a Ámsterdam fijo que alquilamos unas bicis, es la mejor manera de moverse. Lo que menos me gusto fueron los coffee shops mi nariz es muy sensible y algunos eran verdaderos tugurios.