Londres en el puente de la Purísima Constitución ✏️ Blogs de Reino Unido

Después de haber estado en Praga durante el abril de este año, decidimos que podíamos redondear el 2007 con una visita a Londres. Por una de esas gratas casualidades de la vida, mi pareja y yo coincidíamos en días festivos a finales de año. Por eso buscamos el amparo de la Low Cost que nos queda más cercana que es Ryanair y fijamos nuestro destino para Londres que es una ciudad que nos apetecía visitar desde hacía tiempo.

Miramos las ofertas de la compañía y escojimos las fechas del 4 al 9 de diciembre, más que nada porqué había la oferta de 1 centimo/vuelo para el día 4. Así pues, con nuestras maletas "tuneadas" con la pegatina de los viajeros nos fuimos hacia el aeropueto.

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No quiero alargarme más sobre Ryanair. Sólo deciros que todo nos fue genial: Muy puntuales, ningún contratiempo con las maletas y el desplazamiento del aeropuerto de Luton hasta Londres fue todo sobre ruedas, ya que nos sirvieron también los tikets comprados por internet y que nos permitieron a la par ahorrarnos una libra por cabeza.

El hotel escogido fue “Victor Hotel” a unos 600-700 metros de la parada donde nos dejó el autobús (en Bukingam Road, al lado mismo de Victoria Station). Toda la calle del hotel (Belgrave Road) está repleta de B&B al estilo del nuestro y la verdad es que tienen mucho éxito por su bajo coste y por la situación privilegiada (a unos 15 minutos del Big Ben y de Bukingam Palace, más o menos).

Sobre el hotel, decir que lo contratamos por booking.com y que estuvimos muy bien. Era justo lo que buscábamos, un hotelito sencillo, con almuezo, y en la habitación baño incluido. Sólo tuvimos un contratiempo: Uno de los grifos no funcionaba, lo dijimos en recepción y rápidamente nos lo solucionaron. Así pues genial.

Bueno, pues ya estábamos en Londres. Decidimos cenar un bocata que llevábamos de casa en el mismo hotel y salimos a tomar posesión de la ciudad.

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Nuestro primer objetivo no podía ser otro que el Big Ben, así que nos dirigimos hacía la zona del Támesis para perdernos tranquilamente por el paseo que queda a la otra ribera del río, el Albert Embankment y que te permite hacer fotos de noche con toda tranquilidad. La verdad es que este paseo les ha quedado muy bien y cantidad de parejas se dedican a caminar tranquilamente por esta zona, así como también la utilizan deporistas que practican footing o que van en bicicleta.

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Después de aquí no acercamos al London Eye, la noria futurista inaugurada para recibir el nuevo milenio. Realmente impresiona y aunque no pudimos subir durante esta estada, lo tenemos apuntado en nuestra libreta para futuras visitas.

Después de esto nos acercamos al Big Ben y al Parlamento, paseamos por la zona de la Wensminster Abbey, para luego volver al hotel ya que se hacía tarde y porque la famosa lluvia londinense también quiso darnos su bienvenida particular.

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👉 Ver Etapa: Llegada, visita nocturna al Big Ben y al Eye ⏫ Volver arriba Compartir:

Torre de Londres, el Puente y St. Paul Catedral. Estos 3 eran nuestros objetivos prioritarios para nuestro primer día completo en Londres. La cosa se presentaba durilla y más cuando salimos a la calle y ver que la lluvia tenía ganas de acompañarnos en nuestro periplo londinense.

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Antes que nada comprobamos que llevamos los bocatas (los últimos que nos quedaban) y una vez localizados, nos fuimos a un super a comprar agua. Es una buena opción porqué sale mucho más barato que en las tiendas del centro. Después de aquí penetramos en la parada de metro Pimlico, donde nos hicimos con 2 travel cards de 3 días (on peak). Así que directos hacía la Torre de Londres.

Antes que nada quiero aconsejar a todo el mundo que visite Londres a entrar en la página de las entradas 2X1 de Londres. Está es la dirección: www.daysoutguide.co.uk/ . Sin duda es de gran ayuda y te permite ahorrarte el precio de una entrada entera, y al precio que están los precios (de 9 a 16 Libras... que no Euros!!!) son de gran utilidad. Sólo hace falta que os registréis en esa página y luego escogéis y os imprimís los tickets que queréis (en el foro hay información más detallada).

Pues bien, entramos en la Torre (ahorrándonos 16 Libras merced a los 2X1). No sabiamos si encontraríamos muchas colas durantes este puente, por eso escogimos está fecha para ir a los sitios más visitados, pensando que el puente aun no había llegado, ya que era día 5. Acertamos de lleno. Poca gente y menos aún cuando la lluvía empezó a caer fuerte.

La visita fue muy agradable. Los Beefeters son bastante simpáticos y permiten que te fotografíes con ellos. La colección de joyas de los Reyes es muy ostentosa, pero vale la pena, así como los otros edificios tales como la Chapel of St John, la Bloody Tower, etc. También nos fue muy bien porqué, aunque que llovía a ráfagas, al haber tantos edificios por visitar pues no resguardábamos dentro y aprovechábamos la visita a la vez. En una de esas visitas tuvimos suerte, y al salir nos encontramos que la lluvía había cesado y podimos acabar la estada en la Torre sin prisas. De echo nos lo tomamos en con tanta calma como los cuervos del recinto, que son alimentados por los propios Beefeters por aquello de que "el día que desaparezcan los cuervos de la Torre, la monarquía inglesa dejará de existir".

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Otra de las ventajas es que tienes el Puente de Londres al lado mismo del complejo de la Torre, y por tanto se pueden hacer fotos del puente desde la fortificación.

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Sólo decir que el Puente de Londres colmó todas las sensaciones que esperábamos encontrar. Muchas veces tienes unas ganas enormes de visitar algún lugar o alguna cosa y cuando lo haces te decepciona un poco. No fue este el caso, como tampoco lo fue ver el Big Ben. Sí, seguramente que son los 2 lugares más tipicamente turísticos de Londres pero sinceramente creo que son 2 construcciones que merecen la pena ser visitas, no por su fama, sinó por la belleza que desbordan por si mismas.

Aunque el agotamiento empezaba a aparecer, no desisitimos y dimos una vuelta por la zona próxima al Puente. Dejando el puente a nuestras espaldas y tomado las calles que quedan a su izquierda encontramos unos edificios curiosos que estaban comunicados entre ellos por medios de unas plataformas metálicas (en el Shad Thames). También fue en esa zona donde pudimos tomar las fotos más bonitas del Tower Bridge.

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Una vez echas la fotos paseamos por delante del moderno edificio del ayuntamiento y seguimos por "The Queen's Walk" (el paseo paralelo al Támesis) buscamos el metro (en la parada London Bridge) para que nos acercara a la St. Paul Cathedal (bajamos en la parada St Paul). Tremendo edificio este con una cúpula sólo superada por la de St. Pedro en el Vaticano. De echo, St Paul recuerda mucho a la Basílica vaticana. Aquí el ahorro de entrada fue de 10 Libras, con lo que por el momento nos habíamos salvado de pagar en total 32 Libras en total (unos 46 Euros, no estaba mal por ser el primer día entero en Londres).

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La visita, nuevamente valió la pena, y la ginda del pastel fue animarse a subir los más de 400 escalones que te llevan hasta el punto accesible más alto de la catedral. Las vistas son de mucho cuidado y se puede fotografiar desde el Puente Londres hasta el Tate Modern y el Puente del Milenio, o la Noria. Un consejo, aquellos que padezcan de vértigo o no les guste caminar por lugares estrechos donde corra mucho el viento, absteneros de subir o lo pasareis fatal.

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Una curiosidad es que en la cripta de la Catedral se puede comer, y así lo hicimos aprovechando que llevábamos los últimos bocatas, pues nos sentamos allí a comer a la par que descansar.

Despues de una rápida visita por la City donde podimos ver el Bank of England Museum y el Royal Exhange nos desplazamos en metro hasta la famosa zona de Picadilly Circus.

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La zona de Picadilly la encontramos más animada y concurrida que los lugares visitados por la mañana. Despues de las fotos de rigor fuimos a dar una vuelta por la zona. Descubrimos las tiendas de las marcas famosas de Regent Street así como la iluminación navideña, que dicho sea de paso, este 2007 no han sido de lo más destacado por sí decirlo. La gente no estaba muy convencida de como habían iluminado las calles, y la verdad es que nosotros nos esperabámos también otra cosa. Pasamos también por Burlington Arcade, la galería que se puso de moda en el siglo XIX y que aun está "protegida" por conserjes uniformados que impiden cualquier mala conducta y que incluso tienen poder para no permiterte el paso en la galería. También encontramos por casualidad un mercadillo navideño en la Piccadilly Streeet y lo aprovechamos para compar unos regalitos para el peque y alguna que otra cosa para nosotros.

Completamos la visita al Soho comprando entradas para el musical Cabaret para el día siguiente. Encontramos las entradas rebajadas y nos salierosn por 34 Libras en lugar de las 55 que valían en taquilla. La compra la hicios en una tienda de tikets en Leicester Square. Despues nos dirigimos a Trafalgar Square donde nos fotografiamos en delante del National y también tomamos diferentes instantaneas de la zona. Desde el monumento a Nelson se pueden hacer buenas fotos con el Big Ben al fondo. Eso si, el continuo ir y venir de los coches y autobuses hacen que sea un poco difícil obtener fotos que no sean borrosas, jejeje. Luego pasamos bajo los arcos del Admiralty Arch, para cojer luego la avenida The Mall y desembocar así en Bukingam Palace. La visita nocturna al Palacio de la Reina nos supo a poco y decidimos que teníamos que volver alguno de los días por la mañana, para obtener una mejor visión del Palacio y sus alrededores.

Sin fuerzas para nada más, nos fuimos directos a la zona del hotel para tomar unas cervezas en un pub y acabar cenando en un italiano.

Fue un día agotador, pero teníamos que tomar Londres antes de la previsible llegada masiva de turistas españoles por aquello del puente de diciembre, y la verdad, el cansancio de pies y piernas certificaban la dureza de la jornada. Así que, a retomar fuerzas y a prepararse para el día siguiente.

👉 Ver Etapa: ¡A conquistar Londres! ⏫ Volver arriba Compartir:

El jueves, tan sólo pisar la calle y echarse a llover. Parecía que las nubes estaban esperando nuestra aparición matutina. !Que se le va a hacer! Al mal tiempo buena cara, así que cogemos el bus que para exactamente en la acera de enfrente de nuestro hotel. Tenemos suerte y encontramos 2 sitios vacíos en el piso superior, justo en la parte delantera del autobús. Fue un momento divertido, toda la vida viendo los autobuses de 2 pisos de Londres y había llegado el la hora de subirse a uno.

Moverse en bus por las calles de la capital inglesa fue muy lento. Claro está, que desde nuestra privilegiada atalaya pudimos contemplar el caótico transito matutino londinense. Nos apeamos delante de la Westminter Cathedral, la catedral católica de Londres (no confundir con la famosa Westminter Abbey que es donde coronan a los reyes ingleses). La visita es gratuita y la verdad merece la pena, por ser muy diferente al resto de iglesias de la ciudad. Se trata de un edifico bizantino (uno de los pocos de este estilo en Londres). Realizamos tranquilamente la visita y aprovechamos para echar unos fotos antes que alguien nos vea hacerlas y seamos nosotros a quien echen. No se dio el caso y nos llevamos de recuerdo algunas instantáneas.

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Luego, como que la lluvia apretaba, decidimos coger el metro hasta Westminster y salir justo al lado del Big Ben.

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St Margaret's Church fue nuestro primer objetivo. En está pequeña iglesia justo al lado de la impresionante Abadía de Westminter, es donde la alta sociedad inglesa decide realizar sus boda. Los mismos Churchills se casaron aquí. Destaca una vidriera que representa el enlace de Catalina de Aragón y Arthur, el hermano del poderoso Enrique VIII.

La vecina Westminter Abbey no abría las puertas hasta la tarde, así que decidimos visitar el Dean's Yard, una plaza verde, medio escondida entre edificios, algunos de ellos medievales. Esta es una propiedad del deán y cabildo de Westminter School. La tradición marca que los alumnos del centro sean los primeros en cumplimentar al nuevo monarca, es decir, hace más de 60 años que aquí los alumnos se quedan sin cumplimentar a nadie, jejeje.

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[align=justify]Nos dirigimos hacia Parliament Street admirando las estatuas de los personajes historicos ingleses que habitan Parliament Square. Al llegar a Whitehall nos encontramos con la residencia del Premier inglés, el recién nombrado Gordon Brown. Los bobis guardan celosamente la entrada e impiden cualquier intento sospechoso por parte de los visitantes. Casi al lado se encuentra House Guards, la Guardia Montada. llegamos justo a tiempo para ver el cambio de guardia. A nuestro gusto un poco soso, pero bueno, tampoco es que seamos fans de las defiladas militares ni mucho menos.

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Visto que la lluvia parecia dispuesta a dar una tregua, nos llegamos al embarcadero de Westminter (debajo del puente que está al lado del Big Ben). De nuevo los tickets 2X1 aliviaron nuestro bolsillos. Un consejo, aquí tenéis que pagar en efectivo, si no la broma cuesta una libra más. Así pues, subimos al barco justo un minuto antes de que zarpara. La idea era bajarse en Grendwich para ver el meridiano y tomar de vuelta el DLR, el tren que funciona sin maquinista. Dado que el cielo amenazaba lluvia de nuevo, decidimos pagar sólo hasta la Torre de Londres, y acertamos, ya que a mitad de trayecto empezó a llover, nuevamente, a cántaros.

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Merece la pena el paseo en Barco, por las vistas de los edificios y para descansar un rato cómodamente. La lástima es que tuve que salir para echar las fotos, y claro, todos los asientos exteriores estaban mojados, o sea que de descanso nada de nada, pero al menos tenemos el recuerdo de las fotos a edificios tales como: El Parlamento y Bigben, la noria del milenio, la Catedral de St Paul, el edificio del "Pepino", el Tate Modern, Shekespeary Globe, el Puente de Londres y la Torre de Londres, así como los diferentes puentes bajo los que vas pasando y perspectivas varias de las orillas del Tamesis.

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Una vez apeados, nos dirigimos al metro para cambiar de orilla del río para visitar el Teatro de Shekespeare. Una vez más "Dios salve los tikets 2X1", sólo pagamos una entrada. Esta vez, 9 fueron las Libras que nos ahorramos de pagar. Así pues entramos a ver primero una exposición retrospectiva sobre la época de Shekespeare, los teatros, la gente, como era Londres, así como algunos de los trajes de la época. Luego te hacen una charla sobre el Globe, que como no tengas idea de inglés te aburres soberanamente. Finalmente entras en el teatro y realmente vale la pena. Es como el de la película "Shekespeare in love". Sin techo (sólo se resguardaban bajo tejado los ricos) y sin sillas en la platea. Al entrar nos encontramos con un festival navideño de algunas escuelas de Londres. Así que nos pudimos sentar y disfrutamos de las canciones y bailes de los crios, que dicho sea de paso, no lo hacían nada mal. También echamos alguna foto, aunque una vez más no estaba permitido, aunque ¡no se porqué pero bueno!.

Una vez salimos del Globe buscamos algún restaurante para comer y nos decidimos por uno de comida rápida que está justo detrás del edificio del Tate Modern. La comida pareciá bastante buena, así que pedimos unos Mad Max, que era un tipo de comida tipo burrito mexicano, que no estaban nada mal. Así pues cojimos la comida y nos fuimos a comer delante del Tate. Cuando acabamos, visitamos el museo, aunque sin ganas, porqué la verdad es que el arte moderno no nos atrae mucho. Eso sí, había leído que en el segundo piso del edificio había una balconada que permitía hacer buenas fotos del Tamesis y la Catedral, así pues la encontramos, echamos las fotos y arreando que es gerundio.

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Esta vez pillamos el "tube" para llegar hasta Westminster. Allí "lo prometido es deuda" y colgamos una pegatina de los viajeros justo en el poste informativo del metro que está debajo del Big Ben.

De allí, directos a Westminster Abbey donde, por desgracia, no han oído hablar de los 2X1 y nos tocó pagar las 2 entradas. Consejos para los que vayáis con pocas pelas: mirad los horarios de las misas y podréis entrar sin pagar entrada, jejeje La verdad que las 10 Libras por cabeza que nos clavaron valían la pena. La abadía es impresionante, no es de extrañar que se corone allí a los reyes ingleses. Se puede visitar también el claustro y parte de los jardines que utilizan los alumnos que allí estudian (la creme de la creme inglesa). Siento ser repetitivo, pero la abadía nos cusó mucha impresión, y más las zonas de los estudiantes, para decirlo de alguna manera, recuerda pasajes de las películas de Harry Potter. Si te echas a pensar como paseaban por allí antes de la llegada de la corriente eléctrica, te recorre un sudor frío por toda la espalda.

Otra cosa, aquí tampoco son permitidas las fotos así que mucha gente aprovecha que la puerta de la salida es de vidrio para capturar alguna imagen de Westminter Abbey. Si lo queréis hacer, id rápidos porqué siempre hay alguien que os recordará que "no photos".

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Llegó el momento de dejar las iglesias para visitar algo más divertido. Así pues, pusimos rumbo SOHO para disfrutar de los famosos musicales londinenses. Cabaret fue la obra escogida, así es que nos fuimos hacía la iluminadísima Picadilly Circus y en la calle de al lado, Shaftesbury Ave, se encontraba el teatro Liryc que es donde teníamos las entradas para ver el musical.

La experiencia fue muy buena. Aunque se hacía un poco difícil seguir el argumento por eso del idioma, al saber más o menos de que iba la obra, y al reconocer las famosas canciones que se cantan, pues la verdad, hicieron que pasásemos un final de tarde muy agradable.

Una vez fuera del Liryc, la lluvia también salió a nuestro encuentro, pero ya nos estábamos acostumbrando a ella, así que no nos amedrentamos y fuimos a ver el Barrio Chino que estaba casi a tocar del teatro. El echo de que estuviera lloviendo, hizo que hubieses poca gente en la calle, por eso los numerosos restaurantes de la zona estaban abarrotados. Así es que nos fuimos cerca de Leicester Square a tomar una “pizza para tomar” que nos costó a 1,50 Libras la el triangulo de pizza. La verdad es que estaban buenas y nos llenaron bastante (con dos trozos por cabeza tuvimos bastante).

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Aunque, una vez más, estábamos bastante cansados, decidimos ir hacia el Covent Garden. Al ser bastante tarde no habían artistas actuando, ni tampoco gente paseando por la zona. Dimos una vuelta por allí y nos lo "apuntamos en la agenda como pendiente" para volver, pero de día.

Antes de volver al hotel, aun tuvimos humor suficiente para pasarnos por Oxford Street y ver la iluminación de la zona. Certificamos una vez más, que está Navidad de 2007, no sea han matado mucho adornando la ciudad. Así es que finalmente cogimos el metro y hacia la parada de Pimlico, y de aquí a la cama, que bien nos hacía falta.

👉 Ver Etapa: Iglesias, museos, musicales y alguna que otra historia más bajo la lluvia. ⏫ Volver arriba Compartir: