SAFARI EN KENIA Y TANZANIA ✏️ Blogs of Africa East y Central

Desde hacía mucho tiempo habíamos soñado con hacer un safari en África, pero al principio nuestras dudas eran muchas:

¿En qué país hacer el safari?
¿En qué época del año?
¿Son los safaris tan caros como dicen?
¿Se puede hacer por libre? De no ser así, ¿agencia local o touroperador?
¿Qué parques naturales visitar?
¿Y no se hace pesado estar viendo animalitos todo el tiempo?

Gracias al foro resolví prácticamente todas mis dudas, a saber:

Los países del safari por excelencia son Kenia y Tanzania. También hay otros países donde se pueden hacer grandes safaris, como son Botswana, Namibia, Sudáfrica, etc. Pero la densidad de animales es mayor en los grandes parques de Kenia y Tanzania.
La elección era evidente, nuestro primer safari sería en KENIA Y TANZANIA.

La mejor época del año para hacer un safari depende del país, pero en todos ellos es recomendable ir temporada seca, cuando la hierba está más baja. Además, en temporada seca los animales tienden a concentrarse en los puntos de agua de los distintos parques, de manera que es más fácil encontrarlos. En nuestro caso, sólo disponíamos del mes de julio o agosto para hacer el viaje, y acabamos de decidirnos por julio, debido a que ambos países están teóricamente en época seca, y porque el precio era claramente más bajo que en agosto.

Los safaris son caros, sin duda, pero no tanto como podamos creer al echar un primer vistazo en las ofertas de los grandes touroperadores. Un safari como el que hicimos nosotros (sólo safari, 15 días, dos países) puede llegar a costar de 5000€ a 6000€ por persona si se opta por un touroperador clásico, pero este precio puede reducirse sensiblemente si se recurren a agencias locales, o si se hace por cuenta propia.

Leyendo diarios de viajes, en éste y otros foros, he comprobado que hay gente que hace los safaris por cuenta propia: alquilan un jeep, reservan hoteles o lodges en los parques, pagan sus entradas a los parques, etc. Evidentemente el precio se reduce bastante, pero a nosotros no nos pareció la mejor opción. Creo que es necesario llevar al menos un conductor con experiencia que sepa moverse por las carreteras del país, así como por los complicados caminos de los parques naturales. Evidentemente, los conductores nativos saben cuáles son las mejores zonas y ubicaciones para la contemplación de la fauna salvaje, cosa que los turistas desconocemos.

En definitiva, optamos por buscar alguna agencia local que nos montara la ruta a nuestro gusto, que nos aconsejara para optimizar nuestro recorrido ideal, y que fuese más barata que los touroperadores clásicos en España. Tras contactar con muchas agencias locales mencionadas en este foro, optamos por TABIA SAFARIS.
La elección de Tabia se debió a varias razones: se adaptaron completamente a nuestra ruta, nos aconsejaron como adecuarla a la realidad de los países a visitar, nos permitían hacer safaris de día completo con libertad total de horarios, y el hecho de que los gestores fuesen españoles facilitaba la comunicación enormemente. Como punto negativo, cabe mencionar que en ocasiones tardaban bastante en responder a los correos, pero también he de decir que contactaron conmigo telefónicamente en varias ocasiones, lo que facilitó la resolución de las dudas que nos sugían.

En cuanto a los parques a visitar, decidimos centrarnos en los más importantes de ambos países, tratando de combinar parques con diferentes características. Al final nos decidimos por visitar:

En Kenia:

1) Lago Nakuru.
2) Masai Mara.
3) Amboseli

En Tanzania:

4) Lago Manyara.
5) Cráter Ngorongoro.
6) Serengeti.

Hay otros parques interesantes tanto en Kenia como en Tanzania, como son Samburu, Aberdare, Tsavo, Tarangire, Selous, etc. Por desgracia, el presupuesto sólo alcanzó para 15 días de safari, y no queríamos pasarlos en la carretera conduciendo de uno a otro parque, sino disfrutar de los parques que fuésemos a visitar. En mi opinión, fue una elección totalmente acertada, de la que sólo habría cambiado alguna cosilla a posteriori, que ya comentaré en la etapa de conclusiones.

Notar que no añadimos ningún destino de playa, como Zanzibar o Mombasa. No somos viajeros que disfrutemos del turismo de costa, que nos parece algo aburrido. En definitiva, sería un viaje de safari al 100%. Nuestro mayor temor se derivaba precisamente de este hecho. Nunca habíamos hecho un safari, y nos preguntábamos si no nos cansaríamos de estar todo el rato persiguiendo animales. Tras la experiencia, mi conclusión es que NO. Disfrutamos como enanos, e incluso los 15 días se nos pasaron volando.

OJO!! No conviene ir con la expectativa de ver un documental de La 2 en vivo y en directo. Los parques naturales de África no son zoos, sino enormes extensiones de terreno donde los animales se mueven libremente. Hay momentos en los que puedes estar bastante rato sin ver animal alguno, e incluso que te vayas sin haberte cruzado con alguna especie animal en concreto. No me malinterpretéis: veréis montones y montones de animales, pero hay algunos muy comunes y fáciles de encontrar (en general, cualquier hervíboro: cebras, gacelas, ñus, impalas, etc.) y otros menos numerosos y más complicados (los grandes felinos en general).

Ruta final del Safari.

El itinerario quedó de la siguiente manera:

29 junio --> Albacete - Madrid - Amsterdam - Nairobi (KLM)
30 junio --> Nakuru.
1 julio -->Nakuru - Masai Mara.
2 julio --> Masai Mara.
3 julio --> Masai Mara.
4 julio --> Masai Mara - Nairobi.
5 julio --> Nairobi - Amboseli.
6 julio --> Amboseli - Manyara.
7 julio --> Manyara - Ngorongoro.
8 julio --> Ngorongoro - Serengeti.
9 julio --> Serengeti.
10 julio --> Serengeti.
11 julio --> Serengeti - Arusha.
12 julio --> Arusha - Nairobi.
13 julio --> Nairobi - Amsterdam - Madrid - Albacete (KLM).

Al final, el precio por persona presupuestado por Tabia, incluido alojamiento, todas las comidas, transportes (por carretera), entradas a parques, conductores y guías no llegó a 2500€ por persona (éramos un grupo de 4 amigos). Las propinas, gastos personales (regalos y otras compras), visados y vuelos internacionales no estaban incluídos.

Para volar a Kenia y Tanzania las opciones son varias, y los aeropuertos principales son Nairobi (Kenia), Dar Es Salaam, y Monte Kilimanjaro (ambos en Tanzania). Por precio, todas las opciones más económicas obligaban a llegar y salir desde Nairobi. Hay varias compañías que ofrecen vuelos a la capital keniata, pero el mejor precio lo encontramos con KLM, por 540€ por persona, ida y vuelta Madrid - Nairobi con escala en Amsterdam.

En definitiva, que el precio total de un safari de 15 días por Kenia y Tanzania nos salió por poco más de 3000€ por persona. He de reconocer que soy de la hermandad del puño cerrado, y en mis viajes no suelo gastar dindero más que en comida, alojamiento y transportes, por lo que realmente ese precio fue el precio casi final del viaje completo.

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30 de junio de 2012: Nairobi - Naivasha - Nakuru.

El día 29 de junio lo empleamos en llegar desde Albacete a Nairobi, vía Madrid y Amsterdam.

El vuelo de KLM desde Marid, con larga escala en Amsterdam, fue bastante plácido y confortable, es una compañía que recomiendo para volar a Kenia. Llegamos a Nairobi a las 06:30 de la mañana del 30 de junio, y tras recoger las maletas nos dirigimos a realizar el visado (50$).

En la terminal de llegadas nos esperaba nuestro guía - conductor en Kenia, un señor llamado Martín. A lo largo de nuestra estancia en Kenia se mostro muy poco hablador, pero enormemente profesional y dispuesto a todo. Se trata más bien de un conductor que de un guía, pero que maneja el coche fenomenalmente y se mueve por los parques como por su casa.

Nos montamos en la furgoneta que será nuestro transporte durante toda nuestra estancia en Kenia. Se trata de una furgoneta de unas 8 plazas con el techo desplegable, muy común en los safaris por Kenia. No era muy nueva, pero suficientemente confortable.


Tardamos un rato bastante largo en salir del aeropuerto, las colas son tremendas. Por la ventanilla de la furgo empezamos a descubrir el típico paisaje africano, caracterizado por llanuras cuajadas de acacias (el típico árbol delgado de copa achatada). Tras un abreve parada técnica en Nairobi para repostar y comprar bebidas, continuamos camino del lago Nakuru.

En un punto determinado del trayecto llegamos al famoso valle del Rift, donde hacemos una breve parada para admirar las espléndidas vistas. Alrededor hay muchas tiendas de artesanía con los típicos productos que son comunes en todas ellas, sobre todos figuritas de madera ¿de ébano? de animales, y demás.


Continuando hacia el lago Nakuru, Martín nos ofreció la posibilidad de visitar el lago Naivasha, que quedaba muy cerca. Acabamos aceptando y esa fue nuestra primera experiencia animal del viaje. El lago Naivasha es una pequeñita reserva donde te das una vueltecita en una barca, y observas los hipopótamos del lago, y la gran cantidad de aves que viven en la zona. Después, desembarcas en una zona donde puedes caminar entre cebras y ñus. Realmente no creo que valga demasiado laa pena la visita, ya que el punto fuerte del parque es la observación de pájaros, de la que no somos demasiado aficionados. De haber sabido que la fauna selimitaba a lo que vimos, habría preferido invertir ese tiempo en el lago Nakuru.


Continuamos hacia el lago Nakuru, donde llegamos sobre el medio día justo para alojarnos en el hotel y comer. El hotel del lago Nakuru que elegimos fue el Nakuru Lodge, un hotel con cabañas individuales en torno a la psicina y al edificio principal en el que se sirven las comidas. Se trata de un hotel muy bonito y cómodo, del que destaco las vistas del lago desde la terraza del edificio principal. Lo recomiendo totalmente, volvería sin duda.



Tras la comida, partimos a hacer nuestro primer safari por el parque del lago Nakuru.
Dos son los reclamos principales para visitar el lago Nakuru: en primer lugar, la densidad de rinocerontes blancos existente, lo que casi asegura su encuentro; en segundo lugar, las enormes bandadas de flamencos presentes en las alcalinas aguas del lago.
Desgraciadamente, parece que este año la temporada de lluvias se ha alargado, y el lago está excesivamente lleno de agua, lo que ha provocado que los flamencos no hayan acudido a estas alturas de la temporada. A falta de flamencos, durante nuestro safari en Nakuru pudimos observar los rinocerontes, así como otros herbívoros, como cebras, gacelas, búfalos, etc. Al menos, podemos tachar de nuestra lista dos de los cinco grandes (a saber, Lepardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte). Desgraciadamente, el cielo empezó a cubrirse y antes de que nos diésemos cuenta se puso a diluviar, lo que nos obligó a cerrar la compuerta superior de la furgoneta. A la vista de que no paraba, tuvimos que regresar al hotel antes de lo deseado.

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01 de julio de 2012: Nakuru - Masai Mara.

Al día siguiente abandonamos el lago Nakuru para dirigirnos a una de las reservas naturales clave del viaje: el Masai - Mara.

La reserva Masai - Mara es realmente la parte de la reserva del Serengeti perteneciente a Kenia. Es un parque que todo Safari en Kenia tiene la obligación de incluir, debido a que presenta una de las mayores densidades de grandes felinos de toda África. Sin embargo, debo advertir que el parque está dividido en dos áreas independientes: la zona oriental y el Mara Triangle. Al ser independientes, supone que si tienes entrada de una zona, no puedes pasar a la otra. Este hecho lo desconocíamos antes de ir, y por ello lo comento. Nosotros sólo estuvimos visitando la zona oriental (puerta Ololamutiek).

El camino desde Nakuru a Masai Mara pasa por varias poblaciones, donde la más importante es Narok. Las poblaciones de Kenia, incluso las importantes como Narok, son bastante pobres. Las casas están hechas de techos de chapa y parees de ladrillo o cemento, muy básicas. No existen los edificios, y no suelen estar pavimentadas. al pasar Narok, la cattetera empeora poco a poco, hasta comvertirse en una pista de tierra.

Por fin, llegamos a nuestro alojamiento para las próximas 3 noches, el Manyatta Tendet Camp. En un principio, era el alojamiento del que más dudas teníamos. La verdad es que mirando en internet, se veía bastante austero. Sin embargo, tengo que decir que es de los que más nos gustó. Cierto que es más básico que otros alojamientos donde hicimos noche, pero el trato personal de los Masais que llevan el campamento es magnífico, hicieron que nos sintiésemos como en casa. Además, las tiendas no están nada mal, con camas confortables y baños privados limpios y completos. Volvería sin dudarlo.

Tras el aluerzo, unos simpáticos masais se ponen a hablar con nosotros, y nos explican sobre su forma de vivir y sus costumbres. Nos proponen acompañarlos por salvajes alrededores del hotel, junto al masai mara, y nos explican las hierbas que utilizan para limpiarse los dientes, para pintarse la cara, nos muestras un termitero gigante, etc. También nos proponen visitar su poblado, muy cerca del hotel. Aceptamos encantados, fijando la visita para nuestro último día en Masai Mara.

Tras la visita de los Masai, partimos para hacer nuestro primer safari. El hotel está justo al lado de la puerta Ololamutiek. Nada más entrar en Masai Mara descubrimos que el terreno está aún muy, muy verde, y la hierba alta. Como comenté en la etapa previa, parece que este año las lluvias se han retrasado. Sin embargo, empezamos encontrando gran cantidad de pequeños rebaños de cebras, ñus, gacelas, etc. También nos encontramos con un grupo de elefantes, que tuvimos justo al lado. Continuando por el parque encontramos nuestras primeras jirafas...

Cerca de las girafas observamos al grupito de furgonestas paradas cerca de una gran roca. Martin se encamina en esa dirección sin dudarlo. Es difícil describir la sensación, pero la emoción te inunda cuando, de repente, te encuentras ante el primer felino del viaje, una leona acechando a las mencionadas girafas. La situación no es muy común, ya que las girafas no son presas habituales de los leones. De hecho, la leona muestra un aspecto algo demacrado, está muy delgada. Parece que la desesperación por llevarse algo a la boca le hace vigilar presas que habitualmente estarían fuera de su alcance...

Poco a paoco, se va acabando el día, y se acrca la hora del cierre del parque. Ha sido una tarde muy emocionante, y hemos vivido sensaciones que ningún otro destino nos había provocado antes. La emoción de encontrar tantos animales salvajes, verlos tan de cerca, disfrutar de ellos, no es fácil de describir. Hay que vivirla...


Esa noche era la final de la eurocopa 2012, entre España e Italia. Le preguntamos a Martin sobre la posibilidad de ver el partido (el hotel no tiene televisores). Tras pensarlo unos instantes, nos monta en la furgoneta y nos acerca al pueblo junto al hotel. Es una población muy pequeña, de las mismas características que el resto de poblaciones por las que hemos pasado de camino al Mara. Allí, nos indica un bar local, donde entramos para ver el partido. Menuda estampa, éramos los únicos extranjeros del lugar, todos se nos quedaron mirando. Pedimos unas cervezas (calientes) y nos hacemos un sitio junto al resto de parroquianos para ver la final. Si bien al principio nos encontramos incómodos por la curiosidad con la que nos miran, luego nos integramos perfectamente, gracias a la afición por el fútbol de la gente del local. Hablamos de jugadores, del equipo nacional, de jugadores africanos en Europa, etc. Tanto ellos como nosotros nos los pasamos pipa, y disfrutamos como enanos de la histórica victoria del equipo español. En el bar, todos apoyaban a España, y se alegraron al menos tanto como nosotros por habar ganado la Eurocopa. Al terminar el partido, los hombres nos abrazaban para felicitarnos, las mujeres nos besaban, pusieron música y empezaron a bailar... Fue una situación super divertida.

02 de julio de 2012: Masai Mara.

Madrugamos para iniciar nuestro safari de día completo por Masai Mara. Este día nos toca acercarnos al rio Mara, pero la suerte no acompaña. La radio de la furgoneta no da informes de avistamientos de felinos en ninguna zona del parque, parecen haberse volatilizado. Sin embargo, sí que observamos búfalos, elefantes, girafas, ñus, y muchos otros herbívoros, pero felinos, nada de nada. A mdeio día por fin llegamos a la zona del río Mara, que es espectacular. En el Mara se puede bajar del vehículo en una zona protegida por rangers, y se ven hipopótamos y cocodrilos. Un ranger armado nos da un paseo por la orilla del rio Mara, donde podemos observar como un cocodrilo acecha a una cría de hipopótamo, se mascaba la tragedia. Afortunadamente para la cría, logra llegar a tiempo al lado de su madre, que consigue ahuyentar al depredador. Nos tomamos nuestro picnic en la zona de paso al Mara Triangle, la otra sección del parque Masai Mara. Esta zona de picnic está repleta de monos, que hay que vigilar para que no te roben la comida!. Pasamos la tarde recorriendo otros sectores del parque, pero sin conseguir encontrar leones, guepardos, leopardos o hienas.

03 de julio de 2013: Masai Mara.

Otro nuevo día de safari completo, en la que esperamos tener algo más de suerte que el día anterior. El día comienza bien, ya que nada más salir encontramos una manada de leonas entre unos matorrales. Continuamos recorriendo la sabana, y en seguida nos encontramos con una pareja de leopardos descansando bajo la sombra de una acacia. Los vemos muy de cerca, casi al lado de ellos. Hay que señalar que en Kenia la guías y conductores no tienen problemas en abandonar las pistas y acercarte lo más posible a los animales, en ocasiones incluso en exceso para la propia comodidad de los propios animales. Allí estuvimos un rato, disfrutando de los primeros guepardos del viaje. Abandonamos con pena la zona, pero casi en seguida encontramos la escena más impresionante que vimos en todo el viaje: una manada de leones devorando un búfalo recientemente cazado. Primero fueron los leones macho los que se alimentaron, y tras quedar saciados continuaron las hembras. Cerca de la escena había un joven león a la manada intentando alimentarse de la presa, que fue atacado por los machos titulares de la manada. Cuando el joven león se acercó dócilmente al cadaver, un macho se enfrentó a él, y justo detrás de nosotros aparecieron otros dos machos de la manada que empezaron a perseguirlos rugiendo atronadoramente... que susto! pero que experiencia! Cerca de la zona encontramos el cadáver de otro joven macho, probablemente asesinado por los machos de la manada. Tras estar largo rato contemplando la escena sehizo la hora de comer, y tomamos nuestro picnic en una espectacular zona de sabama, salpicada de acacias solitarias con sus típicas copas chatas, una auténtica estampa de postal de la sabana africana. Continuamos recorriendo otroas zonas donde encontramos gran cantidad de elefantes, que vimos muy, muy de cerca. Para finalizar, nos acercamos a la región donde habíamos visto a la primera manada de loenas, y allí seguían, descanzando al freco del atardecer. De jevo, tuvimos la oportunidad de contemplarlas a escasos dos metros de distancia. Unos minutos antes de la hora de cierre abandonamos el parque, encontrado a la vuelta algunas hienas, tik-tik, etc. Un día redondo, memorable.

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