El planin que teníamos para este día era empezar visitando La fortaleza de Masada y Belén. Después según fuésemos de tiempo algún pueblo más de Palestina como Jericó. Pero la Visita a Masada no era apreciada por la mayoría del grupo ya que el emplazamiento esta todo en ruinas y a pasera de la gran carga histórica que tiene lo único a sacar de provecho sería la subida en el teléferico y las vistas desde el lugar. Ni la visita al emplazamiento donde fueron encontrados los manuscritos del Qumrán parecía motivar al grupo asi que una vez mas nuestro ejemplar sistema democrático apartó la vistita del planin. La noche anterior estuvimos en el hall del albergue hablando con un chico de Barcelona que se había movido el día anterior por Palestina y nos recomendó la visita a Hebrón. Había estado en la tumba de los patriarcas y nos recomendó la visita. Se podía ir en bus sin problemas desde Belén y le había parecido que la situación estaba tranquila. Salimos hacia la puerta de Damasco a coger el bus a Belén poniendo Hebrón como segunda visita.
La estación de buses esta un poco escondida, según se sale por la Puerta en la acera de enfrente, en una pequeña callejuela desde donde se accede directamente a las dársenas exteriores donde se encuentran los buses y minibuses que van hacia distintos destinos. Según la guía el bus 24 es el que lleva hasta el pueblo de Belén. Un minibús con este número se nos escapó delante de nuestras narices. Justo llegaba otro que cuando fuimos a subir cambió el cartelito frontal y pasó a ser el bus con la ruta 21 ¿? Pero unas dársenas mas atrás encontramos un bus con el 24 y tras confirmar el destino con el conductor subimos, pagando creo recordar 8 shekells. Fuimos de los primeros y si el bus tenía que llenarse entero para salir tendríamos que esperar un buen rato allí.. no fue asi y tras un cuarto de hora el bus arrancó aún estando medio lleno con más lugareños que turistas. Una cosa que ya empieza a ser común en todos los viajes que hago es ver cómo los habitantes de estos lugares aprecian a los equipos de nuestro futbol, en especial al Madrid y el barsa. En este caso el conductor era un devoto del Real Madrid. En cuanto arrancamos se puso la gorra del club, estaba todo el frontal decorado con banderas, bufandas, el escudo colgaba del retrovisor, la funda del cinturón de seguridad y hasta una foto de su hijo con la camiseta del Real Madrid..un auténtico forofo.
Entre paradas y demás tardamos unos 45 minutos, sobre las 10 y media el bus nos dejaba en una plaza del pueblo. Tan pronto como bajamos se nos abalanzaron tres o cuatro hombres para ofrecernos servicio de guía, incluso uno nos acompañaba a lo somardas para incluirse en el grupo. La guía comenta este tema y no lo da como una mala opción pues realmente conocen la iglesia de la Natividad (nuestro principal destino) y pueden enseñar curiosidades y lugares poco conocidos, siempre que el precio sea asequible, pero la verdad que ni nos lo planteamos. Gastos “extra” cero. Si cogéis este bus no es nada difícil llegar pues es cruzar a la otra acera y marchar recto hasta encontrar el lugar en cuestión. Esta un poco lejos y hace dudar de si es el camino correcto, pero el minarete de la mezquita de Omar hace las veces de faro guía y al poco se llega a la Plaza del Pesebre, con la iglesia de la Natividad justo al fondo.
Nada más entrar ya tienes que hacer la primera reverencia, no por ser obligatorio, sino porque la entrada al lugar es realmente pequeña lo que te obliga a doblarte o arrodillarte. La enrada es gratuita.
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Observamos los mosáicos, el recinto y la columna donde se supone que la virgen dejó la marca de su mano al sujetar la iglesia en un terremoto…cuanta imaginación tiene la gente. Después nos pusimos a la cola de la parte izquierda pues crecía por momentos! Hicimos turnos de espera por parejas para poder seguir viendo los recodos y decoraciones de la iglesia. Lo avanzaba nada la cola y cuando llegamos a acceder resulta que se estaba celebrando una misa y los devotos en piña ni si quiera dejaban ver el altar de los reyes Magos, leyenda que de sobras conocemos todos, nos ha emocionado de críos y nos ha hecho gastar como tontos de mayores.
Por lo menos si que pude ver la estrella que marca el lugar donde teóricamente nació Jesucristo. A la salida contemplamos el iconostasio, el altar y dimos por terminada la visita. Cuando salimos de nuevo a la plaza compré a un vendedor ambulante unos de los pocos recuerdos que quería de este viaje, unos pañuelos palestinos “made in palestina” según me juró y me perjuró el vendedor. En este momento del día empezó a cambiar el clima volviéndose frio y empezando a llover primero levemente y luego a mares de forma interrumpida, lo que nos hizo esperar durante buenos ratos a que amainase para seguir la ruta.
El bus no había pasado por el check point y el muro de la vergüenza que separa Palestina de tierras judías. Pusimos rumbo hacia allí haciendo una caminata que nos llevó un buen rato.
Fue una agradable sorpresa encontrarnos con murales y graffitis de escritoras de nuestro país. Frente a ellas pasamos otro largo rato pues la lluvia hacia imposible continuar el camino. Visto que no había muchas esperanzas de que mejorara el tiempo decidimos mojarnos y buscar el lugar desde donde salía el bus hacia Hebrón sin tener ni idea de donde estaba..
Tanteamos la posibilidad de hacerlo en taxi y nos pidieron 100 shekells por el servicio. Un poco mas tarde otro nos rebajó el precio a 75 lo cual tampoco aceptamos. El taxi para mi no era una mala opción, pues me hubiera gustado mucho visitar de camino uno de los campos de refugiados que se encuentran en los alrededores como el “aida refuge camp” y conocer de primera mano un lugar como estos. Una vez mas el grupo no coincidia conmigo en inquietudes. tuvimos la suerte de encontrarnos en esa misma calle, Hebrón Road, el minibus hacia este lugar que nos cobró 6 shekells por subir a bordo. Esta vez si que éramos los únicos turistas. fuimos hablando con un joven que se defendía bien en inglés y nos puso una cara entre sorpresa y preocupación cuando le confirmamos que nos dirigíamos a Hebrón a visitar la tumba de los patriarcas. Si el tiempo estaba enrarecido al poco de empezar el trayecto la niebla, la temperatura y la lluvia igualaba a una excursión hacia los pirineos en uno de los peores días que se pueda pensar. Para colmo a la entrada del pueblo se nos estampó un vehículo de frente. Los que íbamos al tanto del recorrido nos pudimos dar cuenta segundos antes agarrándonos a los asientos por lo que pudiera pasar. El coche invadió nuestro carril para adelantar a un coche que estaba parado en su lado y ni el frenazo que pegó ni el escaso movimiento que hizo el bus para esquivarlo pudo evitar la torta, el coche hizo aquaplanin y se estampó contra nosotros.
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Ninguno de nosotros sufrió daño alguno pues el bus dentro del bus casi no se notó el impacto pero no corrió tanta suerte la acompañante del otro vehículo, que se dolía del cuello. Se creó un gran círculo de curiosos como suele pasar en estos casos y al momento apareció la policía o militares no se decir, pero eso si, armados con metralletas y mercancías para habernos mandado al otro barrio a todos si hubieran querido. Se personó una ambulancia que se llevó a la pobre mujer y el conductor de nuestro bus con ayuda de una barra y unos cuantos lugareños consiguió desencajar el parachoques de la rueda para continuar el trayecto. Al bajar del bus nos encontramos con un panorama metereológico que nos recibió nos hizo a casi todos lamentar haber tomado la decisión de llegar hasta allí pero… quién se lo iba a imaginar. Las calles eran charcos y la carretera un río descendiendo hacia quien sabe donde, unido a un frío que casi conseguía traspasar por mi polar y la cazadora de piel.
Tras un buen rato de espera y frustración decidimos que algo teníamos que hacer e intentar cumplir el objetivo de la visita, preguntando en una farmacia cercana como poder llegar a la tumba de los patriarcas. Nos indicaron el camino advirtiéndonos que tendríamos que pasar un cehck point y una zona nada “agradable”. Se referían a lo que en la guía nombraban com La ciudad fantasma, las calles cercanas al asentamiento ilegal judío que esta desde hace años en pleno centro de la ciudad, junto a la tumba de los patriarcas y protegido por una legión de paisanos militares suyos. Hacia allí pusimos rumbo, que remedio. Pasamos por la garita del check point sorpredidos de que ni siquiera nos pidieran el pasaporte, nos hicieran pasar por el detector de metales que estaba ligeramente apartado ni nos miraran las mochilas. Al pasar al otro lado nos encontramos con la primera situación chocante. Un militar palestino cuya cara de asco cotrastaba con la actitud del militar judío que estaba junto a él, sentado tranquilamente echándose unas buenas risas mientras hablaba por el móvil. El primero ni siquiera se inmutó y el segundo,que parecía mas americano que hebreo, sin apartar demasiado el aparato de su oreja nos preguntó que de dónde éramos y que íbamos a hacer.
- “we are from spain, only tourism, to visit the tombs”
- “ooookey, you are welcome, came on!!”
Delante de nosotros dos caminos a elegir, a cual mas desértico y destrozado. El lugar era la típica estampa de guerra que ves en las películas o en la tele pero aquí tristemente real.
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Tomamos el de la derecha que nos llevó a ningún sitio con que volvimos y tomamos el de la izquierda donde nos dimos cuenta que éramos obsevados desde las azoteas de los edificios por militares con ametralladora en mano. Esta situación, unida a la lluvia incesante, el frío y el calzado completamente empapado desde hacía ya rato, nos hizo plantearnos seriamente si seguir adelante o no. Al fondo de la calle se veía una sinagoga y seguro que cerca estaba ya el emplazamiento pero ni siquiera yo, el mas motivado por la visita, tenía ganas de seguir; solo quería ponerme a cubierto, comer algo y alejarme de ese lugar lo mas rápido posible. Volvimos sobre nuestros pasos y al pasar de nuevo por delante de los dos “camaradas” militares el hebreo, sin separar el móvil de la cara ni abandonar su pose chulesca nos preguntó cínicamente:
- “ooh, don´t like it?”
En fin, ni contestamos, una leve sonrisa sirvió de despedida. Al preguntar en la farmacia que he comentado antes vimos que en la acera de enfrente había una pequeña tienda con pollos asados girando lentamente en la entrada y ese fue nuestro refugio y lugar para comer. Nos recibieron con gran amabilidad y nos enseñaron las comidas que estaban preparando, invitándonos a sentarnos en las mesas del interior. El lugar me recordó a los pequeños restaurantes de los Hutongs de china pero no por eso dejaba de resutar un lugar acogedor. Dos pollos, una jarra de agua con vasos de plástico y una buna cantidad de pan que luego nos dieron para llevar nos costó 70 shekells. Tan pronto como terminamos nos recogieron los platos y combraron para cerrar nada mas salimos del local cerca de las 3 de la tarde. De nuevo en el diluvio, frío y ni un alma por la calle. A la vez que preguntamos en la farmacia cómo llegar a las tumbas pedimos indicaciones del lugar de la parada para volver a Jerusalem para matar dos pájaros de un tiro.
Si alguien se aventura a este lugar que sepa que la estación de buses, minibuses y taxis compartidos esta en la misma avenida que deja el bus cuando llegas, a unos 50 metros hacia la izquierda. Preguntamos para llegar a Jerusalem pero no existía ese servicio, teníamos que llegar a Belén y de allí deshacer el camino en el mismo bus que llegamos. Esta vez pagamos 10 shekells pues era un taxi compartido de 7 plazas que salío en cuanto subimos sin nisiquiera parar. Unos 15 minutos después nos dejó en la parada del bus 24 que llegó casi al momento. Esta vez de vuelta a Jerusalem si que pasamos por el check piont del muro subiendo a bordo dos militares que revisaron pasaportes, las partes de debajo de los asientos y entre ellos, las partes superiores para equipajes y cualquier otro sitio susceptible de llevar algo peligroso que pudiese poner en peligro la seguridad de su amado país..
En jerusalem seguía lloviendo a mares, sin que se viese a corto plazo de tiempo la posibilidad de que apareciese el arcoíris que recordase a Dios parar este segundo diluvio (Génesis 9: 12-14).
Cuando por fin dejó de llover empleamos el resto de la noche en pasear por última vez por el barrio judío pasando por una zona que parecía ser la zona de marcha y alterne de sus habitantes y tomamos algo en un pequeño bar nada mas salir por la puerta de Jaffa con un ambiente muy agradable para celebrar la noche vieja en
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Culpa mía por no preguntar donde debía
No dispongo de tiempo para ver nada más de los territorios palestinos, aunque me gustaría, incluso desconociendo si tienen cierto interés turístico más allá de lo sociopolítico o los puntos bíblicos. Solo voy a estar cinco noches en Israel, todas en Jerusalén.
A Hebrón sí quiero ir. Probablemente iré un jueves. A Belén, si me acerco, sería casi seguro el sábado, o el día de Hebrón si voy muy sobrado. El viernes también quiero estar en Jerusalén y ver el inicio del shabat. En fin, sobre la marcha. Lo que me viene muy bien es saber que hay... read more...
Muy interesante Hebrón. No es una ciudad bonita, desde luego, ni tiene ningún monumento digno de admiración, salvo quizás la Tumba de los Patriarcas, que tampoco es nada del otro mundo más allá del valor religioso. ¡Pero cuánto me alegro de haberla visitado!
El bus israelí sale de la estación central de Jerusalén, al final de la calle Jaffa. Es el número 381 (plataforma 6), cuesta 8,10 shekels (se paga al conductor) y viene a tardar más de una hora entre el tráfico y, sobre todo, el completo recorrido que hace por la colonia de Kiryat Arba, ya en Hebrón.
El trayecto es... read more...
Last commentaries to the diary Belén y Hebrón
JunkyGirl 20/10/2013 08:44
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A Hebrón sí quiero ir. Probablemente iré un jueves. A Belén, si me acerco, sería casi seguro el sábado, o el día de Hebrón si voy muy sobrado. El viernes también quiero estar en Jerusalén y ver el inicio del shabat. En fin, sobre la marcha. Lo que me viene muy bien es saber que hay... 
