Nos levantamos a las 06.30 h. El plan de ese día era visitar los castillos de Hillerod y Helsingor.
Estuvimos desayunado en el hotel, tardamos más o menos como una hora. Me encanta, cuando estoy fuera de casa, tomar esos enormes desayunos con tranquilidad, que te dan energía para todo el día: café, zumo, yogurt, embutido, tostadas con mermelada, pastelitos y dulces, fruta, té... Os aseguro que amortizamos bien el coste de la habitación del hotel. Además nos preparamos unos superbocadillos para llevar, que luego nos supieron a gloria.
Nos acercamos de nuevo hasta la estación de trenes, y cogimos el tren hasta Hillerod, sobre las 8 de la mañana.
Para ver horarios de trenes y organizar vuestro viaje, el siguiente enlace os será de mucha utilidad:
www.dsb.dk
Me pone un poco nerviosa tener que coger trenes o autobuses, cuando viajo por ahí, por dos razones, la primera es que no estoy acostumbrada a hacerlo, porque en mi ciudad me desplazo con mi propio coche, y lo segundo, porque me da miedo a confundirme de tren o autobus e ir a otro sitio. Pero en Copenhague esto no es problema, todo está perfectamente señalado, con pantallitas, y dentro del mismo tren, también te va señalando la próxima parada.
Una advertencia: En Dinamarca, los revisores, si piden el billete! Pero nosotros con la Copenhagen Card, y con su nueva fecha, pues gratis.
Llegamos a Hillerod, y unas señales azules te van marcando el camino hasta el castillo Frederiksborg, que nada tiene que envidiar al castillo de Versalles, ni siquiera sus jardines. Caminando se tarda aproximadamente en llegar unos 20 minutos, pero es un bonito paseo alrededor de un lago, además era un día espléndido, con un sol maravilloso y sin una sóla nube.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El castillo abría a las 10 de la mañana, así que como eran aproximadamente las 09.15 h., pues aprovechamos a visitar sus jardines, espectaculares y muy cuidados, y a hacer las fotos de rigor.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A las 10 entramos, fuimos los primeros, y comenzamos la visita. La entrada gratuita con la CPH Card. La verdad es que el castillo merece la pena, nos dejó un buen sabor de boca. Una vez dentro tardamos aproximadamente unas dos horas y media en verlo, y eso que nosotros vamos bastante rápidito y no había casi gente a esas horas...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Regresamos caminando a la estación de tren, pero esta vez, cruzando Hillerod, y no por el caminito del lago.
Tomamos el tren hacia nuestro siguiente destino, Helsingor. En unos 40 minutos nos plantamos allí. Al salir de la estación pregunté si había algún autobus que nos llevara hasta el castillo pero me dijeron que no. Me pareció bastante extraño, porque el castillo queda a unos treinta minutos caminando. Volví a preguntar a otra persona, y me dijo que cogiese del nuevo el tren y me bajase en la siguiente parada. Desde allí al castillo tardamos 5 minutos caminando.
El castillo es el de Krongorg, escenario de Hamlet. También es bonito, pero no comparable con el anterior, además es mucho más sencillo y austero, tanto en el exterior, como en el interior, pero igualmente merece la pena su visita. Aunque si por razones de tiempo, tuviese que decidir entre uno y otro, lo tendría muy claro.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El exterior del castillo es visitable sin tener que pagar entrada. Cuando fuimos hasta la oficina de venta de tickets y enseñé nuestras CPH Card, me dijeron que sólo me valían para ver el museo marítimo, que está dentro del propio castillo, y que para visitar los apartamentos reales, la capilla y el sótano (casemates), teníamos que pagar una entrada aparte de 65 DKK cada uno...
Bueno, bueno...Decidimos que por el momento visitaríamos el museo marítimo, y luego ya se vería.
Entramos en el castillo y nos dijeron que para acceder al museo marítimo teníamos que subir las escaleras y girar a la izquierda. Pues subimos. Al llegar arriba veo un cartel a mi izquierda que pone museo marítimo, y otro a la derecha que ponía apartamentos reales. ¿Vosotros que hubieraís hecho? Pues claro! nos fuimos hacia la derecha y visitamos todas las estancias, después retrocedimos el camino andado y fuimos al museo marítimo, aquí había una zona acordonada, que no permitia asomarse hacia abajo, como somos muy cucos, y aprovechando que no había ningún moro en la costa, quitamos las cuerdas y nos asomamos, pues que es lo que había?, la capilla...hicimos alguna foto de estrangis, puesto que abajo había un grupo con un guía, y seguimos nuestro camino.
Ya sólo nos quedaban por ver las "casamates", que es un sótano, cómo una bodega, sin apenas iluminación, dónde antiguamente se colocaban las piezas de artillería. Allí se puede ver la estatua de Holger, el danés, con aspecto durmiente y con los brazos cruzados sobre su espada. Nos dirigíamos hacía la salida del castillo, cuando vemos salir a un grupo por una puerta, dónde ponía no entrar...Allí que fuimos nosotros, era las casamates!!! Menos mal que no pagamos entrada para verlas, porque menudo agobio, prácticamente no se veía nada, y a duras penas conseguías saber por dónde ibas, y más nosotros que caminábamos en dirección contraria. Lo único interesante la estatua de Holger.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Decidimos volver a Copenhague, eran más o menos las 14.00 h, comenzamos a andar hacia la estación de trenes, y a mitad de camino pasó un autobús, preguntamos si iba hacia la estación y nos subimos. Lo agradecimos un montón, porque ya empezábamos a notar el cansancio de estar caminando durante toda la mañana.
Nada más llegar cogimos el tren de regreso, y aprovechamos para ir comiendo los bocadillos que nos habíamos preparado en el desayuno, ñam, ñam, que ricos!
Al lado nuestro iban un grupo de alemanes que estaban hablando un pelín alto, pues vino el revisor y les echó la bronca...En el tren hay cartelitos de prohibido usar el móvil y de silencio, como aquí en los hospitales...me parece una gran idea.
Nos bajamos en la estación de Norreport, que queda al lado del castillo de Rosenborg, y fuimos corriendo, ya que quedaba menos de media hora para cerrar. Gratuíto con la CPH Card. Dimos una vuelta rápida, y vimos las joyas de la corona danesa, están bien, pero cuando ya se han visto las de la corona británica, en la Torre de Londres, pues como que decepcionan un poquito.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después nos dirigimos hacia la Torre Redonda, gratuita también con la CPH Card, y subimos hasta el mirador de arriba. Las vistas son preciosas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos a la estación de Norreport y cogimos la línea M2 del metro, para ir al barrio de Christiania. Desde luego es único. El barrio libre de Copenhague, con sus chabolitas de colores, sus puestos de abalorios, y su particular olor a marihuana y a hachís. Había gente de todo tipo, fumando, bebiendo, comprando "pedruscos" de hachís. No es un barrio peligroso, además se nota que están acostumbrados a que los turistas pasemos por allí, pero yo la verdad es que no me sentí muy cómoda. Me daba la sensación de estar fuera de lugar, o de estar invadiendo un espacio al que no pertenecía. Pero no se puede ir a Copenhague y no ver Christiania. No está permitido hacer fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos por delante de la Vor Frelsers Kirke, con su torre en espiral
*** Imagen borrada de Tinypic ***
y cogimos de nuevo el metro hasta Norreport y de ahí el tren hasta Osterport, para ver el Kastellet, la ciudadela fortificada de origen militar, con unos bonitos jardines para pasear, un molino de viento, la famosa fuente de Gefión, y una bonita iglesia, Sant Alban Kirke.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esta zona es el emplazamiento original de La Sirenita.
Mi marido a estas alturas, y después de estar todo el día pateando, empezaba a estar hasta las narices de caminar. Así que pillamos el tren de nuevo hasta Norreport y cerca de la plaza Kultorvet, encontramos un restaurante chino, que vendía cajas para llevar, con tres platos distintos por 30 DKK, así que entramos, elegimos, y como estaba vacío nos dejaron comer nuestras cajitas allí. No os podeís ni imaginar lo bien que nos sentaron, y encima barato, que más se puede pedir?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Regresamos al hotel en tren, a descansar un poco, pero con la idea, hoy si, de visitar Tívoli, para ver la iluminación nocturna, y el espectáculo de las fuentes que era a las 22.30 h.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Conseguimos ir, a pesar del cansancio, y la verdad es que mereció la pena. En el parque no había apenas gente, no sé si por ser pronto, tarde, sábado o que, así que pudimos disfrutar plenamente de la iluminación, y de las fuentes. El espectáculo duró unos 15 minutos, con música, láser de color...Ni que decir tiene, que la entrada de nuevo gratuíta con la CPH Card.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ahora si...a descansar y retomar fuerzas, que mañana es el último día.
Estuvimos desayunado en el hotel, tardamos más o menos como una hora. Me encanta, cuando estoy fuera de casa, tomar esos enormes desayunos con tranquilidad, que te dan energía para todo el día: café, zumo, yogurt, embutido, tostadas con mermelada, pastelitos y dulces, fruta, té... Os aseguro que amortizamos bien el coste de la habitación del hotel. Además nos preparamos unos superbocadillos para llevar, que luego nos supieron a gloria.
Nos acercamos de nuevo hasta la estación de trenes, y cogimos el tren hasta Hillerod, sobre las 8 de la mañana.
Para ver horarios de trenes y organizar vuestro viaje, el siguiente enlace os será de mucha utilidad:
www.dsb.dk
Me pone un poco nerviosa tener que coger trenes o autobuses, cuando viajo por ahí, por dos razones, la primera es que no estoy acostumbrada a hacerlo, porque en mi ciudad me desplazo con mi propio coche, y lo segundo, porque me da miedo a confundirme de tren o autobus e ir a otro sitio. Pero en Copenhague esto no es problema, todo está perfectamente señalado, con pantallitas, y dentro del mismo tren, también te va señalando la próxima parada.
Una advertencia: En Dinamarca, los revisores, si piden el billete! Pero nosotros con la Copenhagen Card, y con su nueva fecha, pues gratis.
Llegamos a Hillerod, y unas señales azules te van marcando el camino hasta el castillo Frederiksborg, que nada tiene que envidiar al castillo de Versalles, ni siquiera sus jardines. Caminando se tarda aproximadamente en llegar unos 20 minutos, pero es un bonito paseo alrededor de un lago, además era un día espléndido, con un sol maravilloso y sin una sóla nube.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El castillo abría a las 10 de la mañana, así que como eran aproximadamente las 09.15 h., pues aprovechamos a visitar sus jardines, espectaculares y muy cuidados, y a hacer las fotos de rigor.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A las 10 entramos, fuimos los primeros, y comenzamos la visita. La entrada gratuita con la CPH Card. La verdad es que el castillo merece la pena, nos dejó un buen sabor de boca. Una vez dentro tardamos aproximadamente unas dos horas y media en verlo, y eso que nosotros vamos bastante rápidito y no había casi gente a esas horas...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Regresamos caminando a la estación de tren, pero esta vez, cruzando Hillerod, y no por el caminito del lago.
Tomamos el tren hacia nuestro siguiente destino, Helsingor. En unos 40 minutos nos plantamos allí. Al salir de la estación pregunté si había algún autobus que nos llevara hasta el castillo pero me dijeron que no. Me pareció bastante extraño, porque el castillo queda a unos treinta minutos caminando. Volví a preguntar a otra persona, y me dijo que cogiese del nuevo el tren y me bajase en la siguiente parada. Desde allí al castillo tardamos 5 minutos caminando.
El castillo es el de Krongorg, escenario de Hamlet. También es bonito, pero no comparable con el anterior, además es mucho más sencillo y austero, tanto en el exterior, como en el interior, pero igualmente merece la pena su visita. Aunque si por razones de tiempo, tuviese que decidir entre uno y otro, lo tendría muy claro.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El exterior del castillo es visitable sin tener que pagar entrada. Cuando fuimos hasta la oficina de venta de tickets y enseñé nuestras CPH Card, me dijeron que sólo me valían para ver el museo marítimo, que está dentro del propio castillo, y que para visitar los apartamentos reales, la capilla y el sótano (casemates), teníamos que pagar una entrada aparte de 65 DKK cada uno...
Bueno, bueno...Decidimos que por el momento visitaríamos el museo marítimo, y luego ya se vería.
Entramos en el castillo y nos dijeron que para acceder al museo marítimo teníamos que subir las escaleras y girar a la izquierda. Pues subimos. Al llegar arriba veo un cartel a mi izquierda que pone museo marítimo, y otro a la derecha que ponía apartamentos reales. ¿Vosotros que hubieraís hecho? Pues claro! nos fuimos hacia la derecha y visitamos todas las estancias, después retrocedimos el camino andado y fuimos al museo marítimo, aquí había una zona acordonada, que no permitia asomarse hacia abajo, como somos muy cucos, y aprovechando que no había ningún moro en la costa, quitamos las cuerdas y nos asomamos, pues que es lo que había?, la capilla...hicimos alguna foto de estrangis, puesto que abajo había un grupo con un guía, y seguimos nuestro camino.
Ya sólo nos quedaban por ver las "casamates", que es un sótano, cómo una bodega, sin apenas iluminación, dónde antiguamente se colocaban las piezas de artillería. Allí se puede ver la estatua de Holger, el danés, con aspecto durmiente y con los brazos cruzados sobre su espada. Nos dirigíamos hacía la salida del castillo, cuando vemos salir a un grupo por una puerta, dónde ponía no entrar...Allí que fuimos nosotros, era las casamates!!! Menos mal que no pagamos entrada para verlas, porque menudo agobio, prácticamente no se veía nada, y a duras penas conseguías saber por dónde ibas, y más nosotros que caminábamos en dirección contraria. Lo único interesante la estatua de Holger.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Decidimos volver a Copenhague, eran más o menos las 14.00 h, comenzamos a andar hacia la estación de trenes, y a mitad de camino pasó un autobús, preguntamos si iba hacia la estación y nos subimos. Lo agradecimos un montón, porque ya empezábamos a notar el cansancio de estar caminando durante toda la mañana.
Nada más llegar cogimos el tren de regreso, y aprovechamos para ir comiendo los bocadillos que nos habíamos preparado en el desayuno, ñam, ñam, que ricos!
Al lado nuestro iban un grupo de alemanes que estaban hablando un pelín alto, pues vino el revisor y les echó la bronca...En el tren hay cartelitos de prohibido usar el móvil y de silencio, como aquí en los hospitales...me parece una gran idea.
Nos bajamos en la estación de Norreport, que queda al lado del castillo de Rosenborg, y fuimos corriendo, ya que quedaba menos de media hora para cerrar. Gratuíto con la CPH Card. Dimos una vuelta rápida, y vimos las joyas de la corona danesa, están bien, pero cuando ya se han visto las de la corona británica, en la Torre de Londres, pues como que decepcionan un poquito.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después nos dirigimos hacia la Torre Redonda, gratuita también con la CPH Card, y subimos hasta el mirador de arriba. Las vistas son preciosas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos a la estación de Norreport y cogimos la línea M2 del metro, para ir al barrio de Christiania. Desde luego es único. El barrio libre de Copenhague, con sus chabolitas de colores, sus puestos de abalorios, y su particular olor a marihuana y a hachís. Había gente de todo tipo, fumando, bebiendo, comprando "pedruscos" de hachís. No es un barrio peligroso, además se nota que están acostumbrados a que los turistas pasemos por allí, pero yo la verdad es que no me sentí muy cómoda. Me daba la sensación de estar fuera de lugar, o de estar invadiendo un espacio al que no pertenecía. Pero no se puede ir a Copenhague y no ver Christiania. No está permitido hacer fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos por delante de la Vor Frelsers Kirke, con su torre en espiral
*** Imagen borrada de Tinypic ***
y cogimos de nuevo el metro hasta Norreport y de ahí el tren hasta Osterport, para ver el Kastellet, la ciudadela fortificada de origen militar, con unos bonitos jardines para pasear, un molino de viento, la famosa fuente de Gefión, y una bonita iglesia, Sant Alban Kirke.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esta zona es el emplazamiento original de La Sirenita.
Mi marido a estas alturas, y después de estar todo el día pateando, empezaba a estar hasta las narices de caminar. Así que pillamos el tren de nuevo hasta Norreport y cerca de la plaza Kultorvet, encontramos un restaurante chino, que vendía cajas para llevar, con tres platos distintos por 30 DKK, así que entramos, elegimos, y como estaba vacío nos dejaron comer nuestras cajitas allí. No os podeís ni imaginar lo bien que nos sentaron, y encima barato, que más se puede pedir?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Regresamos al hotel en tren, a descansar un poco, pero con la idea, hoy si, de visitar Tívoli, para ver la iluminación nocturna, y el espectáculo de las fuentes que era a las 22.30 h.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Conseguimos ir, a pesar del cansancio, y la verdad es que mereció la pena. En el parque no había apenas gente, no sé si por ser pronto, tarde, sábado o que, así que pudimos disfrutar plenamente de la iluminación, y de las fuentes. El espectáculo duró unos 15 minutos, con música, láser de color...Ni que decir tiene, que la entrada de nuevo gratuíta con la CPH Card.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ahora si...a descansar y retomar fuerzas, que mañana es el último día.