LLEGADA Y PRIMER CONTACTO ✏️ Travel Journeys of Portugal

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20 de junio de 2008

Emprendimos bien temprano el viaje desde nuestra ciudad hacia Madrid-Barajas para coger el avión que nos llevaría a Lisboa.
Llegamos a Lisboa a las 10:40 de la mañana. Nosotros contratamos los desplazamientos desde el aeropuerto al hotel y viceversa para la vuelta, pero por lo que he podido leer, hay un autobús que te deja en el centro de Lisboa desde el aeropuerto.

Nosotros nos alojamos en el Hotel Mundial. El hotel está muy bien porque que está en pleno centro de la ciudad, la cama era realmente cómoda, no extrañé para nada la cama de casa y eso que yo para las almohadas soy muy delicada. Además al llegar allí nos dieron a elegir si queríamos habitación de fumadores o no fumadores, una cama de matrimonio o dos camas.... Lo único malo es que si la habitación da a la parte de atrás del hotel, como fue mi caso, durante todo el día y la noche se oye un ruido de generadores que molesta, aunque al final te acostumbras. Pero vamos lo demás genial, y la situación como digo inmejorable.


Una vez dejamos las maletas en el hotel, nos dirigimos a la Rua Augusta para comprar la tarjeta Lisboa Card. En este foro la que más recomiendan es la Siete Colinas, que en realidad para el tema del transporte sale muy bien, pero a nosotros la Lisboa Card nos salió más que rentable, porque a parte de acceso ilimitado al transporte, tienes entrada libre y descuentos a la mayoría de los sitios para visitar, y además incluye Sintra, que es donde realmente se amortiza la tarjeta. Además nosotros hicimos un pequeño apaño con esta tarjeta ya os lo explicaré.


De camino por la Rua Augusta en dirección a Comercio, a la derecha te encuentras con el elevador de Santa Justa que visitaríamos después. Pues eso en Rua Augusta, casi al final llegando a la Plaza del Comercio, hay un kiosco donde venden esta tarjeta. Nosotros la sacamos para dos días y cuesta 26 Euros. Al compararla pedir la guía de los transportes públicos, además te dan un libro con vales descuento que os recomiendo llevéis encima, sobre todo si vais a Sintra, os hará falta. Al comprar la tarjeta os dicen que pongáis el día y la hora en la que la empezáis a utilizar. Para el tema de los transportes es automático, a partir de la primera utilización son 48 horas, luego no sirve, pero para el tema de los monumentos y demás es otra historia, yo hice un pequeño apaño aunque eso fue el 3º día. Cuando la utilizamos la primera vez puse el día y la hora que eran la 12:30.

Dentro de la guia de los transportes públicos viene la ruta de los principales tranvías de la ciudad y te va marcando los sitios de interes por los que hace parada.
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Después de comprar la tarjeta y acercarnos para ver la Plaza del Comercio ya que estábamos al lado. Nos volvimos en dirección a la Plaza del Rossio por una calle paralela a la calle Augusta y fuimos a la puerta del hotel (el hotel está al lado de figuera en la plaza Martim Moniz) para coger el tranvía 28 que empieza allí su recorrido, lo hicimos entero para ver un poco la ciudad, disfrutar del viaje en el tranvía y ver las paradas que nos interesaban para visitar después la ciudad. Con la guía de los transportes que os he comentado antes os dan un itinerario de los principales tranvías, con las paradas y los monumentos a visitar cerca de las mismas.

Al llegar al final del recorrido, en vez de volvernos con el 28, como vimos que el 25 paraba en la Plaza del Comercio, nos volvimos en este para ver otro recorrido y no volver por el mismo, y nos bajamos en Comercio. Como era un poco tarde para comer y no nos apetecía mucho complicarnos la vida nos fuimos a comer al McDonals que está en la plaza del Rossio, ya tendríamos tiempo de probar la gastronomía típica. Después nos fuimos al hotel a descansar un poco porque estábamos agotados, ya que nos habíamos levantado a las 4 de la mañana.

Después de una pequeña siesta nos dimos una ducha y cogimos el 28 para bajarnos en la parada del mirador de Santa Lucía. Allí nos tomamos un cafetito en un kiosco que hay con una terracita,el café en Lisboa está muy rico, y después de una fotos desde el mirador subimos a visitar el Castillo de San Jorge. Nosotros subimos por una callecita muy estrecha que hay justo enfrente donde esta la terraza que os digo en el mirador, pero se puede subir por más sitios.

La entrada al Castillo cuesta 5 € pero nosotros pagamos 3,50 € con la Lisboa Card. El Castillo está bien, aunque lo mejor son las vistas, se ve todo el centro de Lisboa. Desde el Castillo nos fuimos a visitar la Catedral Se, que esta muy cerca. La Catedral no es gran cosa, se visita en un momento. Desde allí fuimos paseando y llegamos a la Casa dos Bicos y andando llegamos hasta la Plaza del Comercio. Allí y como ya estábamos un poco cansados y puedes montar todas las veces que quieras en el transporte, cogimos el tranvía 15 que es de los modernos, y nos bajamos en la Plaza Figueira. Desde ahí fuimos al elevador de Santa Justa que está a dos calles y subimos en él. La entrada cuesta 2.70 € subir y bajar, pero va incluido tanto en la Lisboa Card como en la Siete Colinas, por lo que no pagamos nada.
Nosotros solo utilizamos el elevador para subir. Desde arriba a través de una pasarela se accede al barrio alto. Justo a la derecha al bajar se encuentra el Monasterio do Carmo, que se encuentra en ruinas por un terremoto que sufrió la ciudad. Nosotros no pudimos pasar porque estaba cerrado dos días por un evento.

Desde allí y dando un paseo nos dirigimos hasta el mirador de San Pedro Alcantara, con unas vistas preciosas justo desde enfrente del Castillo de San Jorge. Al lado de este mirador está el elevador de la Gloria que cogimos para bajar y fuimos a parar a Restauradores. Como estábamos muy cansados cogimos el metro y nos dejó al lado del hotel, aunque esta muy cerca andando, pero bueno, ya probamos el metro a ver que tal. Nos fuimos al hotel para refrescarnos, cambiarnos e ir a cenar.

Para cenar nos dirigimos a la Rua dos Correiros, una paralela a la Rua Augusta. Cuidado con las terrazas de los sitios para comer y cenar, los camareros te acechan una cosa que no es normal, son muy cansinos. Al final nos decidimos por unos de los mil barecillos que hay, se llamaba Panela Mágica y no me gustó nada y fue con diferencia la peor noche que cenamos en Lisboa. Cenamos una tortilla con champiñones y un bacalao típico, pan, 2 cervezas, 1 agua y dos cafés, vamos muy poco y nos cobraron 27 €.
Lo cierto es que no recomiendo esta calle para buscar donde comer o cenar, pero bueno supongo que de todo habrá.

Después de cenar nos dimos un pequeño paseito y a dormir.

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