Era aún de noche cuando nos levantamos, nos preparamos y desayunamos en un banco de enfrente del albergue ya que la temperatura era muy agradable y se veía todavía algunas estrellas. Después del desayuno nos pusimos a caminar y el primer tramo de esta etapa hasta Ponferrada trascurre al borde de una carretera, pasando por un polígono y varias urbanizaciones, nada del otro mundo. Al llegar a Ponferrada sigues las flechas y pasar por el albergue de San Nicolás de Flue y poco más adelante esta el castillo del Temple o los templarios, un castillo bonito y bien conservado.
Después de una pequeña parada continuamos nuestro camino. Esta fue la única vez que no seguimos la indicación de la guía e hicimos caso a los consejos que nos dieron en el albergue y seguimos la calle Camino de Santiago paralela a la carretera y paralela al camino que recomienda la guía. Esta parte pegada a la carretera es más aburrida pero ahorramos unos tres kilómetros. No nos cruzamos con ningún peregrino a pie pero si alguno en bici. Un poco antes de llegar a Campomoraya el camino desemboca en la carretera por donde veníamos nosotros y ya nos volvimos a encontrar con el resto de peregrinos. Aprovechamos para hacer una parada y reponer algo de fuerzas con alguna pieza de fruta. Cruzamos la autovía del Noreste por un puente peatonal. Desde aquí hasta llegar a Cacabelos el camino transcurre por el campo, se ven algunos viñedos, un paisaje más bonito que el anterior. Al llegar a Cacabelos entramos en la iglesia de Santa María con un Cristo colgado en una sobria pared de piedra, que nos gustó mucho. Salimos del pueblo y cruzamos el río donde había una zona de descanso y gente tomando el sol y bañándose. Al poco de pasar el rio vimos una prensa de vino en un lagar del siglo XVIII muy bien conservada. Desde aquí el camino coge un ligera pendiente que dura un buen rato, pasamos por Pieros, cogimos la variante de Valtuilla de Arriba, una aldea que tiene dos bares si no recuerdo mal, y poco más. Desde aquí hasta Villafranca el camino se nos hizo un poco largo debido sobretodo a que nos hizo bastante calor. Lo primero que vimos al entrar al pueblo fue la iglesia de Santiago y su famosa puerta del perdón.
Nuestro albergue era el de La Piedra, un sitio muy acogedor y donde tuvimos una habitación doble solo para nosotros para poder descansar a gusto.
Este albergue estaba a la salida del pueblo por lo que para ir a comer y cenar tuvimos que dar un paseo que nos sirvió para disfrutar del pueblo y conocer sus principales monumentos. Para comer y cenar nos decidimos por el bar Sevilla, recomendado en la guía. Se come bastante bien y con gran variedad y con menú del peregrino. En la cena desfrutamos de su terraza en plena Plaza Mayor. Bajamos dando un paseo hasta el albergue, recogimos la ropa que dejamos tendida en el balcón de nuestra habitación ya que los tendederos del albergue eran interiores y estaban llenos. Nos quedamos un rato charlando y luego a dormir y descansar para el siguiente día, una etapa dura.
Después de una pequeña parada continuamos nuestro camino. Esta fue la única vez que no seguimos la indicación de la guía e hicimos caso a los consejos que nos dieron en el albergue y seguimos la calle Camino de Santiago paralela a la carretera y paralela al camino que recomienda la guía. Esta parte pegada a la carretera es más aburrida pero ahorramos unos tres kilómetros. No nos cruzamos con ningún peregrino a pie pero si alguno en bici. Un poco antes de llegar a Campomoraya el camino desemboca en la carretera por donde veníamos nosotros y ya nos volvimos a encontrar con el resto de peregrinos. Aprovechamos para hacer una parada y reponer algo de fuerzas con alguna pieza de fruta. Cruzamos la autovía del Noreste por un puente peatonal. Desde aquí hasta llegar a Cacabelos el camino transcurre por el campo, se ven algunos viñedos, un paisaje más bonito que el anterior. Al llegar a Cacabelos entramos en la iglesia de Santa María con un Cristo colgado en una sobria pared de piedra, que nos gustó mucho. Salimos del pueblo y cruzamos el río donde había una zona de descanso y gente tomando el sol y bañándose. Al poco de pasar el rio vimos una prensa de vino en un lagar del siglo XVIII muy bien conservada. Desde aquí el camino coge un ligera pendiente que dura un buen rato, pasamos por Pieros, cogimos la variante de Valtuilla de Arriba, una aldea que tiene dos bares si no recuerdo mal, y poco más. Desde aquí hasta Villafranca el camino se nos hizo un poco largo debido sobretodo a que nos hizo bastante calor. Lo primero que vimos al entrar al pueblo fue la iglesia de Santiago y su famosa puerta del perdón.
Nuestro albergue era el de La Piedra, un sitio muy acogedor y donde tuvimos una habitación doble solo para nosotros para poder descansar a gusto.
Este albergue estaba a la salida del pueblo por lo que para ir a comer y cenar tuvimos que dar un paseo que nos sirvió para disfrutar del pueblo y conocer sus principales monumentos. Para comer y cenar nos decidimos por el bar Sevilla, recomendado en la guía. Se come bastante bien y con gran variedad y con menú del peregrino. En la cena desfrutamos de su terraza en plena Plaza Mayor. Bajamos dando un paseo hasta el albergue, recogimos la ropa que dejamos tendida en el balcón de nuestra habitación ya que los tendederos del albergue eran interiores y estaban llenos. Nos quedamos un rato charlando y luego a dormir y descansar para el siguiente día, una etapa dura.