Viaje éste que teníamos pensado hacer desde hace tiempo y que nos llevó a Viena durante casi 5 días, de miércoles a domingo (bueno, volvimos el lunes como ya os contaré), durante la primavera de este año 2011.
Después de preparar un poco el viaje, guías, documentales, Internet y por cierto, la Oficina de Turismo de Austria, que la verdad sea dicha, muy pero que muy bien, informacion@austria.info (contestaron amablemente a todo lo preguntado vía e-mail, y mandaron a casa bastante documentación que complementó perfectamente lo que ya teníamos), llegamos al fin de semana previo a nuestro viaje. Todo bien hasta que me da por mirar el buzón de correo y, ¡sorpresa!, tengo uno en que la compañía Vueling nos avisa que ha anulado nuestro vuelo Barcelona-Viena, y nos ofrece irnos dos días después (os podéis imaginar, tres días antes de salir, sin vuelo...)
Al no interesarnos en absoluto la posibilidad de irnos dos días más tarde (¡qué disparate!) hacemos el viaje con AirBerlin, vía Palma de Mallorca, (Sevilla, Barcelona, Palma de Mallorca y Viena) y todo muy bien, puntualidad, precio, servicio...(10 minutos sólo más tarde y teniendo en cuenta que cogimos un vuelo más sobre la hora prevista inicialmente con Vueling).
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El vuelo (los vuelos) de ida muy bien. Una pena no saber alemán para coger alguna revista o periódico en el avión...(cogimos uno por los Sudokus)
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Una vez llegamos al Aeropuerto de Viena, recogida de equipaje sin ninguna incidencia y tal como teníamos contratado, nos recogieron en la salida y pusimos dirección al hotel.
Al cabo de unos 20 minutos ya estábamos entrando en el Hotel K+K Palais, es.kkhotels.com/ ...ais-hotel/.
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Con respecto a este hotel puedo decir que está bien, tiene un tamaño ideal, es decir, algo pequeño y muy tranquilo. El desayuno incluido, justo pero suficiente, la habitación para tres no muy pequeña, y comentaros una cosa que me ha llamado la atención: es la primera vez que salimos de España y en el hotel en él que estamos no vemos, ni sobre todo oímos, a ningún español.
La situación de este hotel no está nada mal, está dentro y al norte del famoso anillo, es.wikipedia.org/ ...tra%C3%9Fe (Ringstrasse, qué se vaya quedando!!), andando 10 minutos a Stephansplatz (Plaza de la Catedral de San Esteban y lugar de encuentro de casi todos los viajeros en Viena) y a la vez se encuentra en un barrio y plaza muy tranquilos. Destacar también que te ofrece dos ordenadores de libre uso en recepción con conexión a Internet.
Una vez desechas las maletas, y después de comernos un bocata de jamón que llevábamos desde España (es la primera vez que lo hacemos, pero te “arregla” la primera comida tal como llegas), a eso de las 16h00m salimos a dar una vuelta y tomar un primer contacto con la ciudad.
Al primer sitio que nos encaminamos fue a Stephansplatz, que ya la vas viendo de lejos, por la calle Rotentürm (calle recta desde el canal del Danubio hasta la plaza de la Catedral).
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Muy bonito el reflejo del sol en los azulejos de la parte superior. Un poco una pena que la Catedral está en obras y que todo el frontal lo tenga tapado por andamios, que aunque imitan el modelo original, deslucen mucho el conjunto. La plaza donde está la Catedral es la de más ambiente que hemos visto los días que hemos estado en Viena. En ella podéis ver a los “personajes” que te “invitan” a distintos conciertos en cualquier idioma vestidos todos de época, actuaciones en directo, cantantes, malabaristas, y punto de encuentro de muchísima gente (vamos, la Plaza del Pueblo)
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Justo enfrente de la Catedral y en la misma plaza está el edifico Haas-Haus, www.greatbuildings.com/ ..._Haus.html, claro ejemplo del contraste enorme que se repetirá en más ocasiones durante los días de nuestra estancia entre el estilo más clásico y el más moderno. En los bajos de este edificio está Zara, sí “nuestra” Zara (entramos a comprar unos guantes porque nos sorprendió un poco el frío que hacía)
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Bajando por Neuer Markt, llegamos a la Cripta Imperial o Cripta de los Capuchinos, (Kapuzinerkirche und Kaisercruft), es.wikipedia.org/ ...l_de_Viena, donde están enterrados prácticamente todos los Habsburgos, incluida Sissí y Francisco José (en una sala junto a la tumba de su hijo Rodolfo).
Después de la visita a la cripta, fuimos bordeando Hofburg (El Palacio Imperial de los Habsburgo), hasta llegar a Michaelerplatz, entrando en la iglesia de Michaelerkirche, www.michaelerkirche.at/ ...en/tours/0, antigua parroquia de la Corte, pequeña pero muy bonita. Tienes la posibilidad de bajar a la cripta y en ella ver algunos ataúdes abiertos con los cuerpos momificados y la vestimenta de la época. No bajamos, ya que la visita es guiada y sólo a determinadas horas (en primavera sólo dos veces al día, a las 11h y a las 13h30m)
Justo a la derecha saliendo de esta Iglesia, empieza la calle Kohlmarkt, y al final de ésta la calle Graben. En esta calle Graben puedes ver las tiendas de marcas famosas y justo en medio de la calle, la célebre Columna de la Peste, Pestsaüle, mandada hacer por Leopoldo I al final de la epidemia de peste que sufrió Viena al final siglo XVII y que se cobró miles de víctimas.
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Prácticamente enfrente está la Iglesia de San Pedro, Peterskirche, www.peterskirche.at/, la segunda más antigua de Viena, después de San Ruperto. Estaban dando misa cuando entramos, pero tuvimos ocasión de admirar su preciosa cúpula.
Eran sólo las 18h30m, pero estábamos ya muy cansados. Volvimos a Stephansplatz (allí compramos bombones y galletas en la tienda oficial de Manner), algún recuerdo en las múltiples tiendas de souvenirs y de ahí a Rudolfsplatz (la plaza donde está el hotel), un paseo, interrumpido por una visita rápida a un Mcdonald's que nos venía de camino, comprar agua en un supermercado, y a la cama, que al día siguiente nos teníamos que levantar temprano, y la verdad es que estábamos hechos polvo.