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N A X O S (5 Noches) www.naxoskaterina.com
Naxos es la isla más grande de las Cycladas y algo más montañosa que el resto de islas (428 km y 14.000 habitantes). Se distingue por sus numerosas y bonitas playas. Sus pueblos típicos de las Cycladas con el encanto que los caracteriza, se mezclan con hallazgos y recintos arqueológicos por toda la isla. Se recomienda para una estancia larga y para los amantes del turismo de sol y playa.
8 DE SEPTIEMBRE (Jueves)
Cómo ya conté en la primera parte del relato dejamos atrás Santorini y tomamos rumbo a Naxos en un ferry de la compañía Blue Star. El trayecto fue agradable pues el barco es grande con muchas zonas de esparcimiento. En un par de horas divisamos Naxos. Una vez que el barco hubo atracado bajamos a la bodega a recoger las maletas y tras pasar una nueva aglomeración de gente, salimos al puerto.
Chora, capital de la isla o también conocida por los turistas cómo Naxos Town, está dominada por un castillo medieval, construido durante la ocupación veneciana de las Cycladas:
Hay autobuses regulares que comunican el puerto con las zonas más turísticas, pero sin ganas de complicarnos la vida y por 10 euros cogimos un taxi para ir a nuestro hotel situado en Agios Prokopios a unos 6km de Chora. Tomando la dirección al aeropuerto, llegamos en pocos minutos al hotel. Es una localidad turistíca de sencillas construcciones típicas de las Cicladas y pequeños hoteles familiares y apartamentos
Llegamos al Hotel Katerina, que era tal y cómo había visto en fotos: www.naxoskaterina.com/
El comienzo no fué bueno ya que nos comunicaron que 'había un pequeño problema' llamado oveerbooking y teníamos que pasar la primera noche en el hotel de al lado. El dueño hablaba muy rápido inglés y no le entendía, pero al ver mi cara de sota y expresión matadora nos suplicó que fuéramos 'comprensivos'. Me fastidia mucho reservar con meses de antelación y tenerlo todo atado para que después surjan problemas de éste tipo. Estaba tan agotada del cambio de isla y el ajetreo que supuso el traslado en Ferry, que me dió un bajón tremendo al pensar que no podíamos acomodarnos en nuestro estudio, sienta muy mal. Nos prometió que nos compensaría, que nos daría una buena habitación y bla bla bla..
El mismo dueño nos acompañó y llevó las maletas al Hotel Francesca. www.hotelfrancesca.gr/
El estudio amplio, con cocina, nevera y un baño bastante apañado (comparado al del hotel de Santorini nos pareció divino).
Y una gran terraza ya que el apartamento hacía esquina.
A pesar del cansancio nos acercamos a ver la playa. A menos de 2 minutos andando legamos a un paseo marítimo con restaurantes y terracitas.
Desde el primer momento me encantó la playa, el agua se veía calmada totalmente.
Estuvimos paseando en dirección a Agia Anna que es la playita contigua, más pequeña que Agios Prokopios y con la playa más estrecha, pero igualmente bonita.
Nos quedamos a contemplar la puesta de sol que no tiene mucho que envidiar a la de Santorini. En ésta zona de Naxos, el sol se esconde tras la isla vecina: Paros
Después fuimos al hotel a ducharnos y cambiarnos para cenar. Las cartas con sus precios las tienen fuera, y después de echar un vistazo a algunas de ellas comprobamos que los precios estaban muy bien. Entramos en un restaurante llamado Sunset . La comida totalmente casera, recién cocinada. La mousaka estaba deliciosa, así como los calamares y el pulpo a la brasa. Lo más increíble: los precios, cenábamos por 20 ó 25 euros los dos. La cerveza sí que es cara en comparación con la comida, un botellín de un tercio entre 3 y 4 euros. De postre nos obsequiaron con unos licores y frutas.
9 DE SEPTIEMBRE (Viernes)
Dormimos muy tranquilos ya que el ala del hotel Francesca dónde nos habían alojado, estaba cerrada. La intención era desayunar en nuestro hotel, pero estábamos molestos por lo del overvooking y fuimos a buscar una cafetería. Nos llamó la atención lo caro que es desayunar comparado a las comidas y cenas. Un café con bollo o tostada o bollo, 4 euros mínimo (el buffet desayuno del hotel eran 5 euros). Tomamos un café y tostadas muy bien presentadas con un café muy rico.
Fuimos al hotel a ponernos los bañadores ya que pensábamos tomarnos ese día de relax en la playa, dejando las maletas listas para que las cambiaran de hotel. La playa estaba preciosa, el agua totalmente transparente y muy bien de temperatura.
Cogimos un par de tumbonas y sombrilla (6 euros) y nos dejamos llevar por la pereza de estar tirados, dándonos nuestros bañitos y haciendo un poco el vago. No nos movimos de allí ni para comer, que se acercó mi marido a un restaurante cercano dónde preparan comida para llevar, Nikos. Tomamos unos Gyros y croquetas de queso que estaban deliciosas.
Fue el único día que no nos movimos de la zona y aunque nos gusta mucho la playa estábamos deseando pillar un coche e ir a descubrir la isla a nuestro aire.
Por la tarde fuimos al hotel a coger por fin nuestra habitación. Nos gustó mucho el concepto de hotel, con varios bloques de apartamentos, jardines bonitos y cuidados y una piscina muy chula.
Nos dieron la habitación 107 con las características que había solicitado previamente por email. Vistas a la piscina y última planta. Después del trastorno del día anterior es lo menos que podían hacer.
La habitación por dentro perfecta. Muy bien cuidada y limpia, teniendo en cuenta lo cutre que era la del hotel de Santorini, ésta nos pareció estupenda. Por 50 euros noche no se puede pedir nada más.
El baño muy pequeño, como es habitual en las islas, pero al menos tenía mampara en la ducha:
Terraza con mesa, sombrilla y 3 butacas de madera y vistas a la piscina:
Vistas de la piscina por la noche:
Por la noche cenamos en el Restaurante Nikos. De 'aperitivo' nos pusieron pan tostado con varias salsas. Calabacines fritos que me chiflan y de plato principal pedí pez espada y mi marido pulpo. Los platos abundantes y con varias guarniciones. Normalmente no tomamos postre, pero nos invitaron a una especie de tarta de manzana y miel que estaba deliciosa, es muy típica de allí, seguro tiene un nombre pero realmente no sé lo que es. La cuenta cómo se puede ver en el ticket: 25 euros.
10 DE SEPTIEMBRE (Sábado)
Segundo día en la isla. En vista de los que costaba desayunar fuera, nos quedábamos todos los días en el hotel porque el buffet aunque pequeño, tenía un poquito de todo pero muy rico, y como debe de ser: yogourt griego, que a mí me encantaba con melocotón el almíbar. Se puede tomar en una sala contigua a la recepción o en unas mesas al lado de la piscina.
Estuvimos dudando si alquilar quad o coche. Pero en vista de las dimensiones que tiene la isla decidimos que sería más cómodo un coche. Nos decidimos por una agencia situada a la entrada de Agios Prokopios, llamada Moto Power. Contratamos un pequeño jeep descapotable ( 100 euros, 4 días).
Ese día nos dedicamos a recorrer parte de la costa en dirección sur.
La primera playa que nos encontramos: Agia Anna con un pequeño puerto.
De pasada vimos la famosa playa de Plaka que es una maravilla. Pero hablaré de ella más adelante y pondré fotos, ya que pasamos un día entero en ella. Aquí la carretera está sin asfaltar, por lo que fue un acierto coger el Jeep, aunque hay autobuses que recorren las playas por esos caminos.
Después nos adentramos un poco hacia el interior para poder acceder a otras playas. Y vimos una isla totalmente rural, como anclada en el pasado. Pequeñas iglesias, casas aisladas, ganado, gallinas.. apenas hay coches..
Salimos de nuevo hacia la costa hasta Partheros Beach, totalmente virgen y solitaria.
Y después nos encontramos con una playa muy apreciada por los surferos: Mikri Vigla
Y ésta otra: Kastraki, muy bonita, solitaria y con algo más oleaje que las anteriores.
Terminamos nuestro recorrido en una playa algo escondida, creo que se llama Aliko. Limita con un hotel a medio construir abandonado y una pequeña ermita. El agua igual de cristalina que en el resto de playas, hicimos snorkel en la zona pegada a las rocas dónde pudimos ver algunos peces.
Nos quedamos a ver la puesta de sol:
11 DE SEPTIEMBRE (Domingo)
Nuestro tercer día lo dedicamos a dar la vuelta a la isla por el interior, atravesando las zonas más montañosas. No llevábamos ninguna ruta establecida, nos guiamos por un mapa que cogimos en el hotel.
Comenzamos por Tripodes, famoso por sus molinos, desde donde se puede ver Chora a lo lejos.
No muy lejos de allí y atravesando el pequeño pueblo Sagri se encuentra el Templo de Dimitrias a sí que fuimos a visitarlo porque es uno de los monumentos más importantes de la isla, se construyó en mármol.
A medida que avanzamos más hacia el interior el paisaje se tornaba más verde y montañoso. Este bonito pueblo situado entre montañas es Filoti .
El paisaje desde los puntos más altos de la isla es muy bonito puesto que al fondo se ve el mar, con sus pequeños islotes.
Llegamos a Apiranthos, un pueblo dónde las pequeñas calles están asfaltadas en mármol y las casas típicas de piedra. Antiguamente fue un centro minero por las canteras cercanas a él. Me hubiera gustado pasear por sus calles pero nos quedaba mucho que recorrer e íbamos mal de tiempo.
Continuamos en dirección norte. Estoy mirando el mapa porque no fuí apuntando nada y no recuerdo bien.
Fuimos a parar a una pequeña iglesia llamada Stavros keramoti:
Desde éste punto se puede ver las 2 vertientes de la isla.
Me sorprende mucho la cantidad de iglesias y ermitas, situadas en los lugares más recónditos e inaccesibles. Igual pasa con los cementerios, cosa que no comprendo debido a la baja densidad de población
Nuestro destino era llegar hasta Apollonas, un pueblecito pesquero al norte de la isla. Queríamos ir por Mesi ya que parecía el camino más corto y con menos curvas. Pero nos equivocamos y pasamos por Korinida, un precioso pueblo situado en la colina de una montaña mirando al mar.
Antes de bajar a Apollonas hay un desvío señalizado que indica el Kouros de Dionysos. Tras subir algunos escalones, nos encontramos con una enorme estatua inacabada de 10 metros de larga que por lo visto quedó allí tumbada desde el VI a.C. Hay otro Kouros en la isla, el de Flerios más pequeño pero mejor acabado. Está en las inmediaciones de un pueblo llamado Melanes, que no visitamos por falta de tiempo.
Vistas de Apollonas:
Tras dar una vuelta por sus calles comimos en el Restaurante Apollon, con unas vistas muy bonitas del mar y la playa.
Ensalada griega, souvlaki de pollo y sardinas a la brasa, es lo que pedimos. Había leído en algún foro o relato la recomendación de comer sardinas en este restaurante y lo cierto es que menuda decepción. A años luz de las sardinitas malagueñas que tenemos en nuestra tierra. De precio algo más caro que en el resto de la isla y de peor calidad.
Después de comer nos dimos un baño en la playa. La arena en la zona norte es más oscura que en el resto de la isla.
Dejamos atrás Apollonas y comenzamos a bajar hacia el sur por la carretera que bordea la costa. Nos encontramos con éste castillo Veneciano, conocido como Agias Tower
Conseguimos llegar a Chora al atardecer, que era nuestra meta. Es costumbre ver la puesta de sol desde la Portara que no es otra cosa que la puerta de entrada al antiguo Templo de Apolo (530 a.C.). Está situado frente al puerto y en un pequeño islote llamado Palatia
Bonitas vistas de Chora desde la Portara, dominada por un castillo veneciano de grandes puertas y torres.
Tras ver ésta maravilloso atardecer, fuimos a dar una vuelta por la ciudad. La avenida principal que forma el paseo marítimo está repleto de tiendas, restaurantes y terrazas.
Sorprende mucho ver los pulpos secándose en las puertas de los restaurantes:
Nos adentramos por las callejuelas de Old Market y quedamos encantados de lo pintoresco del lugar. Diminutas y laberínticas calles con pequeñas tabernas y pequeñas tiendas de souvernirs.
También me sorprenden las panaderías con sus hornos de leña, cómo las España hace más de años. El pan de Grecia es buenísimo, totalmente artesanal, de miga esponjosa y corteza crujiente.
Estrechos callejones, casas y placitas que parecen de juguete:
Me encantó ésta parte de Chora. Estábamos tan agotados de estar todo el día recorriendo la isla, que decidimos volver otro día para subir al castillo y disfrutar sin prisas.
12 DE SEPTIEMBRE (Lunes)
El quinto y penúltimo día lo pasamos en Plaka Beach.
Prokopios y Anna son playas divinas pero concurridas, aunque tampoco es que estuvieran petadas de gente (al menos en Septiembre).
Nos apetecía una playita virgen y con zonas libres de tumbonas, pero tampoco queríamos perder tiempo en desplazarnos, a sí que en Plaka encontramos los que íbamos buscando. Es normal ver a gente haciendo nudismo, pero cómo la playa es tan grande hay sitio para todos.
Encontramos un lugar estupendo bajo una pequeña duna. La playa es impresionante y la arena una maravilla. La temperatura del agua para ser Septiembre, muy agradable. El agua totalmente cristalina, cómo se puede ver en las fotos.
Para despedirnos de las deliciosas cenas de Prokopios estuvimos en la pizzería-grill Colosseo dónde dimos buena cuenta de una impresionante pizza, mousaka y ensalada griega. Se me hace la boca agua recordando esos tomates y pepinos recién cogidos de la huerta.
13 DE SEPTIEMBRE (Martes)
Último día. Los días se habían pasado volando, estábamos tan a gusto que para nada nos apetecía dejar la isla. El vuelo a Atenas lo teníamos a las 17.30h.
Desayunamos, terminamos de hacer las maletas y fuimos a pagar la cuenta del hotel. El total suponía menos que lo que yo había calculado, pero el dueño nos dijo que no había ningún error, que por cortesía del hotel y en compensación por el Overvooking del primer día, nos regalaba los desayunos (50 euros en total). Mi marido insistió el pagarlo pero no hubo forma. Un buen detalle, por supuesto !! Por eso recomiendo totalmente éste hotel, ya que la única pega que tuvimos fue el disgusto de encontrar el hotel lleno a la llegada y el dueño estuvo a la altura.
Aún nos quedaban unas horas en la isla, de modo que dejamos las maletas en el hotel. Y nos fuimos a ver Chora de día, subir al castillo y hacer algunas compras.
Aparcamos en el parking de Grotta, que es un pintoresco barrio ubicado encima de una gran roca. También hay una playa de piedras con mucho oleaje.
Nada que ver con la playita que hay al otro lado del camino que conduce a la Portara
Vistas de la Portara desde el Puerto. Entre barquitos, hay un pequeño islote con una ermita.
Recorremos la avenida principal que hay frente al puerto hasta encontar las indicaciones de subida al Castillo rodeando el Kastro.
No se hizo pesada la subida porque fuimos haciendo fotos y parando para curiosear...
... hasta llegar a una placita donde está la Iglesia
El Castillo medieval que corona la ciudad, fue construido durante la ocupación Veneciana de las Cycladas. La ciudad se distribuía alrededor de él. Actualmente sólo queda la torre y parte de sus murallas. Lo que se conoce cómo kastro no es otra cosa que casas construídas utilizando dichas murallas.
Bajamos sin rumbo por los callejones y pasajes del Kastro y alucinamos al ver las minicasas que parecían construidas aprovechando cada rincón.
Hasta llegar de nuevo a Old Market hicimos las últimas compras.
De nuevo frente al puerto, paramos a comer en una terraza muy agradable dónde disfrutamos de unas berenjenas con tomate frito y croquetas de calabacín entre otras cosas.. y ésta vez los pulpos estaban tan ricamente, secándose al sol
Nos despedimos de Chora, fuimos al Katerina a recoger las maletas y a devolver el coche de alquiler, que nos dijeron que ellos mismos nos llevaban al aeropuerto. Aunque finalmente nos dijeron que dejáramos el coche en el 'parking' del aeropuerto y las llaves dentro, que ya lo recogerían. Y así hicimos, en menos de 10 minutos estábamos allí prácticamente los primeros. Alucinamos al ver el aeropuerto.. creo que es el más pequeño que he visto en mi vida. Tan sólo hay un vuelo al día: el que opera la compañía Olympic Air .
[/URL]Todo se hace de forma manual, el chek-in, unos chicos que pesan las maletas en una báscula y la 'cinta' por dónde salen es de risa.
El avión chiquitín pero muy cómodo y nuevo.
Dejamos atrás Naxos, sobrevolando Paros y otras islas, pensando en volver pronto por las Cycladas
CONCLUSIÓN: Nos ha encantado Naxos, hemos disfrutado del sol y el mar, del agua cristalina.. también de bonitos paisajes montañosos, restos arqueológicos y castillos venecianos. Chora es una ciudad con mucho encanto, muy tradicional.. como perdida en el tiempo.. La gente muy amable y campechana, hemos conocido una Grecia muy rural en todos los sentidos. Y sobre todo nos ha encantado la comida, casera 100%, con materia prima de calidad y unos precios más que asequibles. Recomiendo ésta isla a los amantes de la playa que no se conforman con quedarse en una tumbona, los hoteles son sencillos pero muy acojedores. Naxos tiene todos los ingredientes para pasar unas vacaciones 10 y por eso nosotros no descartamos volver.
[URL=https://picasaweb.google.com/PAYIFOROS/GreciaNaxos2011#]ALBUM DE FOTOS DE NAXOS Y HOTEL KATERINA >>>[/URL]
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