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Del 31 de Mayo al 7 de Junio del 2012
Skopje (Скопје) - Aterricé en el aeropuerto de Skopje “Alexander the Great” sobre las 8 de la tarde, con una hora de retraso, procedente de Londres-Luton (vuelo Wizzair, aerolínea de bajo coste). El Aeropuerto es totalmente nuevo. Su construcción se terminó en el 2011. Se ve que Macedonia quiere abrirse al exterior y potenciar sus recursos turísticos. El taxista hablaba inglés y me contó que Skopje estaba bajo el proceso de reconstrucción y limpieza de fachadas y que había muchas obras en la ciudad. Ese proceso de reconstrucción consiste en recuperar una serie de edificios que se perdieron a causa del terremoto de 1963. Son edificios clásicos a los que se les está llevando a cabo una adaptación más moderna. También me contó el taxista que Macedonia tiene un problema común con España: La alta tasa de paro, que alcanza el 34%
El hotel en el que me alojé fue el Hotel Square. Fuí sólo. La habitación -con baño y desayuno- me costó 45€/noche. Está situado en pleno centro de la ciudad, en el último piso de un edificio como de oficinas al lado de la Plaza Macedonia y también muy cerca de la pequeña casa-museo de la Madre Teresa de Calcuta, que era natural de Skopje, aunque hija de católicos albaneses. El hotel ofrece el servicio de recogida del aeropuerto en taxi, que me costó 20 €. Al cabo de tan sólo una hora en Skopje me dí cuenta de que los macedonios son muy majos ya que tanto el taxista, como el recepcionista del hotel (Alexander) se mostraron muy simpáticos and “welcoming”.
En Londres, donde vivo, no conseguí encontrar un sitio donde vendiesen dinares macedonios, pero me dijeron que se aceptaban euros como “moneda alternativa”. En efecto, en el aeropuerto de Skopje aceptan euros, lo mismo que el taxista. Una vez en Skopje, saqué dinares con mi tarjeta Visa desde un cajero sin problemas (1€=60 dinares).
Al día siguiente visité un poco el centro de Skopje: la casa-museo de la Madre Teresa de Calcuta. El museo tiene dos plantas: la primera donde están las fotos de la Madre Teresa, objetos como muebles de su casa o uno de sus sari / hábitos y una maqueta de la casa original de la Madre Teresa ya que ésta, que estaba situada junto a la Plaza Macedonia, fue destruída para hacer un centro comercial y la trasladaron a donde está ahora, que es donde se situaba la parroquia de la M. Teresa, sita en la Calle Macedonia. En la segunda planta hay una capilla.
Luego fuí a la Plaza Macedonia, que es muy grande y está llena de inmensas estatuas dedicadas a los héroes de la nación, Alejandro Magno, y los Guerreros de la Patria.
Plaza Macedonia:
Al otro lado de la Plaza se encuentra el Puente medieval de piedra, que cruza el Rio Vardar, que atraviesa la ciudad, para llegar a la parte vieja de Skopje, con sus bares, restaurantes y su bazar. En distintos puntos del puente y de la plaza observe que había mujeres pidiendo y que mucha gente les daba limosnas, lo cual me hizo pensar que quizá no fue casualidad el hecho de que la Madre Teresa de Calcuta fuese de Macedonia, o que quizá, gracias a su influencia, los macedonios son como son. Sea como fuere, los macedonios son generosos.
Visité la iglesia de Sveti Dmitri, abarrotada de gente porque dos semanas antes había ocurrido un milagro ahí
: !La parte dorada de los frescos apareció restaurada, limpia y brillante de la noche a la mañana! Además era día ortodoxo de difuntos o algo así. Entré en la Iglesia y ví los frescos, en bastante buen estado y muchísima gente rezando y con velas. Estuve callejeando por el Antiguo Bazar Turco. Visité el Monasterio de Sveti Spas (San Salvador) cuya Iglesia es muy pequeña pero que tiene un iconostásis impresionante. También visité la Mezquita de Mustafa Pasha con sus tres cúpulas inmensas en su porche. El interior es bastante sobrio. Salí de ahí, me perdí por el bazar y llegue al Bezesten o mercado de frutas y verduras cubierto, que es inmenso. Regresé a la parte central del Bazar para llegar a Kapan An, una antigua hospedería turca (como una casa de postas) con su patio interior muy bonito. Ahí cerca habia unos restaurantes en una zona cubierta con toldos. En uno de ellos comí un lunch bastante macedónico, que tiene mucha influencia turca. Después me dirigí al Museo de Arte Contemporáneo, más que todo porque el edificio consiste en unos antiguos baños turcos de los que solo se mantienen los techos con sus cúpulas estrelladas. Crucé el río y a lo largo de él me dirigí a la Catedral de San Climent de Ohrid, de planta circular, con un iconostasis bastante impresionante. A continuación me fui al hotel para recoger mi equipaje, pillar un taxi (baratísimos los taxis. Del hotel a la estación: 60 dinares -1 €- ) que me llevase a la estacion donde cogí un tren que me llevase a Prilep.
En la estación de Skopje -muy cutre, todas las estaciones de trenes y autobuses de Macedonia son muy cutres- cogí el billete de tren para ir a Prilep. Era el tren de las 5,10 de Skopje (Скопје) a Bitola (Битола) con parada en Prilep (Прилеп), a donde llegué a las 19,26 de la tarde. El paisaje desde el tren es maravilloso, siguiendo el curso del rio Vardar hasta Veles, desde donde se adentra hacia las montañas hasta Prilep.
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