Otro delicioso amanecer desde nuestra cabaña en Puerto Guadal. Un paraíso. ¡Todo un lujo!
Un avecilla se paseaba ante nuestra ventana.
Me da pena marcharme, pero……….hay que seguir viaje. Todavía quedan nuevos sitios por conocer.
Vamos a recorrer una ruta preciosa, bordeando la orilla sur del lago Chelenko (General Carrera).
La primera parada, en la cascada de los Maquis. Se encuentra en terrenos privados, pero, 2 días antes, conocimos a sus propietarios y nos autorizaron a pasar. Aunque me dio la impresión de que no tienen mayor inconveniente en que cualquier visitante salte el vallado para acercarse a la cascada.
Una caída de agua en 3 saltos. Gran caudal, gran estruendo. Empapa. Rodeada de vegetación. Muy bonita.
Bordeando el lago Chelenko (General Carrera).
Un poco más adelante, el río Mallín circula encajonado antes de su desembocadura en el lago Chelenko.
En Mallín Grande, pequeño pueblo, nos desviamos hasta su embarcadero. Una pequeña playita y un faro dan cierto encanto al lugar. Sobre el acantilado, un lodge con vistas.
Nos vamos despidiendo del Campo de Hielo Norte, que cubre de glaciares las cimas de las montañas.
Unos paisajes de ensueño.
Por el Paso de las Llaves, la carretera se vuelve más sinuosa y estrecha. Un tramo excavado sobre la roca viva del acantilado, abierto en 1991. ¡Todo es tan reciente en Aysén sur!
Durante todo el camino disfrutamos de unas vistas preciosas, a pesar de lo nublado del día. Un lago de aguas azul turquesa, rodeado de altas montañas nevadas….
En el lugar más estrecho del lago, nos desviamos hacia Puerto Fachinal, para llegar al borde del agua. A partir de aquí, hacia el este, la costa que bordea el lago pierde altura, desaparecen las cumbres nevadas.
Al igual que en muchos otros sitios, aquí también hay una Garganta del Diablo, situada en un puente exactamente sobre la ruta.
Un extraño paraje, la Laguna Verde. Parece de origen volcánico. Los minerales del terreno originan un entorno peculiar en formas y colorido, que dificulta el desarrollo de vida.
El paisaje va cambiando, volviéndose más seco, más estepario. La vegetación disminuye. La tierra y las rocas adquieren tonalidades de diferentes colores.
Una transición alucinante…….. En poca distancia pasamos de los hielos, de los bosques, de la lluvia………a la estepa.
Fin de etapa en Chile Chico, a unos 110 km de Guadal.
Chile Chico, la ciudad del sol y del viento…………hoy está nublado y en calma.
Desde el hortera mirador de Las Banderas, observamos la configuración del pueblo, a orillas del lago Chelenko (General Carrera), y fronterizo con Argentina.
Supuestamente, era coqueta la hostería de Chile Chico en la que habíamos reservado habitación por email. Sólo que, la reserva no figuraba anotada cuando llegamos. Estaban en obras, y, obviamente, no se "acordaron" de avisarnos ??????????. Nos quedamos en el primer aséptico hotel que encontramos, dispuestos a no perder ni un minuto de tiempo buscando alojamiento.
Por la tarde, excursión a la Cueva de las Manos, en el valle del río Jeinimeni. Supone una caminata de 3-4 h, que recomiendan hacer con guía (si lo encuentras). Nosotros nos perdimos 2 veces. No hay senderos bien definidos, aunque estaban empezando a colocar señalización.
En dirección a la Reserva Jeinimeni, a 25 km de Chile Chico, por una pista en la que hay que vadear algún río en coche, encontramos el acceso a esta ruta de trekking, en la que subimos un gran desnivel en poco tiempo. Una ruta de gran atractivo, por paisajes semi-desérticos, muy diferentes a los que habíamos visto los días anteriores.
En cuanto subimos el primer cerro, nos encontramos el Alero, unas formaciones rocosas a modo de puerta, que, a lo lejos, en cierto modo, nos recordaban la Puerta del Diablo de Tupiza. De cerca no se parece tanto.
En este lugar hay pinturas rupestres.
1 km más adelante, pasamos por la Piedra Clavada, un monolito natural de gran altura, causado por la erosión.
Entre rojizas formaciones rocosas prosigue nuestro paseo.
Seguimos ascendiendo, y, pasado El Portezuelo, nos despistamos de dirección, hasta que nos dimos cuenta. Con cierta dificultad y desorientación, llegamos a la Cueva de Las Manos.
Esta cueva estuvo habitada por indígenas pre-tehuelches hace nada más y nada menos que 7000 años. Una de sus costumbres era grabar las huellas de sus manos en la roca. Además de manos, también observamos dibujos de animales.
La cueva se encuentra a más de 1000 m de altitud, en una ladera resguardada de los fuertes vientos de la zona. Con vistas al Valle Lunar, paisaje de colores moldeado por la erosión. ¡Eran listillas estas tribus!
Nos volvimos a perder.......... Regresamos por donde pudimos......., con bastante dificultad.
Ruta descargable para GPS: es.wikiloc.com/ ...id=3760795
Otro atractivo de la zona es la Laguna Jeinimeni, 30 km más allá. Reserva Natural, con varios tipos de aves: flamencos, cisnes de cuello negro, etc. Varios senderos permiten tomar mayor contacto con el lugar. Hay quien le llama la “pequeña Patagonia”, porque reúne, a pequeña escala, todos los paisajes de la Patagonia: estepa, lago, montañas, bosques, un glaciar….., además de fauna.
La falta de tiempo y la dificultad de vadear un río nos hicieron desistir de conocerla.
Regresando a Chile Chico, un bonito atardecer adorna el plano paisaje estepario.
Al día siguiente.............
Amanece medio nublado en Chile Chico, poco viento, ¿ésta no era la ciudad del sol y del viento?
Nos vamos de nuevo a Argentina………o eso pretendemos.
Nada más llegar a la aduana de Chile Chico aparecen los problemas. Falta un “papelito” del auto arrendado………..Esto me suena…………….¿no nos había pasado otra vez?............Pues la historia se repite en una frontera Chile/Argentina.
Y eso que habíamos insistido mucho en que nos arreglasen bien todos los papeles. Y eso que alquilamos el coche con 2 meses de antelación. Y eso que lo alquilamos en una compañía con buenas referencias. Y eso que el dueño de la compañía es el presidente de la Cámara de Comercio de Coyhaique…………….Pues ni con todo eso.
Enorme cabreo!.
Menos mal que los aduaneros nos ayudaron un montón, llamando ellos mismos a la agencia de alquiler del coche para explicarles cómo solucionarlo. Gracias a ellos, se arregló, pero….4 horas después.
Ni la más mínima disculpa por parte de la agencia de rent-a-car.
Mi enfado era monumental en ese momento, y pensaba que nunca volvería a Aysén, que, por muy impresionantes que sean sus paisajes, por muy salvaje que sea su naturaleza, no nos estaban tratando bien. Ningún interés por intentar evitar problemas a los demás, aunque después ponen todos los medios para resolver los problemas que te causan. Dicen que todo se soluciona con tiempo. ¡Pero es que el tiempo es muy valioso!
Continuaremos viaje unos días por Argentina, y después volveremos a Chile.
Para continuar con la etapas de Argentina, ir al diario "Un poquito de la Patagonia de Santa Cruz": www.losviajeros.com/ ...php?b=8657 --> Sigue en etapa 5 "El Cañadón del río Pinturas"