Después de la sorpresa que supuso Mammoth Lakes, decidimos emplear la mayor parte del día explorando la zona. Nos dirigimos hacia el Devil’s Postpile National Monument, famoso por sus columnas basálticas hexagonales. La zona está situada sobre los 3000 metros (se nota la altura al respirar) y se puede visitar desde finales de junio hasta septiembre. También merece una visita la Rainbow Falls o cascada del arcoíris, de 90 metros de altura, y desde cuya base puede verse el arcoíris que forman los haces de luz solar sobre las gotas de agua de la cascada.
Para visitar la zona hay que salir del pueblo hacia el Mammoth Lakes Ski Area, donde se cogerá un shuttle bus (cuesta 7$ por persona) para entrar en el Devil’s Postpile NM. Es la única manera de acceder; no se puede hacer con el coche. Hay un parking enorme donde se puede aparcar sin problemas.
Para llegar al Devil’s Postpile y a Rainbow Falls hay que bajarse en la parada número 6 del shuttle. Se puede hacer una ruta circular si sólo se quiere visitar la primera parte (se hace muy rápido y el camino es cómodo), o seguir hasta la cascada. No tiene pérdida, está muy bien señalizado.
Aquí tenéis dos enlaces muy interesantes: uno sobre trails que se pueden hacer en la zona, y otro sobre los shuttles.
modernhiker.com/ ...-postpile/
www.nps.gov/ ...mation.htm
El camino nos gustó mucho, hay paisajes bonitos y algunas zonas transcurren muy cerca del río. El Devil’s Postpile es interesante, pero viviendo en tierras volcánicas no es algo que nos sorprendiese demasiado. Aún así, es digno de ver, y es el único paisaje de ese estilo que vimos en nuestra ruta por EEUU.
Llegamos a Rainbow Falls muertos de calor, así que bajamos y nos dimos un bañito (bueno, los chicos se bañaron, las chicas nos mojamos las piernas, porque el agua estaba helada!!). Pasamos al menos una hora allí tranquilos. Muy agradable y la cascada preciosa, aunque no vimos el arcoíris por ninguna parte, jeje.
Después de la caminata, volvimos al pueblo a almorzar. Mis amigos se pidieron una hamburguesa de búfalo que describieron como la mejor hamburguesa que han probado en la vida! Edito para poner la web del sitio: www.burgersrestaurant.com
Después de comer, cogimos la 395 hacia Yosemite, pero antes tomamos un desvío hacia la izquierda por una carretera circular para ver la zona de June Lakes. Desde mi punto de vista, no merece la pena perder 10-15 minutos en este desvío si ya se han visto los lagos de Mammoth Lakes (www.sierragatewaymap.com/ ...-map2.html)
La última parada antes del Tioga Pass fue el Mono Lake. Es un lago con una gran cantidad de sales, aguas alcalinas y elevados niveles de arsénico. Tiene gran interés biológico por ser una zona de anidación de aves migratorias y por contener una bacteria única en el mundo que puede crecer usando el arsénico, toda una anomalía.
Se caracteriza por las formaciones de toba calcárea, propia de los lagos alcalinos, a orillas del lago y emergiendo desde las profundidades hasta la superficie. No se tarda más de 10 minutos en llegar desde el desvío (yo diría que ni eso), y creo que merece la pena. Es un paisaje peculiar y diferente al que se puede acceder con el Anual Pass de los parques nacionales.
Finalmente nos dirigimos hacia Yosemite, por el Tioga Pass. Es una carretera preciosa, llena de puntos donde parar y admirar el paisaje. Para variar, teníamos una tormenta casi encima, y no faltaba mucho para hacerse de noche, así que decidimos parar en pocos sitios para llegar a nuestro alojamiento (justo en la salida sur del parque, muy cerca de Mariposa Grove) y dejar para el día siguiente el Tioga Pass, y verlo con más calma, con las paradas de rigor. Dejaré para la siguiente etapa hablar con calma de este maravilloso parque nacional.
Llegamos al que sería nuestro alojamiento durante dos noches: el White Chief Mountain Lodge, en Fish Camp, a unos minutos de la entrada a Yosemite por el suroeste. Por suerte llegamos justo antes de las 22h, hora en la que la recepción cierra (no teníamos ni idea). Al contrario que el resto de alojamientos por los que pasamos durante nuestro viaje, tengo que decir que éste fue un desastre, y además uno de los alojamientos más caros (400 € sin tasas dos habitaciones). Lo único destacable fue su ubicación, prácticamente dentro de los límites del parque, en medio del bosque. El resto de la experiencia no fue muy positiva. En primer lugar, nos cobraron más por la habitación (tuvimos que quejarnos para que lo reembolsaran), después nos dieron una habitación sin toallas y sucia, con el wc manchado!!. Se lo decimos al chico de recepción, viene con nosotros a la habitación, y delante de nuestra cara tira de la cisterna, nos mira y dice: “¡ok, ya está limpio!”. Imaginad la cara que se nos quedó. No sabía si me estaba vacilando o si lo decía en serio. Tras una discusión bastante acalorada, cede, y nos cambian de habitación, de malas maneras. Como no hay más disponibles, nos dan una habitación superior (una especie de cabaña).
El desayuno del primer día estuvo más o menos bien, tipo buffet. Pero al siguiente día vamos al mismo sitio, y resulta que ya no hay buffet. Nos sentamos a la mesa y nos dan una carta con precios. Les decimos que tenemos el desayuno incluido en la reserva, y que además, el día anterior había sido un sistema diferente. Nos dice que acaban de cambiar la forma del desayuno y que si queremos, podemos ir a recepción donde hay café y muffins. Mentira cochina; en recepción sólo hay agua. Repetimos la misma historia con los chicos de recepción (repito lo de chicos, porque son eso, casi adolescentes con pintas dudosas). Nos explican de mala manera que ahora sólo tenemos un descuento de 3$ en el desayuno, que el resto lo tenemos que pagar! Después de discutir nuevamente y recordarles que habíamos reservado habitación con desayuno, acaban trayéndonos ahí mismo, al mostrador de la recepción, un platito con un par de magdalenas de tamaño microscópico! ¿¿¿Pero que es esto??? No sé ni la cara que se nos quedó porque mi vista iba del personaje que nos había traído las magdalenas, al plato de magdalenas. Y el cabreo ya no era normal. Nos sentimos maltratados y estafados. Finalmente, después de ponernos los cuatro como energúmenos acabaron cediendo y nos dejaron pedir lo que quisimos en el restaurante. Sin cobrar nada más, que bastante nos habían cobrado ya. Conclusión: No le recomiendo este sitio a nadie.
Por suerte, salvando la experiencia con el White Chief Mountain Lodge, el resto de lo que vivimos en Yosemite fue increíble