Funchal y vuelta a casa ✏️ Diarios de Viajes de Portugal

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7 de Julio. Funchal y vuelta a casa


Nuestro avión sale a las 16:25 y el transporte de Viajes Abreu nos recoge a las 14:05, así que tenemos unas horas para seguir viendo Funchal. Si bien esta mañana el grupo se desperdigó dedicándose cada uno a los que más le apetecía, muchos de fueron a la piscina del hotel y otros a las piscinas de agua de mar que hay por el Lido.

Mi marido y yo bajamos nuevamente andando hasta el centro de Funchal. Al pasar delante del parque de Santa Catherina, decidimos entrar a verlo. Es un parque muy bonito, con estupendas vistas de Funchal y toda la zona del puerto. Aún quedan restos de las casetas del Festival de Jazz de días anteriores.



Llegamos al Parque Municipal con la idea de ver el mercadillo que el día anterior tantos nos había gustado y que, por falta de tiempo, no habíamos podido recorrer ni disfrutar. Pero, lástima, hoy no hay mercadillo. A su lado el Madeira Wine también se encuentra cerrado.

Como este viaje había sido diseñado básicamente para hacer senderismo no había comprado guía, con algunos apuntes de internet y un plano de los que dan en el hotel estábamos apañándonos.
Así que seguimos sin un rumbo prefijado.

Más adelante, una vez pasada la Sé Catedral torcimos a la izquierda porque nos pareció ver una plaza bonita y conforme nos vamos acercando nos atrae el sonido de unos cantos de coro preciosos, como de voces celestiales. Es la Praza do Municipio y los cánticos salen de la Iglesia del Colegio de los Jesuitas, es la hora de misa, pero dado que estaba finalizando la misma decidimos esperar a que terminara para entrar a verla.
Es una gran plaza monumental, con un empedrado de dibujos geométricos en blanco y negro, una fuente en el centro y rodeada por esta iglesia, La Cámara Municipal y el Museo de Arte Sacro. La fachada de la iglesia es barroca realizada en lava negra realzada con mármol en la que destaca un escudo con las letras IHS, símbolo de los jesuitas, el nombre de Jesús en griego, y estatuas de los primeros santos de la Compañía de Jesús.




Pero lo que más te atrae es su interior, nos llevamos una sorpresa muy agradable. Es una iglesia preciosa, profusamente decorada con azulejos, maderas pintadas, cuadros… , por todas partes las letras IHS.

Un techo de madera espléndidamente pintado. El Altar central con un bello retablo barroco (manierista) en madera, considerado una joya de su tiempo, con la figura de San Juan Bautista al que está dedicado el templo y figuras de los cuatro primeros santos de la Compañía de Jesús, S.Ignacio de Loyola, S. Luis Gonzaga, S. Francisco Javier, S. Francisco de Borja,

Los laterales están llenos de capillas, algunas de ellas barrocas, adornadas con azulejos, entre las que destaca la llamada capilla de las 11.000 vírgenes, dedicada al martirio de Sta. Úrsula y otras mártires. Tiene un retablo en varios niveles con bustos esculpidos en madera policromada con gran atractivo y que no deja de ser curioso.





Seguimos callejeando, la Universidad, el Museo del Vino, (cerrado), edificio amarillo con bordes rojos, Iglesia Do Carmo, también con azulejos que cubren las paredes, de nuevo el Mercado de los Lavadores, con un aspecto distinto al estar cerrado, sin el bullicio del día anterior.

Algo más abajo, dirección el mar, nos encontramos con la segundo sorpresa agradable del día, la calle Santa María, para mi gusto la calle más bonita de Funchal. La mayoría de las puertas de esta calle se encuentran pintadas con distintos temas y motivos, muchas de ellas pertenecen a tiendas y restaurantes, tal parece que fuera una exposición de cuadros originales. Llegamos hasta el final, hasta la iglesia del Socorro y volvemos por la calle paralela que, aunque sigue siendo bonita, ya no lo es tanto. Estas dos calles están repletas de restaurantes bastante atrayentes y con coquetas terrazas, pero es pronto y no nos apetece tomar nada.





Volvemos a pasar por la plaza Almirante Reis, también sin el trasiego de ayer, y finalmente llegamos al Teatro (frente al jardín municipal) dónde nos tomamos un refresco, al lado de la terraza del Ritz, con música en vivo.

Y damos por finalizada nuestra estancia en Funchal, y Madeira, volviendo andando hasta el hotel para desplazarnos hasta el aeropuerto.

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