Días 1 y 2, 9-10 de agosto: Madrid-Londres-Singapur
Desde el momento cero en que decidimos viajar a Australia teníamos claro que no íbamos a hacer el viaje del tirón, así que, de entre las diferentes posibilidades que se nos ofrecían, decidimos hacer escala en Singapur.
Para ello volamos con un billete comprado a Qantas, con Iberia desde Madrid a Londres y desde allí con British Airways a Singapur, donde llegamos a las tres de la tarde. Nuestro hotel es el Marina Bay Sands, un capricho que teníamos desde hace tiempo y la verdad es que merece la pena, no sólo por la calidad del hotel, sino porque tienes a tu alcance las mejores vistas de la ciudad a cualquier hora del día.
Por supuesto, lo primero que hicimos tras soltar las maletas y pegarnos una merecida ducha tras el viaje, fue subir a la “infinity” pool del piso 57, a unos 150 metros de altura, donde por supuesto nos bañamos (sorprendentemente a pesar del calor terrible el agua está fresquita) e hicimos muchas fotos. De la ciudad…
Para ello volamos con un billete comprado a Qantas, con Iberia desde Madrid a Londres y desde allí con British Airways a Singapur, donde llegamos a las tres de la tarde. Nuestro hotel es el Marina Bay Sands, un capricho que teníamos desde hace tiempo y la verdad es que merece la pena, no sólo por la calidad del hotel, sino porque tienes a tu alcance las mejores vistas de la ciudad a cualquier hora del día.
Por supuesto, lo primero que hicimos tras soltar las maletas y pegarnos una merecida ducha tras el viaje, fue subir a la “infinity” pool del piso 57, a unos 150 metros de altura, donde por supuesto nos bañamos (sorprendentemente a pesar del calor terrible el agua está fresquita) e hicimos muchas fotos. De la ciudad…
… y del puerto.
Tras el bañito un poco de reposo en la habitación y de nuevo subida a la piscina para hacer fotos de noche. Ese es el momento en el que más gente sube a la terraza a la que pueden acceder los que no son clientes del hotel. No sé si me gustaron más las vistas de día o de noche. Eso sí, el calor y la altísima humedad, eran los mismos.
Para cenar salimos al centro comercial que hay enfrente del hotel, enorme por cierto, y como queríamos cenar noodles en un restaurante que habíamos visto que estaba bien, tuvimos que entrar al casino del señor Adelson. Es enorme, con varias plantas y se fuma sin problema en todos los sitios, cuando en Singapur casi no se puede fumar ni en la calle. Tras la cena, visita al Merlion, símbolo de la ciudad y uno de los sitios desde donde mejor se ve el Marina Bay. Paseo por el Quai y de vuelta al hotel y a la cama agotados.
Día 3, 11 de agosto: Singapur-Viaje a Melbourne
Hoy nos levantamos a las 8:30 después de que el despertador que pusimos no sonara (o tal vez sí y no lo oímos) a las 7:30. Gran decepción porque estaba lloviendo, con lo que pensamos que el día se nos había estropeado. Así que tras el desayuno subimos sin bañador de nuevo a la piscina a disfrutar de las vistas y después a la calle, en el MBT a Orchad Street para llegar paseando a Little India.
Visitamos un templo hinduista llenísimo de gente y desde allí al barrio chino, donde vimos rezar a unos monjes junto con los “feligreses”, algo que no habíamos visto nunca. Comimos en el food court del barrio chino, un sitio con muchos puestos de comida e hicimos alguna comprita, para volver al hotel no muy tarde, ya que nuestro avión para Melbourne salía a las 21 y queríamos darnos una duchita antes de salir.
Visitamos un templo hinduista llenísimo de gente y desde allí al barrio chino, donde vimos rezar a unos monjes junto con los “feligreses”, algo que no habíamos visto nunca. Comimos en el food court del barrio chino, un sitio con muchos puestos de comida e hicimos alguna comprita, para volver al hotel no muy tarde, ya que nuestro avión para Melbourne salía a las 21 y queríamos darnos una duchita antes de salir.
El calor era insoportable, porque dejó de llover en seguida, salió el sol y se empezó a evaporar toda el agua, con lo que la humedad casi no dejaba respirar.
A pesar de eso, antes de subir al hotel dimos un paseo por Gardens by the bay, que es el jardín botánico que forma parte del complejo Marina. Muy bonito pero el calor no permitía disfrutarlo, así que no estuvimos mucho tiempo.
A pesar de eso, antes de subir al hotel dimos un paseo por Gardens by the bay, que es el jardín botánico que forma parte del complejo Marina. Muy bonito pero el calor no permitía disfrutarlo, así que no estuvimos mucho tiempo.
El hotel nos ofrecía una habitación de cortesía para ducharnos, así que procedimos y nos fuimos al aeropuerto, donde esperamos a que saliese el avión rumbo a nuestro destino definitivo: Australia.