Segundo día de viaje, el domingo 29 de junio. En el planning inicial hoy tocaba ver A Coruña, pero con el cambio de planes decidimos ver lo que nos quedaba de A Coruña (Ciudad Vieja, Casa de las Ciencias y Monte San Pedro), antes de visitar Betanzos, un paseo por las Fragas do Eume y visitar Pontedeume; vamos, lo que teníamos pensado para el día de la vuelta. Cumplimos el planning a rajatabla.
TOTAL: 83 kms
El hostal no tiene desayuno, pero bueno tampoco es que seamos mucho de desayunar, salimos algo tarde porque estábamos muertos (a las 11) y los 2 primeros minutos por la Rua Real orbayó, pero luego paró. Tras comprar el pan para los bocatas (el embutido lo llevábamos de casa), fuimos a la Ciudad Vieja, la primera de las paradas.
Tomamos un café y un pincho en una terraza en la Plaza de María Pita, como desayuno, antes de sumergirnos en la Ciudad Vieja, el casco histórico de A Coruña. Está a espaldas de la plaza, que atravesamos para entrar a esta preciosa parte antigua, pequeña pero cargada de monumentos.
Un inciso, perdonar por la calidad de las fotos, pero un servidor, muy astuto, se dejó la tarjeta de memoria de la cámara en el ordenador en la habitación, así que hubo que tirar de móvil, que hace buenas fotos, pero no es lo mismo.
Para la ruta de la Ciudad Vieja usamos un folleto que nos envió la Oficina de Turismo de A Coruña, aunque muchos de los elementos son casas-museos que tampoco nos interesaban mucho está muy bien porque tiene un mapa y explicaciones de los monumentos indicados.
La primera parada que hicimos fue el Palacio del Marqués de San Martín, a cuatro alturas y construido en el siglo XVIII, se desconoce el arquitecto pero se cree que fue diseñado por Melchor de Prado (no hay fotos porque las hice con la cámara sin darme cuenta de que no había tarjeta, me di cuenta cuando miré como había salido en una foto)
Muy cerca está Iglesia de Santiago, una iglesia románica que se construyó en los siglos XII-XIII, que se cree que es la iglesia coruñesa más antigua. En uno de sus tímpanos se representa al Apóstol Santiago montado a caballo.
Nos dirigimos a la Praza Xeneral Azcárraga, a espaldas de la iglesia, es la plaza más importante de la Ciudad Vieja ya que estaban en ella la Casa de Intendencia, el Consistorio y el Almacén de Artillería; produciéndose allí la venta de grano y diversos eventos públicos. Se llamaba Praza da Fariña, pero tomó el nombre del general, que fue ministro de Guerra y Marina durante la Restauración borbónica, llegando a ser durante unos meses presidente del gobierno tras la muerte de Antonio Cánovas del Castillo.
Caminamos hasta la Colegiata de Santa María del Campo, construida entre los siglos XIII y XIV y que fue desde siempre la iglesia de los gremios marítimos y comerciales. La adorna un cruceiro, una construcción típica gallega.
Enfrente de la Colegiata tenemos la Casa Palacio Cornide, donde nació el polígrafo José Cornido. Seguramente no naciera aquí, pero sí se sabe que vivió aquí desde la construcción de la casa a mediados del siglo XVIII, durante la primera mitad del siglo XX se usó como cine, hasta que en los cincuenta pasó a ser propiedad de la familia del dictador Francisco Franco.
Seguimos subiendo (la Ciudad Vieja son todo cuestas) y entramos en la Casa Museo de María Pita, que tiene varios pisos y diversos paneles con explicaciones. Está curioso y entretenido para un rato, además que es gratis, os recomiendo entrar. Cuenta su vida, y llama la atención que se casara 4 veces viviendo en el siglo XVI.
Me llamó la atención en la primera sala este mapa del Reino de Galicia y el de Asturias, que llegaba hasta A Coruña y Ourense.
También hay una reproducción de como era su casa.
Y así era la famosa María Pita.
Información práctica
Acceso: Ciudad vieja
Horario: 10:30-14 17:30-20 (M-S) 10:30-14 (D) Lunes cerrado
Precio: Gratis
Web: www.coruna.es/ ...ntidaddral
Subimos la Rua das Ferrerías hasta llegar a la Praza das Bárbaras, donde nos encontramos con esta preciosa fuente delante del Covento de las Bárbaras. El convento, del siglo XIV, no llama mucho la atención por fuera, y la iglesia por dentro tampoco tiene nada.
Al lado de la Prazas das Bárbaras está la de Santo Domingo, con el convento del mismo nombre, que estaba extramuros y fue reconstruido en la Ciudad Vieja en el siglo XVII.
Y tras tanta iglesia, palacio y convento nos fuimos al Jardín de San Carlos a relajarnos un poco. Es un pequeño parque ajardinado muy bonito, donde sentarse tranquilamente. En el centro tiene la tumba de sir John Moore, un general inglés que pereció en la Batalla de Elviña tratando de frenar al invasor francés, tiene un buen homenaje por parte del pueblo que trató de defender.
Además tiene una especie de balcón sobre el puerto de A Coruña con unos bancos para sentarse, te relajas mucho si pasas ahí un rato.
También se ve el Castillo de San Antón, al que no fuimos porque a los compañeros no les interesaba demasiado ver piezas históricas y arqueológcias.
Bajamos por el Paseo do Parrote hasta la Marina, en la que nos detenemos un poco más que el día anterior.
Cogemos el coche (que lujo lo de sacarlo gratis del parking), parada en el hostal en doble fila para coger la tarjeta de memoria y enfilamos hacia la zona del Parque de Santa Margarita, donde están la Opera y la Casa de las Ciencias. En ese parque teníamos pensado comer.
Llegamos y encontramos sitio frente a la Ópera, era zona azul, pero al ser domingo no funcionaba. El edificio es moderno pero llama la atención.
Comemos en una especie de anfiteatro en el parque los bocadillos tranquilamente, hacía muy buen día en A Coruña. Y tras reponer fuerzas entramos a la Casa de las Ciencias, la última que nos quedaba por visitar, y de largo la que más nos gustó. Yo soy de Económicas, pero iba con gente que hace Ingeniería y me explicaban todo como si fuera un niño pequeño; la cosa es que son todo experimentos científicos y llegas a conclusiones científicas mediante tu experiencia. Son 3 plantas y nos encantó a todos.
Lo primero que ves es un péndulo para demostrar la traslación de la tierra.
Y en la planta baja también ves el milagro de la vida, tienen una urna climatizada para que los huevos eclosionen. ¡Vimos nacer un pollito!
En las plantas superiores hay experimentos de muchas cosas, os dejo un par de fotos curiosas: una de una lámina de jabón gigante siendo soplada y otra de mi cuerpo visto en un sensor térmico.
Información práctica
Acceso: En el Parque de Santa Margarita, hay señales por toda la ciudad
Horario: Varían mucho en función del mes, mirar en la web (sección Horarios y Precios)
Precio: 2€ / 12€ el bono de las tres (la mitad si es tarifa reducida)
Web: mc2coruna.org/es/
Para cerrar la visita a Coruña subimos al Monte San Pedro, el balcón de la Ciudad del Cristal. Tiene un observatorio al que no entramos por falta de tiempo (teníamos ganas de ir a Betanzos)
Fuimos al mirador y las vistas sobre A Coruña y la Costa Ártabra son espectaculares, os dejo unas como muestras, aunque como siempre no reflejan fielmente lo que se ve desde allí. Si teneis algo de tiempo en A Coruña subid porque es espectacular.
CONCLUSIONES DE A CORUÑA: Es una ciudad preciosa; con una fachada marítima magnífica y unos museos muy interesantes. Como visitas obligadas diría que están las Casas del Hombre y la Ciencia, Riazor, Torre de Hércules (sobre todo esta visita, es espectacular), Casco Viejo, la Marina y el Monte San Pedro. Desaconsejo ir al acuario, los he visto mucho mejores y es bastante caro. Es una ciudad imprescindible de visitar si se va a Galicia.
Para el viajero medio diría que le valdrá con un día para conocer A Coruña, es el tiempo justo. Repito, si vais a Galicia no dejeis de visitarla, os encantará
Tras descubrir lo preciosa que es A Coruña, pusimos rumbo a Betanzos, una preciosa villa medieval muy cercana de unos 10.000 habitantes. Apenas hay media hora de coche y merece mucho la pena la visita.
El origen es incierto, pero a partir del siglo XIII la ciudad empezó a crecer mucho, tanto que llegó a converftirse en capital de una de las 7 provincias del Reino de Galicia con el reinado de los Reyes Católicos (junto a A Coruña, Lugo, Ourense, Mondoñedo, Tui y Santiago), fue el momento de mayor esplendor de Betanzos. Sin embargo no corrió mucha suerte, y es que pese a ser más segura que A Coruña (al estar al fondo de la ría), una serie de malas coseschas e incendios generales hacen que entre en decadencia, hasta que en 1834, con el nuevo sistema de provincias, pasa a integrarse en la de A Coruña. Desde entonces ha mantenido una población practicamente constante, lo que le ha permitido guardar un encanto medieval al tener el casco histórico practicamente como hace unos siglos; además su crecimiento medieval hace que sea la capital del gótico gallego, otro motivo para visitarla.
Llegamos y aparcamos junto a la Praza Galicia, donde está la Oficina de Turismo, que estaba cerrada. Genial, sin plano ni nada, unicamente con un folleto de centros históricos de Galicia con una cara de cosas, así que tocaba improvisar (como ocurriría en Pontedeume y Viveiro) La plaza es muy bonita y monumental (las canastas sobran, lo sé)
Nos deslizamos por una calle en bajada, que tenía una especie de casas colgantes. No está yendo hacia el casco histórico, sino más bien saliéndonos de él, por lo que subimos y bajamos a lo tonto, pero descubrimos calles muy guapas.
Tras volver a la Praza Galicia localizamos como entrar al meollo del casco histórico, subimos por una calle con blasones medievales colgando, el efecto era muy bonito, parecía que íbamos a un torneo de caballeros o a un auto de fé.
Y tras subir la calle nos encontramos frente a la espectacular Iglesia de Santo Domingo, construida en el siglo XI, pero reconstruida en el XIV. Tiene la famosa Torre del Reloj.
Está situada en la preciosa Praza Constitución, donde tomamos algo en una agradable terraza con muy buenas vistas.
Y a espaldas de esta plaza tenemos una vertiginosa cuesta flanqueada por balcones similares a los de la Marina coruñesa.
Damos con nuestros pasos en la espectacular iglesia de Santa María del Azogue, la más conocida de Betanzos. Esta iglesia gótica se construyó a caballo entre los siglos XIV y XV y está declarada Monumento Nacional. Por contra del románico, el gótico busca la elevación hacia dios con la altura de las iglesias, además de dotar de cierto misticismo a las iglesias con las vidrieras y dejando entrar luz por los pies (por los rosetones, como el que vemos en la foto). Además, en la portada las arquivoltas están decoradas flanqueando el arco apuntado, muy típico del gótico.
A espaldas de esta iglesia está la Iglesia de San Francisco, reedificada en el siglo XIV por el caballero Fernán Pérez de Andrade, cuyo sarcófago se encuentra a los pies del coro. Por desgracia no pudimos entrar ya que había misa, nos quedamos con ganas de ver el sarcófago porque en las fotos tiene pinta de ser precioso. Es muy grande, ya que se le adosó la Residencia de los Franciscanos, y destacan las vidrieras de los absidiolos en la cabecera.
Bajamos hasta el río para ver la antigua puerta de la muralla, nos llamó la atención una pintura sobre tabla en lo que creemos era la ciudad en la época de la construcción de las murallas.
Y nos sentamos en uno de los bancos de un puente que cruza el río Mandeo, muy agradable y con unas relajantes vistas sobre este río, cercano ya a su desembocadura en la Ría de Betanzos.
CONCLUSIONES DE BETANZOS: Es una villa muy pequeña y manejable, pero preciosa. Tiene unas calles medievales y está cargada de iglesias y conventos góticos. Además, está todo cercano y se ve en un momento
Para el viajero medio diría que le valdrá con una o dos horas para visitarla (en función de las iglesias que entre y demás). Es una visita muy interesante para realizar en un rato desde A Coruña, imprescindible de la zona.
Y dando un paseo volvimos al coche. Pusimos rumbo a las Fragas do Eume, con la intención de visitar el Monasterio de Caaveiro, pero llegamos bastante tarde y nos aconsejaron no pasar de las areas recreativas porque pillaríamos el monasterio cerrado, así que nos quedamos con las ganas y nos pasamos un rato haciendo fotos y disfrutando de esta fraga, una fraga en Galicia es la ribera de un río cubierta por bosque profundo. Esta fraga en particular es uno de los mejores ejemplos de bosque atlántico que quedan en España, y la recorren muchas rutas de senderismo, que tampoco pudimos hacer al llegar tarde (obviamente)
Y tras la fallida visita fuimos a Pontedeume Llegamos hacia las 8 y decidimos dar un paseo por el casco histórico antes de cenar algo de marisco fresco.
Pontedeume recibe su nombre por el puente que cruza el Eume justo antes de su desembocadura en forma de ría. La villa la fundó Alfonso X en el siglo XIII y creció como hogar de pescadores y mariscadores. Desde el siglo XIV estuvo bajo el señorío de los Andrade, destacada estirpe noble gallega que fue la gran benefactora del núcleo y al que la villa le debe su nombre, al construir un miembro de la familia el puente actual de 73 arcos, que fue el más grande de Galicia hasta la época moderna.
Aparcamos encima del puerto, y nos topamos primero con la Torre dos Andrade, una antigua torre del homenaje que se mantiene aún en pie.
Nos encontramos frente a ella con una tranquila plaza con una fuente en el medio. Tenía algo que nos encantó.
Y caminando recto llegamos a la plaza del Ayuntamiento, donde preguntamos un buen sitio para cenar pulpo y marisco, nos recomendaron la Pulpería Os Cen Pies, brillante recomendación.
Dimos una vuelta por la zona histórica (no es para nada comparable con Betanzos, ni tan bonita como la pintan en el folleto de Galicia) y bajamos al Puerto en busca del bar
Pero no está ahí, la Pulpería Os Cen Pies está encima del puerto, llegamos a ella tras preguntar a dos o tres paseantes. Cenamos como marqueses, varias tapas de pulpo y mariscos varios (zamburiñas, navajas, calamares...) por un módico precio de 12 euros por persona. ¡Todo un chollo! Lo mejor de Pontedeume junto con el puerto, os lo recomiendo si vais a la ciudad.
Y tras la zona cogimos el coche y a Coruña, dejamos el coche en el Parking Riazor-Orzán (ya se había acabado el chollo del parking gratis) y a dormir, que el día fue duro al no pisar el hotel en ningún momento.
CONCLUSIONES DE PONTEDEUME: Es una villa marinera, con alguna calle guapa pero sin mayor atractivo histórico. Lo mejor es el puerto y el marisco, pero vamos, tampoco es nada del otro jueves como nos venden en los folletos. Tiene casas con balcones como los de la Marina o Betanzos
Para el viajero medio diría que le valdrá con una hora para conocerla. Id solo si teneis tiempo de sobra, porque tampoco os va a llamar demasiado la atención. Lo mejor es el puerto y si sois del Norte no será nada nuevo, si venis del interior igual si que os encanta. Cada uno con sus gustos, como no.
TOTAL: 83 kms
El hostal no tiene desayuno, pero bueno tampoco es que seamos mucho de desayunar, salimos algo tarde porque estábamos muertos (a las 11) y los 2 primeros minutos por la Rua Real orbayó, pero luego paró. Tras comprar el pan para los bocatas (el embutido lo llevábamos de casa), fuimos a la Ciudad Vieja, la primera de las paradas.
Tomamos un café y un pincho en una terraza en la Plaza de María Pita, como desayuno, antes de sumergirnos en la Ciudad Vieja, el casco histórico de A Coruña. Está a espaldas de la plaza, que atravesamos para entrar a esta preciosa parte antigua, pequeña pero cargada de monumentos.
Un inciso, perdonar por la calidad de las fotos, pero un servidor, muy astuto, se dejó la tarjeta de memoria de la cámara en el ordenador en la habitación, así que hubo que tirar de móvil, que hace buenas fotos, pero no es lo mismo.
Para la ruta de la Ciudad Vieja usamos un folleto que nos envió la Oficina de Turismo de A Coruña, aunque muchos de los elementos son casas-museos que tampoco nos interesaban mucho está muy bien porque tiene un mapa y explicaciones de los monumentos indicados.
La primera parada que hicimos fue el Palacio del Marqués de San Martín, a cuatro alturas y construido en el siglo XVIII, se desconoce el arquitecto pero se cree que fue diseñado por Melchor de Prado (no hay fotos porque las hice con la cámara sin darme cuenta de que no había tarjeta, me di cuenta cuando miré como había salido en una foto)
Muy cerca está Iglesia de Santiago, una iglesia románica que se construyó en los siglos XII-XIII, que se cree que es la iglesia coruñesa más antigua. En uno de sus tímpanos se representa al Apóstol Santiago montado a caballo.
Nos dirigimos a la Praza Xeneral Azcárraga, a espaldas de la iglesia, es la plaza más importante de la Ciudad Vieja ya que estaban en ella la Casa de Intendencia, el Consistorio y el Almacén de Artillería; produciéndose allí la venta de grano y diversos eventos públicos. Se llamaba Praza da Fariña, pero tomó el nombre del general, que fue ministro de Guerra y Marina durante la Restauración borbónica, llegando a ser durante unos meses presidente del gobierno tras la muerte de Antonio Cánovas del Castillo.
Caminamos hasta la Colegiata de Santa María del Campo, construida entre los siglos XIII y XIV y que fue desde siempre la iglesia de los gremios marítimos y comerciales. La adorna un cruceiro, una construcción típica gallega.
Enfrente de la Colegiata tenemos la Casa Palacio Cornide, donde nació el polígrafo José Cornido. Seguramente no naciera aquí, pero sí se sabe que vivió aquí desde la construcción de la casa a mediados del siglo XVIII, durante la primera mitad del siglo XX se usó como cine, hasta que en los cincuenta pasó a ser propiedad de la familia del dictador Francisco Franco.
Seguimos subiendo (la Ciudad Vieja son todo cuestas) y entramos en la Casa Museo de María Pita, que tiene varios pisos y diversos paneles con explicaciones. Está curioso y entretenido para un rato, además que es gratis, os recomiendo entrar. Cuenta su vida, y llama la atención que se casara 4 veces viviendo en el siglo XVI.
Me llamó la atención en la primera sala este mapa del Reino de Galicia y el de Asturias, que llegaba hasta A Coruña y Ourense.
También hay una reproducción de como era su casa.
Y así era la famosa María Pita.
Información práctica
Acceso: Ciudad vieja
Horario: 10:30-14 17:30-20 (M-S) 10:30-14 (D) Lunes cerrado
Precio: Gratis
Web: www.coruna.es/ ...ntidaddral
Subimos la Rua das Ferrerías hasta llegar a la Praza das Bárbaras, donde nos encontramos con esta preciosa fuente delante del Covento de las Bárbaras. El convento, del siglo XIV, no llama mucho la atención por fuera, y la iglesia por dentro tampoco tiene nada.
Al lado de la Prazas das Bárbaras está la de Santo Domingo, con el convento del mismo nombre, que estaba extramuros y fue reconstruido en la Ciudad Vieja en el siglo XVII.
Y tras tanta iglesia, palacio y convento nos fuimos al Jardín de San Carlos a relajarnos un poco. Es un pequeño parque ajardinado muy bonito, donde sentarse tranquilamente. En el centro tiene la tumba de sir John Moore, un general inglés que pereció en la Batalla de Elviña tratando de frenar al invasor francés, tiene un buen homenaje por parte del pueblo que trató de defender.
Además tiene una especie de balcón sobre el puerto de A Coruña con unos bancos para sentarse, te relajas mucho si pasas ahí un rato.
También se ve el Castillo de San Antón, al que no fuimos porque a los compañeros no les interesaba demasiado ver piezas históricas y arqueológcias.
Bajamos por el Paseo do Parrote hasta la Marina, en la que nos detenemos un poco más que el día anterior.
Cogemos el coche (que lujo lo de sacarlo gratis del parking), parada en el hostal en doble fila para coger la tarjeta de memoria y enfilamos hacia la zona del Parque de Santa Margarita, donde están la Opera y la Casa de las Ciencias. En ese parque teníamos pensado comer.
Llegamos y encontramos sitio frente a la Ópera, era zona azul, pero al ser domingo no funcionaba. El edificio es moderno pero llama la atención.
Comemos en una especie de anfiteatro en el parque los bocadillos tranquilamente, hacía muy buen día en A Coruña. Y tras reponer fuerzas entramos a la Casa de las Ciencias, la última que nos quedaba por visitar, y de largo la que más nos gustó. Yo soy de Económicas, pero iba con gente que hace Ingeniería y me explicaban todo como si fuera un niño pequeño; la cosa es que son todo experimentos científicos y llegas a conclusiones científicas mediante tu experiencia. Son 3 plantas y nos encantó a todos.
Lo primero que ves es un péndulo para demostrar la traslación de la tierra.
Y en la planta baja también ves el milagro de la vida, tienen una urna climatizada para que los huevos eclosionen. ¡Vimos nacer un pollito!
En las plantas superiores hay experimentos de muchas cosas, os dejo un par de fotos curiosas: una de una lámina de jabón gigante siendo soplada y otra de mi cuerpo visto en un sensor térmico.
Información práctica
Acceso: En el Parque de Santa Margarita, hay señales por toda la ciudad
Horario: Varían mucho en función del mes, mirar en la web (sección Horarios y Precios)
Precio: 2€ / 12€ el bono de las tres (la mitad si es tarifa reducida)
Web: mc2coruna.org/es/
Para cerrar la visita a Coruña subimos al Monte San Pedro, el balcón de la Ciudad del Cristal. Tiene un observatorio al que no entramos por falta de tiempo (teníamos ganas de ir a Betanzos)
Fuimos al mirador y las vistas sobre A Coruña y la Costa Ártabra son espectaculares, os dejo unas como muestras, aunque como siempre no reflejan fielmente lo que se ve desde allí. Si teneis algo de tiempo en A Coruña subid porque es espectacular.
CONCLUSIONES DE A CORUÑA: Es una ciudad preciosa; con una fachada marítima magnífica y unos museos muy interesantes. Como visitas obligadas diría que están las Casas del Hombre y la Ciencia, Riazor, Torre de Hércules (sobre todo esta visita, es espectacular), Casco Viejo, la Marina y el Monte San Pedro. Desaconsejo ir al acuario, los he visto mucho mejores y es bastante caro. Es una ciudad imprescindible de visitar si se va a Galicia.
Para el viajero medio diría que le valdrá con un día para conocer A Coruña, es el tiempo justo. Repito, si vais a Galicia no dejeis de visitarla, os encantará
Tras descubrir lo preciosa que es A Coruña, pusimos rumbo a Betanzos, una preciosa villa medieval muy cercana de unos 10.000 habitantes. Apenas hay media hora de coche y merece mucho la pena la visita.
El origen es incierto, pero a partir del siglo XIII la ciudad empezó a crecer mucho, tanto que llegó a converftirse en capital de una de las 7 provincias del Reino de Galicia con el reinado de los Reyes Católicos (junto a A Coruña, Lugo, Ourense, Mondoñedo, Tui y Santiago), fue el momento de mayor esplendor de Betanzos. Sin embargo no corrió mucha suerte, y es que pese a ser más segura que A Coruña (al estar al fondo de la ría), una serie de malas coseschas e incendios generales hacen que entre en decadencia, hasta que en 1834, con el nuevo sistema de provincias, pasa a integrarse en la de A Coruña. Desde entonces ha mantenido una población practicamente constante, lo que le ha permitido guardar un encanto medieval al tener el casco histórico practicamente como hace unos siglos; además su crecimiento medieval hace que sea la capital del gótico gallego, otro motivo para visitarla.
Llegamos y aparcamos junto a la Praza Galicia, donde está la Oficina de Turismo, que estaba cerrada. Genial, sin plano ni nada, unicamente con un folleto de centros históricos de Galicia con una cara de cosas, así que tocaba improvisar (como ocurriría en Pontedeume y Viveiro) La plaza es muy bonita y monumental (las canastas sobran, lo sé)
Nos deslizamos por una calle en bajada, que tenía una especie de casas colgantes. No está yendo hacia el casco histórico, sino más bien saliéndonos de él, por lo que subimos y bajamos a lo tonto, pero descubrimos calles muy guapas.
Tras volver a la Praza Galicia localizamos como entrar al meollo del casco histórico, subimos por una calle con blasones medievales colgando, el efecto era muy bonito, parecía que íbamos a un torneo de caballeros o a un auto de fé.
Y tras subir la calle nos encontramos frente a la espectacular Iglesia de Santo Domingo, construida en el siglo XI, pero reconstruida en el XIV. Tiene la famosa Torre del Reloj.
Está situada en la preciosa Praza Constitución, donde tomamos algo en una agradable terraza con muy buenas vistas.
Y a espaldas de esta plaza tenemos una vertiginosa cuesta flanqueada por balcones similares a los de la Marina coruñesa.
Damos con nuestros pasos en la espectacular iglesia de Santa María del Azogue, la más conocida de Betanzos. Esta iglesia gótica se construyó a caballo entre los siglos XIV y XV y está declarada Monumento Nacional. Por contra del románico, el gótico busca la elevación hacia dios con la altura de las iglesias, además de dotar de cierto misticismo a las iglesias con las vidrieras y dejando entrar luz por los pies (por los rosetones, como el que vemos en la foto). Además, en la portada las arquivoltas están decoradas flanqueando el arco apuntado, muy típico del gótico.
A espaldas de esta iglesia está la Iglesia de San Francisco, reedificada en el siglo XIV por el caballero Fernán Pérez de Andrade, cuyo sarcófago se encuentra a los pies del coro. Por desgracia no pudimos entrar ya que había misa, nos quedamos con ganas de ver el sarcófago porque en las fotos tiene pinta de ser precioso. Es muy grande, ya que se le adosó la Residencia de los Franciscanos, y destacan las vidrieras de los absidiolos en la cabecera.
Bajamos hasta el río para ver la antigua puerta de la muralla, nos llamó la atención una pintura sobre tabla en lo que creemos era la ciudad en la época de la construcción de las murallas.
Y nos sentamos en uno de los bancos de un puente que cruza el río Mandeo, muy agradable y con unas relajantes vistas sobre este río, cercano ya a su desembocadura en la Ría de Betanzos.
CONCLUSIONES DE BETANZOS: Es una villa muy pequeña y manejable, pero preciosa. Tiene unas calles medievales y está cargada de iglesias y conventos góticos. Además, está todo cercano y se ve en un momento
Para el viajero medio diría que le valdrá con una o dos horas para visitarla (en función de las iglesias que entre y demás). Es una visita muy interesante para realizar en un rato desde A Coruña, imprescindible de la zona.
Y dando un paseo volvimos al coche. Pusimos rumbo a las Fragas do Eume, con la intención de visitar el Monasterio de Caaveiro, pero llegamos bastante tarde y nos aconsejaron no pasar de las areas recreativas porque pillaríamos el monasterio cerrado, así que nos quedamos con las ganas y nos pasamos un rato haciendo fotos y disfrutando de esta fraga, una fraga en Galicia es la ribera de un río cubierta por bosque profundo. Esta fraga en particular es uno de los mejores ejemplos de bosque atlántico que quedan en España, y la recorren muchas rutas de senderismo, que tampoco pudimos hacer al llegar tarde (obviamente)
Y tras la fallida visita fuimos a Pontedeume Llegamos hacia las 8 y decidimos dar un paseo por el casco histórico antes de cenar algo de marisco fresco.
Pontedeume recibe su nombre por el puente que cruza el Eume justo antes de su desembocadura en forma de ría. La villa la fundó Alfonso X en el siglo XIII y creció como hogar de pescadores y mariscadores. Desde el siglo XIV estuvo bajo el señorío de los Andrade, destacada estirpe noble gallega que fue la gran benefactora del núcleo y al que la villa le debe su nombre, al construir un miembro de la familia el puente actual de 73 arcos, que fue el más grande de Galicia hasta la época moderna.
Aparcamos encima del puerto, y nos topamos primero con la Torre dos Andrade, una antigua torre del homenaje que se mantiene aún en pie.
Nos encontramos frente a ella con una tranquila plaza con una fuente en el medio. Tenía algo que nos encantó.
Y caminando recto llegamos a la plaza del Ayuntamiento, donde preguntamos un buen sitio para cenar pulpo y marisco, nos recomendaron la Pulpería Os Cen Pies, brillante recomendación.
Dimos una vuelta por la zona histórica (no es para nada comparable con Betanzos, ni tan bonita como la pintan en el folleto de Galicia) y bajamos al Puerto en busca del bar
Pero no está ahí, la Pulpería Os Cen Pies está encima del puerto, llegamos a ella tras preguntar a dos o tres paseantes. Cenamos como marqueses, varias tapas de pulpo y mariscos varios (zamburiñas, navajas, calamares...) por un módico precio de 12 euros por persona. ¡Todo un chollo! Lo mejor de Pontedeume junto con el puerto, os lo recomiendo si vais a la ciudad.
Y tras la zona cogimos el coche y a Coruña, dejamos el coche en el Parking Riazor-Orzán (ya se había acabado el chollo del parking gratis) y a dormir, que el día fue duro al no pisar el hotel en ningún momento.
CONCLUSIONES DE PONTEDEUME: Es una villa marinera, con alguna calle guapa pero sin mayor atractivo histórico. Lo mejor es el puerto y el marisco, pero vamos, tampoco es nada del otro jueves como nos venden en los folletos. Tiene casas con balcones como los de la Marina o Betanzos
Para el viajero medio diría que le valdrá con una hora para conocerla. Id solo si teneis tiempo de sobra, porque tampoco os va a llamar demasiado la atención. Lo mejor es el puerto y si sois del Norte no será nada nuevo, si venis del interior igual si que os encanta. Cada uno con sus gustos, como no.