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DATOS ÚTILES
· Interés de la visita: Es interesante si se tiene tiempo. Falta algo de información (como en Aquincum) pero hay estatuas que hablan por sí mismas. Lo malo es que está muy alejado del centro y que ir y volver lleva demasiado tiempo. Además faltan carteles explicativos en todas las estatuas menos las dos primeras, una pena.
· Precio: 1500HUF (5€) / 1200 HUF Budapest Card (4€) / 1000 HUF estudiantes (solo tarjeta ISIC; 3.3€)
· Horario: 10-anochecer (a diario)
· Reserva: No
· Página web: www.mementopark.hu/?lang=en
· Ubicación: Distrito XXII (Buda)
· Como llegar (desde Oktogon): Debemos ir a la estación de Kelenföld, está al final de la línea 4, que sale de Keleti y tiene correspondencia con los tranvías 4-6 en Rakóczi ter (aquí se cogería si vamos desde Oktogon) y con la línea 3 de metro en Kálvin Ter. Una vez llegamos a Kelenfold debemos tomar los autobuses 101 o 150 con dirección Budateteny (mejor el 101 que va mucho más directo) y nos dejarán en la puerta de Memento Park; para tomarlos salimos del metro hacia el exterior (no a la estación) y llegamos a un pasadizo, debemos tomar la salida B y al llegar a la superficie girar a la izquierda y cruzar un andén, ahí paran ambos buses.
· Tiempo desde el centro: 40 minutos
· Tiempo de la visita: Media hora
HISTORIA
En 1993 se abrió este museo al aire libre en un parque en las afueras de Buda para ubicar un total de 40 estatuas y símbolos comunistas que había por la ciudad y también por otras de Hungría en un intento por normalizar el pasado socialista del país y mostrarlo a los turistas (creo que podríamos aprender algo de esto de normalizar y demás...) Pero hablemos un poco de la Hungría socialista, el país con el control menos férreo de este lado del Telón de Acero:
En la Segunda Guerra Mundial fue tomado por completo por el Ejército Alemán, hasta que en el invierno de 1944 los soviéticos llegaron como parte de su contraofensiva y sitiaron brutalmente Budapest, hasta conseguir tomarla en la primavera de 1945 y liberando todo el país tras la caída de su capital y una pequeña contraofensiva nazi en el Lago Balatón.
Tras finalizar la IIGM los soviéticos instauraron un gobierno títere en Hungría (había elecciones pero el Partido Comunista ostentaba el poder pese a no llegar ni a la quinta parte de los votos); se creó una policía política (la AVH) y en las elecciones de 1948 solo se presentó el Partido de los Trabajadores Húngaros, formado por el Partido Comunista y el Socialdemócrata, siendo los demás líderes apresados o asesinados; hasta que en 1949 acabaron por formalizar la alianza entre el país magiar y la URSS con un tratado de asistencia mútua y la instauración de una constitución calcada a la soviética de 1936. Hungría entró en el Pacto de Varsovia y fue uno más de los satélites soviéticos en Europa del Este.
En 1956 el pueblo húngaro puso en jaque al gobierno títere de Moscú al secundar una manifestación de los estudiantes de la BME (una universidad de Budapest) creando una rebelión en toda regla que sería brutalmente sofocada por el Ejército Rojo que asesinó a centenares de manifestantes y que reprimió cualquier intento de salirse de la órbita comunista (hay mucha información sobre esto en un barracón contiguo a Memento Park)
Janos Kádár ascendió a la presidencia del gobierno en 1957 y la ostentaría hasta la caída del régimen, en 1989; esta época se conoce como Kádárismo y se dice que instauró el comunismo gulash, con poca represión y un gran aumento de la economía (comparado evidentemente con otros países de la órbita soviética), aunque la crisis económica de finales de los 70 (la segunda del petróleo) afectó duramente al país, perdiendo el sistema el poco crédito que tenía entre la población, hasta que cuando el ocaso del mundo comunista era más que evidente el pueblo húngaro empezó a dar pasos hacia la democracia y la entrada en el mundo occidental; llegando esto al momento decisivo del 19 de agosto de 1989 de romper el Telón de Acero, al abrir por completo la frontera con Austria y siendo el primer satélite soviético en abandonar el barco, siendo el principal precursor del Muro de Berlín en noviembre del mismo año.
liberándose definitivamente del yugo totalitario soviético en 1989.
LA VISITA
Llego al Memento Park tras un problemilla técnico (me quedé empanado leyendo el ebook y me pasé de parada) y ya desde el minuto 0 ves un viaje al pasado. La entrada está muy inspirada en la Hungría comunista
En esta portada ya nos encontramos la primera estatua, una de Lénin, una de las más recurrentes en Europa del Este.
Entro y tras comprar una postal de la época soviética y lidiar con la borde de la taquillera (al final tuve que pagar entrada completa y no de estudiante) me adentro en el parque, muy amplio. Al principio tienen dos estatuas de forma temporal, una de ellas es estalinista fue arrancada en la revolución de 1956 de su emplezamiento original en el centro de Budapest, al cual no volvió nunca.
Y la segunda es de Lenin, y pertenece a la ciudad de Eger, donde estaba situada, que la ha cedido temporalmente a este museo al aire libre.
Tras esta parte introductoria entro en el parque en sí, muy amplio y con muchas estatuas, pero falto de explicaciones de todo tipo (es la gran pega que veo a las visitas fuera del centro de la ciudad), todo lo que añado de las estatuas me lo tuve que buscar por mi propia cuenta en internet.
Son como 3 círculos cortados por un camino en medio, voy primero a la izquierda y me encuentro uno de dos mujeres soltando palomas. Seguro que está cargado de simbolismo, pero falta la explicación.
Otra estatua bastante grande es la de una mujer con una pluma, parece que querían ensalzar el valor de las mujeres en la revolución y en la vida cotidiana.
También tenemos a dos revolucionarios celebrando una victoria (o eso parece)
La influencia soviética es enorme, aparte de por estatuas de dirigentes rusos, como Lenin, encontramos enormes placas grabadas en húngaro y ruso, en concreto esta parece conmemorar el vigésimo aniversario de la liberación de Budapest y Hungría por el Ejército Rojo.
También hay estatuas dedicadas a los obreros, como no, y es que el comunismo no dejaba de ser la dictadura del proletariado.
Una de las dos estatuas gigantes está junto a la entrada, es la de un guerrillero soviético de los que liberó Budapest del Ejército Nazi. Sostiene una metralleta en una mano y en la otra la bandera soviética.
Paso al segundo círculo y tiene en medio una gran estrella roja, con dos importantes partisanos húngaros al fondo. Está bien ambientado y personalmente me llamó la atención al no haber visto nunca homenajes de este tipo.
También podemos ver grabados con escenas de la lucha partisana contra el nazismo (o eso creo), como este.
Indagando en internet encuentro que esta estatua es de Árpád Szakasits, segundo presidente de la Hungría socialista entre 1948 y 49; como curiosidad decir que fue uno de los principales impulsores del esperanto.
En esta zona está una estatua grande que me llamó mucho la atención, a Béla Kun en un pálpito y el ejército luchando a sus órdenes; conmemora la República Soviética Húngara que se formó en entreguerras y que acabó con la toma de Budapest por los rumanos; fue el primer gobierno comunista después de la Revolución de Octubre rusa.
Al lado está una de las más famosas del parque, la de Ferenc Münnich, primer ministro entre 1958 y 1961 dando un discurso. Ferenc está ligado a España y es que vino a nuestro país a combatir como voluntario en las Brigadas Internacionales, en concreto en la defensa de Madrid.
Justo en el fondo del parque hay dos estatuas sobre grandes pedestales. Son Ostapenko y Steinmetz; oficiales del Ejército Rojo ucraniano y húngaro respectivamente, quienes fueron de emisarios soviéticos a la Budapest nazi solicitando la rendición infructuosamente, ambos murieron a la vuelta (el primero por el fuego amigo y el segundo por una mina) pero los soviéticos lo camuflaron como asesinatos nazis durante décadas con fotos falsas. La primera estaba en la salida de la ciudad hacia Balatón y Viena, por lo que caía simpática entre los habitantes de Budapest, por lo que estuvo a punto de quedarse en su emplazamiento y no ser traída a Budapest.
A su lado hay una estatua sin definir y enorme, es el homenaje a los mártires
Tambien hay un gran panel que no sé que representa.
Y al lado otro grabado que muestra la revolución partisana.
Y tenemos un huequito en este parque temático del comunismo, y es que hay una estatua conmemorativa a los voluntarios húngaros que perdieron la vida en nuestro país en la Guerra Civil formando parte de las Brigadas Internacionales.
Al lado una de las estatuas más significativas y enfáticas del parque, la de Lenin dando un discurso.
También nos encontramos con una estatua del presidente búlgaro Georgi Dimitrov ya de camino a la salida.
Y tras menos de media hora dejamos el parque visto, está interesante pero faltan carteles y demás. A la salida encontramos un Trabant, el coche por excelencia de los régimenes comunistas. Los ciudadanos que quisieran uno debían pagar la mitad por adelantado y esperar recibir su coche (tardaba unos 7-8 años) Se puede entrar y verlo por dentro (me sorprendió lo espacioso que es)
Según salimos nos encontramos con los pies de la estatua de Stalin que fue arrancada en la Revolución de 1956, los revolucionarios dejaron los pies como símbolo de la opresión soviética a Hungría.
A la izquierda hay un barracón en el que se proyecta un documental sobre el día a día de un policía político (está fuera de servicio ahora mismo) y una exposición con paneles sobre esa revolución y sobre la caída final del comunismo. Está interesante.
Y tras esto nos fuimos a casa con la sensación de habernos echado un rato en el otro lado del Telón de Acero.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
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