Martes 11: Tokio- Yudanaka (Monos de la nieve)- Barrio de Akihabara- Tokio
A las 5:00 sonó el despertador, empezamos a prepararnos y volvimos a consultar el parte metereológico para descubrir con sorpresa que el pronóstico había cambiado , daban nubes todo el día en la zona de los 5 lagos….
Nuestro objetivo principal era ver el monte Fuji… así que la cosa parecía que se había torcido… Miramos el resto de las excursiones que habíamos planificado y vimos que el tiempo para la zona de Yudanaka (donde viven los “monos de las nieves”) no iba a ser tan malo, así que rehicimos todo el plan (con algo de estrés por mi parte porque me gusta tener las cosas atadas con tiempo) activamos el Japan Rail Pass y cogimos el Shinkansen.
Esta no es una excursión muy típica y tampoco está cerca de Tokio aunque para mí era un plus para el viaje a Japón ya que es un animal endémico de este pais. En el parque de Jigokudani (www.jigokudani-yaenkoen.co.jp/ .../top_e.htm) es dónde viven los monos que salen en todos los documentales de naturaleza, los que se bañan en aguas termales rodeados de nieve, si os gustan este tipo de documentales seguro que los habéis visto. No existen otros primates (a excepción del hombre) que vivan tan al norte en todo el planeta. Según parece provienen de una migración desde Korea durante el pleistoceno cuando el nivel del mar había descendido lo suficiente como para que ambos territorios estuvieran unidos. En cuanto a su costumbre de tomar baños… es un comportamiento relativamente nuevo, según parece todo empezó en 1963 cuando una hembra se metió en las aguas termales buscando unas semillas que se habían caído en ellas, la experiencia le debió resultar agradable porque poco a poco el comportamiento se fue extendiendo… y así hasta ahora.
Aunque la época más típica para ver a estos monos rodeados de nieve y bañándose es en enero y febrero, realmente se los puede ver bañándose en cualquier época del año, “incentivados” por los guardas que les echan comida al agua. Aún así los monos son salvajes y se mueven libremente.
El viaje es largo y no todo lo cubre el Japan Rail Pass ya que con él sólo se puede ir hasta Nagano. Desde allí hay que coger un tren hasta la estación de Yudanaka (1160 Y/persona y el trallecto tarda 70 minutos) y de allí hasta el parque un autobús (190 Y/persona). A la vuelta sin embargo cogimos un autobús expreso que nos llevó directamente hasta Nagano (1400 Y/persona y se tarda 40 minutos). La razón por la que no cogimos ese autobús a la ida era que no sabíamos ni los horarios ni japonés, claro, ¿dónde lo cojo? ¿cómo pregunto al conductor si va a la zona de los monos? ¿cómo me entero de en qué parada tengo que bajarme?, la verdad es que desde España esto se me hacía un mundo, pero sabiendo ahora lo preparadísimo que está todo para el turista y que Shibu no tiene interés sin duda optaría por esta última forma de llegar. La suerte que tuvimos es que a la salida del parque resultó que justo nos encontramos con un grupo de gente que iba a coger el autobús de vuelta a Nagano, entre ellos una chica española y tras hablar con ella llegamos a la conclusión de que nos merecía la pena el gasto porque nos ahorrábamos tiempo y esfuerzo.
Cuando llegamos a Yudanaca nos sobraba una hora para el siguiente tren así que nos fuimos a dar un paseo y me fijé en las tapas del alcantarillado… sé que parece un poco raro pero a veces me da por fotografiar cosas curiosas y finalmente en el viaje a Japón me hice “coleccionista de fotos de tapas de alcantarillado”, las de aquí tenían manzanas, más tarde nos dimos cuenta de que era el cultivo típico de la zona, por un lado porque había campos y campos con manzanos y por otro... porque las alcantarillas no dejaban lugar a dudas...
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A las 5:00 sonó el despertador, empezamos a prepararnos y volvimos a consultar el parte metereológico para descubrir con sorpresa que el pronóstico había cambiado , daban nubes todo el día en la zona de los 5 lagos….
Nuestro objetivo principal era ver el monte Fuji… así que la cosa parecía que se había torcido… Miramos el resto de las excursiones que habíamos planificado y vimos que el tiempo para la zona de Yudanaka (donde viven los “monos de las nieves”) no iba a ser tan malo, así que rehicimos todo el plan (con algo de estrés por mi parte porque me gusta tener las cosas atadas con tiempo) activamos el Japan Rail Pass y cogimos el Shinkansen.
Esta no es una excursión muy típica y tampoco está cerca de Tokio aunque para mí era un plus para el viaje a Japón ya que es un animal endémico de este pais. En el parque de Jigokudani (www.jigokudani-yaenkoen.co.jp/ .../top_e.htm) es dónde viven los monos que salen en todos los documentales de naturaleza, los que se bañan en aguas termales rodeados de nieve, si os gustan este tipo de documentales seguro que los habéis visto. No existen otros primates (a excepción del hombre) que vivan tan al norte en todo el planeta. Según parece provienen de una migración desde Korea durante el pleistoceno cuando el nivel del mar había descendido lo suficiente como para que ambos territorios estuvieran unidos. En cuanto a su costumbre de tomar baños… es un comportamiento relativamente nuevo, según parece todo empezó en 1963 cuando una hembra se metió en las aguas termales buscando unas semillas que se habían caído en ellas, la experiencia le debió resultar agradable porque poco a poco el comportamiento se fue extendiendo… y así hasta ahora.
Aunque la época más típica para ver a estos monos rodeados de nieve y bañándose es en enero y febrero, realmente se los puede ver bañándose en cualquier época del año, “incentivados” por los guardas que les echan comida al agua. Aún así los monos son salvajes y se mueven libremente.
El viaje es largo y no todo lo cubre el Japan Rail Pass ya que con él sólo se puede ir hasta Nagano. Desde allí hay que coger un tren hasta la estación de Yudanaka (1160 Y/persona y el trallecto tarda 70 minutos) y de allí hasta el parque un autobús (190 Y/persona). A la vuelta sin embargo cogimos un autobús expreso que nos llevó directamente hasta Nagano (1400 Y/persona y se tarda 40 minutos). La razón por la que no cogimos ese autobús a la ida era que no sabíamos ni los horarios ni japonés, claro, ¿dónde lo cojo? ¿cómo pregunto al conductor si va a la zona de los monos? ¿cómo me entero de en qué parada tengo que bajarme?, la verdad es que desde España esto se me hacía un mundo, pero sabiendo ahora lo preparadísimo que está todo para el turista y que Shibu no tiene interés sin duda optaría por esta última forma de llegar. La suerte que tuvimos es que a la salida del parque resultó que justo nos encontramos con un grupo de gente que iba a coger el autobús de vuelta a Nagano, entre ellos una chica española y tras hablar con ella llegamos a la conclusión de que nos merecía la pena el gasto porque nos ahorrábamos tiempo y esfuerzo.
Cuando llegamos a Yudanaca nos sobraba una hora para el siguiente tren así que nos fuimos a dar un paseo y me fijé en las tapas del alcantarillado… sé que parece un poco raro pero a veces me da por fotografiar cosas curiosas y finalmente en el viaje a Japón me hice “coleccionista de fotos de tapas de alcantarillado”, las de aquí tenían manzanas, más tarde nos dimos cuenta de que era el cultivo típico de la zona, por un lado porque había campos y campos con manzanos y por otro... porque las alcantarillas no dejaban lugar a dudas...
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Nada más llegar a la estación un hombre nos “asaltó” y nos preguntó si íbamos a los “Snow monkeis”, le dije que sí y nos dio mapas de la zona y nos dijo dónde se cogía el autobús (justo al lado de la estación), desgraciadamente yo no le hice caso porque llevaba desde España un horario de autobuses que me daba a entender que no había muchos, así que mi plan era ir andando 30 minutos hasta el pueblo cercano de Shibu, disfrutando de las vistas porque supuestamente se podía ir al lado del río y aprovechar para visitar ese pueblo balneario porque había visto alguna foto bastante bonita y desde allí coger el autobús hacia el parque.
La realidad fue otra muy distinta, el camino resultó ser por carretera, bastante feo y Shibu no resultó tan bonito, era pequeñín y lo vimos en 10 minutos.
Durante el camino vimos un puesto de manzanas, rojas, enooorrrrmeeees y compramos una para los dos (una manzana 150 Y = 1,15 €) que nos limpiaron y partieron a la mitad en el mismo puesto para que la compartiéramos. La manzana no era nada barata, como suele suceder con toda la fruta en Japón, de hecho hace algún tiempo me comentaron que no es raro que para postre una familia comparta una pieza de fruta entre varios, y la realidad era que estaba buena y tenía una pinta maravillosa pero no dejaba de ser una manzana del mismo sabor que las de España....
En cuanto a Shibu,( www.japan-guide.com/e/e6029.html) si alguna vez pasáis por aquí y no tenéis pensado quedaros a dormir en uno de sus onsen podéis pensar en llevaros una toalla pequeña y así podréis meter los pies en los baños termales de pies públicos que hay en el pueblo. Nosotros desgraciadamente no íbamos preparados y aunque teníamos tiempo de sobra no pudimos probarlos. También hay baños públicos aparte de los que cada alojamiento ofrece. Pero a parte de eso Shibu tiene poco que ver, así que en cuanto pudimos nos fuimos a Yudanaka en el primer autobús que pasó.
Desde donde deja el autobús hasta donde empieza el camino que va a la zona de los monos hay que andar unos 7 minutos y luego otros 30 minutos hasta la entrada del parque (500 Y/persona) por un camino que es prácticamente llano excepto el tramo inicial.
Nada más llegar puedes ver una surgencia de agua y un alojamiento con baños termales.
Una vez dentro se ven son decenas de monos que si bien es cierto que son salvajes y que pueden moverse a su antojo prefieren estar cerca de la zona de las termas porque se han acostumbrado a que el personal del parque los alimente con semillas de modo que los monos se bañan incluso en verano, aunque haga calor, y el comportamiento que en su día surgió de forma casual y se convirtió en una solución para combatir las bajas temperaturas se ha “humanizado”.
Los monos están totalmente acostumbrados a las personas y pasan prácticamente rozándote, obviándote como si fueses una piedra. Por cierto, no conseguiréis hacerle una foto de cerca y de frente a un mono, una foto dónde “miren a cámara”, siempre os apartarán la mirada, o si insistís terminarán levantándose y yéndose a sentar a otro sitio, yo no sé mucho de etología pero intuyo que mirar directamente a los ojos de otro primate en su cultura significa retar al otro mono y se considera una agresión. Sin embargo como están por todas partes os hartaréis de hacer fotos a monos de todas las edades, crías…
acicalándose, jugando, persiguiéndose, bañándose…
También pudimos disfrutar de la otoñada
¿Merece la pena la experiencia? No sé qué deciros, yo iba con mucha ilusión y salí un poco “plof”. El viaje lleva muchas horas desde Tokio y supone un gasto adicional al no estar todo incluido con el Japan Rail. Además es una pena tener la sensación de estar en un zoo más que en un parque con monos salvajes… Pero supongo que si el día se planea como una estancia de relax de una noche en un Onsen de la zona + excursión a ver los monos pues puede resultar una experiencia atractiva, sobre todo si se aprovecha el invierno cuando hay nieve.
Llegamos a Tokio a las 17:00 y directamente nos fuimos al barrio de Akihabara, con todos sus locales de varias plantas de “tragaperras” y de maquinas con juegos diversos, con un ruido atronador… francamente no se cómo lo soportan… y con sus tiendas grandes y pequeñas de componentes electrónicos, etc. y con sus “niñas” manga dando publicidad por la calle y las tiendas manga con sus disfraces y figuras. Toda una locura si eres un friki. Nosotros no lo somos pero aún así nos resultó también curioso de ver.
Ya de vuelta en el hotel comprobamos el parte metereológico para el día siguiente y como auguraba buen tiempo para la zona de los 5 lagos decidimos que ese iba a ser nuestro plan del día siguiente.[/align]