CIENFUEGOS.
Miércoles 29
A las siete menos diez de la mañana estábamos ya dispuestos para subirnos al autobús esperando que el viaje no se hiciese demasiado pesado. La compañía Transtur tiene unos autobuses más modernos y cómodos que Viazul, pero claro, no olvidemos que las carreteras son las mismas para todos… Así que nos esperaban unas cuantas horitas por delante, que habría que intentar sobrellevar de la mejor manera!
La primera parada fue en el Hotel Los Jazmines donde se subió más gente, y de ahí a Pinar del Río donde nos cambiaron de autobús. No entendimos muy bien este cambio, ya que fue bajar todo el mundo y los equipajes para pasarnos a otro bus vacío y seguir viaje... Alguna explicación tendrá, pero no la encontramos. A partir de ahí el viaje se nos hizo mucho más ameno gracias a nuestro vecino de pasillo, un chico libanés que viajaba con dos amigos y que era estudiante del Instituto Cervantes en Beirut. Fuimos charlando sobre temas de lo más variados y el tiempo se pasaba rápidamente.
Sobre la una de la tarde hace una parada en un área de servicios cuando menos curiosa, una especie de minizoo con restaurante, donde se puede comer de plato o bocadillo. Nosotros para tardar menos cogimos la opción bocadillo, y por dos de jamón y queso y dos refrescos pagamos 9 cuc, no nos pareció nada caro al ser la única opción en muchos kilómetros. Es una parada típica de las rutas de autobuses y se nota que está orientada al turismo, hasta con un agradable quinteto que amenizan el rato y sí, es la típica atracción para turistas, pero la verdad que tocaban muy bien y fue de lo más agradable tener esa banda sonora de fondo.
La primera parada fue en el Hotel Los Jazmines donde se subió más gente, y de ahí a Pinar del Río donde nos cambiaron de autobús. No entendimos muy bien este cambio, ya que fue bajar todo el mundo y los equipajes para pasarnos a otro bus vacío y seguir viaje... Alguna explicación tendrá, pero no la encontramos. A partir de ahí el viaje se nos hizo mucho más ameno gracias a nuestro vecino de pasillo, un chico libanés que viajaba con dos amigos y que era estudiante del Instituto Cervantes en Beirut. Fuimos charlando sobre temas de lo más variados y el tiempo se pasaba rápidamente.
Sobre la una de la tarde hace una parada en un área de servicios cuando menos curiosa, una especie de minizoo con restaurante, donde se puede comer de plato o bocadillo. Nosotros para tardar menos cogimos la opción bocadillo, y por dos de jamón y queso y dos refrescos pagamos 9 cuc, no nos pareció nada caro al ser la única opción en muchos kilómetros. Es una parada típica de las rutas de autobuses y se nota que está orientada al turismo, hasta con un agradable quinteto que amenizan el rato y sí, es la típica atracción para turistas, pero la verdad que tocaban muy bien y fue de lo más agradable tener esa banda sonora de fondo.
Sobre las dos y media de la tarde llegamos a Cienfuegos. Gracias a la nomenclatura con números nos fue muy fácil localizar la casa, en este caso la elegida fue el Hostal de Ivan y Lili, y la verdad que fue un gran acierto. Los dos muy majos, la casa muy limpia, la comida y los cócteles riquísimos y muy bien de precio... No podemos menos que dar un diez para ellos y la casa, la recomiendo totalmente y tiene el plus de que si el modo de desplazarse es con Viazul, está a tres minutos de la estación. www.tripadvisor.es/ ..._Cuba.html
Después de descansar un poco salimos a dar una vuelta paseando por el bulevard, la calle principal de la ciudad, donde hay varios restaurantes y se hace la mayor parte de la vida "turística" hasta desembocar en el Parque José Martí, que aglutina a su alrededor los edificios más notables como la Catedral, el Teatro Tomás Terry, el Palacio Ferrer, etc. Este parque es muy bonito y está muy cuidado, pero es de lo poco interesante que yo le vi a la ciudad.
Después por la avenida 37, con su bulevar central y alguna que otra estatua de ciudadanos destacados, y sería la otra "arteria" de Cienfuegos, por la cual salimos hacia el mar. Ya paralelo a él fuimos bajando hasta Punta gorda, viendo alguna casa señorial muy bien rehabilitada, alguna de ellas hoteles, o clubes privados que la gran mayoría de la población no puede disfrutar…
Continuando nuestro camino pasamos por una especie de museo al aire libre con esculturas modernas bastante llamativas, y si bien por la zona hay algún restaurante me imaginaba una zona mucho más turística y con más movimiento. En Punta Gorda hay un pequeño parque con unas bonitas vistas hacia el mar Caribe.
Cuando estábamos en Punta Gorda, decidiendo si ir a tomar algo, caminar más, etc. empezó a llover, pensamos que quizás poco rato, pero no... así que después de estar un rato refugiados esperando que parase cogimos un taxi que por sólo 2 cuc nos llevó de vuelta a casa, con la curiosidad de que el taxista resultó ser vecino de Ivan! Después de cenar nos tomamos algo y charlamos un rato con Iván, el dueño, un auténtico placer conversar con él.
Jueves 30- El Nicho
Para el día de hoy habíamos concertado con Iván que llamase a uno de sus taxistas de confianza para ir al Nicho con el que cordamos un precio de 45 cuc. Antes de irnos de excursión nos acercamos a la estación de Viazul a comprar los billetes para irnos al día siguiente a Trinidad y evitar sustos de última hora, el precio fueron 6 CUC por persona y cogimos el primero de la mañana a las 12:15 horas. Volvimos hacia la casa y salimos para el Nicho sobre las diez de la mañana. El camino es algo más de una hora, pero se nos pasó rápido porque otra vez nos pasamos todo el viaje hablando con el taxista, un hombre también de lo más agradable. Una vez llegamos, entramos y acordamos con él que nos esperase en dos horas y media. Hay que pagar 9 cuc para entrar, y francamente me parece un precio excesivo. El sitio es muy bonito, pero la ruta es muy corta y sólo se ve una cascada y dos pozas, creo que aunque haya que pagar algo para contribuir a la conservación del espacio, lo cual me parece bien, con la cantidad se les ha ido bastante la mano.
En la entrada hay un "mapa" con el recorrido y los diversos puntos de interés:
Lo primero que nos encontramos fue la Poza del amor, había gente bañándose y es bastante pequeña así que seguimos, nos deleitamos un buen rato con la cascada, una verdadera maravilla.
Desde allí subimos al mirador, donde la vista del valle es una auténtica preciosidad
Después retrocedimos unos metros para ir a la otra poza y nos estuvimos bañando un rato. En un principio estábamos solos, después llegó una excursión de alemanes bastante números, así que decidimos seguir el camino.
Apenas unos minutos después de reemprender la marcha se lió a llover pero bien, así que en cosa de cinco minutos estábamos empapados. Intentamos refugiarnos pero debajo de los árboles calaba igual que fuera, y viendo que seguía lloviendo cada vez más decidimos completar el recorrido y salir ya. Fue una pena no disfrutar más del sitio, pero aún así creo que es más interesante Topes de Collantes que el Nicho.
Al salir nuestro taxista estaba allí así que nos metimos corriendo en el coche y de vuelta a casa. Llovió todo el camino y sería el preludio de una tarde y noche de lluvia continua, una pena la verdad.
Al llegar a Cienfuegos salimos con la intención de llamar por teléfono a la casa de Trinidad para confirmar que llegábamos al día siguiente, pero no hubo forma ya que las cabinas no aceptaban cuc, solamente cup. Fuimos a comer a un sitio recomendado por Iván que nos gustó mucho y que recomiendo totalmente, el "Te quedarás" www.tripadvisor.es/ ..._Cuba.html que recibe el nombre de una canción de Benny Moré un famoso cantante cubano . Yo pedí pollo con piña, y después de probarlo varias veces durante el viaje puedo decir que fue el mejor y con mucha diferencia. Mi pareja pidió un pollo a la malta que estaba también buenísimo. Junto con dos bebidas, dos postres y dos cocktails que estaba de cumple y había que celebrarlo, pagamos 39.95 euros.
Al salir de comer dimos una vuelta pero seguía lloviendo, y cada vez más fuerte, así que volvimos a la casa, descansamos un rato y cenamos allí. Al día siguiente nos marchábamos a Trinidad y decíamos adiós a Cienfuegos, una ciudad que no nos cautivó. La imaginaba una ciudad con más encanto y más vida, y en mi opinión es prescindible en un viaje a Cuba salvo que se tenga mucho tiempo. Es cierto que esta segunda tarde querríamos haber ido a visitar la bahía de Jagua ysu castillo, quizás eso hizo que la visita se nos hiciese un poco sosa
Al salir de comer dimos una vuelta pero seguía lloviendo, y cada vez más fuerte, así que volvimos a la casa, descansamos un rato y cenamos allí. Al día siguiente nos marchábamos a Trinidad y decíamos adiós a Cienfuegos, una ciudad que no nos cautivó. La imaginaba una ciudad con más encanto y más vida, y en mi opinión es prescindible en un viaje a Cuba salvo que se tenga mucho tiempo. Es cierto que esta segunda tarde querríamos haber ido a visitar la bahía de Jagua ysu castillo, quizás eso hizo que la visita se nos hiciese un poco sosa