Desayunamos en el hotel ya que lo teníamos incluido en la reserva. El desayuno era oriental con todo tipo de dumplings, noodels y comida local. También servían café y tostadas.
Quedamos con Nancy y Pedro en la recepción del hotel a las 09:00 para dirigirnos a Las Grutas de Yungang a unos 20 km de Datong. De camino pasamos por una mina de carbón y el pueblo donde viven sus trabajadores. A la vuelta nos meteríamos dentro del pueblo con el coche para verlo, si no vais con mucho tiempo tampoco es una visita esencial.
Por fin llegamos a las grutas. La entrada nos costó 125 yuanes por persona. La entrada y los alrededores será todo de construcción nueva del año 2008, todo con dinero público de las olimpiadas. Aunque se ve nuevo no deja de sorprender, pagodas y templos todo en madera. Las esculturas en el interior también de madera. Una vez pasamos la “parte nueva” nos adentramos en el meollo de la cuestión, . Un laberinto de cuevas escavadas en la montaña nos espera, y en todas ellas talladas pagodas a modo de pilares y budas. Algunos de ellos todavía guardan los colores con el paso de los tiempos. Los hay de todos los tamaños desde unos centímetros (los pequeños) hasta 30 - 40 metros.
Alguna de las cuevas están tapadas con estructuras de madera para poder conservarlas mejor. La piedra de la zona es muy débil y las inclemencias del tiempo está haciendo que se deterioren con facilidad. Estas estructuras, por un lado, son bonitas a la vista pero no dejan ver toda el encanto de las cuevas y budas de su interior. Tienes que acceder para poder verlo. Por lo que nos indica Nancy, la idea es tapar todas las cuevas para conservarlas mucho más tiempo.
A la vuelta pasamos por el pueblo habitado por los trabajadores de la mina de carbón. Son como pequeñas ciudades donde tienen sus propias tiendas y colegios. Como curiosidad indicar que las viviendas no tienen cuartos de baño por lo que existen unos edificios públicos, de unas cuatro plantas, con duchas y váteres para la gente del pueblo.
Tanto en Datong como en otras ciudades que hemos visitado durante el viaje, se apreciaba una niebla que cubría el horizonte. Pues dicha niebla no era un comportamiento climatológico si no la contaminación, en gran medida por el número de minas que hay en las regiones. Para el caso de la región de Shanxi, donde está Datong, hablamos de unas 130 así que imaginaros como esta el tema de la contaminación.
Llegó la hora de la comida y Nancy nos invitó a comer en un restaurante local de Datong donde eran típicos los noodels. Tengo que decir que estaba riquísimo pero no me acuerdo del nombre del sitio. Datong es famoso por los noodels.
Con las pilas cargadas nos dispusimos a ir al Templo de Huayan y ver su pagoda en la cual puedes subir y tener unas magníficas vistas de la ciudad. La entrada fueron 45 yuanes por persona. Como curiosidad del lugar decir que es el único templo donde existen 20 guardianes (apsaras) inclinados alrededor del buda en situación de respeto.
Posteriormente fuimos a ver El Muro de los Nueve Dragones, es uno de los tres que se conservan en toda China (uno con las mismas dimensiones en La Ciudad Prohibida, otro más pequeño en el Palacio de Verano y el de Datong). La entrada vale 10 yuanes por persona.
El muro mide unos 50 m de largo por 3 m de alto. Los números impares tienen una simbología importante en la cultura china. En Datong también hay muros de 1, 3 y 5 dragones.
Fuimos dando un paseo hacia el hotel para intentar bordear la muralla y poder hacer alguna foto al atardecer. La cosa fue bastante rápido ya que al acercarnos donde había el foso estaba todo lleno de mosquitos por lo que tomamos unas fotos y nos fuimos despavoridos.
Nos fuimos hacia el hotel para descansar, en el camino en la misma calle, nos encontramos con un grupo de más de 50 personas bailando y haciendo ejercicio. Fue muy gracioso todos al mismo compás.