El vuelo con Wizzair a Skopje tarda unas 2h45'. Llega puntual. El aeropuerto de Skopje es enano, no tiene pérdida. Aunque el avión aterrizó a las 00:30, no hay problemas de transporte a la ciudad, ya que hay autobuses conectados más o menos con los vuelos. Así, mi bus salía a la 1:00 am (reservado en la web de wizzair, aunque no es necesario. Precio 3€, aceptan pago en euros). El bus tiene varias paradas, entre ellas en la terminal de autobuses (a unos 20' andando del centro).
Mi hostel está justo al lado de esta estación (a uno o dos minutos andando). Se llama Valentín Rooms, es una casa con dos cuartos de ocho camas cada uno, que por 7€ (incluidos impuestos municipales) te deja cama, cocina, ducha y wifi. Un chollo, vamos. Muy recomendable. El dueño, que no vive en el apartamento, me estaba esperando.
miércoles 27 de Enero
El día de hoy lo tengo pensado para descansar, descansar, descansar... y ya se verá.
Lo primero que he hecho ha sido acercarme al centro de la ciudad. Skopje es una ciudad cuyo centro está en continua reconstrucción. Al parecer llevan unos años que me río yo de Gallardón... Ciertamente hay muchos edificios de nueva planta (con un estilo barroco que parece que estás en Budapest o Viena) y otro montón en obras. Sobre todo, cerca del río, en la zona de la Plaza Macedonia.
Y no sólo muchos edificios creados de la nada (muy chulos, hay que reconocerlo), sino que aquí habrán contratado a todos los escultores de Europa, porque hay estatuas a patadas, por todas partes y de tamaño entre descomunal y grandioso. Creo que hay más estatuas de caballos, que animales en la estepa húngara
Algunas me han gustado más que otras, ésta sobre la maternidad, me ha encantado:
La zona próxima al antiguo puente de piedra es de lo mejor de la ciudad:
Desde esta parte se puede acceder al otro lado del río, la zona otomana, donde se encuentra el barrio musulmán, con su fortaleza, sus mezquitas y su pequeño bazar
La fortaleza otomana, imagino que reconstruida, es muy bonita. Desde arriba (gratuita) se tiene vistas del resto de la ciudad, ya que está en un promontorio.
Me he movido por el barrio, no muy frecuentado por turistas, a mi aire, disfrutando del te turco (0'30€), de dulces turcos (riquísimos), de vistas a mezquitas majestuosas...
Hasta que me ha contactado Gorjan, un chico de CouchSurfing, para dar una vuelta después de comer. He aprovechado para preguntarle por comida típica. Me ha recomendado unas alubias "tavce grafce", que se terminan de hacer al horno.
Lo he acompañado de unas salchichas de carne sobre barbacoa y una botellita de agua (3'5€).
Me ha dado aún tiempo para volver a bajar al centro, donde he preguntado por alguna ópera o ballet (por desgracia no hay nada hasta el sábado) y he llegado puntual a mi cita con Gorjan.
Me ha llevado a Vodno, un monte a las afueras de Skopje, al que se puede acceder para hacer senderismo. Como ya era un poco tarde (14:30) hemos acercado el coche hasta el punto de acceso con los teleféricos (1'5€) que te suben hasta el punto más alto, con vistas magníficas de los montes de Serbia y de Macedonia. Allí se encuentra una inmensa cruz, visible desde la propia capital, sobre todo de noche, ya que está iluminada con un sinfín de foco alógenos siguiendo la silueta.
Allí hemos estado un par de horitas, charlando de todo un poco, hasta el punto de perder el último teleférico. Ya pensaba que tendríamos que bajar andando (con el camino cubierto de nieve y anocheciendo), cuando Gorjan les ha convencido a los técnicos para bajar con ellos, cuando les tocara. Menos mal.
Ya de vuelta a la ciudad, me ha dejado en el centro, desde donde podía coger un autobús hasta la terminal de autobuses. Así, de paso, podía enterarme del horario de buses para ir mañana al algo Matka.
Hoy a la noche he quedado en ir a casa de otro Csurfer a cenar algo típico macedonio (aún no lo sé, he quedado dentro de 1'5horas). Estoy un poco nervioso porque en su perfil de CS ponía que le iba lo de ir en pelotas en casa ... pero bueno, se verá. Siempre me puedo pillar un taxi y volverme al hostel.
Continuará....
EXCEPCIONAL, sin más y en mayúsculas.
He tomado un taxi para llegar a la casa de Kocho, que está en el centro. Coger taxis es tirado de precio en Skopje. Me habrá costado como 1'5€ el trayecto de unos 10'.
Kocho me había dado las instrucciones para no perderme y allí me he presentado... estaba vestido!! menos mal, pues no tenía muy claro cómo reaccionaría si se me presentaba en pelotas. Pero es que es super atento y educado y ha querido esperar a preguntarme por mis gustos al respecto.
El bueno del macedonio llevaba desde tres horas antes preparando la cena!! La rehostia, vamos.
Hemos conectado desde el minuto cero, me ha explicado un montón de cosas sobre folklore macedonio, sobre su historia, cultura y política... además de hablar del CouchSurfing, por supuesto.
En Macedonia se ve que beben como cosacos y ha preparado un meze con rajika. Vamos un montón de aperitivos con los que engañas al estómago para seguir bebiendo el licor (rajika), que estaba riquísima.
Nos han acompañado después otros tres amigos suyos, con los que hemos disfrutado de una cena más contundente aún (arroz cremoso con pollo hecho todo en el horno): estaba quetecagas.
Entre videos de youtube sobre música macedonia y discusiones sobre Skopje, Grecia, Macedonia.... nos hemos pimplado la botella de litro de Rajika sin darnos cuenta. Claro que hemos estado comiendo desde las 20:30 hasta las 02:00. Lo dicho, una experiencia cojonuda mires cmo lo mires.
Después otro taxi para volver al hostel, que hacía una rasca del carajo para venir andando.
jueves 28 de Enero
El día de hoy, jueves, toca ir al cañón del río Matka y al lago del mismo nombre.
Había leído en un diario que se puede ir en taxi, de hecho ayer pregunté y me ofrecieron el recorrido por 10€. A pesar de ser un precio muy ajustado, el bus nº60, que sale de la terminal de buses cada 100' aproximadamente, te acerca hasta casi la entrada al cañón (última parada) en unos 45'. El precio unos 0'50€ al cambio.
La idea era ir al lago Matka donde comería cocina típica macedonia siguiendo las indicaciones de Kocho, pero el bus no lleva al lago, sino al comienzo del cañón del río Matka. Allí he preguntado a unos chicos, que me han dicho que se podía ir al lago deshaciendo el camino del bus o al cañón siguiendo el camino un poco más. Ellos me han recomendado el cañón.
Al bajarme del bus he escuchado a otras dos chicas (bueno, hemos sido los únicos que se han bajado) que hablaban catalán, así que he aprovechado para presentarme y hemos pasado toda la mañana juntos. Ya es casualidad!!
Hemos recorrido unos pocos kilómetros del cañon, que tiene unas vistas bien chulas (no las mejores que haya visto, claro.... Recuerdo alguno en Suiza o más recientemente en Chiapas que me impactaron bastantes más). Se puede remontar en barca, aunque en este momento simplemente no hay turistas o ir andando por un sendero bien señalizado.
Como no nos habíamos preparado el viaje, Laia y Laura han venido a Skopje de manera impulsiva, como yo... no sabíamos a dónde nos llevaría el cañón, así que al de una hora aproximadamente nos hemos vuelto por el mismo camino. En las dos horas de trayecto no hemos visto alma alguna.
Una vez en el comienzo de nuevo, hemos preguntado para hacer dedo hasta el lago y nos han dicho que se llega por el propio cañón... al terminar el mismo... No me jodas!!! Si llegamos a saberlo, hubiéramos continuado hasta el lago, que parece tan chulo en las fotos... pues nada habrá que volver a Macedonia, pero esta vez con los deberes hechos.
Hemos hecho tiempo en el restaurante del cañón, martirizado por la música de Enrique Iglesias durante más de una hora. Menos mal que Laia y Laura han sido unas compañeras encantadoras y he pasado una mañana fantástica con ellas.
Ya de vuelta al Skopje, he comprado el billete de bus para ir mañana a Ohrid (11:00) y me he dirigido al hostel. Hostias!! Que he perdido la llave! Y no hay ni Dios dentro de la casa! Este tipo de cosas sólo me pueden pasar a mí, jodé.
Pues nada, que preguntando a unos chicos aprovecho para coger un autobús que me lleva al centro (hacía frío y no quería andar por la carretera) donde visitaré el Museo del Holocausto de los Judíos de Macedonia, situado al otro lado del puente de piedra, en la zona más "turística" de esta ciudad tan poco turística.
El museo, como la mayor parte de las cosas en la ciudad, es gratuito. Además hace calorcito dentro y hay baños públicos. Además de estas importantes razones, el museo cuenta con tres plantas en las que se cuenta más que el propio holocausto sufrido en 1942-43, cuando prácticamente todos los judíos de Macedonia fueron conducidos a Treblinka donde fueron asesinados en las cámaras de gas. Se salvaron unos pocos que pudieron huir a Albania, que estaba bajo el dominio de los italianos... y ya sabemos que estos no son tan "organizados", tampoco cuando se trata de un genocidio.
El museo es una visita interesante, para más de una hora fácil.
He recibido un mensaje de Kalina, la chica de Couchsurfing con la que iba a coincidir a la tarde, que tiene que trabajar finalmente y que no podremos encontrarnos... Una penita.
Aprovecho para acercarme a la Filarmónica Macedonia, donde hay un concierto con obras de Liszt y Mahler, con la confianza de que los tickets sean económicos, como todo en el país. Pero resulta que ya no quedaban entradas, así que opto por pasear bajo el frío, dirigirme al antiguo bazar a callejear.
Junto a la filarmónica se encuentra el museo memorial a la beata Teresa de Calcuta, nacida en Skopje. Es un pequeño museo: bien merecido el reconocimiento.
Cerca queda el museo de la ciudad (gratuito) donde se puede apreciar la hora exacta a la que tuvo lugar el terremoto trágico de 1963 que arrasó con toda la ciudad. No han vuelto a ponerlo en marcha desde entonces.
No serían aún las 7:30 pm cuando estaba ya desierto. Ha sido difícil encontrar un sitio donde cenar algo... De hecho, he pasado por delante de la tasca de ayer, estaban cerrando y me han saludado (se acordaban). Les he preguntado por algún sitio donde cenar algo, que todo estaba cerrado y se han ofrecido a prepararme una mesa y un plato generoso de Gulash. Aunque me he negado al principio, han insistido y he optado por aceptar el ofrecimiento, visto que todo estaba chapado.
El gulash, creo que el más sabroso que he probado (y he tomado en Hungría, Bosnia & Herzegovina, Bulgaria, Serbia....). Simplemente delicioso. Bueno, y el hambre que tenía, pues aún no había almorzado nada.
Sólo quedaba buscar un autobús para acercarme al albergue, en el centro de la ciudad. Por supuesto, para llegar a la parada habré pasado por unos 15 caballos y otros tantos personjes históricos. Incluido un majestuoso arco de triunfo.
De vuelta al hostel para tomar un cafecito y actualizar el diario, además de reservar algún hostel para
mañana y pasado en Ohrid.