Descubriendo Obidos, el Palacio de Mafra, el Cabo de Roca y Cascais. ✏️ Diarios de Viajes de Portugal

Hoy es un nuevo día y como los demás a lo largo de nuestras vacaciones el buen tiempo nos acompaña, nuestra ruta de hoy comienza en Obidos y termina en Sintra lugar donde dormiremos durante dos noches, la distancia son 150 Km ya que durante nuestro recorrido pasaremos por el Palacio de Mafra, comeremos en el famoso pueblo pesquero de Ericeira, visitaremos el Cabo da Roca y desde aquí bordearemos la carretera costera para llegar a Cascais y terminar en Sintra.

Hemos madrugado algo porque sabemos que al ser un pueblo tan visitado empezaran a llegar autobuses llenos de turistas sobre todo procedentes de Lisboa que hará que pasear entre sus calles sea una cosa complicada así que a las nueve de la mañana ya estábamos accediendo al interior de la zona amurallada a través de su principal monumento, la Porta da Vila, y que a día de hoy esta antigua puerta sigue siendo la entrada principal de la localidad intramuros, en el interior de la Puerta hay una especie de oratorio con un balcón que esta decorada con unos típicos azulejos blancos y azules del siglo XVIII que representan la pasión de Cristo. Desde esta puerta parten sus dos calles principales, una es la Rua Direita de la que ya se tenia constancia en el siglo XIII, esta calle llena de restaurantes y tiendas de artesanía nos lleva directamente primero hasta la iglesia de Santiago ahora reconvertida en librería y despues al castillo, la otra llamada rua de Josefa de Obidos nos lleva hasta la iglesia de la Misericordia pasando por la capilla de San Martin, el ayuntamiento y la iglesia de San Pedro. Pero antes de descubrir los entresijos de sus calles subimos a su famosa muralla que rodea todo el pueblo y desde donde obtendremos buenas vistas de los tejados y casas pintadas de blanco de Obidos, además de los campos que la rodean, para acceder a la muralla lo largo de la misma hay varios puntos de acceso, hay que decir que en algunos tramos el paseo se hace algo difícil por su dificultad, una vez recorrida parte de su muralla ya que recorrerla entera supone seguramente más de una hora de paseo, decidimos que es momento de hacer el paseo por sus calles empedradas y llenas de ambiente sobre todo a horas puntas.

A lo largo de sus calles hemos podido comprobar que Obidos es famoso también por un licor llamado “ginja” este licor de sabor dulce se obtiene de la maceración en aguardiente de las cerezas de la clase morello, en algunos bares de aquí te lo sirven en una taza de chocolate.

Recorrer el pueblo intramuros con su paseo por parte de la muralla nos ha llevado dos horas y media, el día anterior ya habíamos visto algo de sus calles tanto antes de entrar al mercado medieval como después cuando volvíamos al alojamiento, así que tras pasar por la oficina de turismo y ver el crucero de la memoria construido en el siglo XV para recordar la victoria de D. Afonso Henriques sobre los moros, cogemos el coche y nos dirigimos a nuestro siguiente destino, el Palacio de Mafra, el trayecto nos ha llevado menos de una hora por la autopista de peaje manual A8, en Mafra aparcamos en la avda Movimento das Forzas Armadas, concretamente al lado de la of. de turismo, es gratis y esta situado al lado del Palacio, según nos acercamos mas al Palacio vemos un gran aparcamiento y creo que era gratuito.

Sobre Mafra decir que es una ciudad portuguesa situada a poco mas de 30 Km al Noroeste de Lisboa, es famosa por ser el lugar donde se encuentra un enorme Palacio que se sufrago con el oro que se traía de Brasil, este palacio es el monumento Barroco más importante de Portugal y dentro de su gran superficie hay 1200 habitaciones, más de 4700 puertas y ventanas, 156 escaleras… Este Palacio fue mandado construir en el siglo XVIII por el Rey Juan V como consecuencia de una promesa que hizo a su mujer en la cual si le daba descendencia construiría un gran Palacio, y como toda promesa si se cumple es deuda pues dicho y hecho ordeno su construcción. En un principio iba a ser un pequeño convento que ocuparían unos frailes franciscanos pero al final se le fue de la manos… el oro proveniente de Brasil como no se daba acabado le hizo cambiar de opinión, por lo que al final se decidió a realizar esta gran obra.

Dentro de la gran superficie del Palacio de Mafra solo es visitable una pequeñísima parte del mismo entre la que se incluye la basílica, parte del convento y una parte del Palacio Real incluyendo su gran biblioteca, iniciamos nuestra visita en la primera planta donde se situa El convento, según parece en algunos momentos llego a ser ocupado por más de 300 monjes franciscanos hasta que la reina María II en 1834 ordeno la disolución de las órdenes religiosas lo que llevo a que sucesivamente fuera ocupada por unidades militares hasta nuestros días, hoy es la sede de la escuela de formación de la infantería. Dentro de esta parte del edificio se puede visitar, una de las cocinas, la enfermería, la botica, la recreación de varias habitaciones destinadas para los monjes que actuaban de enfermeros. Hay una parte del convento que solo se puede visitar con visitas guiadas. Desde esta parte del edificio y terminada la visita accedemos a la segunda planta donde se encuentra las salas que ocupaban los Reyes del Palacio Real, a lo largo de sus pasillos veremos los aposentos privados del Rey en el Torreón Norte, la sala de música conocida con el nombre de sala amarilla y lugar donde se recibía a los invitados, la sala de caza donde se puede ver mobiliario del siglo XIX fabricado con astas de venados, gamos…, al final de estas salas se encuentra su famosa Biblioteca que con forma de cruz se situa en el ala este del edificio. El Rey Juan V de Portugal quiso que fuese una de las mejores bibliotecas de su tiempo así que decidió adquirir los mejores libros de la época y mando emisarios por todo el mundo para que consiguieran lo mejor y las más recientes impresiones del momento. La biblioteca en la actualidad tiene más de 36000 volúmenes que van sobre todo desde el siglo XV al XIX abarcando todo tipo de temas. Como curiosidad sobre esta biblioteca, decir que hay una colonia de murciélagos a los que se les deja salir por la noche para que coman todos los insectos que puedan dañar los libros, esta forma natural de conservación para controlar los insectos que puedan ser perjudiciales para los libros se lleva haciendo desde hace 300 años.

En la biblioteca termina la visita por lo que hacemos el camino de vuelta y bajamos para visitar la basilica pero cual es nuestra sorpresa que cierra a la una de la tarde y ya no podemos visitarla, solo pudimos ver el interior desde la llamada sala de la bendición que se encuentra en la segunda planta del Palacio, sobre La Basilica, decir que ocupa la parte central del edificio es de estilo Barroco y de planta de cruz latina con una longitud de casi 59 metros de largo. La cúpula de la basílica con 65 metros de altura y 13 metros de ancho fue la primera que se construyó en Portugal. En su interior se encuentran también un conjunto integrado por seis órganos concebidos y dispuestos para tocar conjunta y simultáneamente, según parece fue un hecho innovador que ha conllevado por ejemplo que en la biblioteca haya partituras con obras que solo pueden ser representados con estos órganos, ya que en otros órganos de otras iglesias sería imposible su reproducción, en total son casi 15000 los tubos de estos órganos que van desde los 6,98 metros del tubo más grande a los 24 milímetros del tubo más pequeño. Para el que lo desee de vez en cuando se puede disfrutar de conciertos de órgano con una duración de una hora.

Se acerca la hora de comer, así que era hora de tomar rumbo al pueblo pesquero de Ericeira que se encuentra a 10 km mas o menos de Mafra y comer en alguno de sus famosos restaurantes, donde su especialidad son el pescado a la parrilla o visitar alguna de sus marisquerías y comer el arroz de marisco, al final después de pensarlo un poco y como dentro de un par de días ya teníamos pensado visitar un restaurante en en otro pueblo pesquero llamado Sesimbra para comer algún pescado a la parrilla, decidimos que hoy iríamos a comer el arroz de marisco, así que dicho y hecho después de hablar con varias personas en Ericeira mientras dábamos una pequeña vuelta por sus estrechas calles, vemos que varias coincidieron en recomendarnos un restaurante a la salida del pueblo en dirección a Ribamar llamado Marisqueria Cesar, pues allí nos fuimos y en 2 minutos en coche estábamos en su aparcamiento, en su interior tomamos unos mejillones al vapor, una ensalada de pulpo y media de arroz con marisco ya que para dos llega, incluso a nosotros nos sobro un poquito, con los postres no pudimos, bebimos agua y dos cafés, el precio anduvo en los 40 euros, sobre el precio decir que fue normal para la zona, el restaurante tiene aparcamiento propio, en el restaurante recién reformado destacan los amplios ventanales quedan al mar, el personal fue amable y en definitiva un restaurante que se puede recomendar si lo que deseas comer es marisco o el arroz de marisco como fue nuestro caso.

Terminada la comida cogimos dirección Azenhas do Mar, donde hicimos la típica foto desde el mirador que hay a la salida del pueblo de sus casas blancas encaramadas a lo largo del acantilado y sus piscinas naturales, pero nuestro destino no era este, sino una playa situada mas al sur concretamente (aqui) llamada Praia Grande, aquí descansamos un rato de las visitas turísticas además de darnos un baño que se agradeció bastante ya que aunque el calor no apretaba demasiado si que se agradecía darse un baño, a lo largo de este recorrido hay muchas playas donde relajarse, si alguno quiere encontrar alguna playa os dejo este enlace donde se habla de todas las playas de la costa portuguesa.

Después de dos horas partimos hacia el cabo de Roca que se encuentra a poco mas de 10 Km, el trayecto nos lleva unos 20 minutos ya que las carreteras son estrechas y hay bastante trafico, una vez llegado al destino no hay problema de aparcamiento ya que hay muchas plazas, El Cabo da Roca es una popular atracción turística por el paisaje de la zona ya que permite unas vistas de 360º del parque natural de Sintra-Cascais y de la costa con sus acantilados con sus casi 150 metros de altura, hay varios senderos por los alrededores donde se obtienen vistas espectaculares. En este cabo hay un faro que es el tercero más antiguo de Portugal, al lado está situada la oficina de turismo y para el que lo desee puede obtener un certificado que acredita que estuvo en el punto más occidental de la Europa Continental pagando la correspondiente tarifa.

Se va acercando la hora de cenar así que tomamos rumbo a Cascais por una carretera costera que según vamos recorriendo podemos ver que debía ser una zona estratégica militarmente hablando ya que vamos encontrando pequeños fuertes en ruinas, durante la ruta hacemos una pequeña parada en Cabo Raso, este es un cabo que nos encontramos de camino a Boca do inferno en Cascais y una vez pasada la playa do Guincho, no tiene mucha visibilidad ya que tiene poca altura, en este paraje se encuentran las antiguas ruinas de un fuerte llamado de San Brao del siglo XVII que fue construido junto con otras fortalezas también en ruinas a lo largo de la costa para evitar el desembarco de tropas en las playas que se sitúan al norte del fuerte. En lo que queda del fuerte se ha instalado un faro metálico pintado de color rojo de 13 metros de altura.

Desde aquí nos seguimos acercando a Cascais para llegar a la Boca do inferno, tenemos mucha suerte ya que conseguimos aparcamiento justo enfrente de la entrada, según parece antiguamente era una cueva, pero la acción continuada del golpeo de las olas del mar fue haciendo que la parte superior de la cueva fuera desapareciendo, hoy en día son unos pequeños acantilados con multitud de huecos y el nombre del mismo viene por el ruido que hace cada vez que una ola golpea en las paredes de los diferentes huecos, que provoca según las leyendas que se han ido creando que puedas oír a los moradores del infierno y entre ellos al demonio gritar, aunque para eso tiene que coincidir que haya mar revuelto y mucha imaginación. Desde el parking se accede a través de un camino a una gran terraza donde poder admirar los acantilados y el océano Atlantico, en la entrada hay varios puestos de helados y recuerdos así como un restaurante y un café.

El Cabo do Inferno se encuentra a poco mas de 1 km de Cascais, por lo que nos acercamos mas al centro de la villa con el coche, volvemos a tener suerte ya que aparcamos justo enfrente de la Ciudadela, normalmente es aparcamiento regulado pero a estas horas ya es gratuito, antes de ir al centro de la villa vamos dando un pequeño paseo de 5 minutos que nos acerca hasta La Casa de Santa Maria, este palacete de principios del siglo XX fue mandado construir por un aristócrata irlandés, aunque no entramos porque está cerrado pero según el folleto que tenemos, de su interior destacan unos azulejos del siglo XVII y sus techos de madera pintados al óleo, entre sus paredes se han alojado el rey Humberto II de Italia, los Condes de Barcelona o los Duques de Windsor, como información adicional para entrar decir que el lunes permanece cerrado y hay la posibilidad de comprar entrada combinada con el faro de Sta Marta que se sitúa al lado.

Faro de Sta. Marta es un pequeño y bonito faro situado justo al lado de la casa de Sta. María y en cuyo interior alberga un museo donde a través de objetos y audiovisuales explican la vida de los fareros e historia de los faros de Portugal.

Cuando nos dirigimos hacia en centro de Cascais andando, podemos comprobar que el famoso parque Marechal Carmona esta cerrado, así que dejaremos su visita para pasado mañana y nos acercamos al centro de la villa para buscar un lugar donde cenar algo rápido y ligero, ese sitio lo encontramos en la plaza 5 de Octubre, en esta plaza presidida por la estatua de D. Pedro I se sitúa el ayuntamiento, la oficina de turismo y puede decirse que la puerta de entrada a la zona más comercial de Cascais, después de tomar algo damos una pequeña vuelta por sus calles peatonales y vemos claramente que el turismo ha influido mucho en la estampa de esta villa por la cantidad de terrazas con sus mesas donde tomar algo y sus pequeños comercios. Son mas de las 10 de la noche y va siendo hora de irnos a Sintra a nuestro alojamiento ya que a las 12 ya no hay nadie en recepción. A Cascais volveremos pasado mañana de camino a Sesimbra para ver algo más de sus atractivos, pero ahora toca irnos a Sintra el trayecto son unos 20 Km que nos lleva unos 20 minutos, son casi las once de la noche y no tenemos problemas de aparcamiento al lado de nuestro alojamiento el Palacio de Sintra B&B una vez que la mayor parte de los visitantes de la villa la han abandonado hasta el día siguiente. Bueno y hasta aquí llega nuestra etapa de hoy en nuestro diario, mañana será otro día y que pasaremos íntegramente en la villa de Sintra, así que hasta la siguiente etapa gente viajera.