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El remate de la ruta que finaliza en Tirana, no será en Albania si no en la vecina Macedonia, a cuya frontera llegamos desde Berat en unas 3 horas y pico, y desde donde solo quedarán tres cuartos de hora más hasta nuestro destino en Ocrida, u Ohrid, a orillas del lago de doble nacionalidad.
Tal como llegamos, matamos directamente el tema comida engullendo unas hamburguesas, para disponer de más tiempo para la visita, y sin más dilación, embarcamos en un bote para navegar al atardecer, alrededor del acantilado del pintoresco peñasco de la
IGLESIA DE SAN JUAN KANEO
una iglesia ortodoxa de influencia armenia y techos cruzados, del siglo XIII, que debe su fama sobre todo a su emplazamiento en un acantilado al borde del lago, que la ha convertido en postal de Ohrid, y punto de encuentro para la contemplación de atardeceres.
Con los pies en tierra, tomamos el sendero que asciende desde San Juan Kaneo por la colina del acantilado donde se encuentra la iglesia. Este cerro, cuya cima está culminada por la Fortaleza de Samuel, es conocido como
LA COLINA DE PLAOSNIK
un conjunto arqueológico de primer orden en Macedonia, ya que contiene importantes restos y edificaciones históricas. La primera de ellas, es el reconstruido
MONASTERIO DE SAN PANTALEÓN
templo fundado en el siglo IX por San Clemente, patrón de Macedonia, con dos objetivos principales, el litúrgico y el docente. A tal fin, el santo levantó sobre los cimientos de una antigua iglesia paleocristiana, un monasterio universidad que dio cabida hasta a 4000 estudiantes, a los que San Clemente se dedicó a enseñar el alfabeto cirílico, un compendio del griego, el hebreo, y del arcaico glagolítico aprendido de sus maestros Cirilo, en cuyo honor Clemente bautizó cirílico a su alfabeto, y su hermano Metodio.
Este monasterio escuela, considerado una de las primeras y más antigua universidades de Europa, contiene gran cantidad de mosaicos, y los restos del baptisterio en el cual eran bautizados los discípulos, además de la cripta con la tumba del santo.
En el 2007, los arqueólogos descubrieron en las excavaciones, una colección de unas 2400 monedas venecianas, que les llevaron a vincular comercialmente a Ohrid y Venecia. Considerada como la más sagrada iglesia ortodoxa de Macedonia, es un lugar de peregrinaje y centro de la celebración de las festividades religiosas, como la Pascua y la Navidad. Unos cuatrocientos metros más de sendero de subida, y aparecen las murallas de la
FORTALEZA DE SAMUEL
mencionada en crónicas del año 476, esta fortaleza lleva el nombre del Zar Samuel, que como emperador del Imperio Búlgaro, reinó en Macedonia entre los años 976 y 1014, y que reforzó, amplió, y restauró toda la fortificación durante su gobierno, después de trasladar la capitalidad de Macedonia de Skopie a Ohrid. La fortaleza que ocupa toda la cima de la colina, protegía a Ohrid por su flanco montañoso con muros de 3 kms de extensión. En total, la fortaleza tiene 18 torres y cuatro puertas.
Desde la puerta de entrada, se deja atrás la fortaleza en dirección a la ciudad, por la vía empedrada de Kuzman Kapidan, siempre acompañados de las magníficas vistas del lago y bordeando por la ladera superior de la colina, la Ciudad Vieja de Ohrid, llamada Varosh.
Dos recodos de la calle dejan en el casco antiguo de Varosh, donde cerca de la puerta superior de escamas de metal de las murallas y bajo la pequeña pero hermosa iglesia de barrio de Santa Bogorodica al pie de las ventanas de las casas bajas y con un jardincillo vallado en la entrada, se llega al cráter del
ANTIGUO TEATRO
de entre el siglo III y II antes de cristo, el teatro de unos 4000 asientos, fue construido en este hueco entre dos colinas, para protegerlo del viento y mantener una perfecta acústica durante las representaciones. A día de hoy, aún se pueden observar los nombres grabados en los bloques de piedra de los asientos reservados de ciudadanos prominentes de Ohrid.
Con la llegada de los romanos, el teatro fue reconvertido en un circo arenoso, de esos de espectáculos con fieras zampa cristianos y gladiadores rompe huesos. Como en los menús que se sirvieron en el teatro durante la época romana, se masticaron unos cuantos cristianos de Ohrid, a la que se fueron los romanos, el lugar fue enterrado de inmediato, lo que permitió conservarse en buenas condiciones a una buena parte de la estructura, que fue la que se descubrió por accidente en los años 80. Tras una restauración y la reconstrucción del escenario, el teatro acoge a día de hoy diversos acontecimientos culturales, como el Festival de verano de Ohrid.
Seguimos descendiendo la colina en dirección al lago, por las enrevesadas calles del casco viejo, y llegamos a la explanada de otro de los puntos imprescindibles de Ohrid, la
IGLESIA DE SANTA SOFÍA
que es la más grande de Ohrid, y una de las bizantinas más importantes de Macedonia, por la cantidad y calidad del arte medieval que atesora. Sede del arzobispado de Ohrid, y reconvertida posteriormente en mezquita, esta catedral del siglo XI sostenida por columnas y con un apacible jardín exterior, conserva una sobresaliente colección de frescos bizantinos de entre los siglos XI y XIII, aunque parte de ellos hayan perdido la viveza de sus colores. Otro de sus dones, es una exquisita acústica que la ha convertido en la actualidad en un auditorio para conciertos.
De la plaza frente a los jardines de Santa Sofía, arranca Zar Samuel, una angosta calle empedrada que desemboca casi en el puerto frente a la estatua de San Clemente, y que es una sucesión de rincones de comercios pequeños, joyerías, bares, y blancas casas tradicionales macedonias de rectangulares pisos escalonados invertidos, con la planta baja de piedra, muchas ventanas y aristas perfiladas en madera. Entre las que contiene la calle, están las casa Robev y la casa Urania, que comparten la sede del Museo Nacional.
Otra lugar interesante de la calle, es la encantadora tienda galería del Taller Nacional de papel hecho a mano, donde un artesano muestra como confecciona papel a la manera tradicional, proceso que llevan realizando en Ohrid desde el siglo XVI. Luego, se puede adquirir alguno de los trabajos realizados y puestos a la venta.
Al día siguiente, el plan son varias interesantes visitas a lo largo de los aproximadamente 30 kms de orilla este del
LAGO DE OHRID
que con 2/3 partes de superficie y dos poblaciones grandes, Ohrid y Struga, pertenecientes a Macedonia, y un tercio de territorio y la población de Pogradec, en territorio de Albania, tiene un perímetro de unos 90 kms, y es uno de los más antiguos del mundo, junto con el Titicaca y el Baikal, ya que tiene unos dos o tres millones de años de edad. En el habitan unas 200 especies endémicas entre plantas y animales, y aunque hay ríos y arroyos que afluyen al lago, su volumen de agua proviene principalmente de la aportación de un lago vecino, el Prespa, a través de canales subterráneos que atraviesan la montaña que los separa, y que da nombre al
PN GALICICA
que con picos de 2000 metros, hace de biombo entre ambos lagos y por ello tiene costa tanto en el Ohrid como en el Prespa. Galicica, aparte de ser un mirador imponente sobre los dos lagos, tener unas cuantas cuevas, poderse practicar senderismo o parapente, tomar el sol en las pequeñas calas alrededor del pueblo rural de Konjsko, navegar hasta la isla de Golem Grad en el lago Prespa, o admirar iglesias rupestres de la zona, como la de la Santa Madre de Dios de Pestani, contiene otros lugares visitables como
LA BAHÍA DE LOS HUESOS
una atracción turística creada hace menos de una década, basada en los descubrimientos realizados por arqueólogos submarinos entre los años 1997 y 2005. La investigación, que partió del conocimiento de la riqueza de asentamientos prehistóricos en palafitos en Ohrid, permitió descubrir varios miles de restos de pilares de madera a una profundidad de entre 3 y 5 metros, así como utensilios de pesca, vasijas, pedernales, huesos de animales, datados a caballo entre la Edad de Bronce y la Edad del Hierro. Del descubrimiento, se dedujo que todos estos pilares soportaban una plataforma de madera con una veintena de cabañas, a unos 10 metros de la orilla del lago, y de un tamaño de 155 x 55 metros, conectada con tierra firme por un puente de madera.
El Museo en el agua o Bahía de los huesos es un complejo en el que se puede ver el asentamiento palafítico reconstruido, con 24 cabañas, y la reproducción de un castrum romano (campamento militar) en la montaña sobre la bahía, con la intención de mostrar la vida de los pueblos prehistóricos en el lago de Ohrid, además de ofrecer actividades varias, como la posibilidad de bucear entre los restos de los pilares prehistóricos. La atracción se encuentra a unos 15 kms de autobús a 1 euro desde Ohrid, de camino al
MONASTERIO DE SAN NAUM
situado sobre un acantilado a 28 kms al sur de Ohrid, y a solo 2 kms de la frontera con Albania, fue construido por San Naum de Ohrid, alumno de San Cirilo y Metodio, y cofundador de la escuela de literatura de Ohrid. El monasterio fue renovado y ampliado durante los siglos XVI y XVII.
La iglesia bizantina del monasterio, dedicada a los arcángeles Gabriel y Miguel, es del siglo X, pero tras ser destruida por los otomanos en el XV, fue reconstruida entre el XVI y el XVII. Dentro está enterrado el santo, y cuenta con un iconostasio de madera y unos iconos, considerados de los más bellos de los Balcanes, que datan del siglo XVIII, y unos frescos del XIX.
El complejo es un lugar muy popular entre la gente de Ohrid por la belleza del paisaje, ya que en el paraje se encuentran los manantiales del rio Crni Drim en las laderas de las montañas de Galicica, que llegan hasta las aguas del lago, donde en la orilla a los pies del monasterio hay playas de arena para tomar el sol o bañarse en el agua bastante limpia del lago.
Además, el complejo del monasterio tiene zonas ajardinadas rodeadas de fuentes, con pavos reales, y hay montado un gran centro de ocio con hoteles, bares y restaurantes, tiendas de souvenirs, y operadores que ofrecen excursiones en barco, o botes para dar un paseo.
A San Naum, se puede ir en barco desde el puerto de Ohrid por unos 10 Є i/v, o coger por unos 2 Є, uno de los varios autobuses al día que salen de la estación de Ohrid, y también hacen parada en la Bahía de los huesos. La entrada al monasterio cuesta 1'7 Є (100 dinares)
Hemos dejado la tarde para pasear por Ohrid antes de volver a Tirana, para dormir y coger el avión al dia siguiente, pero nos queda suficiente tiempo para una caminata de un par de horas por Galicica, antes de comer en
ELSHANI
un pueblo a 10 kms al sur de Ohrid en la ladera de Galicica, con vistas panorámica del lago, y un relajado y encantador ambiente rural, ideal como base para hacer caminatas por la montaña, escalar, o hacer mountain bike. Elshani, es un buen núcleo de turismo rural, y hay alojamiento, guías de montaña, y sitios para disfrutar de comida verdaderamente casera, y de los productos elaborados por sus vecinos.
Nosotros hemos quedado con uno de ellos, Risto, que conoce la montaña como la palma de la mano, ya que al igual que ya hacen solos sus hijos de 11 y 13 años, aprendió de niño a conocer y recorrer los senderos por las montañas de Galicica, y la fauna y la flora que las pueblan. Risto es agradable, y nos compone una caminata a medida de un par de horas, teniendo en cuenta la llovizna, la amenaza de lluvia y nuestro estado físico. El bosque no es extraordinariamente rico en vegetación porque es mediterráneo, pero es gratificante y con unas panorámicas magníficas.
De regreso en el pueblo, vamos a su casa, la Guest House Risto, donde su encantadora mujer Anita, nos prepara una comida casera casi memorable con productos de su huerto, bebidas elaboradas por ellos y animales de sus corrales, en platos uno detrás de otro que empiezan a aparecer sobre la mesa: ensaladas, tomates, pimientos, vino de las uvas de sus parras, crema de pimientos con yogur, repollo, col rellena, patatas, zumo de cerezas de elaboración propia, pastel de verdura, pollo con salsa de mostaza, pan casero, pimientos asados, y churros con caramelo de postre. Todo ello en la terraza de su casa, entre las viviendas y los huertos del pueblo. Un diez.
De vuelta en Ohrid, queda tiempo para dar una última vuelta o gastar dinares en regalos, artesanía o en las tradicionales perlas de Ohrid, que elaboran en un proceso secreto con escamas de un pez endémico del lago llamado Plashica, nácar y conchas marinas, dos familias, los Talev y los Filevi, desde hace un siglo. Muchas de estas joyerías, junto con tiendas de todo tipo, restaurantes, y multitud de terrazas para tomar algo, se encuentran en la avenida San Clemente, que arranca casi en el puerto, a la izquierda de la estátua del santo.
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