Día 15 (30/08/16): Grand Canyon National Park- Williams
Después de visitar la zona de Desert View Road y sus miradores en coche, y sobrevolar el Cañón en helicóptero el día anterior, tocaba acabar de disfrutar de los miradores de la zona oeste del South Rim recorriendo la Hermit Road. La Hermit Road, como decíamos en la etapa anterior, es una ruta escénica que discurre a lo largo del lado oeste de Grand Canyon Village durante 11 km, hasta Hermits Rest. Este recorrido en verano está cerrado a los vehículos particulares y solo puede hacerse en el bus de la línea roja (ver etapa anterior, información práctica) o bien caminando por el Canyon Rim Trail, el sendero que bordea el cañón. Nosotros alternaríamos las dos formas, hay paradas de bus a cada milla, aproximadamente, así que no hay problema en hacerlo así. Lo hubiésemos hecho todo andando, pero el calor era muy intenso según se acercaba el mediodía algún pequeño tramo en autobús cayó .
Antes que nada, estando alojados en el Bright Angel Lodge no podíamos dejar de descender un tramo del vecino Bright Angel Trail, un sendero de 15.9 km de largo y 1340 m de desnivel que desciende desde el borde del cañón hasta Phantom Ranch, al otro lado del río Colorado. Hay que tener en cuenta que las temperaturas en el Gran Cañón aumentan a medida que se desciende, así que los que quieran hacer esta ruta deben informarse bien antes de ir y seguir las indicaciones del parque: ir bien provistos de agua y no intentar hacer la ruta ida y vuelta en un mismo día (sobre todo de Mayo a Septiembre), sino pernoctar al fondo del cañón y emprender la subida al día siguiente temprano (ya que obviamente es el tramo más duro). En el fondo del cañón hay un clima sub-tropical seco, y pueden alcanzarse temperaturas muy elevadas.
Así que nos levantamos a las 6 y a las 7 estábamos en marcha hacia el fondo del cañón. El camino está bien trazado, pero se desciende con un precipicio considerable a uno de los lados, y no es demasiado ancho. Bajamos muy poquito, lo justo para ver el inicio de la ruta (no pudimos avanzar más porque Xavi tiene vértigo y empezaba a afectarle). El Bright Angel Trail es el sendero más popular, y desciende en cerradas curvas hasta el fondo del cañón:
Cambiamos el trail frustrado por un café de litro en el Bright Angel Lodge. Vimos que de 8 a 10:30 salía de allí mismo una actividad con ranger llamada Rim Walk, así que decidimos apuntarnos y realmente fue muy interesante… Se trataba de recorrer parte del Rim Trail, el sendero que recorre el borde del cañón desde el Village hasta Hermits Rest, en compañía del ranger, que nos iba explicando cosas, concretamente hasta Hopi Point. Luego seguiríamos el tramo restante hasta llegar al final de la Hermit Road por nuestra cuenta, así que perfecto, coincidía con lo que queríamos hacer, pero mejorado. En la zona, mientras esperábamos al ranger, vimos a este amiguito:
Primero tomamos la línea roja de autobús hasta el Trailview Overlook, donde empezaron las vistas y las explicaciones. Vuelvo a poner el esquema de las paradas, aunque ya estaba en la etapa anterior:
El ranger afirmaba tener el mejor trabajo del mundo, y se sentía muy afortunado por poder dedicarse a recorrer el Gran Cañón cada día de su vida. No pondré fotos por respeto a su intimidad, pero la verdad es que fue muy instructivo y nos gustó habernos apuntado. Si vuestro nivel de inglés os lo permite, una actividad con ranger es 200% recomendable en cualquiera de los Parques Nacionales de USA.
Trailview Overlook es la primera parada de la ruta, situada 1.1 km al este de Hermits Rest Transfer (el punto desde donde sale el bus, junto al Bright Angel Lodge) y a 1.1 km de Maricopa Point, la siguiente parada. Este mirador ofrece buenas vistas del Bright Angel Trail zigzagueando hacia el fondo del Cañón. También se puede ver el distrito histórico del Village, incluyendo el hotel El Tovar. Hay varias zonas de escaleras que permiten el acceso a dos zonas principales desde donde disfrutar de las vistas:
Desde Trailview Overlook seguimos caminando y escuchando las explicaciones hasta la siguiente parada: Maricopa Point. Este punto se encuentra a 1.1 km al este de Trailview Overlook y 0.8 km de la siguiente parada, Powell Point. Además de maravillosas vistas del Cañón, Maricopa Point permite observar la antigua Orphan Lode Mine, registrada por Dan Hogan en 1893 a unos 1000 pies por debajo de ese punto. Podéis encontrar toda la historia aquí:
Orphan Mine
Originalmente se extraía cobre, pero en 1950 Hogan se pasó a la prospección de uranio. Las operaciones mineras acabaron en 1967 y veinte años después el Grand Canyon National Park adquirió la propiedad, pero no fue hasta 2008 que empezó la recuperación ambiental más importante en la zona. Pero aparte de su historia, mirad qué vistas hacia uno y otro lado:
Una maravilla, de nuevo nos embargaba esa sensación de grandiosidad que os comentaba. Como podéis imaginar o ya sabéis los que habéis estado allí, las fotografías no hacen justicia al lugar porque dan la sensación como de que el paisaje se difumina, se aplana y no se capta ni el colorido ni el relieve... así que mi consejo es: hay que ir y verlo en persona .
Próxima parada: Powell Point. Situado 0.8 km al oeste de Maricopa point y a 0.5 km de Hopi Point, el siguiente y último punto donde llegaríamos con el ranger durante la Rim Walk. El Memorial Powell que hay en este mirador conmemora los viajes de exploración realizados en 1869 y 1871-72 por el Mayor John Wesley Powell y los componentes de sus expediciones por el fondo del Cañón. Igual que en los demás miradores, pueden disfrutarse aquí también de maravillosas vistas y de algún animalillo o animalilla :
Finalmente llegamos a Hopi Point, donde coincidimos con un experto en cóndores amigo del ránger que nos explicó un montón de cosas sobre el cóndor de California, una especie de la cuál quedan muy pocos ejemplares. Y diría que conseguimos fotografiar uno, pero se ve fatal, porque no se estaba quieto el muy jodío, tenía la manía de volar :
Hopi Point está situado 0.5 km al oeste de Powell Point y a 1.3 km de Mohave Point. Aquí hay lavabos disponibles, es el único lugar donde los encontraréis en esta ruta, junto con la parada final de Hermits Rest, que cuenta con lavabos y una tienda. Se trata de uno de los miradores más populares para observar el atardecer y el amanecer debido a sus amplias vistas, que permiten observar con bastante claridad el río Colorado hacia el oeste. Vistas hacia los dos lados y del río más en detalle, de color marronoso, parece un derrame gigante de chocolate :
Eran tan solo las 10:30 se acabó la actividad y seguimos caminando por el Canyon Rim Trail, ya sin nuestro amigo el ranger, hasta Mohave Point y The Abyss.
Mohave Point está situado a 1.3 km de Hopi Point y a 1.8 km de The Abyss. Es sin duda alguna otro espectacular punto para disfrutar de la salida y la puesta de sol, ya que también ofrece hermosas vistas del río al fondo del Cañón. Aunque nosotros no nos quedamos, ya que faltaban unas cuantas horitas para el crepúsculo, debe de ser precioso.
Seguimos caminando otros 1.8 km dirección oeste hasta The Abyss, que está a 1.4 km del siguiente punto de interés. Este mirador, como su nombre indica, no es otra cosa que un abismo: se trata de una caída prácticamente vertical hacia el fondo del cañón. De aquí no tengo buenas fotos.
Como a esas alturas ya hacía muchísimo calor, habíamos caminado bastante y todavía quedaba bastante camino por delante, decidimos saltarnos la parada de Monument Creek Vista y tomar el bus hasta Pima Point. Desde Pima andaríamos de nuevo el tramo final hasta Hermits Rest. Así que al final hicimos a pie casi todo el recorrido, tan solo tomamos en autobús entre Hermits Rest Transfer y Trailview Overlook, y entre The Abyss y Pima Point (más luego todo el camino de vuelta, claro). Apretaba bastante el calor, por supuesto hay que ir bien equipado con agua abundante, crema solar y gorra o sombrero. Fue uno de los sitios donde pasamos más calor y no acabamos achicharrados de milagro. Por suerte el desnivel en el Rim Trail es prácticamente nulo, así que en ese sentido no hay problema.
Así pues, siguiente parada: Pima Point. Situado 4.1 km al oeste de The Abyss (a 2.7 km de Monument Creek Vista, donde no paramos). Pima Point es uno de los mejores lugares al borde del cañón para ver y en ocasiones oír el río. Justo debajo del mirador están los Granite Rapids, y en días tranquilos puede oírse el choque del agua embravecida contra las paredes de piedra rojiza del cañón.
Desde Pima Point caminamos ya hasta la última parada, Hermits Rest, donde llegamos sobre las 12:15. Hubiésemos tardado bastante menos, pero el primer tramo hasta Hopi Point lo recorrimos a ritmo muy lento escuchando todas las explicaciones del ranger. Es una caminata muy factible para hacer en una mañana o una tarde, el único problema es el calor en según qué días.
Hermits Rest es el punto final del Rim Trail en el oeste, y esta situado a 1.8 km de Pima Point, el mirador anterior. Mary Colter, una de las arquitectas más famosas del Gran Cañón, construyó el llamado Hermits Rest en 1914 a imagen y semejanza de una vieja cabaña minera. Hoy en día el lugar cuenta con una tienda de recuerdos y un pequeño bar (también hay lavabos disponibles). El Hermit trail, un sendero que baja abruptamente hacia el cañón hasta los manantiales de Santa María, empeza a unos 0.8 km de este punto. Más información sobre Hermits Rest aquí:
Hermits Rest
Este lugar fue llamado así debido a Louis Boucher, un prospector canadiense que desde 1891 y durante años vivió sólo en esta zona, como un ermitaño. Él fue quién excavó el anteriormente mencionado Hermit trail hacia el fondo del cañón, con ayuda, claro.
Nos comimos nuestros bocadillos allí, en una zona de sombra frente al pequeño bar. Y aprovecho para dejaros una advertencia por si tenéis la misma idea: atención con las ardillas. En cuanto saquéis la comida de la bolsa os veréis acosados por una o varias ardillas hambrientas que no se cortarán un pelo pidiendo. Es como los donuts, os saldrán amigas ardillas por todas partes. Pueden ser muy insistentes, mirad qué ojos de vicio: humanaaa, damee comidaaa…
En varios sitios del parque veréis carteles explicando que no hay que darles de comer para no alterar su comportamiento natural y que no pasan a depender de la obtención de comida de los humanos. Pero imagino que la gente se pasa el aviso por el forro, porque estaba claro que aquellas ardillas eran cebadas a diario por los turistas y habían aprendido a ser muy persuasivas. Otro tema es que por muy monas que parezcan hay que ir con mucho cuidado con las mordeduras de ardilla, ya que pueden transmitir enfermedades bastante graves.
Era la 1 del mediodía y hacía muchísimo calor, así que después de dar una vuelta por la zona decidimos tomar el bus de vuelta hasta Grand Canyon Village. Hay que tener en cuenta que en la ruta de vuelta solo se hacen paradas en cuatro puntos, si os quedáis a ver el atardecer organizaos de forma que lleguéis a tiempo a alguno de estos puntos para poder volver. Una vez en el Village andamos un rato más por el Rim Trail, pero hacia el otro lado: desde el Bright Angel Lodge hasta Verkamp Visitor Center. A esas alturas era ya insoportable estar más rato bajo el sol abrasador (estábamos a 100 ºF, unos 38ºC), y menos caminando, así que sobre las 14:30 decidimos ir tirando ya hacia Williams y disfrutar del aire acondicionado del coche. No quiero imaginarme, si en el borde estábamos a 38º, a qué temperatura debían de estar al fondo del cañón, que es como un horno…
Antes de pasar a contar nuestra tarde en Williams, aprovecho para dejar mis conclusiones sobre el Gran Cañón, tal como os prometí en la etapa anterior. Grand Canyon, pese a su singularidad y aun siendo un lugar espectacular, no está en mi Top 3 de Parques por varias razones:
1) Por un lado, al tratarse de un lugar tan conocido, lo había visto millones de veces en fotos, en la televisión… eso hace que se pierda el efecto sorpresa que por el contrario sí experimentamos en Bryce Canyon y Arches. En ese sentido creo que el hecho de ser tan popular y encontrarse ya grabado en el imaginario colectivo juega en contra de Grand Canyon.
2) Otro factor a tener en cuenta es la posible monotonía de la visita: si uno se limita a ir parando en los diferentes miradores, puede llegar a parecer que se está viendo todo el rato más de lo mismo. Faltaría un poco de variedad. Además, a veces es difícil captar toda la belleza del paisaje, ya que bajo el sol más intenso los colores y las formas tienden a difuminarse y a adoptar un tono apagado que no se corresponde con la realidad. Para evitar esto creo que es recomendable aprovechar bien las primeras y últimas horas del día, con luz más suave que permite disfrutar más de los contrastes. Otra opción muy recomendable es variar la forma de ver el cañón: no solo desde el borde, sino adentrándose en él para experimentar de cerca los cambios que hay en las diferentes capas (cambios en las rocas, en la vegetación, en el clima…). Esto nos quedó pendiente.
3) Pasamos bastante calor y al final ya no nos apetecía caminar más, así que creo que el verano no es la mejor época para ver este parque, sino que sería más recomendable visitarlo en Otoño o Primavera, con temperaturas más suaves que permitan pasar más tiempo recorriéndolo confortablemente (y con menos gente).
Todo esto hubiera contribuido a llevarme una impresión injustamente decepcionante de la zona si no fuera por tres factores que contrarrestaron:
1) La monstruosidad del paisaje. Se mire como se mire, el Gran Cañón es impresionante. La sensación de no poder llegar a captar toda su grandeza te acompaña cada vez que te asomas al precipicio. Tanto en extensión, como en profundidad, como en antigüedad te das cuenta de que estás ante algo fuera de lo común. Al César lo que es del César.
2) El vuelo en helicóptero. Un subidón de adrenalina que no me esperaba, potenciado por el hecho de ir de copiloto. A mí nunca me toca nada (nada bueno, me refiero), no me caracterizo precisamente por ser afortunada… así que cuando me dijeron que iba delante casi me da un patatús de la emoción . Sobrevolar el Gran Cañón en helicóptero sí superó mis expectativas, estuve unos cuantos días de subidón. Ver las paredes del cañón de frente desde su interior y sobrevolar el río es una sensación difícil de explicar, así que hay que probarlo.
3) Pasar la noche en el Bright Angel Lodge. Otro gran acierto. No me esperaba ver ese cielo estrellado tan intenso ni lo ventajoso que es dormir prácticamente en el borde del Cañón. Nos permitió ponernos en marcha temprano al día siguiente y disfrutarlo con buena luz.
Así que, en global, la experiencia es muy positiva y es sin duda un must de la Costa Oeste de USA.
Recomendación: personalmente, lo que más me gustó fue la zona de Hermit Road, al oeste de Canyon Village. Me parece más adecuado para ir de menor a mayor disfrute hacer las visitas en el siguiente orden: zona de Desert View Road- zona central- zona de Hermit Road, o sea, de este a oeste. Si por itinerario no es posible, pues no hay problema, pero para mí es ideal hacerlo así (también va a gustos personales, claro).
Así pues, sobre las 15:30 de la tarde llegamos a Williams, está a algo más de una hora del Gran Cañón y es una buena base para hacer noche antes o después de visitar el parque. Además, cuenta con moteles bastante económicos.
Williams es un pueblecito del centro de Arizona que forma parte de la famosa ruta 66. Cuenta con gran variedad de edificios históricos y tiendas ambientadas según esta temática. Nosotros no somos forofos del tema, pero no deja de ser curioso:
Además de ser la puerta de entrada al Gran Cañón, en Williams los amantes de la naturaleza y la aventura pueden disfrutar de gran variedad de actividades: pesca, senderismo, camping, paseos a caballo… También hay una especie de reserva de fauna, el Bearizona Wildlife Park, pero nosotros no lo visitamos (no somos demasiado fans de estas cosas, preferimos ver los animales en su hábitat natural).
Lo primero que hicimos fue el check-in en el Motel 6, poner una lavadora y acercarnos a un supermercado a comprar provisiones. Mientras tanto refrescó un poco y salimos a dar una vuelta por el pueblo, como decía ambientado en la Ruta 66:
La Ruta 66 (U.S.66) une las ciudades de Chicago (Illinois) y Los Ángeles (California), atravesando los estados de Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas y Nuevo México a su paso. Es una ruta de carretera mítica, también conocida como “The Main Street of America”, “The Mother Road” y “Will Rogers Highway”. Formó parte de la Red de Carreteras Federales de Estados Unidos y su recorrido total abarca 3939 km.
La Ruta 66 fue el principal itinerario de los emigrantes que iban hacia el oeste, especialmente durante los años 30, y sostuvo la economía de las zonas que la carretera atravesaba. Aún hoy en día hay mucha gente que vive de la fama e historia de dicha ruta, a pesar de que fue descatalogada en 1985 al haber sido reemplazada por la Red de Autopistas del país. No obstante, partes de la ruta han sido señalizadas con letreros de "Historic Route 66" y ofrecen una alternativa interesante y pintoresca a las autopistas (eso sí, a cambio de invertir más tiempo en el desplazamiento).
La verdad es que es un sitio muy curioso, al anochecer ya estaban todos los rótulos luminosos en marcha y había mucho ambiente:
A las 19:30 teóricamente había un Wild West Show en mitad de la calle principal y nos acercamos a verlo, pero a la práctica solo eran 4 tíos disfrazados de vaqueros gritándose unos a otros y disparando pistolas de fogueo (digo yo). Así que no nos quedamos hasta el final, sino que nos retiramos a cenar y dormir. Al día siguiente nos esperaba un día de carretera hasta Las Vegas recorriendo parte de la Ruta 66.
Información práctica:
- Itinerario del día: Grand Canyon Village- Williams
Distancia: 96 km
Tiempo teórico: 1 h 7 min
Tiempo real: 1h 15 min
- Información sobre rutas de senderismo en el Gran Cañón: Grand Canyon Hiking
- Información sobre Williams: Williams- Arizona
- Alojamiento en Williams: Motel 6 Williams West
Precio: 65,99 $ + tasas= 73,4 $
Motel sencillo, pero suficiente para una noche. Habitación cómoda y funcional con baño privado. Café de cortesía gratis en la sala común por la mañana. Buena relación calidad/precio.