Martes 21 de Agosto: Toledo Monumental ✏️ Travel Journeys of Spain

Empecé la jornada en la plaza de Zocodover puesto que el día anterior había descubierto que en un puesto vendían tickets para un trenecito turístico que hacia un recorrido alrededor de Toledo, salen cada media hora y es lo que suele durar el trayecto, siendo el precio 6,50 €.

Así a las 10.00 salió cerca del Alcázar el trainvision bajo hacia una de las aperturas en la muralla cerca de la puerta nueva de bisagra, cruzo el puente de Azarquiel y recorrió toda la ronda de Toledo parándose cinco minutos en el mirador del valle para que podamos tomar fotos del magnífico panorama que teníamos sobre la ciudad.

Después de eso siguió su camino pasando cerca de algunos cigarrales (antiguas fincas señoriales de recreo, hoy día restaurantes y hoteles) cruzo el tajo por el puente del cava dándonos la posibilidad de hacer fotos del puente de San Martin, el cual es de estilo Mudejar como muchos otros edificio de Toledo. El tren acabo su recorrido tras entrar en el casco histórico por la puerta nueva de Bisagra cerca del Alcázar donde lo esperaba otro grupo de turistas. Os lo recomiendo por sobretodo las vistas desde el mirador.

Toco hacer algo de tiempo hasta las doce, hora en que empezaba el tour llamado monumental Greco siendo mi guía Yolanda. en esa ruta nos proporcionaron un brazalete rojo que se puede comprar por 9 € y que permite la entrada a 7 monumentos esta pulsera turística se puede adquirir en cualquier entrada de esos edificios y mientras se conserva (se puede uno duchar con ella incluso) la pulsera es válida varios días. De Zocodover nos adentramos en la calle de la sillería, con una parada en la parroquia de San Nicolás para relatarnos la leyenda de la Virgen de Alfileritos (quien quiera encontrar una pareja tiene que ir allí), de allí nos fuimos a la puerta de Valmardón con una pausa en el primer monumento: la mezquita del Cristo de la luz.

Antes de entrar al monumento se pasa por encima de los restos de la antigua vía romana. La mezquita me pareció pequeña y cuando se convertido en iglesia se amplio, al lado hay unos jardines propios de la cultura musulmana que dan a una de las murallas que rodean la ciudad. En cuanto al nombre de la mezquita solo diré que está relacionado con una imagen oculta tras un tabique y un caballo. La siguiente etapa del tour nos llevo a la iglesia de los Jesuitas, de estilo barroco, en su portada se ve una representación de la imposición de la casulla a San Ildefonso, imagen que se repite en varios lugares de la ciudad y cuya historia nos relataron varios guías, además de ser el patrón de Toledo.

En el interior la capilla mayor se encuentra presidida por un original retablo consistente en una pintura al fresco, en lo que ha venido en llamarse trampantojo además consta de varias capillas y se puede acceder a sus torres para tener unas vistas sobre Toledo, como íbamos con el tiempo justo no lo hicimos durante el tour. A continuación pasamos por delante del Real colegio de doncellas nobles, sin entrar a pesar de que nos lo permitía la pulsera, para adentrarnos en la judería haciendo otra pausa en el monasterio de San Juan de los reyes. En el exterior sorprende encontrar la presencia de cadenas (horizontal y vertical) son restos y reliquias de cadenas de los cautivos cristianos rescatados y trasladados hasta Toledo como agradecimiento a Dios.

El interior de la nave principal del templo, de estilo gótico, está repleto de símbolos asociados con los reyes católicos: el águila de San Juan, las flechas y el yugo, los escudos de Castilla y Aragón incluso se aprecia las letras coronadas Y por Isabel y F de Fernando (también puede hacer referencia a la Y de yugo y F de flechas) Por si no lo sabéis el símbolo de las flechas que adopto Isabel viene de que una flecha puede romperse fácilmente con las manos mientras que un puñado no y eso significa que la unión hace la fuerza por su parte el símbolo del yugo de Fernando es una alusión al nudo gordiano que corto Alejandro Magno y cuyo significado al igual que el lema "Tanto Monta" es que el fin justifica los medios.

Muy cerca se halla la sinagoga de Santa María la Blanca que visitamos a continuación, es de estilo Mudejar dividida por columnas octogonales en cinco naves, tras la expulsión de los judíos fue transformada en iglesia. Finalmente nuestra guía nos llevo a la iglesia de Santo Tome donde está expuesto el cuadro del Greco "El entierro del Conde de Orgaz"

Yolanda nos hizo un resumen de la pintura explicándonos la escena así como los personajes presentes, el cuadro es impresionante y además a sus pies esta el sepulcro del conde de Orgaz. Cerca está ubicada la iglesia del Salvador cuya entrada también está incluida en la pulsera turística. Es decir que de los siete monumentos que permite visitar el brazalete entramos en cinco con sus correspondientes abundante explicaciones por parte de nuestra guía. Acabamos cerca de las 15:00 horas así que lo que hice fue buscarme un restaurante cercano donde almorzar para saciar mi apetito y también descansar que como leeréis a continuación lo iba a requerir.

Como me ubicaba en el barrio judío me acerque al museo del greco, el museo es una recreación de su casa aunque él no vivió realmente allí y gran parte de sus obras tampoco se exponen en ese museo, las más conocidas están en el museo del Prado.

No obstante se ve relativamente rápido y si queréis saber algo más del pintor puede ser interesante. No muy lejos se encuentra la sinagoga del tránsito que aproveche para visitar igualmente, personalmente creo que es un edificio que esta mejor conservado que la sinagoga de Santa María la Blanca en el sentido que tiene la galería superior desde la cual asistían las mujer a las ceremonias además también contiene el museo Sefardí donde se puede apreciar una pequeña colección de objetos relativos a la cultura judía así como su historia.

A continuación volví al monasterio de San Juan de los reyes aprovechando que llevaba todavía la pulsera turística para contemplar su claustro puesto que en la visita de la mañana solo pasamos por delante sin pararnos y después me encamine a la iglesia de los Jesuitas para subirme a su campanario y presenciar Toledo desde esa nueva perspectiva. Es el primero de los emplazamientos que me comentaron para tener fotos de una visión general de la ciudad.

Como estaba próximo, callejeando fui al museo de las termas romanas así como a las cuevas de Hércules cuya leyenda nos relato Samuel en el tour de la noche anterior, dicha cueva fue un depósito de agua en la época romana. Las entradas son gratuitas y la visita muy rápida, lo gestiona el consorcio de Toledo que tiene su sede en las termas.

Como aún era pronto para cenar y estando en la zona me dirigí a la iglesia de San Román, sede el museo de los concilios y de la cultura visigoda, es una visita de doble interés puesto que por un lado tenemos el edificio en si mismo ejemplar característico de la arquitectura mudéjar religiosa de Toledo y por otro el de las colecciones expuestas. No hay que olvidar que tras la caída del imperio romano, en España fueron reemplazados por los visigodos hasta la invasión de los musulmanes y Toledo ya existía en la época romana con el nombre de Toletum. La entrada es barata pudiendo visitarse relativamente rápido aunque si se va leyendo los numerosos paneles informativos se puede permanecer más tiempo.

Finiquitada la tarde toco reponer fuerzas durante la cena puesto que a las 22.00 tenía otro tour que salía desde la plaza de Zocodover pero antes de dirigirme al lugar de reunión volví al hotel para tomarme una cerveza en una azotea que tiene en la última planta, para tomar una fotografías del anochecer toledano. No es necesario ser huéspedes del hotel para disfrutar de la terraza lo único que suele abrir a final de la tarde.

De vuelta a Zocodover y a la espera de que se formara el grupo estuve observando un instante el ambiente, si pernoctéis en la ciudad os daréis cuenta que es muy distinto. Durante el día las plazas y las calles son mucho más bulliciosas y transitadas, siendo los turistas predominantes, mientras que por la noche es todo más tranquilo, de hecho en la plaza Zocodover a esas horas jugaban unos niños mientras que algunos adultos estaban disfrutando la fresca sentados en bancos, una escena típica de cualquier plaza de cualquier pueblo de España durante los meses de verano. Cuando estuvieron presentes todos los participantes del tour "leyendas de Toledo" nuestra guía Estefanía empezó con una breve introducción sobre lo que nos iba a enseñar y comentar a lo largo del recorrido siguiendo las explicaciones en cada parada, si la noche anterior con Samuel estuvimos visitando sur este del casco antiguo esta vez fue la parte norte situada cerca de las murallas. La verdad de noche Toledo luce distinta y aunque reconocía lugares en los cuales había estado por el día otros me era totalmente desconocidos. Estuvimos cerca de muchos conventos, tras el traslado de la corte a Madrid, Toledo se convirtió en una sede religiosa con muchas iglesias y conventos, muchos de los cuales quedaron destruidos en la guerra de independencia. Pasamos bajo unos cuantos cobertizos e incluso estuvimos cerca de la antigua sede de la inquisición hoy un centro cultural. Yolanda nos enseño un par de callejón que fueron edificados, es decir, que se construyo como una casa dentro del mismo o se amplió los edificios cercanos haciendo desparecer el lugar de paso, otros simplemente fueron privatizados vallando sus entradas y salidas, el ayuntamiento los fue recuperando y en algunos se aprecia una placa donde pone "Esta calle es de Toledo"

Estuvimos en la calle de San Ildefonso delante de la casa donde vivió con su hermanos Gustavo Adolfo Bécquer de Octubre de 1868 a Diciembre de 1869 con los correspondientes comentarios de nuestra guía sobre las leyendas del poeta ligadas a Toledo como "el Beso" o "La ajorca de oro" incluso nos llevo hasta la portada de un edificio donde en el propio mármol hay una firma del mismo Gustavo Adolfo Bécquer. Os confesare que no se aprecia a simple ojo y nos tuvieron que enseñar una foto en una tablet de dicha firma para verla. Cuando acabamos la ruta Yolanda se ofreció a acompañarnos de vuelta a la plaza de Zocodover y los que llegamos allí nos despedimos, encaminándome al hotel para echarme a la cama y retomar fuerzas para el día siguiente.