En este post queremos compartir con vosotros una de las mejores experiencias que hemos vivido en nuestro viaje a Indonesia.
Os ponemos en contexto. Borneo es una isla en la que conviven 3 países diferentes. En el norte, tenemos una parte que pertenece a Malasia y otra más pequeñita a Brunéi. El resto forma parte de Indonesia. Nosotros estuvimos en la parte sur de la isla, concretamente en la zona de Kalimantan.
¿Cuál fue nuestra experiencia?
Allí pasamos 3 días y dos noches, las cuales vivimos navegando por el río Sekonyer. Este recorrido lo hicimos bordeando la selva de Borneo y fue todo un espectáculo para los sentidos.
Para llegar hasta aquí, tuvimos que volar desde Yogyakarta a Jakarta y posteriormente a Pangkalanbun. Volamos con AirAsia por 104,35€ por persona. Allí, nos vinieron a recoger en coche y nos llevaron directos al puerto de Kumai, donde nos esperaba nuestra casa flotante, un klotok. Conocimos a la cocinera del barco, el capitán, el segundo capitán y nuestro guía.
Nuestro guía nos explicó que formaba parte de un grupo llamado ‘Green Team’. Lo que intentan, es comprar las tierras próximas al Parque Nacional, bordeando el río, para que las empresas de aceite de palma no tenga acceso a ellas. El principal problema es que las tierras son muy caras y las empresas de palma aceitera también están comprando esos terrenos.
El primer contacto con la fauna del Parque fue con un orangután macho adulto que vino a saludarnos. Fue impresionante ver cómo de repente las palmeras se doblaban y de entre la maleza salió un orangután. A parte de ver orangutanes, también podréis conocer la fauna y la flora de esta zona. Desde plantas carnívoras e insectos variados hasta otro tipo de monos y aves raras como los cálao.
Pudimos aprender mucho sobre naturaleza y tuvimos la oportunidad de dar un paseo nocturno por la selva en busca de tarántulas y aves nocturnas.
Visitamos 3 campamentos durante los tres días que pasamos allí. En cada uno de ellos había información sobre los animales de la zona y sobre la historia de los mismos. Nos llevaron a un punto de la selva donde habían plataformas de madera en las que los cuidadores depositaban comida, como por ejemplo plátanos, caña de azúcar, raíces, etc. Para atraer a los orangutanes. Fue muy emocionante ver como bajaban de los árboles: hembras, machos, crías… Además tuvimos la suerte de ver un gibón descender sigilosamente para robarle la comida a un orangután macho adulto.
⚠️ Hay una serie de normas a seguir en los campamentos y en todo el Parque Natural en general:
No dar de comer a los orangutanes.
No tocar a los orangutanes.
Estar en silencio.
No bañarse en el río, ya que hay cocodrilos.
No tirar basura.
Un día cualquiera en el Parque Nacional de Kalimantan
Nuestros días en el klotok empezaban muy temprano, sobre las 5 de la mañana. Dormíamos en un colchón, cubierto por una mosquitera, en la cubierta el barco. Nos despertaban los primeros rayos de Sol y los sonidos de la selva.
Después, nos servían el desayuno. Normalmente era tortilla, huevos revueltos o plátano frito (pisang goreng), un manjar típico de Indonesia.
Tras desayunar, navegábamos por el río Sekonyer hasta llegar a los campamentos. En este recorrido disfrutamos de la naturaleza que nos rodeaba.
Luego tocaba comer mientras seguíamos recorriendo el río para llegar al lugar donde pararíamos a pasar la noche. La comida ¡era un auténtico manjar! Pescado fresco, arroz, pollo, verduras, fruta… ¡Toda una delicia!
Por la noche, nos daban la opción de ir a dar un paseo por la selva o quedarnos en el barco hablando con los demás tripulantes sobre nuestras vidas. Nos encantó poder disfrutar del cielo estrellado desde el techo del barco. Acabamos el día con una ducha rápida, ya que aunque teníamos lavabo, era muy básico y la verdad es que no apetecía mucho pasar más de 10 minutos allí dentro (lo digo por los insectos). Después, poníamos la mosquitera a nuestra cama, intentando que mosquitos y otros bichos no entrasen, y nos íbamos a dormir.
Nuestra opinión
Os recomendamos 100% esta aventura por Borneo. Es una vivencia que recordaremos durante toda nuestra vida. Si algún día volvemos a Indonesia no dudaremos en repetirla. Esta maravillosa experiencia nos costó 235€ por persona y, como hemos explicado arriba, incluye traslados al aeropuerto, guía, entrada al Parque Nacional, visitas, comidas y alojamiento en el barco. Si os animáis a hacerlo, dejadnos algún comentario aquí abajo contándonos cómo lo vivisteis. Y si lo necesitáis, estaremos encantados de proporcionaros el contacto de nuestro guía.
Os dejamos el vídeo completo de esta gran aventura.
Os ponemos en contexto. Borneo es una isla en la que conviven 3 países diferentes. En el norte, tenemos una parte que pertenece a Malasia y otra más pequeñita a Brunéi. El resto forma parte de Indonesia. Nosotros estuvimos en la parte sur de la isla, concretamente en la zona de Kalimantan.
¿Cuál fue nuestra experiencia?
Allí pasamos 3 días y dos noches, las cuales vivimos navegando por el río Sekonyer. Este recorrido lo hicimos bordeando la selva de Borneo y fue todo un espectáculo para los sentidos.
Para llegar hasta aquí, tuvimos que volar desde Yogyakarta a Jakarta y posteriormente a Pangkalanbun. Volamos con AirAsia por 104,35€ por persona. Allí, nos vinieron a recoger en coche y nos llevaron directos al puerto de Kumai, donde nos esperaba nuestra casa flotante, un klotok. Conocimos a la cocinera del barco, el capitán, el segundo capitán y nuestro guía.
Nuestro guía nos explicó que formaba parte de un grupo llamado ‘Green Team’. Lo que intentan, es comprar las tierras próximas al Parque Nacional, bordeando el río, para que las empresas de aceite de palma no tenga acceso a ellas. El principal problema es que las tierras son muy caras y las empresas de palma aceitera también están comprando esos terrenos.
El primer contacto con la fauna del Parque fue con un orangután macho adulto que vino a saludarnos. Fue impresionante ver cómo de repente las palmeras se doblaban y de entre la maleza salió un orangután. A parte de ver orangutanes, también podréis conocer la fauna y la flora de esta zona. Desde plantas carnívoras e insectos variados hasta otro tipo de monos y aves raras como los cálao.
Pudimos aprender mucho sobre naturaleza y tuvimos la oportunidad de dar un paseo nocturno por la selva en busca de tarántulas y aves nocturnas.
Visitamos 3 campamentos durante los tres días que pasamos allí. En cada uno de ellos había información sobre los animales de la zona y sobre la historia de los mismos. Nos llevaron a un punto de la selva donde habían plataformas de madera en las que los cuidadores depositaban comida, como por ejemplo plátanos, caña de azúcar, raíces, etc. Para atraer a los orangutanes. Fue muy emocionante ver como bajaban de los árboles: hembras, machos, crías… Además tuvimos la suerte de ver un gibón descender sigilosamente para robarle la comida a un orangután macho adulto.
⚠️ Hay una serie de normas a seguir en los campamentos y en todo el Parque Natural en general:
No dar de comer a los orangutanes.
No tocar a los orangutanes.
Estar en silencio.
No bañarse en el río, ya que hay cocodrilos.
No tirar basura.
Un día cualquiera en el Parque Nacional de Kalimantan
Nuestros días en el klotok empezaban muy temprano, sobre las 5 de la mañana. Dormíamos en un colchón, cubierto por una mosquitera, en la cubierta el barco. Nos despertaban los primeros rayos de Sol y los sonidos de la selva.
Después, nos servían el desayuno. Normalmente era tortilla, huevos revueltos o plátano frito (pisang goreng), un manjar típico de Indonesia.
Tras desayunar, navegábamos por el río Sekonyer hasta llegar a los campamentos. En este recorrido disfrutamos de la naturaleza que nos rodeaba.
Luego tocaba comer mientras seguíamos recorriendo el río para llegar al lugar donde pararíamos a pasar la noche. La comida ¡era un auténtico manjar! Pescado fresco, arroz, pollo, verduras, fruta… ¡Toda una delicia!
Por la noche, nos daban la opción de ir a dar un paseo por la selva o quedarnos en el barco hablando con los demás tripulantes sobre nuestras vidas. Nos encantó poder disfrutar del cielo estrellado desde el techo del barco. Acabamos el día con una ducha rápida, ya que aunque teníamos lavabo, era muy básico y la verdad es que no apetecía mucho pasar más de 10 minutos allí dentro (lo digo por los insectos). Después, poníamos la mosquitera a nuestra cama, intentando que mosquitos y otros bichos no entrasen, y nos íbamos a dormir.
Nuestra opinión
Os recomendamos 100% esta aventura por Borneo. Es una vivencia que recordaremos durante toda nuestra vida. Si algún día volvemos a Indonesia no dudaremos en repetirla. Esta maravillosa experiencia nos costó 235€ por persona y, como hemos explicado arriba, incluye traslados al aeropuerto, guía, entrada al Parque Nacional, visitas, comidas y alojamiento en el barco. Si os animáis a hacerlo, dejadnos algún comentario aquí abajo contándonos cómo lo vivisteis. Y si lo necesitáis, estaremos encantados de proporcionaros el contacto de nuestro guía.
Os dejamos el vídeo completo de esta gran aventura.