DÍA 3.
Este día empezó muy temprano. Como ya dije, el hotel tiene una situación ideal para empezar la ruta, tanto en una dirección como en otra, aunque la Pizzería Furmann donde comimos ayer es idónea también, a la vez que económica.
Dejo aquí algunos enlaces que te pueden ser útiles:
www.notranjski-park.si/ ...v-Škocjan
www.burger.si/ ...eznam.html
www.slovenialocations.com/ ...ocjan.html
El valle kárstico de RAKOV ŠKOCJAN, conocido como el valle de los puentes naturales, fue el primer parque regional declarado en Eslovenia, en 1949. Antiguamente fue una cueva enorme de origen kárstico, moldeada por el río Rak. Al derrumbarse el techo de la cueva, se originó el valle que conocemos en la actualidad, con sus dos puentes de piedra. El techo de la cueva va perdiendo grosor, debido a la disolución de la roca caliza, mientras la cueva se va haciendo más grande. La parte del techo que queda intacta forma un puente natural, que continúa adelgazando y caerá o desaparecerá en un fututo.
Tanto si venimos desde Ljubljana como desde Postojna, la carretera E61 nos conecta con la carretera de grava 914; si venimos desde Cernika también enlazamos con la 914 por el este.
La visita puede empezarse desde distintos sitios, que nos llevarán a los diferentes atractivos del valle. Las referencias más fáciles para no liarnos es seguir SIEMPRE las indicaciones que aparecen en casi todos los postes: puente natural pequeño y puente natural grande, cada uno en un extremo del valle. Estos puentes son, según vimos, producto del hundimiento de los techos de las cuevas preexistentes.
Según el cartel, hay aparcamiento en la parte cercana al puente grande, a mitad del camino (parking del Hotel Rakov Škocjan) y en el área próxima al puente pequeño.
Los carteles señalizan 14 puntos para la visita, con información sobre el origen de los distintos fenómenos naturales y sobre la vegetación del lugar. Algunos carteles han desaparecido y hay que dejarse llevar por la intuición o los senderos ya abiertos por el paso de otros caminantes, pero en general no hay pérdida, ya que tenemos la carretera cerca como punto de referencia. De los señalados en el cartel, estos son los números más interesantes:
1. Mali naravni most (puente natural pequeño), puente de piedra y cuevas Zelska
12. Prados a lo largo del río Rak.
14. Cueva Tkalca.
15. Veliki naravni most (puente natural grande)
16. Ruinas de San Canciano.
Nosotros hicimos el recorrido en verano; puede que en otras épocas, con las crecidas del río Rak, las condiciones sean distintas.
Según nuestra vivencia, los principales puntos los podemos agrupar en dos grandes bloques :
BLOQUE A (según la información del cartel oficial, puntos 1 al 5):
-Izvir Prunkovec (arroyo Prunkovec)
-Mali naravni most (puente natural pequeño)
-Zelske jama (cuevas Zelske)
BLOQUE B (según la información oficial, puntos 6 al 14; se inicia en el Hotel Rakov Škocjan):
-Árbol gigante de Rakov Škocjan
-Veliki naravni most (puente natural grande)
-Cuevas Tkalca
-Ruinas de la iglesia de San Canciano
El hotel Rakov Škocjan (en la foto anterior) puede servirnos como punto de referencia para separar ambos bloques. La ruta puede empezarse desde el mismo hotel (aquí tenemos más cerca el bloque B; después de estas visitas habría que desandar el camino y subir la carretera o el sendero por el bosque para hacer el bloque A), donde hay un amplio aparcamiento, tanto para clientes como para visitantes.
O bien, un poco antes de llegar al hotel, si podemos dejar el coche en alguno de los pequeños espacios que hay en un lado de la carretera, empezaríamos por el bloque A, hacia la izquierda, e iríamos a continuación a por el B, a la derecha.
En nuestro caso, ya que habíamos dormido en el hotel la noche anterior, dejamos el coche aparcado y caminamos unos 15’ por la carretera en dirección por donde habíamos venido (dirección Cerknica, hacia la 914) y empezamos la ruta por el bloque A (justo donde aparece en la foto anterior).
Lo primero que encontramos tras una bajada algo pronunciada fue el arroyo Prunkovec, que corre en un entorno sacado de cuento, entre piedras cubiertas de musgo verde; llegamos a una alta pared de piedra y al asomarnos, una enorme cavidad a la derecha desde donde procede el agua.
Dejando a nuestra espalda el arroyo, subimos una cuesta a la izquierda para dirigirnos al Mali naravni most y a las cuevas Zelske.
Encontramos una verja de hierro que nos permite asomarnos al pequeño puente natural; además, está rodeado de unas barandillas de madera, de forma que se puede caminar alrededor para verlo desde distintas perspectivas. Es altísimo y creo que se llama “pequeño” por su anchura (6 m), no por su altitud (42 m). Desde aquí arriba vemos el curso del agua que llega hasta la parte inferior del puente, dos cuevas abajo y un sendero, al que llegaremos en breve.
Para llegar abajo y a las Zelske jama, tendremos que bajar por un sendero que se abre a la derecha, un poco antes de la verja de hierro. El cartel advierte claramente que lo haces bajo tu responsabilidad. El camino es en bajada pronunciada, algo resbaladizo, entre rocas y troncos de árboles pero con precaución, puede hacerse. Junto a nosotros iba otra familia con 3 pequeños de distinta edad, uno de ellos en brazos.
Una vez terminamos la bajada, nos topamos con una pared altísima. A la derecha arriba vemos un agujero en la piedra, una gran abertura oscura de la que al poco sale una pareja con linternas (nosotros por aquí no nos atrevimos a ir) y una cueva a la izquierda, por cuyo centro corre agua y que lleva a un espacio abierto y muy verde.
La atravesamos pegados a la pared de la izquierda, caminando sobre piedras pequeñas mojadas, con linternas. Súperaventura para nuestro terremoto. Una vez fuera, estamos en una zona arbolada, con un puente de piedra, un lugar idílico. Los colores no nos parecen reales.
Seguimos a la izquierda una vez lo atravesamos, haciendo una especie de herradura, y entramos en otra cueva, bastante más oscura que la anterior, húmeda, con un trozo para caminar ahora pegados a la derecha bastante más estrecho.
Salimos al exterior a una zona de piedras y vegetación… estamos justo debajo del puente natural pequeño, que es inmenso.
Esta primera parte nos llevó unas dos horas y cuarto, haciendo fotos y admirando esta naturaleza, que nos pareció espectacular, pero puede hacerse seguramente en mucho menos.
Desandado el camino, volvimos al hotel por la carretera, porque nos parecía mucho más rápido. Y desde aquí empezamos por el bloque B partiendo de las señales, caminando a través del bosque.
Lo primero que encontramos fue un enorme árbol, el Gigante de Rakov Škocjan, lo llaman. Luego pasamos por una especie de lago, con un prado muy extenso hasta llegar al Veliki naravni most, el puente grande.
Mide 37 metros de alto y el ancho de su arco alcanza los 10; para llegar a las cuevas Tkalca hay que pasar por debajo de él. Esta última parte ya no la hicimos, porque nos equivocamos y en vez de atravesarlo por debajo, seguimos caminando por unos escalones y salimos a la carretera. Volvimos a cruzarnos con la pareja de las linternas de la primera cueva, que no nos recomendaron ir hasta las Tkalca, por el estado del terreno, así que nos quedamos con la intriga de cómo serían. Desde aquí caminamos hacia el hotel de nuevo por la carretera (1 km aproximadamente).
Este bloque B, que nos llevó 1 hora y media, nos pareció más monótono y menos espectacular, pero es nuestra opinión subjetiva. Si no tienes tiempo para hacerlo todo, al menos el bloque A es una de las mejores visitas que puedes hacer en Eslovenia.
Este día empezó muy temprano. Como ya dije, el hotel tiene una situación ideal para empezar la ruta, tanto en una dirección como en otra, aunque la Pizzería Furmann donde comimos ayer es idónea también, a la vez que económica.
Dejo aquí algunos enlaces que te pueden ser útiles:
www.notranjski-park.si/ ...v-Škocjan
www.burger.si/ ...eznam.html
www.slovenialocations.com/ ...ocjan.html
El valle kárstico de RAKOV ŠKOCJAN, conocido como el valle de los puentes naturales, fue el primer parque regional declarado en Eslovenia, en 1949. Antiguamente fue una cueva enorme de origen kárstico, moldeada por el río Rak. Al derrumbarse el techo de la cueva, se originó el valle que conocemos en la actualidad, con sus dos puentes de piedra. El techo de la cueva va perdiendo grosor, debido a la disolución de la roca caliza, mientras la cueva se va haciendo más grande. La parte del techo que queda intacta forma un puente natural, que continúa adelgazando y caerá o desaparecerá en un fututo.
Tanto si venimos desde Ljubljana como desde Postojna, la carretera E61 nos conecta con la carretera de grava 914; si venimos desde Cernika también enlazamos con la 914 por el este.
La visita puede empezarse desde distintos sitios, que nos llevarán a los diferentes atractivos del valle. Las referencias más fáciles para no liarnos es seguir SIEMPRE las indicaciones que aparecen en casi todos los postes: puente natural pequeño y puente natural grande, cada uno en un extremo del valle. Estos puentes son, según vimos, producto del hundimiento de los techos de las cuevas preexistentes.
Según el cartel, hay aparcamiento en la parte cercana al puente grande, a mitad del camino (parking del Hotel Rakov Škocjan) y en el área próxima al puente pequeño.
Los carteles señalizan 14 puntos para la visita, con información sobre el origen de los distintos fenómenos naturales y sobre la vegetación del lugar. Algunos carteles han desaparecido y hay que dejarse llevar por la intuición o los senderos ya abiertos por el paso de otros caminantes, pero en general no hay pérdida, ya que tenemos la carretera cerca como punto de referencia. De los señalados en el cartel, estos son los números más interesantes:
1. Mali naravni most (puente natural pequeño), puente de piedra y cuevas Zelska
12. Prados a lo largo del río Rak.
14. Cueva Tkalca.
15. Veliki naravni most (puente natural grande)
16. Ruinas de San Canciano.
Nosotros hicimos el recorrido en verano; puede que en otras épocas, con las crecidas del río Rak, las condiciones sean distintas.
Según nuestra vivencia, los principales puntos los podemos agrupar en dos grandes bloques :
BLOQUE A (según la información del cartel oficial, puntos 1 al 5):
-Izvir Prunkovec (arroyo Prunkovec)
-Mali naravni most (puente natural pequeño)
-Zelske jama (cuevas Zelske)
BLOQUE B (según la información oficial, puntos 6 al 14; se inicia en el Hotel Rakov Škocjan):
-Árbol gigante de Rakov Škocjan
-Veliki naravni most (puente natural grande)
-Cuevas Tkalca
-Ruinas de la iglesia de San Canciano
El hotel Rakov Škocjan (en la foto anterior) puede servirnos como punto de referencia para separar ambos bloques. La ruta puede empezarse desde el mismo hotel (aquí tenemos más cerca el bloque B; después de estas visitas habría que desandar el camino y subir la carretera o el sendero por el bosque para hacer el bloque A), donde hay un amplio aparcamiento, tanto para clientes como para visitantes.
O bien, un poco antes de llegar al hotel, si podemos dejar el coche en alguno de los pequeños espacios que hay en un lado de la carretera, empezaríamos por el bloque A, hacia la izquierda, e iríamos a continuación a por el B, a la derecha.
En nuestro caso, ya que habíamos dormido en el hotel la noche anterior, dejamos el coche aparcado y caminamos unos 15’ por la carretera en dirección por donde habíamos venido (dirección Cerknica, hacia la 914) y empezamos la ruta por el bloque A (justo donde aparece en la foto anterior).
Lo primero que encontramos tras una bajada algo pronunciada fue el arroyo Prunkovec, que corre en un entorno sacado de cuento, entre piedras cubiertas de musgo verde; llegamos a una alta pared de piedra y al asomarnos, una enorme cavidad a la derecha desde donde procede el agua.
Dejando a nuestra espalda el arroyo, subimos una cuesta a la izquierda para dirigirnos al Mali naravni most y a las cuevas Zelske.
Encontramos una verja de hierro que nos permite asomarnos al pequeño puente natural; además, está rodeado de unas barandillas de madera, de forma que se puede caminar alrededor para verlo desde distintas perspectivas. Es altísimo y creo que se llama “pequeño” por su anchura (6 m), no por su altitud (42 m). Desde aquí arriba vemos el curso del agua que llega hasta la parte inferior del puente, dos cuevas abajo y un sendero, al que llegaremos en breve.
Para llegar abajo y a las Zelske jama, tendremos que bajar por un sendero que se abre a la derecha, un poco antes de la verja de hierro. El cartel advierte claramente que lo haces bajo tu responsabilidad. El camino es en bajada pronunciada, algo resbaladizo, entre rocas y troncos de árboles pero con precaución, puede hacerse. Junto a nosotros iba otra familia con 3 pequeños de distinta edad, uno de ellos en brazos.
Una vez terminamos la bajada, nos topamos con una pared altísima. A la derecha arriba vemos un agujero en la piedra, una gran abertura oscura de la que al poco sale una pareja con linternas (nosotros por aquí no nos atrevimos a ir) y una cueva a la izquierda, por cuyo centro corre agua y que lleva a un espacio abierto y muy verde.
La atravesamos pegados a la pared de la izquierda, caminando sobre piedras pequeñas mojadas, con linternas. Súperaventura para nuestro terremoto. Una vez fuera, estamos en una zona arbolada, con un puente de piedra, un lugar idílico. Los colores no nos parecen reales.
Seguimos a la izquierda una vez lo atravesamos, haciendo una especie de herradura, y entramos en otra cueva, bastante más oscura que la anterior, húmeda, con un trozo para caminar ahora pegados a la derecha bastante más estrecho.
Salimos al exterior a una zona de piedras y vegetación… estamos justo debajo del puente natural pequeño, que es inmenso.
Esta primera parte nos llevó unas dos horas y cuarto, haciendo fotos y admirando esta naturaleza, que nos pareció espectacular, pero puede hacerse seguramente en mucho menos.
Desandado el camino, volvimos al hotel por la carretera, porque nos parecía mucho más rápido. Y desde aquí empezamos por el bloque B partiendo de las señales, caminando a través del bosque.
Lo primero que encontramos fue un enorme árbol, el Gigante de Rakov Škocjan, lo llaman. Luego pasamos por una especie de lago, con un prado muy extenso hasta llegar al Veliki naravni most, el puente grande.
Mide 37 metros de alto y el ancho de su arco alcanza los 10; para llegar a las cuevas Tkalca hay que pasar por debajo de él. Esta última parte ya no la hicimos, porque nos equivocamos y en vez de atravesarlo por debajo, seguimos caminando por unos escalones y salimos a la carretera. Volvimos a cruzarnos con la pareja de las linternas de la primera cueva, que no nos recomendaron ir hasta las Tkalca, por el estado del terreno, así que nos quedamos con la intriga de cómo serían. Desde aquí caminamos hacia el hotel de nuevo por la carretera (1 km aproximadamente).
Este bloque B, que nos llevó 1 hora y media, nos pareció más monótono y menos espectacular, pero es nuestra opinión subjetiva. Si no tienes tiempo para hacerlo todo, al menos el bloque A es una de las mejores visitas que puedes hacer en Eslovenia.